19.
Daniel cruzó la puerta y se encontró con Hoseok sentado en el sofá con los brazos cruzados sobre el pecho.
—Hey, ¿qué es esa cara? —dijo cerrando la puerta tras de sí y quitándose los zapatos.
—Siéntate, por favor.
Daniel se puso serio, pero hizo lo que Hoseok le pidió.
—¿Pasó algo en el estudio? ¿Hubo algún problema?
—Daniel, quiero que me digas la verdad de lo que pasó con HyungWon.
Daniel frunció los labios y lo miró.
—¿A qué te refieres? Creí que ya te lo había contado todo.
—Me refiero a lo que en verdad pasó.
Daniel sonrió.
—Sigo sin entender a qué te refieres, Hoseok. ¿Acaso Wonnie te fue con algún chisme? Es increíble como logra seguir arruinando mi vida después de tanto tiempo... Realmente no sé qué esperas que te diga, me enamoré, me usó, hizo lo que quizo conmigo y por último me desechó como una bolsa de basura. Eso es todo.
—Te escuché hablar por teléfono la otra noche con ese tal Matthew.
Daniel se tensó en su sitio, pero logró mantener el rostro sin emoción.
—Mira, no sé qué es lo que escuchaste, pero escuchar conversaciones ajenas está mal, Hoseok... Muy mal.
—"Te di más de lo que te correspondía cuando yo tuve que hacer todo el trabajo sucio, enamorarlo y meterme en su empresa". Eso dijiste. Todos se la pasaron advirtiéndome sobre ti y elegí ponerme de tu lado. Así que por favor, no me mientas.
Daniel se levantó y comenzó a caminar por la sala.
Hoseok abrió su laptop y la giró hacia su novio.
—¿Un desfalco? Daniel. ¿Por qué lo hiciste?
Daniel se detuvo y lo miró. Hoseok lo miraba con la decepción escrita en su hermoso rostro.
—No es lo que crees, Hoseok. Debes creerme. HyungWon miente. Siempre me odió por ser de una clase social inferior, deberías saber cómo es, a ti también te hizo desprecios.
—Eso no es cierto, aunque ahora me doy cuenta que el único que estuvo equivocado todo este tiempo fui yo. HyungWon siempre se portó bien conmigo. Jamás me pidió nada a cambio, el problema lo tenía yo que siempre me sentí un miserable a su lado porque nunca tuve nada para ofrecerle.
—¿Y eso qué quiere decir? ¿Vas a ir corriendo detrás de él? ¿Y qué pretendes hacer? ¿Ponerte de rodillas y rogarle para que te perdone? No lo entiendes, Hoseok. Tú y yo no pertenecemos a su mundo, para él solo somos juguetes temporales. Un accesorio que puede descartar cuando se aburra.
—Eso no me importa. Así tenga que rogar por su perdón lo voy a hacer, nunca debí dejarme embaucar por alguien que es capaz de hacer algo tan bajo. Lo lastimaste, casi lo dejaste en quiebra... No puedes seguir diciendo que él es el malo de la película.
—¿Quiebra? HyungWon es lo suficientemente rico como para vivir otras cinco vidas sin preocupaciones. Dudo mucho que sepa la cantidad que perdió.
—Eres un miserable.
—No tienes derecho a decirme eso, sin mi ayuda todavía estarías juntando monedas para poder comer.
—Créeme que si pudiera volvería el tiempo atrás para no haberme cruzado en tu camino.
—Eres un imbécil. En la vida a veces hay que saber apostar. Yo vi mi oportunidad y la aproveché. HyungWon no puede hacer nada ya, su hermoso dinero está invertido en propiedades y ya no puede rastrearlo. Pero como sea, no necesito estar perdiendo mi tiempo contigo. Ve tras ese idiota si quieres, me equivoqué contigo, pensé que ibas a ser más inteligente.
Daniel agarró su chaqueta y salió del apartamente dando un portazo. Hoseok sacó la pequeña grabadora que había pegado bajo la mesita de la sala y suspiró.
No importaba ya si HyungWon lo perdonaba, pero al menos quizás podía ayudar en algo...
—Wonnie... no estoy enojado, nunca formalizamos nada entre nosotros. La pasamos bien juntos, nos divertimos, tenemos muchas cosas en común, pero estás enamorado de otro hombre. No tienes que avergonzarte por lo que sientes.
HyungWon no quería mirar JuYeon a la cara. Le daba vergüenza. Había decidido sincerarse con él porque el encuentro que había tenido con Hoseok le había dado mucho en qué pensar. Y sí, se avergonzaba de lo que sentía. Tanto Chang como sus amigos lo habían visto sufrir y que ahora fuera a decirles que aún seguía enamorado de Hoseok era casi igual a clavarles un cuchillo en la espalda. Pero, ¿qué podía hacer?
—Gracias por entenderme, JuYeon. Pero podemos seguir siendo amigos, ¿no?
JuYeon se sentó a su lado y le pasó el brazo por los hombros.
—Obvio que sí, Wonnie, ni siquiera tienes que preguntarlo. Ahora yo que tú esperaría para decirle algo a mi primo.
—Lo sé, lo sé...
El último día en Jeju la pasaron a lo grande, baile, parrillada y risas... Y de vuelta a Seúl.
Apenas estacionaron el auto en su casa se encontraron con una silueta encorvada en la entrada del garage.
—¿Es Hoseok? —preguntó Chang estirando el cuello para ver mejor.
—¿Qué hace acá? —HyungWon pegó un bocinazo y Hoseok despertó sobresaltado.
Se puso de pie sosteniéndose en la pared y esperó a que estacionara el auto.
—Hoseok... ¿Qué haces aquí? —le preguntó cuando llegó a su lado.
Chang agarró su bolso y pasó entre medio de ambos sin siquiera mirar a su profesor . Hoseok sacudió la cabeza y bajó la mirada.
—Lo siento, Chang es un poco temperamental.
—No, lo entiendo. Está en todo su derecho.
HyungWon lo miró, jugando con las llaves del auto entre sus manos.
—Bien, ¿me dirás qué necesitabas hablar conmigo?
—¿Podemos ir a tomar un café?
HyungWon se rascó la nuca, no muy convencido por la oferta.
—Hoseok... Estoy algo cansado.
—Por favor, seré breve.
Al final decidió seguirlo hasta una cafetería que estaba a unas pocas calles de su casa. Se sentaron en una mesita y HyungWon esperó a que Hoseok se sentara con el pedido.
—Bueno, te escucho.
—Yo... bueno, antes que nada quería decirte que lo siento.
HyungWon lo miró con sorpresa.
—¿Por qué lo sientes?
—Por haberme comportado como un idiota desde el principio contigo.
HyungWon miró su taza de café. No quería mirarlo a los ojos.
—Está bien, Hoseok. Ya está. Eso quedó en el pasado.
—Lo sé, pero de todas maneras necesitaba decírtelo, fui un idiota.
—No te preocupes...
Hoseok se quedó callado unos segundos.
—¿Eso era lo que querías decirme?
—Sí... bueno, no. No sé...
HyungWon se inclinó hacia adelante y cruzó las manos en la mesa.
—Mira Hoseok, no creo que sea necesario pedir disculpas por lo que sentiste en algún momento. Comprendo que hayas elegido un lado de la historia. No lo entiendo, pero lo respeto. Somos grandes. Pero no creo que sea conveniente que nos sigamos viendo. Ya pedí el pase de Chang para otro colegio y con respecto a tu trabajo con la revista, no te preocupes, dejé a Su Hyun a cargo de la dirección, no te molestaré. Podrás seguir trabajando con la editorial sin problemas. Así que despreocúpate. Lo que si voy a pedirte es que le digas a Daniel que no pise el estudio ni se aparezca por allí. No habrá ningún problema contigo, pero realmente no puedo hacer concesiones con él...
—No te preocupes, él no volverá a aparecer en nuestras vidas.
HyungWon lo miró y se reclinó, cruzándose de brazos.
—¿Nuestras vidas? —preguntó frunciendo el ceño.
Hoseok asintió.
—Siento mucho no haberles creído cuando intentaron advertirme sobre él... Yo lo escuché hablar de lo que hizo con un amigo suyo...
HyungWon se llevó ambas manos a la cabeza y barrió su cabello hacia atrás.
—Entiendo...
—Yo lo siento mucho, HyungWon, debí haberte creído. No sé qué decir. Soy un idiota.
—Lo eres... Pero supongo que no es tu culpa. Ese bastardo puede ser encantador cuando quiere.
—Me siento tan mal con todo esto. No podía creerlo cuando leí lo que había hecho en las empresas de tu familia.
HyungWon hizo un gesto con la mano.
—Ya está. De todas maneras ya no se puede hacer nada. No lo pueden inculpar porque no se sabe qué hizo con el dinero. Nunca pudimos probar que estaba manipulando a su favor intereses privados.
Hoseok sacó una pequeña grabadora y se la pasó a HyungWon. Este lo miró sin entender.
—Sé que no puedo volver el tiempo atrás, pero al menos podía hacer algo por ti.
HyungWon le dio play y escuchó toda la conversación que Hoseok había tenido con Daniel y la confesión de este admitiendo la estafa. HyungWon estaba realmente sorprendido.
—Hoseok, no sé qué decirte...
—Al menos dime que me perdonas por haber sido un completo idiota contigo.
—Ya te dije, no hay nada que perdonar, pero si te hace sentir mejor, te perdono.
—HyungWon... Sé que no tengo derecho a pedirte nada, también se que estás viendo a alguien, pero déjame enmendar todo el daño que les hice, a ti, a Chang... a Joo.
HyungWon suspiró y Hoseok le tomó una mano, apretándola entre las suyas.
—Por favor, Wonnie... No me alejes de tu vida.
HyungWon tuvo que hacer un esfuerzo enorme para no lanzarle los brazos al cuello. Hoseok iba a tenerla difícil con su hermano...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro