A pesar de los años que han pasado, y de los logros que he obtenido durante mi vida, aún tengo cosas que lamento de mi adolescencia. Una de ellas es Liam. 

Quizás la gente me diga "¡Tener exparejas es normal! ¡Y examigos también!" 

Y estoy totalmente de acuerdo. Después de Liam, hice nuevos amigos, y salí con dos chicos y una chica. Ninguna relación funcionó. Quizás esté destinada a estar soltera de por vida. O quizás es que aún no encontré a la persona ideal. No importa.

Liam es distinto. No, era distinto. 

Era mi mejor amigo. Me apoyaba y defendía. Me quería tal y como era. Yo lo quería de verdad. Nuestra relación era tan estrecha... Estoy muy frustrada. Furiosa. Tengo ganas de llorar. 

Las cosas no deberían haber acabado así. 

Desde esa noche hasta ahora lo he estado lamentando. Sin embargo, quiero dejar de hacerlo. Por eso escribo todo en esta pequeña carta para luego quemarla y hacer como que nunca pasó. Porque ya no puedo más.

Necesito dejar de mirar al pasado y centrarme en mi futuro, que se antoja como uno brillante.

Es hora de, finalmente, madurar.

                                                                                                      ***

Bad Romance despertó a Emma de forma abrupta de su sueño. Abrió sus ojos de golpe, y se incorporó en la cama. Resopló y agarró su móvil para detener la alarma.

Cuando era adolescente, su canción favorita era Poker Face, por lo que lo usaba como tono de llamada. Pero llegó un punto en el que se hartó, y dejó de ser su favorita. Aprendió de ese error. Cada semana, cambia el tono de llamada y del despertador. Así no tiene que pasar por una tortura. 

Fue al baño para mojarse la cara con el agua del lavabo y así poder sentirse por completo despierta. Se secó el rostro con la toalla rosada que había cerca, y se miró al espejo. Sonrió al ver su corto cabello castaño. Se sentía orgullosa. Se había cortado el pelo tras quemar aquella carta. Por fin sentía que avanzaba adelante. 

Regresó a la habitación, se quitó el pijama, se puso una camisa de tirantes roja y unos vaqueros cortos azul celeste, y unas sandalias negras. Corrió las cortinas de la ventana y miró las casas que se veían desde ahí. Había llegado anoche a aquel pueblo. Necesitaba un lugar tranquilo para poder escribir su nueva novela. La primera fue un éxito total, y ahora se encontraba escribiendo la secuela. 

Agarró su bolso, se aseguró de que tenía dentro su móvil y monedero. También cogió la pequeña maleta negra en donde estaba su computadora junto a sus cascos. Se colgó el bolso al hombro y finalmente, salió de la habitación del pequeño motel.

                                                                                           ***

Caminó durante un rato por las calles tranquilas mientras el sol le calentaba la piel. Llevaba unas gafas de Sol puestas. Buscaba una cafetería o algún sitio similar para poder escribir. 

Y de repente, vio algo que hizo que se detuviese de golpe, y que casi se le caiga la maleta. 

-Liam... -susurró, con sus ojos como platos. El chico estaba caminando tranquilamente, con una mano metida en uno de sus bolsillos, y en la otra mano, su móvil, del cuál, no quitaba ojo de encima. Seguía teniendo el piercing en la oreja derecha, y el pelo corto rubio. Aunque le pareció que tenía un piercing en la nariz también. 

No lo podía creer. Tomó aire.

-¡Liam! 

El mencionado alzó la mirada, y miró a su alrededor, aparentemente sorprendido. Emma sacudió su brazo y lo llamó de nuevo. Finalmente, la vio. Pudo ver en sus ojos la sorpresa, como si no pudiese creer lo que estaba viendo. Sonrió.

-¡Hey, Emma! -a pasos rápidos, se acercó a ella. Se guardó el móvil. Ambos se quedaron mirando el uno al otro, sonriendo.

-Hey... Que sorpresa verte aquí.

-Ya, es que necesitaba tomarme unas vacaciones. Es algo cansino ir de concierto en concierto...

-¡¿Entonces lo lograste?! 

-¡Síp! ¿Acaso no lo sabías?

-Jeje... -se frotó el cabello-. Es que estuve algo ocupada... 

-¿En tu novela?

Asintió. 

-Logré publicarla. Ahora estoy escribiendo la segunda.

-¡Eso es genial! ¿Cómo se llama? 

-Daisy descubre un nuevo mundo. 

-Hm... La buscaré para leerla.

-Sería un honor -comentó, con las mejillas ligeramente ruborizadas. 

-¿Quieres ir a una cafetería para hablar mejor? Conozco una por aquí cerca.

-Me encantaría.

Cuando llegaron y se acomodaron, charlaron un rato más. Liam le contó que iba a casarse con una chica llamada Lily. Emma se alegró sinceramente por él. 

"Ha seguido con su vida. Yo tengo que hacer lo mismo".

-Vamos a hacer una gira en Rumania. 

-Ojalá pudiese ir.

-Deberías intentarlo -replicó Liam mientras se ponía de pie. Hacía rato que habían terminado de comer-. Yo tengo que irme, Lily llegará pronto. 

-Ah.

-Pero ha sido un placer hablar contigo.

-Para mí también.

Hizo amago de abrazarlo, pero Liam alzó una mano.

-Nos vemos -dijo con una sonrisa. Ella forzó una sonrisa. Sentía en su interior una sensación rara, como si supiese que no se volverían a ver, al menos en persona.

-Sí, nos vemos. 

Y tras eso, se separaron. 

Caminó durante un rato, sin saber que pensar. Sintió de nuevo la frustración y rabia por como había acabado su relación con Liam. Sin embargo, sacudió la cabeza.

"Las cosas son así, no hay nada que hacer. Debo seguir con mi vida". 

                                                                              FIN

¡Y finalmente, llegamos al final de "Se acabó el invierno"! Dejen su crítica, opiniones y hasta teorías. ¡Espero que la hayan disfrutado! Nos vemos :3