Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 11

ELIAN

Manda narices la cosa. Yo aquí arrepesado a una tabla frotando mi polla que estoy a punto de correrme teniendo a fuera a unas preciosas rubias que estarían gustosas de hacerme un buen favor. Pero no, por culpa de la odiosa de Samia me hallo en esta situación. Joder que me está pasando porqué me he excitado de esta forma cuando le dado esos azotes, esa manera de curvarse saliendo de sus labios esos gemidos. Sus pechos duros y su piel suave. Qué tiene Samia que tanto me desconcierta y me atrae al mismo tiempo. Sin lugar a dudas Samia con ese temperamento sus groserías me ha cautivado. Mierda pero que ganas tengo de follármela, y la muy grosera no me deja. Se va enterar esta cuando la pille.

Con disimulo me guardo la escopeta, y salgo para despedirme de mis amigos de juerga. Tras marcharse todos paso dentro de la mansión, necesito estar solo y pensar en la manera de decirle a Samia que se case conmigo.

--Me cago en todo lo que se mea.--Escucho decir a quien va ser si no, a Samia. ¿Pero que hace ella aquí?
Salgo a su encuentro antes que le de por utilizar a Eustaquio, el mayordomo de la abuela de saco de boxeo.

--Samia mi amore qué te pasa. Ven tranquílizate cielo.

--Elian mi amor. --La envuelvo entre mis brazos escuchando como masculla palabras feas.

--Samia ven sígueme la corriente.-- Me río para mis adentros que listo resulto a veces cuando deseo una cosa y me propongo conseguirla.

Llego a mi habitación, abro la puerta y la empujo para que pase tapándome mis partes, por si le da por pegarme una coz quitándome mi tesoro.

--Elian eres un gilipollas que lo sepas. De qué vais tu y tú  abuela. Es que os pensáis que por vivir en esta casa lujosa casa y tener una visa oro os da el derecho de manejar a las personas con amenazas a vuestro antojo.--Me gritaba furiosa, al mismo tiempo se dejaba caer alguna lágrima.

--Samia qué ocurre. Tranquilízate y cuéntame.

--Que me tranquilice dice el otro. Que te echo Elian. Dime. Yo soy una pobre pastelera que defiende lo que es mío. Cómo puedes hacerme esto.

--Samia, ¿qué te ha dicho mi abuela?--Pronuncié entre dientes notando una pequeña furia que recorría por mis venas, llegando a pensar lo que le habrá podido decir la bruja de mi abuela.

--Elian...yo no puedo casarme contigo. No quiero.

--¿¿¿Qué??? Eso te ha dicho la bruja. ¿Qué te cases conmigo?

--Sí. O me caso contigo o me quita todo. Y si acepto me da dinero y no sé que más chorradas me ha soltado.

--Samia, nadie te va quitar nada. Estoy haciendo lo posible para que el edificio se restaure. Pero entiende que no depende de mi solo. --Le digo mirándola fijamente a sus ojos castaños cristalinos. Le limpio su pequeña lágrima y la acerco contra mi pecho. Deseo calmarla y sobre todo que confíe en mí. La necesito y no deseo ahora más que nunca separarme de ella.

--Elian porque eres tan lindo y tan cabrón al mismo tiempo.

--Tienes una lengua peor que las víboras, que lo sepas.

--Elian bésame.

Arrea, eso no me lo esperaba. Pero no puedo cagarla con ella. Me separo de ella acariciando sus mejillas, le rozo con mi pulgar sus labios deseoso de probarlos de nuevo, pero aunque lo deseo con ansias fundirme en sus labios y hacerla mía, estaría rebasando un límite y no podría controlarme y acabaría lastimándola. Y no deseo hacerla sufrir si no hacerla disfrutar entre mis brazos y besarla salvajemente hasta perder la cabeza.

--Samia, hablaré con mi abuela.

--Elian,¿ de verdad debes casarte para recuperar a tu hija?

Desde luego la bruja y sus maldades. No la soporto, siempre haciéndome la vida imposible.

--Si Samia. Si quiero tener a mi hija a mi lado debo casarme, su madre muere y la niña figura que no tiene padre.

--Elian ojalá pueda ayudarte, pero...me dirás que estoy chapá a la antigua. No me importaría casarme contigo, pero por amor. Yo no quiero lujos, solo quiero cariño y que me quieran tal y como soy.

--Eres maravillosa. Me gustas mucho, y a mí tampoco me importaría hacerte mi esposa. Lástima que nos hayamos conocido en esta situación.

--¿Elian me deseas?

Esta mujer está como unas maracas. Que si la deseo, no rica estoy empalmao por amor al arte.

