Louis se dejó caer sobre el pecho de su alfa el medio de un suspiro.

—Estoy tan cansado... —se acomodó mejor sobre su esposo a la vez que sentía pequeñas caricias que generaban suaves ronroneos.

—Debes tomarte un tiempo, amor... los niños pueden ayudarnos con Artemisa.

—Lo sé pero mi lobo no estaría tranquilo si dejo a mis bebés.

—Lou, no los estarías dejando, solo debes descansar o el estrés será demasiado.

Harry besó suavemente entre sus cabellos, deleitándose con el aroma de la lavanda entrelazandose con el suyo propio.

Su omega estaba fatigado, estaban siendo unos meses muy duros en dónde toda la casa estaba sumamente revolucionada.

La fiesta de graduación de los mellizos era hoy en la tarde, por lo que todo el tema de la compra de trajes y vestidos había sido una tarea increíblemente exhaustiva.

Apolo se había decantado por un traje rosa en satén pero que en el lugar de un pantalón se encontraba una media falda, todo esto junto a un par de zapatos de tacón. Ares, por otro lado, había optado por un traje a juego pero con pequeñas flores y sus amadas botas doradas.

Louis, en cambio, vestía un suave pantalón acampanado con una blusa en color manteca y Harry un traje de dos piezas gris oscuro. Atenea, un mono de dos piezas largo en negro y Artemisa un diminuto vestido de brillitos rosados.

Toda la familia estaba abocada a dicho evento. Apolo corría nervioso por toda la casa intentando terminar de prepararse, Ares, sin resultado alguno, trataba de tranquilizarlo.

—Mami, necesito tu ayuda —Apolo entró a la habitación de ambos luego de golpear levemente la puerta.

Louis suspiró suavemente para que su hijo no lo notara y luego se giró con una sonrisa en su rostro, la mejor que pudo fingir.

—Dime, amor.

—No sé que hacer con mis rizos... están indomables —lloriqueó el omega menor.

Harry sonrió de lado antes de apretar las caderas de su propio omega levemente e intervenir en la conversación.

—Yo puedo ayudarte con eso, dejemos que mamá descanse un poco más.

Padre e hijo, ambos con los mismos rizos, se encaminaron a uno de los baños para intentar controlarlos.

Louis se sentó contra la cabecera de la cama sumamente fatigado. Pronto Artemisa comenzó a llorar haciendo que el naciente dolor de cabeza incrementara. De igual forma, la tomó entre sus brazos a sabiendas que lo que su hija tenía era hambre. Desabrochó su sostén especial, bajó su playera y enseguida Artemisa estaba bebiendo. Era doloroso en un principio pero luego de cuatro hijos la costumbre ya había hecho de las suyas.

Paseó su dedo de arriba a abajo por la pequeña curvatura que la nariz de Artemisa formaba. Era una niña preciosa, más de uno se lo había recalcado, pero en el caso de que nadie se lo hubiera dicho, para él sus hijos siempre serían los seres más bellos del planeta.

No había forma de no caer por un Styles-Tomlinson, cada uno de ellos no era solamente atractivo físicamente sino que tenían sus pequeños detalles que los hacían únicos, y al fin y al cabo de eso se trataba, de saber apreciar la belleza interna. Lo físico termina quedando obsoleto con el pasar de los años.

A los poco minutos Artemisa ya estaba satisfecha y una vez cambiada y en su vestido, Louis la dejó con alguno de sus hermanos para poder vestirse él mismo.

Harry había logrado solucionar la situación de su hijo omega por lo que ahora acompañaba a su esposo en la habitación. Louis le acomodó el traje antes de pararse sobre las puntas de sus pies y dejar un suave beso en sus labios.

Compartieron un pequeño momento íntimo que desde hace meses no tenían, más que nada desde que su última cachorra había llegado a la vida y dormía con ellos en el nido. Louis se negaba a dejarla ir a su cuna en la habitación que habían construido pero estaba consciente de que pronto debería darle a su lobo la intimidad que aclamaba.

—Debemos apurarnos si no queremos perdernos parte de la ceremonia —Harry se alejó apenas, todavía rozando los labios de su omega al hablar.

—Solo un poco más... —rogó Louis mientras liberaba feromonas.

Y Harry era demasiado humano como para negarle nada, por lo que continuo besándolo un tanto más.

Cuando el fuego dentro de ellos se consumió apena, lo suficiente como para aguantar hasta después de la ceremonia, se separaron y con mejillas abochornadas bajaron.

—¡Están hermosos, mis cachorritos bebés! —Louis chilló emocionado al ver a sus hijos.

Apolo sonría en grandes mientras apresaba la mano de su hermano con fuerza. Ares, en cambio, lucía un tanto más nervioso. Nunca se le dio bien el enfrentar este tipo de situaciones, no le agradaba despedirse de lo conocido como para dar lugar a algo que sería totalmente nuevo.

El omega menor, en un vil intento de apaciguar los nervios de su hermano, besó varias veces sus mejillas e intentó marcarlo con su aroma a caramelo. Ares le sonrió de lado para terminar dejando un suave besito en la frente contraria.

—Dejenme tomarles una foto y luego podemos irnos —Louis sacó su teléfono celular y prácticamente realizó una sesión de fotos a cada uno.

Decidieron que lo mejor sería ir en dos autos, ya que la silla de Artemisa era algo grande y ocuparía demasiado espacio.

Louis condujo el primero con Artemisa y Ares de acompañantes. Harry fue en el segundo con Apolo y Atenea.

La escuela de los mellizos estaba a rebosar de gente y vehículos, todos los familiares, amigos y allegados se habían reunido para ver a sus seres queridos culminar una importante etapa de sus vidas.

Apolo y Ares recibieron los típicos trajes y birretes de las películas, el omega chillaba emocionado de un lado a otro mientras el alfa solo sonreía ante la única forma de ser de su hermano.

Para su suerte, la familia Styles-Tomlinson encontró un buen lugar para sentarse, ni muy cerca del escenario ni tampoco muy lejos. Louis ya tenía su cámara preparada desde que salieron del automóvil, por lo que depósito a Artemisa sobre el regazo de su padre y apuntó directamente a dónde los estudiantes del último año estaban ubicados.

—¡Buenas tardes! les damos la bienvenida al cierra de ciclo de la promoción 2022 —una joven muchacha, que Louis reconocía como maestra de uno de sus hijos, tomó el micrófono— estamos reunidos aquí para entregar el reconocimiento a cada uno de estos estudiantes, esperando que cumplan sus metas futuras y felicitándolos por el esfuerzo ejercido.

Para ese punto Louis sollozaba levemente, sintiendo como sus hijas y esposo intentaban calmarlo, pero es que las hormonas post embarazo todavía no habían vuelto a su lugar.

Uno a uno cada estudiante fue por su diploma, siendo el mismo entregado por diferentes docentes.

En el momento de Apolo y Ares, la pequeña familia aplaudió y ovacionó a cada uno. Estaban tan orgullosos de sus pequeños.

Para su sorpresa, Apolo había sido seleccionado por sus compañeros para leer el discurso final, no solo por su increíble elocuencia sino también por su carisma y poca vergüenza.

>> Buenas noches a todas las personas presentes. Agradezco en nombre de todos mis compañeros el acompañamiento tanto de directivos, cómo personal docente y no docente, familias y allegados.
De igual forma, valoro la responsabilidad de hacer llegar un mensaje en nombre de tan distinguidas personas, como lo son cada uno de los conformantes de la promoción 2022.

Apolo le sonrió al público para luego continuar:

>> ¿Recuerdan el primer día de clases? ¿Aquel lleno de expectativas y deseos? Da la impresión de que fue solo hace un par de horas, sin embargo, hoy estamos culminando lo que un día vimos lejano. Hoy nos graduamos del nivel secundario y con la firme convicción de multiplicar satisfacciones.
Queremos agradecer febrilmente a cada persona que caminó a nuestro lado, que sostuvo nuestras manos y nos guió en este vaivén de emociones y retos. Gracias por brindarnos las oportunidades y herramientas para forjar nuestras personalidades y convicciones. Pueden estar orgullosos de que hoy entregan a la sociedad jóvenes de buenos valores, con responsabilidad ciudadana, con espiritualidad y futuros guías.

Para este punto, más de uno estaba lagrimeando pero el omega se mantuvo firme sobre sus tacones mientras continuaba entonando su discurso. Esta vez, giró la mirada y la fijó sobre sus compañeros.

>> Compañeros y compañeras, hoy culmina una etapa que marcó nuestra vida en diferentes medidas pero no debemos de dar por acabada nuestra preparación. De igual manera, no dejemos de congratularnos, de sentir orgullo de nuestros logros, a partir de ahora empiezan nuevos desafíos  que sabremos superar con éxito.
No dejemos de luchar por nuestros ideales, no permitamos que la realidad conflictiva nos arrebate la pasión y el optimismo; continuemos escribiendo en las páginas de la vida, sigamos sumando recuerdos al baúl y atesorando cada uno de ellos.
La vida adulta nos hace frente pero nosotros somos más fuertes.
Debemos tomar cada desafío como un nuevo método de enseñanza sin resignarnos.
Un gracias no es suficiente para expresar lo que sentimos.
La promoción 2022 se despide con un hasta pronto, esperando que nuestros caminos se vuelvan a entrelazar en algun punto. Muchas gracias.

Todos los presentes se pusieron de pie para aplaudir al omega de cabellos castaños y suaves ojos celestes. El discurso había dejado a todos sin habla, sabían que Apolo era bueno con las palabras pero nunca se imaginaron que reflejaría cada uno de los sentimientos que los recién graduados atravesaban.

Porque sí, enfrentar una nueva etapa adulta sería una tarea sumamente complicada, con subidas y bajadas, pero confiaban en que serían fuertes y podrían resolverlas.

Ahora sabían de que estaban hechos y lucharían por hacerse escuchar entre tanta marea.

Apolo y Ares se tomaron un par de fotos con sus amigos, se despidieron entre lágrimas y abrazos de los que partirían a universidades fuera del país o de la ciudad, y volvieron a reunirse con su familia.

—Estamos muy orgullosos de ustedes —Louis y Harry besaron sus mejillas— cuentan con nuestro apoyo para ser lo que quieran ser.

Los mellizos aceptaron gustosos las muestras de afecto. Sin embargo, un chillido por parte de Artemisa alertó a la familia entera.

—Creo que alguien tiene hambre—Atenea cargó a su hermana para luego girarla en el aire.

Todos rieron ante eso y en familia decidieron que lo mejor para cerrar tan hermosa velada sería una deliciosa cena.

Louis, por unos momentos, se olvidó de todo el cansancio que estaba sintiendo últimamente porque todo valía la pena cuando veía a sus hijos realizados y siendo seres humanos maravillosos. Su lobo saltaba emocionado en su pecho al ver a sus cachorros tan grandes pero en el fondo lo que menos quería era que siguieran creciendo...

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holaa volvemos a encontrarnos!!

lamento informar, con todo el dolor del alma, que empezamos la cuenta regresiva para el final de esta historia que tanto cariño y felicidad nos ha brindado... 1/7

PERO estoy escribiendo una fic nueva que ya está siendo publicada. "I know your secret" tiene mucho para dar así que amaría si le dieran una oportunidad.

muchas gracias por todo, lxs amo  y disfruten lo que queda!!!