15.
-Buenos días, hermoso... -HyungWon sintió unos labios que se presionaban contra su hombro. Sonrió. Se giró despacio e hizo unos ruiditos felices.
-Mmm hola... -se desperezó y estiró los brazos. JuYeon se acurrucó contra su pecho-. ¿Qué quieres desayunar?
-A ti...
-¿Aún no estás satisfecho? -HyungWon se echó a reír.
JuYeon le dio un beso en la boca y uno en el pecho para luego levantarse.
-Vamos, levántate o no me quedará más remedio que saltarme el desayuno y pasar directamente al postre...
HyungWon se incorporó rezongando.
- ¿Quieres desayunar aquí o afuera?
-Donde tu quieras -dijo encogiéndose de hombros-. ¿Te gustaría cenar conmigo?
-Claro, ¿qué restaurant prefieres? -preguntó mientras se ponía un pantalón suelto.
-Me gustaría cocinar para ti. Así que ¿mi casa?
HyungWon se acercó a JuYeon y lo abrazó por la espalda, apoyando la cara en su hombro.
-Me encantaría. Entonces el desayuno corre por mi cuenta. Hago unos cereales con leche que son para morirse.
Ambos se echaron a reír y salieron de la habitación. Chang estaba sentado desayunando mientras leía un libro.
-¡Buenos días, campeón! -lo saludó HyungWon entrando a la sala-. ¿Cómo está ese labio? -le tomó la cara entre sus dedos y le inspeccionó el labio partido.
-Bien, hyung -dijo revoleando los ojos- no te preocupes -volteó a mirar al otro hombre-. Hola, JuYeon, ¿cómo estás?
El hombre le chocó el puño en señal de saludo.
-Bien, tu hermano me prometió un desayuno que según él es para morirse.
-Ah, eso es literal jaja, ten cuidado -HyungWon golpeó cariñosamente el hombro de su hermano y se metió en la cocina.
Desayunaron los tres mientras se ponían al día con algunas novedades.
-Chang... Escucha, cumple la sanción con Hoseok e intenta mantenerte alejado de ese pequeño idiota, el año que viene podemos elegir otro colegio si quieres.
-No te preocupes. Intentaré no cruzarme con ninguno de los dos, pediré hacer el castigo con otro profesor.
HyungWon asintió. Aún le dolían las palabras de Hoseok. Era increíble cómo Daniel había logrado llenarle la cabeza en su contra. Esperaba no tener que cruzarse con Hoseok nunca más.
Chang recogió sus cosas cuando sonó la campana y se dirigió al aula donde estaba terminando de dar clases Hoseok. Los alumnos salieron y Chang se dejó caer en una silla frente a su escritorio. Hoseok lo miró.
-Hola, Chang -dijo-, ¿cómo estás?
-He estado mejor. ¿Qué es lo que voy a tener que hacer, profesor? ¿Limpiar algún aula?
-Chang, mírame -le pidió-, ¿podríamos al menos intentar llevarnos bien? Antes la pasábamos bien conversando.
Chang lo miró y se encogió de hombros.
-Usted lo acaba de decir. Eso fue antes. No veo el por qué quiere tener una amistad conmigo. Usted es mi profesor. Nada más.
-Eres terco como tu hermano.
-Por favor, absténgase de hablar de él. Deme mi castigo, así no pierde su tiempo.
-Chang, creí que serías más maduro. Tú sabes que lo de tu hermano fue un malentendido.
Chang siguió mirando por la ventana.
-¿Sabe usted lo que se siente ver a la persona más importante de su vida consumirse en su dolor y no poder hacer nada?
Hoseok lo miró. Chang miró hacia su pupitre y se puso a jugar con una lapicera.
-Cuando ese... tipo se fue, mi hermano estaba hecho un desastre. Física y emocionalmente. Mis padres recién habían muerto y mi hermano parecía una sombra de lo que alguna vez fue. ¿Sabe que HyungWon siempre fue mi héroe?
Por supuesto que no lo sabe. Siempre lo vi como una especie de superhombre. Siempre sonriendo, siempre ayudando a todos, cuidando de mí y de sus amigos. Ninguno sabía por lo que estaba pasando en su vida personal, pero cuando pasó todo, él simplemente se derrumbó. Se tuvo que hacer cargo de mí y de los problemas que Daniel le dejó. Y a pesar de estar destrozado, él siempre trataba de tener una sonrisa para mí aunque por las noches lo escuchaba llorar en su habitación. Creí que usted iba a ser diferente. Él se veía entusiasmado por primera vez en mucho tiempo. Quise creer que usted había logrado que él volviera a creer en alguien, pero resultó que el príncipe azul del que HyungWon alardeaba no era más que el lobo disfrazado de oveja. Así que, profesor, le voy a rogar que no vuelva a hablar de mi hermano. Usted volvió a meterlo en ese pozo del que había logrado salir y eso no se lo puedo perdonar. HyungWon es una buena persona y usted decidió traicionar su confianza como lo hizo ese tipejo una vez. Yo lo único que le pido, si es que realmente usted en algún momento le tuvo algo de respeto, que no lo moleste más. Falta poco para que termine el año y luego me cambiaré a otro colegio. No quiero que por mi culpa HyungWon tenga que seguir viniendo acá y obligarlo a cruzarse con usted. Así que le pido que terminemos con esto de una vez. Deme mi castigo, por favor.
Hoseok se quedó mudo. Nunca lo había visto a Chang de esa manera.
-Chang... No es lo que tú piensas, jamás quise hacerle daño a HyungWon.
-Pero lo hizo. Déjeme hacerle una pregunta, ¿usted está en una relación con Daniel?
Hoseok resopló quedadamente, pero al final asintió despacio. Chang sonrió y sacudió la cabeza.
-¿Y si está en una relación por qué sigue queriendo molestar a mi hermano? ¿Tanto lo odian? ¿Les divierte verlo infeliz?
Hoseok levantó las cejas.
-Chang... ¿Cómo puedes pensar eso? ¿Odiarlo? Nadie odia a HyungWon. Daniel ya lo superó.
-Lo que le pase a ese idiota me tiene sin cuidado -le escupió en voz un poco más alta de lo normal-, ese tipo se merece lo peor.
-Chang, te estás excediendo. Te recuerdo que aunque te pese estás hablando de mi pareja.
Chang se levantó indignado y guardó sus carpeta en la mochila.
-Por última vez, le pido que ambos, usted y su noviecito dejen en paz a mi hermano. No entiendo por qué siguen empeñados en hacerle la vida imposible. ¿No le bastó a ese imbécil dejarlo casi en bancarrota? Imagino que se habrán dado la gran vida con nuestro dinero. Esto es increíble... Desaparezcan de nuestras vidas. Ya hicieron demasiado daño.
-¿Bancarrota? Chang ¿de qué hablas?
Chang salió del aula dando un portazo y Hoseok se quedó sentado en su lugar intetando procesar todo lo que le había dicho el chico.
-Tú siéntate aquí mientras yo cocino para ti -JuYeon le dio un sonoro beso y se puso el delantal de cocina.
-Mmm, me gusta cómo te ves en eso... Deberías usarlo más seguido... Es sexy.
JuYeon rió y le guiñó un ojo. HyungWon estaba sentado en sobre la barra de la cocina y le sonreía. Quería besar a su primo por haberlo llevado esa noche a Scraps. Estaba contento. HyungWon era una persona sencilla y agradable. De charla fácil y para adornar todo era precioso y cariñoso.
Mientras cocinaba hablaban de todo un poco. Del trabajo, de Chang, de Min. Cuando se sentaron a la mesa HyungWon aplaudió el plato especial que JuYeon había cocinado para él. Todo estaba exquisito. Luego de comer fueron a la sala. JuYeon puso música y se sentó en el sofá.
-Me encanta tu departamento, siempre quise un lugar así para mí.
-¿No quieres dejar la casa, verdad? -le preguntó el muchacho.
-Honestamente, no lo pensé. Cuando falleció mi madre, me fui a vivir a la casa con Chang. Es una casa muy grande para dos personas.
-¿Nunca hablaron de vender la casa y mudarse a un lugar más pequeño?
-No... Quizá cuando Chang vaya a la universidad, no podría vivir allí solo.
JuYeon palmeó el lugar a su lado y HyungWon se apresuró a acurrucarse junto a él.
-Gracias por la cena, estuvo delicioso, no sabía que tendría que sumar el título de chef a tu lista de cualidades. ¿Hay alguna habilidad más que me estés ocultando? -HyungWon hundió la cara en el cuello de JuYeon y le daba pequeños besos en la piel.
-Mmm... No lo sé... Pero podríamos descubrir algunas nuevas, ¿qué dices?
HyungWon sonrió y acercó sus labios para susurrarle al oído.
-Creo que aún no conozco tu habitación...
(Para los que no lo conocen, este es JuYeon)
Ningún tonto Wonnie... 😉
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