--Si Samia. Te deseo aquí y ahora mismo.

Me acerqué más a ella rozando con mi lengua sus labios agarrando su rostro entre mis manos, cerré mis ojos para sentirla más y más cerca. Ella me dió más cavidad y no dudé en besarla salvajemente. Podía notar como los dos buscamos mucho más.
Deseaba tener su cuerpo desnudo para dejarme llevar haciendo locuras los dos juntos. Me canso de esperar y la ropa comenzaba a estorbarme. Sin dejarla de besar le quito cada prenda.
Me aparté para observarla, sin duda era preciosa, y con sus mejillas rosadas y esa manera de morderse el labio conseguía excitarme más.

Me dejé que me quitara la ropa cerrando por segundos mis ojos sintiendo sus manos vagando por mi piel.

La miré con deseo, y más viéndola de cuclillas ante mi polla.

--Joder mi madre, ¿pero esto que es?

¡¡¡Eins!!! ¿Qué ocurre?

--Hijo de tu madre, estas bien dotado.

--Acaso no te gusta mi pene.

--Joder que si me gusta, pero esto tan grande coge dentro de mi.

--Déjame y lo compruebas.

--¿Tú no necesitas palo para hacerte el selfie eh jodio?

--Samia o te la metes en la boca o te la meto yo, tú decides.--Madre mía esta mujer y sus paranoias me hartan. Palo de selfie. Será posible que ocurrencia.

--Así preciosa toda entera avesi te atragantas.

Ahora si, este era mi fantasía ver a Samia de rodillas chupándola. Pero no, quiero sentirla mía.
La alcé y de un empujón la tiré al colchón, como siempre me tiene que saltar con alguna. Es que este asalto no va acabar nunca.

--Elian no, para, espérate.

--Y ahora que pasa Samia.

--Es que me da vergüenza.--Joder y ahora va resultar que es virgen.

--¿Eres virgen?--le pregunto desesperado y cabreado.

--Noo. Es que no le pasao los araos al seto.

--Me da igual yo te voy follar si o si.

De mala leche le bajé sus bragas. Mentirosa como ella sola, lo tenía depilado. No dudé en jugar con su vagina sentir su humedad en mi boca aunque quisiera no podía tener piedad, su respiración me excitaba cada gemido que salía por su boca, sus movimientos aquello era demasiado continúe  hasta que explotó en un orgasmo. La miré y no dudé en ponerme encima y penetrarla despacio.
Su rostro se transformó, le pedí que me mirase, empecé a embestirla despacio, quería saborear cada momento, su espalda se arqueaba y no me quedó de otra que follarmela más salvajemente, hasta que juntos alcancemos el clímax.

Durante unos minutos  nos quedemos en silencio sin apartar nuestras miradas,junté mi nariz con la suya y la besé apasionadamente. Creo que nunca me cansaré de tenerla entre mis brazos y sentir su piel ardiente y tan entregada a mí.

Ya mas tranquilos la abracé susurrándole a su oído lo maravillosa que es. Ella me miró sonriente, con una luz inocente en sus ojos consiguiendo extremecerme.

--Ha sido maravilloso Elian. No solo estás que crujes, si no que ojo como follas desgraciado.

--Me alegro saber que te dejado satisfecha.

--Mucho. Pero debo irme.

--No por favor. Quédate.

--No puedo tengo un negocio que atender.

--Ya. ¿Nos volveremos a ver? --Tuve que contenerme para que no sonara desesperado.

--Quizás.

Bueno por lo menos no me ha dicho no. Salí con ella hasta la calle para despedirme de ella.
Al irse, sentí un gran vacio en mi interior. ¿ Pero que demonios me ha pasado, yo rogándole a una mujer? Samia que me estás haciendo.

Subo a mi cuarto y me encuentro parada en mitad del pasillo a la bruja.

--Me imagino que le habrás convencido para que se case contigo.

--Yo no voy a obligar a nadie a que se case conmigo.--Las palabras de la bruja me quemaban por dentro.

--Pues debes hacerlo, espabilate si no quieres perder a tú hija. Haz un contrato matrimonial, porque no creo que por amor te vayas a casar con esa mujer gorda, vulgar que no sabe lo que es la disciplina. Pienso que no serás tan estúpido de poner tus ojos en ella, como mucho en la cama si no te da reparo en acostarte con ella. Eso te lo dejo a tú elección yo quiero que te cases pronto.

Miré fijamente a mi abuela apretando mis puños rabioso. Vi que se echó a reír y se marchó.

--¿Elian eso es verdad?--Me giré quedándome impactado al momento, Samia había escuchado todo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro