Toda la casa rebosaba de felicidad, era la primera vez que verían al bebé. 

Harry se encontraba entre las piernas de su, aún muy dormido, omega. Pasaba su nariz suavemente por la piel que poco a poco empezaba a estirarse, sintiendo ahí la concentración del dulce aroma de su cachorro. 

—Sé que no puedes escucharme todavía pero de igual forma quiero hablar contigo —susurró intentando no molestar a su bonito omega que se removía levemente entre las sábanas— todos te esperamos con tantas ansias, vas a ser el cachorro más consentido de la historia... tus hermanos ya están peleando por si querrás ir a clases de ballet o fútbol, o si preferirás pintar como tu hermano Ares o jugar videojuegos como Atenea. Te amamos tanto, cachorro...

Harry siguió depositando besos en toda la extensión con pequeños gruñidos vibrando en su pecho. El vientre de Louis todavía no era tan perceptible pero él no podía esperar para que en un par de meses estuviera del tamaño de una sandía. 

Recuerda como su omega lucía como un patito en sus otros embarazos, más notorio todavía con el de los mellizos. Le costaba demasiado caminar los últimos tramos de gestación y le gritaba infinidad de veces por sus pies hinchados, para luego pedirle perdón con pequeñas lágrimas y muchos besos. 

—Hoy iremos a verte por primera vez, toda la familia se apuntó —dijo en medio de risas— como te dije, están muy entusiasmados. 

Sintió unas traviesas manos en sus rizos y al levantar la vista, Louis ya lo estaba observando fijamente, con esos ojos celestes que hacían que cediera a cada cosa que se le era pedida. 

—Buenos días, omega —subió hasta estar frente a él y dejó un beso en sus labios. 

—Buenos días —Louis se desperezó mientras acariciaba su vientre— ¿qué hacías?

—Estaba hablando con el cachorro. 

—¿Ah, sí? ¿Y de que hablaban? —inquirió juguetón. 

—No puedo decirte, omega, era una conversación privada entre padre y bebé.

Louis besó risueño los labios de Harry antes de despabilarse mejor. Debían apurarse si querían llegar a tiempo con el obstetra. 

Apolo y Ares ya aguardaban por ellos en la cocina con el desayuno listo. El aroma a felicidad llenaba a la habitación dejando en claro los sentimientos de los mellizos. Atenea bajó desprendiendo el mismo aroma que sus hermanos, besó la mejilla de su madre antes de sentarse junto a él para desayunar. 

—Estoy tan emocionado de ver al marcianito —chilló Apolo con medio bocado de huevo en la boca. 

—¿Marcianito? —preguntó su hermano con una mueca de asco en su rostro.

—Así decidí apodarlo hasta que elijamos su nombre. 

Louis veía la discusión de sus hijos con una sonrisa en el rostro mientras acariciaba lentamente su pequeño vientre, totalmente orgulloso del excelente trabajo que habían hecho junto a su esposo y que hoy en día se reflejaba en tres hermosos seres humanos. 

Se encaminaron a la clínica privada del obstetra que llevaría el nuevo embarazo. Todos cantaban al ritmo de alguna de las canciones favoritas de Louis mientras el omega apretaba nervioso la mano de su alfa. 

Un alfa de gran porte, pelirrojo y de brillantes ojos verdes, aguardaba por ellos en uno de los tantos consultorios constituyentes. Ese hombre se había encargado de llevar los demás embarazos de la pareja, convirtiéndose en buen amigo.

—¡Scott! —saludó alegre el omega. Tenía la intención de acercarse a abrazarlo pero dos potentes gruñidos y uno más pequeño hicieron que se detuviera al instante.

—Está bien, Lou —rió el médico— ustedes deben ser Atenea, Apolo y Ares... están enormes. 

Los alfas y el pequeño omega continuaban alertas, los tres expectantes de cada movimiento del hombre frente a ellos, sus mentes simplemente les gritaban que protegieran a su madre embarazado de cada posible amenaza. Ares olfateaba para intentar encontrar el aroma del alfa obstetra pero no lo logró, debía estar usando supresores.

—Cachorros, es suficiente —su padre los rodeó a los tres con sus brazos aplastandolo entre ellos en el proceso— ¿no querían ver al bebé? —los tres asintieron entusiasmados— bueno, para poder hacer eso debemos dejar que el doctor Scott toque a mamá. 

Ninguno parecía conforme con lo que su padre les exponía pero asintieron a regañadientes. 

—Bien Lou, ¿hace cuánto comenzaste con los síntomas? —el médico llenaba un formulario detrás de su escritorio. 

—Hace como un mes y medio. Primero mucho cansancio, luego las náuseas, un poco de hinchazón y antojos. 

Scott asintió continuando con su escritura. Los mellizos y Atenea empezaban a impacientarse haciendo lo notar en su aroma, su madre los miró fijamente y los tres agacharon su cabeza ante el regaño. 

—Perfecto, ya sabes el siguiente paso. Súbete a la camilla, levanta un poco tu camisa y veremos al pequeñín. 

Louis corrió emocionado y de un salto subió. Harry sentía que su corazón iba a dejar de latir de la preocupación que le dio por ver a su omega correr sin preocupaciones. 

Los cachorros rodearon la camilla, por lo que Harry tuvo que empujar levemente a Apolo para poder posicionarse al lado de su omega y lograr tomar su mano. El médico se sentó a su lado, prendió el transductor para el ultrasonido pero cuando quiso tocar el vientre de Louis los gruñidos volvieron a escucharse. 

—Lo siento por no consultar. Omega, ¿puedo tocar tu vientre? —dijo el alfa divertido frente a la reacción de los jóvenes. 

—Claro que sí, sin problema —respondió Louis igual de jocoso.

—Bien, sentirás un poco de frío por el gel —avisó seguido de un siseó por parte del omega— esto es completamente inofensivo, cachorros, no dañará ni a su madre ni al bebé. 

Ares asintió mientras agarraba la mano de su Apolo y ambos las apoyaban sobre el brazo de su madre. Atenea, por otro lado, tomaba la otra mano del omega sobre la camilla. 

—Veamos... aún es muy pequeño... ¡ahí está! —los ojos del omega brillaron con fervor mirando a un muy hipnotizado Harry.

—¿Podemos saber el sexo? —exclamó emocionado Apolo, que a pesar de no encontrar forma entre tantas manchas negras, liberaba pequeñas lágrimas. 

—Todavía no, eso lo podremos ver hasta las veinte semanas y si mis cálculos no fallan su madre recién está de diez... —dijo Scott con una mueca— pero lo que sí podemos son oír sus latidos. 

Todos asintieron entusiasmados y luego de que el médico presionara un par de botones, la sala se inundó de un suave pero constante golpeteo. Los ojos de Louis estaban llenos de lágrimas y sus feromonas de felicidad se expandían con rapidez. Harry besaba constantemente sus mejillas mientras acariciaba la parte superior del pequeño vientre. A su vez, Apolo limpiaba las pequeñas lágrimas de Ares dejando que las suyas caigan. Atenea estaba en completo silencio pero con una gran sonrisa en su rostro. 

—Les daré unos momentos... —murmuró el obstetra antes de salir del consultorio. 

—Es increíble, omega, muchas gracias —Harry besó los labios de un muy sollozante Louis. 

Más besos y caricias fueron depositados sobre el omega y su vientre antes de que el médico regresara. Louis ronroneaba por el gusto que le daba tanta atención junto a todos lo aromas entusiasmados entrelazándose. 

—Bien, el bebé está perfectamente, pesa alrededor de 10 gramos y mide unos 30 milímetros... aún no puede escucharlos ni olfatearlos con precisión pero sería bueno que vayan hablando con él y estando cerca del omega para que se acostumbre. ¿Ya tienes un nido, Louis? —preguntó el médico adoptando una faceta más profesional.

—Sí, mi alfa lo construyó hace unos días con ayuda de los cachorros —el orgullo filtrándose en su voz. 

—Eso está muy bien, va a ser muy necesario. Necesitas toda la contención posible pero eso ya lo saben —sonrió en torno a los mellizos y Atenea— para terminar, vas a tener que empezar a consumir ácido fólico y un poco más de hierro. Podemos agendar la próxima consulta para las 14 semanas, que es cuando cumples el primer trimestre. 

—Está bien, lo que tú digas —asintió seriamente Harry pero luego dejó un casto beso en el dorso de la mano de Louis.

—Fue un gusto verlos, espero que todo siga bien y que tus antojos sean cumplidos. ¿Van a querer las fotos del ultrasonido?

Un chillido emocionado por parte de Louis se escuchó cuando dos pequeñas fotos de manchas negras se posicionaron en sus manos y en un arrebato abrazó al médico.

—Muchas gracias, Scott.

Los cachorros se despidieron con un apretón de manos y una mirada escéptica, Louis con un abrazo cariñoso y Harry con uno amistoso. 

Cuando llegaron a la casa, un álbum de fotos vacío se encontraba sobre la mesa de centro. Louis lo observó con confusión pero una alegría naciente. Era de un suave lila, con un listón blanco en el medio y un recuadro en blanco en el medio. 

—¿Esto es lo que pienso que es? —preguntó con un hilo de voz. Demasiadas emociones corriendo dentro de él. 

—Es exactamente eso —susurró Harry en su oído mientras abrazaba las caderas de su omega— en el recuadro blanco irá su nombre cuando lo decidamos y podemos llenar las hojas con millones de fotos e historias. 

Cada uno de sus hijos tuvo un álbum similar cuando ellos estaban embarazados. El de Ares era de un suave verde, el de Apolo en azul pastel y el de Atenea en amarillo claro. Todos llenos desde que empezó la gestación hasta que los niños cumplieron los primeros años de vida. 

—Tranquilo, omega. Aquí estoy —Harry besó sus párpados cuando lo escuchó sollozar y lo abrazó con fuerza contra su pecho. 

—Eres el mejor alfa de todos. 

Juntos pusieron el primer ultrasonido en la primera hoja. Louis escribió en su bonita caligrafía "diez semanas" y Ares lo decoró con un sumamente tierno dibujo de un marcianito, inspirado por Apolo. Mientras que Atenea completó con un par de versos de la poesía que pensaba leerle al bebé cuando naciera.

No podían esperar para ver el álbum estuviera completo, y era increíble como el tiempo parecía pasar tan rápido pero a la vez tan lento, ya llevaban las diez primeras semanas cubiertas pero no podían esperar a poder cargar al nuevo pequeñito entre sus brazos, a darle luz a un nuevo ser que será hecho a su imagen y semejanza.

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maratón 1/3 por los 10K de lecturas!! 

infinitas gracias por todo!! espero que estén disfrutando de la lectura y reitero la bienvenida a todas las personitas nuevas que se van sumando en este viaje. 

los quiero mucho a todxs!! disfruten y vivan libres que es lo más importante <33