—¿Que hizo qué? —preguntó Kihyun sin dejar de cortar la tela.

HyungWon suspiró y apoyó la grabadora en la mesa. Kihyun escuchó en silencio y al final lo miró.

—Dime que podemos hacer algo con esto.

—Ya se lo presenté a mi abogado. Dice que con la confesión será más sencillo iniciar acciones por malversación de fondos.

—Eso es una buena noticia, al menos ese payaso hizo algo bien, ¿piensas aceptarlo de nuevo?

—No lo sé... yo...

—Sé que lo quieres. Independientemente si Hoseok es un idiota, si tú lo quieres no hay mucho que discutir, Wonnie.

—Estuve pensando mucho estos días, y aunque aún siento cosas por Hoseok no estoy muy seguro de tirarme de lleno a una relación.

—Mira, ve paso a paso. Ustedes se habían metido en una relación sin conocerse realmente. Tómense el tiempo de enamorarse, hablen, paseen, tengan mucho sexo... Pero ¿ya le has dicho a Chang?

HyungWon negó con la cabeza y se tapó la cara con ambas manos. Sabía que su pequeño hermano iba a poner el grito en el cielo, por eso quería estar seguro de lo que iba a hacer de ahora en adelante.

—Pero tengo que hablarlo tarde o temprano...

Kihyun asintió y siguió cortando tela.

Esa noche HyungWon pidió a una de las cocineras que preparara el plato favorito de su hermano. Chang llegó pasadas las ocho de la casa de Nunu y se sorprendió al encontrar la mesa puesta y a su hermano esperando por él.

—¿Y esto? —preguntó dejando la mochila a un costado y aspiró con fuerza—. ¿Lasagna?

HyungWon le sonrió y le hizo una seña para que tomara asiento.

—Le pedí a Doris que la hiciera para ti.

—Wow, hace mil años que no como lasagna.

Chang se sentó sonriente mientras Doris servía la cena y luego se despedía de los muchachos.

—¿Cómo te fue en el colegio?

—Bien, como siempre, solo me falta la nota de literatura y chau otro año. No veo la hora de estar de vacaciones, ¿a dónde iremos este año?

—No sé, realmente no planeé nada, elige un lugar e iremos. No hay problema.

—Bien, no sé... Estoy un poco harto de la playa, me gustaría ir a esquiar.

—Podría ser. Hace mucho que no lo hago.

—Podría decirle a Nunu que nos acompañe y tú podrías decirle a JuYeon...

—Chang... Hay algo de lo que quería hablar contigo.

Chang lo miró mientras engullía su comida y se relamía con gusto.

—¿Acerca de qué? ¿Te han llamado del colegio?

HyungWon sacudió la cabeza.

—No. No es nada de eso. Em... es sobre Hoseok.

Chang dejó caer el tenedor y se cruzó de brazos.

—¿Volvió a molestarte?

—No. Todo lo contrario... Me estuvo ayudando con algo.

—No entiendo. ¿Ahora son amigos? Hyung...

—Primero escucha y luego podrás decir lo que quieras.

—Bien. Como sea...

—Me estuvo ayudando a reabrir la demanda contra Daniel.

—¿Eh? Espera, ¿Daniel no era su novio?

—Sí... Bueno, al parecer ya no. Pudo conseguir que Daniel confesara la estafa a las empresas. No podíamos rastrear el dinero porque estaba invertido en propiedades... Como sea, los abogados dicen que pueden conseguir inputarlo por malversación de fondos.

—Eso es una buena noticia... Así que el profesor Shin entró en razón, ¡eh!

HyungWon frunció la boca y tomó un sorbo de su copa de vino.

—Wonnie, ¿hay algo más que quieras decirme?

HyungWon jugueteó con el tenedor en su plato sin atreverse a mirar a su hermano.

—Estuve pensando en darle otra oportunidad a Hoseok...

—¿Eh? —su hermano se inclinó hacia adelante— ¿Pero... y JuYeon? Creí que ustedes dos iban en serio.

—Nosotros lo hablamos, y si bien nos llevamos bien ninguno estaba buscando algo a futuro. JuYeon es increíble pero...

—Tú quieres a ese cabeza hueca.

HyungWon miró a su hermano y asintió en silencio.

—Mira, Chang... Sé que todos ustedes sufrieron al verme mal cuando sucedió lo de Daniel y luego con lo de Hoseok, y con esto quiero decirte que no haré nada que te haga sentir mal otra vez. Eres la persona más importante de mi vida y si a ti te molesta Hoseok, entonces lo descartaré de mi vida.

Chang se quedó en silencio unos momentos y finalmente suspiró.

—No seas tonto. Si de verdad crees que soy tan egoísta como para poner mi comodidad por encima de tu felicidad, entonces no me conoces ni un poco. Es verdad que el idiota de Hoseok no es mi persona favorita, pero yo no mando en tu corazón y si tú lo quieres, está bien para mí... Pero si vuelve a lastimarte una vez más te juro que yo mismo le arrancaré los ojos con este tenedor.

HyungWon no pudo evitar reírse ante tamaña amenaza. Terminaron la cena entre risas y por primera vez en mucho tiempo, HyungWon se sintió en paz.

—Oh, vamos Min, ¿de veras no vas a hablarme más?

Minhyuk estaba parado en el medio del taller de Kihyun con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

—Es que no lo entiendo, mira que cambiar a mi primo por ese profesorcito de trasero parado.

—No seas tonto... Yo no siquiera he vuelto a hablar con Hoseok.

—Pero lo harás... —Min hizo un puchero y se sentó en una silla. HyungWon se arrodilló a su lado.

—Vamos, Min. Perdóname... Mira, estoy de rodillas, ¿acaso no te conmuevo ni un poco?

Min lo miró y resopló haciendo volar un mechón de pelo rubio de su frente.

—Sólo te perdono porque JuYeon también me amenazó. ¡Pero con esto no quiero que pienses que ese idiota me caerá bien de nuevo!

—Te recuerdo que tú querías saltarle a la yugular esa noche en el boliche.

—No soy ciego ni de madera, ese idiota tiene un trasero infernal, eso hay que admitirlo —Hyungwon asintió con vehemencia—, y solo voy a darle una oportunidad porque gracias a él conocí a mi Joo...

—Me alegra que veas el vaso medio lleno.

—Pero te juro que si te hace llorar le arrancaré las pelotas con las tijeras de Kiki.

Hoseok iba a tenerla difícil... Si decidía volver a aceptarlo.

Esa tarde Hoseok lo invitó a tomar un café y aunque en un principio iba a negarse, terminó aceptando y ahí estaba, hecho un manojo de nervios e intentando elegir qué ropa usar.

Cuando llegó a la cafetería donde habían acordado encontrarse, Hoseok ya estaba esperándolo en la puerta. HyungWon se quedó unos minutos observándolo. Se veía increíble en esos pantalones de cuero.

Despacio. Paso a paso, HyungWon.

Hoseok esbozó una sonrisa gigante cuando lo vio llegar y HyungWon intentó no parecer tan complacido por la reacción del musculoso al verlo.

La vida está hecha de retazos y Hyungwon lo sabía muy bien. Había amado y le habían roto el corazón. Había vuelto a enamorarse y se había decepcionado. Pero ¿qué sería la vida sin todas esas cosas? Sin todas esas emociones, esas sensaciones dulces y amargas. Sí, lo habían roto algunas veces, se había sentido desgarrado en otras, pero siempre había sabido juntar los retazos y no perder ninguno. Solo tenía que encontrar a la persona que supiera coserlos para juntar todo en un paño perfecto. De eso se trataba el amor. De coser y descoser. Y de crear hermosos lienzos en los que deleitarse día a día. Hoseok había llegado a su vida para remendar su corazón y aunque algunas veces, las puntadas se torcían un poco, siempre el hilo volvía a encontrar su camino. Paso a paso. Puntada a puntada.

Hoseok había sabido unir los retazos y remendar su corazón maltratado.

Hoseok le estiró la mano, sonriendo.

—Viniste...

—Hola, Hoseok...

🧵FIN🪡