10.
Hoseok tocó el timbre repetidas veces. Al final una luz se encendió y la entrada de la casa se iluminó.
Un Chang adormilado y con cara de pocos amigos abrió la puerta.
—¡Cielos, hyung! —dijo refregándose los ojos— ¿Acaso sabes la hora que es?
—Lo siento, Chang, necesito ver a HyungWon... —hizo el ademán de entrar, pero Chang le frenó el paso.
—No puedes entrar.
—¿Por qué no? ¿Tu hermano no quiere verme? —preguntó subiendo el tono de voz.
Chang lo miró ofuscado.
—¿Eh? ¿Por qué no querría verte?
Hoseok resopló enfadado y haciendo a un lado a Chang entró a la casa. Y de pronto se sintió como la mierda. Un gran cartel colgado, daba la bienvenida con un Feliz Cumpleaños, Hoseok. Había algunos globos colgados, la mesa rebalsaba de guirnaldas y decoraciones. Hoseok se giró hacia Chang.
—Chang... ¿Qué es todo esto?
—Se suponía que iba a ser una sorpresa, hyung... A HyungWon no le va a gustar esto, se supone que no debías verlo hasta mañana. Bueno hoy. Ah, por cierto, feliz cumpleaños.
Hoseok se pasó la mano por la cara, necesitaba encontrar a HyungWon y explicarle el malentendido.
HyungWon se sentó en la banca del parque. Su única compañía eran los grillos. Había apagado su celular. Suspiró y se acodó en sus rodillas. Le dolía el pecho. Se llevó una mano al corazón y masajeó despacio. Intentando calmarse. Por supuesto que conocía esa espalda. Para su desgracia la conocía muy bien. Daniel. Maldito enfermo Daniel Kang. Hoseok estaba con él. En su casa. En esa casa a la que nunca quiso llevarlo a él. Sonrió con tristeza. No pensó que doliera tanto. Realmente estaba dispuesto a abrirse de nuevo a alguien. Había confiado en que merecía darse una nueva oportunidad con alguien. Se había entregado sin reservas... ¿Por qué, Hoseok? Se limpió una lágrima solitaria que resbaló por su mejilla. Le ardían los ojos.
Había sido un estúpido. Si él mismo los había visto aquella noche a la salida del restaurant. No sabía por qué había elegido ignorarlo. Igual no dejaba de dolerle. Se había sentido tan bien con Hoseok. Sollozó en silencio sentado en el medio del parque. Prendió su celular, ignorando las llamadas perdidas y los mensajes de Hoseok y le mandó un mensaje a Chang, diciéndole que no iría a dormir y que si Hoseok lo llamaba le dijera que no sabía dónde estaba.
Se sentó en su auto y manejó hasta la casa de Kihyun. Este le abrió la puerta en bata y todo despeinado.
Lo vio parado con la nariz y los ojos rojos por el llanto y abrió sus brazos.
—Dime a quién tenemos que matar...
—Lo siento mucho, bro —dijo Kihyun entregándole una taza de café humeante y sentándose a su lado—. ¿Estás seguro que era él?
HyungWon movió la cabeza y suspiró.
—Reconocería esa espalda a kilómetros, Kiki. Además yo sabía que Hoseok conocía a Daniel.
Kihyun apoyó la taza en la mesa y lo miró sorprendido.
—¿Qué? ¿Cómo es que Hoseok conoce a Daniel?
—Yo... ¿te acuerdas aquella noche antes de irnos a París que decidimos comer en The Lounge pero tú decidiste no aparecer? —Kihyun asintió— bueno, Min y Rowoon los vieron cenando, un poco acaramelados
—Pero... ¿Tú no le dijiste nada? ¡Ese tipo nos perjudicó a todos!
—Lo sé, ¿pero qué podía decirle yo? No había pasado nada entre nosotros aún. Yo no tenía el derecho de decirle nada a Hoseok.
—Pero... Espera, ¿tú crees que Hoseok y Daniel...?
—No sé qué pensar. Hoseok siempre me ponía evasivas para ir a su casa, hasta esta noche no sabía ni su dirección, Joo me la pasó, quise dejarle un regalo... Le estaba diciendo que se desvistiera y lo esperara en su habitación, Kiki...
—Sí, claro... Aún no lo puedo creer. ¿Qué piensas hacer ahora?
HyungWon lucía apesadumbrado. Se encogió de hombros.
—No lo sé... Soy un idiota, ¿no? Deben haberse reído bastante de mí. —Se frotó los ojos con ambas manos.
Kihyun se apoyó en la mesa. Odiaba ver a su mejor amigo así. Y por culpa del hombre que les había jugado sucio. Sabía todo lo que HyungWon había sufrido y como intentó levantarse para arreglar los temas en las empresas. Su madre recién fallecida, su hermano de duelo y HyungWon solo levantó la cabeza y asumió las responsabilidades por todo el desastre que había dejado Daniel, en la empresa y en su vida. No era justo. HyungWon no se lo merecía.
¡Maldito Kang Daniel y maldito Hoseok!
—No eres un idiota. No podía saber que ellos estaban juntos, Wonnie.
Daniel estaba a punto de llamarlo cuando Hoseok entró al departamento.
—Ya estaba por llamar a la policía —dijo riendo, pero cambió de expresión cuando vio que Hoseok estaba transfigurado—. Hoseok, ¿qué sucedió?
—HyungWon nos vio.
—¿HyungWon? —preguntó Daniel sentándose a su lado.
—Mi novio.
—¿Se llama Hyungwon? No lo sabía... ¡Qué extraña coincidencia! Mi ex también se llamaba así. ¿Cómo es eso de que nos vio? ¿Cuándo?
—Cuando salía para comprar el vino, estaba en la puerta dejándome un regalo.
—Oh —dijo Daniel frunciendo el ceño—, ¿pero pudiste hablar con él?
Hoseok negó moviendo la cabeza de un lado a otro.
—No. Cuando pude reaccionar ya se había subido a su auto. Fui a su casa, pero Chang, su hermano, me dijo....
—Espera, espera. ¿Chang? ¿Changkyun? ¿Su hermano es Changkyun?
Hoseok lo miró.
—Si... ¿Acaso lo conoces...? ¿No estarás diciendo que tu ex es...?
Daniel asintió con un rápido movimiento de cabeza. Ambos se quedaron mirándose en silencio. Ninguno sabía qué decir.
—Oh, Hoseok... Yo lo siento. Nunca te había preguntado sobre tu novio. No sabía...
Hoseok intentaba procesar la reciente información. HyungWon era el ex de Daniel. La persona que lo había lastimado tanto era su HyungWon. No. Debía ser un error.
—Daniel... ¿Estás seguro que es él? Digo, ¿cuáles son las probabilidades...?
—Chae HyungWon —dijo Daniel levantándose del sofá y volviéndose a poner la camisa manchada de vino—. Lo siento, Hoseok. De veras... si lo hubiese sabido antes yo no... Debo irme...
Hoseok se levantó y lo agarró por la muñeca.
—Espera, Daniel... Hablemos.
—No me siento bien, creo que lo mejor va a ser que me vaya, podremos hablar mañana. Te llamaré —dijo sonriendo sin ganas. Agarró sus cosas y salió del departamento.
Hoseok se sentó. HyungWon. ¿Cómo podía esa persona tan dulce y atenta ser ese monstruo que Daniel tanto despreciaba? Pero por otro lado, ¿por qué le mentiría Daniel? Se veía genuinamente dolido y afectado. Cerró los ojos con fuerza. Vaya cumpleaños...
Hoseok no había podido hablar con HyungWon. Las llamadas eran desvíadas al buzón y no le contestaba los mensajes. Había ido a su casa al otro día, pero nadie atendió. Solo encontró bolsas de basura con todos los adornos de la fiesta que le había preparado en secreto. Tenía ganas de gritar.
En el colegio intentó hablar con Chang, pero recién lo encontró a la salida, hablando con el chico Son.
—Chang —dijo. El chico se giró e hizo una mueca al verlo—, necesito hablar contigo...
—¿Sobre qué, profesor? —dijo Chang sonriendo mientras remarcaba la palabra profesor.
-—Chang, necesito ver a tu hermano.
—Oh, lo siento. No creo que eso sea posible. Está muy ocupado, sabe...
—Mira, no sé qué es lo que te dijo, pero yo no hice nada malo, Chang.
Chang se encogió de hombros.
—Mire, es su problema, pero... Si quiere mi consejo, aléjese de mi hermano, él... Él ya sufrió mucho y no se merece nada malo. Ahora si usted me permite, debemos irnos —dijo mirando a HyunWoo, quien le hizo una leve inclinación de cabeza y pasaron por su lado sin dedicarle ni una mirada más.
Sacó su celular y llamó a Jooheon. Era su última esperanza. Ya se estaba cansando de todo.
—Joo... —dijo apenas su amigo atendió. Del otro lado se escuchó un gruñido—. Oh, vamos, ¿tú también, Joo? Se supone que tú tienes que estar de mi lado.
—¿Y qué lado se supone que es ese? ¿El de las mentiras? Mira, hyung, yo realmente no quiero meterme en el medio, ¿pero qué hacías con otro hombre en tu departamento cuando nunca quisiste llevar a tu novio a tu casa? Lo siento, pero no lo entiendo.
Hoseok se apoyó contra la pared, resopló con fuerza.
—¡No es lo que piensas, no es lo que todo el maldito mundo piensa! Pero saben qué, ¡váyanse todos al infierno! Estoy harto de ser el malo de la película.
Colgó y respiró varias veces intentando calmarse. Su teléfono sonó. Era Daniel.
—Hola... —dijo cansado—. ¿Cómo estás?
—Bien... Pero no te llamo para eso. Me llamaron de la editorial, debemos ir a ver unas cosas, ¿estás mejor?
—No lo sé... Pero bueno, ya se resolverá...
—HyungWon puede ser algo terco, siempre lo fue. Mira, intentaré ser objetivo con esto, porque tú eres mi amigo y él es... Bueno, mi ex, pero si quieres mi sincera opinión sobre todo esto es... Aléjate de él. No quiero que pienses que te digo esto por toda mi experiencia a su lado, pero... Ustedes no podrían ser felices juntos. Tú eres una persona increíble y te mereces lo mejor. Y lo siento, pero HyungWon no lo es. Odiaría verte pasar por todo lo que pasé yo...
Hoseok se limpió los ojos intentando no derrumbarse ahí mismo. Había intentado disculparse aunque no había hecho nada malo, pero HyungWon simplemente había decidido evitarlo sin darle oportunidad de hablar.
—No sé qué pensar... —dijo con un hilo de voz.
—Mira, hagamos esto, pasaré a buscarte en dos horas, iremos a cenar y podremos hablar más tranquilos.
—No sé...
—Vamos, aún te debo la cena de cumpleaños.
—Está bien. Nos vemos a la noche entonces.
Daniel tenía razón. Debía pensar bien lo que iba a hacer a partir de ahora. HyungWon no quería escucharlo y él ya no tenía ganas de justificarse.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro