Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22

¡Oh no! Aquello debería de ser una broma. Contra más leía el sms, menos me lo podía creer. No podía ser que Marcos y Mariola estuvieran comprometidos. Me senté de golpe en el taburete de la cocina dejando caer mi cabeza en la encimera.

-Samia. ¿Qué ocurre, algún problema?

-Joel, mira. Lee y dime que no es cierto porque me muero ahora mismo.-Joel cogió en móvil, tras unos minutos me lo devolvió.

-No sé que decirte. Sé que amas a Marcos, pero que él se vaya a casar con su ex novia. Que quieres que te diga, pero mucho amor por ti no sentía o lo hace por resentimiento.

-¿Qué debo hacer Joel?

-Lo mejor es que vayas y hables con él. Así se resolverán todas vuestras dudas. Samia, no cometas la estupidez que yo cometí con Ciara y mira como me veo. Hablando se entiende la gente.

-Ahora mismo iré hablar con él. Quiero saber si es verdad o no que se vaya a casar con Mariola.

-Di que sí. Esta es mi Samia valiente y decidida. Cada día que pasa me gusta ser más tu amigo. Ala, venga que te acompaño.

-Gracias por tu generosidad Joel, pero...

-No. Iré contigo, no deseo que estés sola así que arreando que es gerundio.

Miré a Joel mientras se cambiaba de ropa preguntándome por el repentino interés de acompañarme. Sacudí mi cabeza quitándole importancia al asunto. Debería estar agradecida por su amistad y no irme por los cerros.

No puedo negar que durante el viaje me sentía histérica con la idea de que Marcos, el hombre que amo se vaya a casar con esa imbécil. Ahora no me iba a callar, estoy más que decidida ha decirle lo que siento por el y que me perdone.

Tan perdida me hallaba en mis pensamientos que ni cuenta me di que estaba en el edificio de la oficina de los Zisis.
Joel me acompañó hasta la planta donde se encuentra la oficina de Marcos. Miré a Joel buscando una seguridad que creía haber perdido. Como me imaginaba, Joel pasó sus manos por mis brazos estrechándome contra su pecho susurrándome que pasase lo que pasase él estaría a mi lado.

-Joel, eres un gran amigo. -Respiré más aliviada debido al apoyo que recibía por parte de mi amigo. Él me dio un beso en mi frente, de alguna manera ese gesto me animó bastante.

Eché andar hacia la oficina de Marcos. Toqué la puerta sintiendo mi corazón latir descompuesto acompañado de pequeños nervios que ya empezaban a fluir por mi organismo.

Al abrir todo mi organismo cambió de repente. Pasó de ser rígido como un roble a endeble como una gelatina, casi me costara hasta respirar.

-Marc...-Pude pronunciar cuando sus ojos esmeralda me traspasaban como flechas en llamas.

-Qué quieres Samia.-Su voz sonó dura y distante. No era el recibimiento que esperaba, pero tampoco que me fulmine con la mirada como si fuera una asesina en serie.

-Yo...vengo a saber si es verdad que te vas a casar...-Intentaba hablar lo más serena que me permitía mi organismo puesto que los nervios no me ayudaban para mucho. Mientras Marcos, sentado detrás de su escritorio seguía con su semblante serio sin apartar su mirada llena de odio de mí. Intenté dar dos pasos hacia donde se encontraba, quería decirle que me perdonase puesto que lo amo tanto que no hay día que no me arrepienta de haberle dicho esa mentira.
Al ver la manera de cómo se levantó tan brusca, me voz no salía. De dos zancadas se puso enfrente mía, sus ojos estaban más oscuros llenos de rencor, mientras los míos empezaron a llenarse de agua.

-No te da vergüenza Samia, venir hasta aquí después de haberte burlado de mí.

-Yo...lo siento... perdóname Marcos.

-Que te perdone. Nunca Samia. Creía que eras diferente, especial, dulce. Que eras esa mujer apasionada que desea que le amen como amar. Pero me equivoqué. Primero te acostaste con Elian. Como no sacaste nada con él, recurriste a mi. Y yo te abrí hasta mi alma para que acabarás destruyéndola. ¿Cuánto vales Samia?

-¿Pero que dices chalao, me estás llamando puta en mi cara?

-Jamás pensaría eso de ti. -Dime, ¿Porque te fuiste?

-Porque me quedé sin nada Marcos. En la miseria. Y tú bien lo sabes.

-¿En la miseria? ¿A caso recibir un buen cheque con una buena suma de dinero a cambio de dejarme, es lo que tú llamas miseria?

-¿De qué me estás hablando? ¿Un cheque de qué? Yo no he recibido nada. Reconozco que me equivoqué con haberte dicho aquella mentira, pero... mirate Marcos, tu eres un hombre que nació en una cuna de oro y yo no tengo nada.

-Y yo qué. Acaso yo no sabía que eras pobre, acaso yo me fijé en la posición social cuando me fui enamorando de ti. No Samia. En cambio tu egoísmo y tú ambición te ha llevado actuar así, sin importarte los sentimientos de otras personas.

-Te juro Marcos...que yo no...-Las lágrimas empezaron agolparse, la palabras no querían salir y yo me sentía desecha de quedar ante una persona ambiciosa y codiciosa ante los ojos de Marcos.

-Vete Samia. Lárgate por donde has venido porque no me creo ni una palabra tuya. Tus lágrimas son puro teatro, eres lo peor Samia.

-Te amo Marcos. Y nunca quise dañarte, yo no tengo nada. Te lo juro.

-¿Ah no? Tengo pruebas, y se que tú y tu madre habéis viajado a costa del estúpido de Marcos. Me das pena Samia. Vete porque no quiero volverte a ver.

Ante las duras acusaciones de Marcos, no podía ni atinar a pronunciar palabra. Mis lágrimas no cesaban y mi corazón se fue rasgando tan despacio como yo caminaba. Lo miré por última vez, él estaba de espaldas apoyado con ambas manos en su escritorio con todos los músculos en tensión. Sólo pude susurrar «Adiós»

Notaba como mis piernas flaqueaban, la cabeza me daba vueltas y casi me costaba respirar. La discusión con Marcos me había dejado sofocada y herida. Joel salió a mi encuentro agarrándome por mi cintura antes de caer al suelo.

-¿Estas bien Samia? Necesitas algo.-La voz de Joel me devolvió a la realidad. Aunque me encontraba sin fuerzas, intenté recomponerme para empezar a caminar y llegar hasta el coche.

En el trayecto de vuelta a casa, le conté a Joel lo que Marcos me había dicho.
Joel de quedó sin palabras, intentó consolarme para que me sintiera mejor, pero de nada servía. Pensar que Marcos no me ha creído y encima me ha acusado de aprovechada eso no se lo perdono ni a San Pablo. Sus palabras me han ofendido, lastimado y herido.
Intentaré olvidarlo y ahora más que nunca trabajaré duro para llegar a ser esa mujer prestigiosa que siempre he soñado, para poder el día de mañana enfrentarme a la familia Zisis. Ellos me quitaron todo, ellos me han humillado y pagaran por sus hechos. No hoy ni mañana. Pero el tiempo me dará la oportunidad de demostrarle que soy una mujer fuerte e independiente que no necesita limosnas.

Preparados familia Zisis, haré todo lo que esté en mi mano para arrebatarles sus pertenencias como ellos han echo conmigo.

Tras darme una ducha y preparar mi atuendo para empezar mañana en mi nuevo trabajo llamé a mi madre repetidas veces y siempre lo tenía apagado. Empecé a preocuparme, no quería pensar que algo malo le hubiera ocurrido. Insistí varias veces en llamarla a lo largo de la noche pero siempre daba apagado.

En toda la noche pude dormir, y eso se marcaba en mi rostro. Aún así me maquille para tener una buena presencia ante mi jefa.

Como ya me imaginaba mi primer día fue duro y agobiante. Mucha información en tan poco tiempo. Y sobretodo debía mantener mi mente despejada aunque a duras penas lo conseguía. Marcos y sus malditas palabras acusatorias no querían marcharse de mi cabeza. Y para colmo mi madre sin dar señales de vida.

Por fin viernes. Ha sido una semana muy difícil, si deseo ascender en la vida debo luchar con uñas y dientes para poder cobrarme del todo el dolor que me ha causado Marcos.

Al llegar al cortijo llamé repetidas veces y nadie salió abrirme. Empecé a inquietarme recorriendo por mi mente numerosas escenas de tragedia. Al final fui a casa de Felisa, la vecina y ella fue quien me informó donde estaba mi madre.
No podía dar crédito a lo que me contaba Felisa. Mi cabeza daba más vueltas que una noria, no quería creer que me madre hubiera sido capaz de traicionarme. Según Felisa mi madre y Miguel se fueron hace 3 meses de viaje, volvieron y ahora llevaban fuera 8 días, según mi vecina iban cargados con maletas. De pronto me entró una rabia, preguntándome si mi madre hubiera sido capaz de mentirme.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro