14.
Chang estaba leyendo una nota sobre música cuando sintió que algo lo golpeó en la cabeza. Se giró enojado para encontrarse con Kai que sonreía a unos metros de él.
-¿No te cansas de ser tan idiota? -Chang le tiró la revista por la cabeza. Kai la esquivó y siguió riendo.
-¡Pero qué carácter, huerfanito! -se agachó y levantó la revista-. ¿Rap? Eres patético al cubo -lanzó la revista a un costado y se acercó a él.
Chang se mordió el labio con fuerza. Estaba furioso.
-¿No tienes nada mejor que hacer o eres imbécil a tiempo completo? -le dijo mirando al alto a los ojos. Este hizo una mueca divertida.
-Se me hace divertido molestarte, enano. Sino me aburro.
-Pues búscate a otro idiota, ya me aburre tu jueguito -se giró para irse, pero Kai lo sujetó por el hombro.
-Aún no terminé contigo, payaso. Todavía tengo que cobrarte el castigo de aquella vez.
Chang sacudió el cuerpo deshaciéndose del agarre del otro.
-¡Te dije que me dejaras en paz!
Le dio un empujón y Kai retrocedió unos pasos para luego lanzarse sobre Chang. Ambos cayeron al pasto dándose golpes hasta que fueron separados por el conserje y unos compañeros del último año.
Los hicieron sentar uno al lado del otro en la rectoría. Ambos con la cara magullada, despeinados y la ropa en estado calamitoso.
El rector los miró y cruzó las manos sobre el escritorio.
-Kim, Im, ¿acaso no recibieron una sanción hace unos meses?
Ambos bajaron la mirada.
-Ya llamé a sus tutores, este comportamiento es inadmisible. Ya son grandes para que sigan comportándose como niños.
Chang resopló enfadado. La puerta de la rectoría se abrió y entró Hoseok. Chang lo miró por un segundo antes de fijar la vista en el rector.
-Hoseok, necesito que te encargues de imponerles un castigo. Ya es la cuarta sanción para el señor Kim y la segunda para el señor Im. Podrían hacer algún tipo de trabajo extraescolar o quedarse a limpiar después de clases. Lo que usted crea conveniente.
Hoseok asintió y el rector salió de la oficina. Hoseok suspiró con cansancio.
-¿Otra vez ustedes, chicos? ¿No habíamos quedado en que iban a intentar arreglar sus diferencias?
-Él empezó -dijo Kai cruzándose de brazos.
Hoseok lo miró.
-Chang, ¿eso es cierto?
Chang se encogió de hombros y chasqueó la lengua.
-Mira Chang, si no dices nada tendré que creer lo que dice Kai...
-Es algo muy propio de usted, profesor. Siempre se decanta por el equivocado -murmuró. Kai abrió los ojos sorprendido por la audacia de su compañero de riña. Hoseok flexionó los puños.
El teléfono sonó. Hoseok se apresuró a atender.
-Hágalo pasar... -miró a ambos chicos- pueden esperar afuera.
Kai y Chang salieron del lugar y se sentaron afuera a esperar su castigo.
El padre de Kai entró a la oficina y le echó una mirada furiosa a su hijo. Este se encogió de hombros.
HyungWon llegó al rato, con cara de resignación. Chang se levantó y le pidió disculpas.
-¿Otra vez? Te dije que ignoraras sus provocaciones, Chang.
-Lo sé, hyung... Pero es que este idiota -dijo cuidándose de decirlo en voz alta- se la pasa molestándome.
Kai lo miró con odio y volteó a mirar hacia el otro lado cuando la puerta se abrió y salió el señor Kim hecho una furia. Agarró a su hijo del brazo y lo sacó casi a la rastra del lugar. HyungWon y Chang se quedaron mirando la escena algo sorprendidos.
-Ah, hyung... Está Hoseok adentro. Lo siento... -dijo bajando la mirada al piso.
HyungWon rodó los ojos. Lo único que le faltaba. Suspiró y entró a la oficina.
Hoseok lo miró y reprimió un suspiro. ¿Por qué tenía que verse endemoniadamente bien siempre?
-Hola... -dijo intentando sonar calmado.
HyungWon le hizo una leve inclinación de cabeza y tomó asiento.
-HyungWon... ¿Co... Cómo has estado? -preguntó mientras tomaba asiento.
-No veo cómo mi estado de ánimo sea relevante para lo que vine a discutir.
Hoseok tragó ruidosamente.
-Lo... Lo siento... Eh, bueno Chang se metió en otra pelea.
-¿Pudo averiguar los motivos? -le preguntó HyungWon con seriedad.
-No realmente. Ninguno de los dos dijo una palabra. De todas maneras no podemos permitir ese tipo de comportamiento. Si lo dejamos pasar no estaríamos haciéndole ningún bien a Chang. Aún no he decidido qué castigo le impondré, quizás algún trabajo después de hora.
HyungWon asintió sin mirarlo. En cambio Hoseok podía quedarse eternamente mirando ese rostro perfecto. Sus ojos recorrieron la piel aceitunada, el perfil sofisticado y altivo, sus labios generosos... Quería abalanzarse sobre él para besarlo hasta el cansancio. Hundir su nariz en la curva de ese cuello largo y delicado. Sentir la piel en sus labios...
HyungWon se aclaró la garganta cuando sintió la mirada del otro encima suyo. Hoseok parpadeó avergonzado.
-Bien, profesor Shin. Descuide. Hablaré con Chang y cumplirá su castigo. No le quito más su tiempo -dijo incoporándose para irse.
Hoseok se apresuró a acercarse a él y lo tomó del brazo.
-Espera. Por favor, no te vayas.
HyungWon bufó contrariado.
-Hoseok, no necesitas hacer esto más difícil...
-Necesito que me escuches.
-¿Qué es lo que quieres?
-Quiero dejar las cosas en claro. ¿Tan difícil es?
-¿Y qué sería dejar las cosas en claro? Ya pasó más de medio año, Hoseok. No entiendo qué quieres lograr con todo esto.
-Es que todo fue un malentendido.
-¿Lo fue? Dime una cosa, ¿estaba o no Daniel en tu departamento esa noche?
Hoseok lo miró en silencio. Asintió despacio.
-¿Lo ves? No hubo malos entendidos. Él estaba en tu departamento. En ese departamento al que nunca quisiste que yo entrara. No es tan difícil de entender. Simplemente no me querías ahí. A él sí... -hizo una mueca y se echó el cahello hacia atrás.
-No es lo que piensas, él me estaba ayudando. Mira sé que suena a excusa patética, pero debes creerme.
-No tiene sentido discutir esto ahora, Hoseok. Ya está. Es inútil intentar darle vueltas a un asunto que ya no tiene importancia.
-¿Es por ese muchacho con el que estabas en el boliche?
-¿Acaso estás escuchando lo que dices? Él no tiene nada que ver en esto. De hecho, yo ya no tengo nada que ver en esto.
-Sin embargo decidiste creer lo que quisiste antes de escucharme, ¿no te parece un poco injusto?
HyungWon lo miró y se mordió el interior de la mejilla.
-¿Injusto? Cada vez que te pedía ir a tu departamento te negabas, me hacías dejarte a cierta distancia para que no supiera donde vivías y el día que decido darte una sorpresa resulta que estabas con alguien. ¡Y no cualquier persona, estabas con ese imbécil!
-¡Hey! -Hoseok levantó la voz-, te pedí que no hablaras así de él. Yo sé que lo de ustedes no terminó de la mejor manera, pero no es necesario que te refieras a él en esos términos. Tú tampoco fuiste exactamente un santo. Y no te invitaba a mi departamento porque me daba vergüenza. -Hyungwon frunció el ceño-. Es la verdad. Tú vives rodeado de lujos y yo no. No quería darte lástima.
-Hoseok, ¿de qué rayos hablas? ¿Vergüenza? ¿Lástima?
-Sí. Vamos, siempre estabas gastando miles en ropa, regalos, restaurantes. ¿Qué querías que hiciera? Yo no tenía nada para ofrecerte
-Yo nunca te pedí nada -dijo Hyungwon en un susurro.
-¡Ese era el maldito problema! Nunca me pedías nada y sin embargo me hacías sentir miserable.
-¿Por qué? ¿Es por eso que estabas con Daniel? ¿Fue algún tipo de venganza? ¿Se rieron bastante del idiota de HyungWon, no? -HyungWon sentía rabia. Y ganas de llorar. Quería partirle la cara de una trompada y la boca de un beso en partes iguales.
-¿Por qué querría yo hacerte daño?
-No lo sé. Daniel puede ser muy convincente en sus locuras. Probablemente te haya contado varias historias de como yo le destruí la vida.
-¿Acaso lo niegas? ¿No le hiciste la vida imposible? Lo hacías sentir un miserable como a mí refregándole tus millones.
-¡Bueno, al menos ahora pueden ir juntos a terapia y resolver ese maldito complejo de inferioridad que tienen! ¿Sabes qué? Me da lo mismo. Tú y esa rata pueden irse al demonio.
-¿Acaso vas a negarlo? Se tuvo que ir del país porque lo acosabas, HyungWon. ¿Te das una idea de lo retorcido que es eso?
-Lo que me queda claro es que ese gusano rastrero no cambió, pero si encontró la tierra en donde restregarse el veneno -la voz se le quebró.
Hoseok instintivamente levantó una mano hacia la mejilla de su ex.
-Hey... No... No llores...
HyungWon se alejó de su tacto y se limpió los ojos con la mano. Sonrió de costado.
-Gracias por su tiempo, profesor Shin. Le prometo que no volverá a verme por acá. Ni a mí ni a Chang. Que tenga usted un buen día.
-HyungWon...
Pero HyungWon ya se había ido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro