¿Quién se cree? parte 1.
¿Quién se cree?
Saliendo del hospital Scott y su madre veían como Bianca al verlos salir del hospital y sin pensarlo dos veces salió disparada hacia ellos como un bólido en una carrera.
En segundos Bianca llegó hacia donde ellos se encontraban y de inmediato sin pensarlo dos veces se lanzó sobre Scott y le dio un enorme y fuerte abrazo de oso acompañado de un beso en la mejilla.
-¡Auch!- Exclamó Scott soltando un grito no muy fuerte por la poca energía que tenía acompañado de una mueca de dolor haciendole saber a su amiga que lo estaba lastimando. Con las pocas fuerzas que tenía hizo un ademán las manos para que Bianca se alejara, la castaña rápidamente se apartó unos centímetros al entender que lo lastimaba y que aún estaba débil por los golpes de Tyler.
-Lo siento Scotty, de verdad perdóname, soy una tonta pero es que me emocioné cuando te ví, sólo ha pasado un día que no asistes a la escuela y ya te extrañaba dijo Bianca poniendo ojos de cachorrito asustado lo cual pareció muy adorable para su amigo y Ana.
-No te preocupes little Cherry, estoy bien- respondió a Scott dedicandole una pequeña sonrisa afable para que se tranquilizara y luego cambiar a una mueca de dolor.
La verdad es que sí estaba bastante bien porque cualquiera en su lugar todavía estuviera en cama, pero debido a la forma física de Scott el doctor dijo que se estaría recuperando muy rápidamente y eso tranquilizó a su madre.
-Ay, Bianca mi niña, tan linda, la verdad aprecio mucho que te preocupes por mi hijo, eres una buena chica y también una gran amiga- dijo Ana con una cara te admiración hacia la amiga de su hijo.
-No tienes nada que agradecer Anna, Scott y yo somos amigos desde que tengo memoria y no lo abandonaría nunca, lo quiero muchísimo- dijo Bianca colocándose justo al lado de su amigo para pasar su brazo por atrás de su cuello y ayudarlo a caminar mejor.
-Bueno ya vamos a casa - dijo Ana quitándole el seguro a su Toyota modelo Yaris de color blanco - debes descansar hijo.
Los chicos y Ana subieron al auto y se dirigieron a casa.
(...)
Cuando llegaron a la casa todos se bajaron del auto y se dirigieron a la puerta de entrada.
Inmediatamente entraron a la casa encontraron al padre de Scott parado al pie de la escalera daba al segundo piso, se podía notar que no llevaba mucho tiempo en la escalera ya que aún tenía su ropa de trabajo sólo que no traía el caco y llevaba la corbata floja casi suelta.
Scott sólo bajo la cabeza para no mirarlo y evitar las dificultades con su padre, pero fue en vano, ya que inmediatamente el padre de Scott lo vio atravesar la puerta comenzó a decir lo siguiente:
-¿Que clase mierda eres? - dijo Bob con un ápice de furia en sus ojos - Eres un desperdicio de esperma, no sé ni porque te sigo manteniendo maldito estorbo.
Scott y su madre se quedaron callados para no armar una pelea con su padre mientras que los ojos de Scott se empezaron a cristalizar con las lágrimas que reprimía en su interior, pero Bianca al parecer no captó la idea de mantener la boca cerrada.
Bob estaba a punto de irse hacia la cocina, pero no terminó de poner un pie delante del otro cuando escuchó una voz que lo hizo detenerse.
-¿Y usted qué es? - preguntó Bianca algo exaltada por el enojo que le causó Escuchar todo lo que Bob le había dicho a su amigo.
Se sentía horrible, era como si se lo hubiesen dicho a ella en vez de a Scott y por eso tenía que encararlo.
Bob se giró nuevamente hasta quedar frente a las tres personas que ocupaban su sala en ese momento y dirigió su mirada hacia una de ellas, específicamente la persona de la cual provenía esa voz, es decir Bianca. La miró y le preguntó incrédulo:
-¿Qué?
-¿Que usted qué es? le pregunté, ¿Cree que es mejor que Scott? no me importa que usted sea su padre, ¿Sabe lo que es usted? Usted... Usted - tartamudeó ella pensando en que decirle- Usted es una basura, un ser miserable y con el alma negra, es una persona por la cual no vale la pena derramar una sola lágrima - dijo Bianca con la cara roja de furia al ver que los ojos de su amigo se cristalizaban por las lágrimas - se cree mejor que todos, pero no es así, usted no es mejor que nadie, lleva 17 malditos años maltratando insultando y burlandose de Scott, de su propio hijo y ¿No le da vergüenza? ¿No le carcome la conciencia? ¿Qué clase de padre es usted? hágase esa pregunta.
Eso fue lo último que le dijo Bianca a Bob antes de tomar a Scott del brazo con cuidado y llevarlo a su habitación ya que esa noche se quedaría a dormir en casa de Scott.
Scott quedó con la boca abierta al igual que su madre, se quedaron sin palabras por la valentía y el atrevimiento de Bianca al enfrentarse a su padre. En cambio Bob Sólo se quedó en el mismo lugar en donde estaba, intentando procesar todo lo que había sucedido, estaba perplejo no entendía nada de lo que había pasado, tardó unos segundos en recalcar poco a poco hasta que comprendió que ocurrió en ese momento, en el mismo lugar dónde estaba parado. Por fin alguien que no le temía, alguien que lo enfrentó, eso incluso le puso los pelos de punta y le dió curiosidad.
Bob seguía pensando y no entendía como alguien con tantas agallas era amiga de su hijo. Eso era lo que pasaba por su cabeza después de ese incidente. O eso es lo que hacía parecer.
***
Bob estaba en la cocina tomando un vaso de agua cuando sonó una notificación de su celular avisandole que había llegado un mensaje de Whatsapp.
Mi Afrodita:"Te, extraño mucho, ¿cuando nos veremos?"
Bob:"Si, yo tambien te extraño."
Mi Afrodita:"Pero ¿Cuándo nos veremos mi amor? Sé que Scott saldrá de viaje con su madre y tendrás la casa para ti solito ¿Qué tal si lo aprovechamos? Extraño eso que solo tú me sabes hacer.
Bob:"Si mi amor está bien, pero asegúrate de no tener ningún compromiso".
Mi Afrodita: "Ok, está bien, bueno te hablo después que tengo que ir a ver cómo se encuentra ya sabes quien".
Bob: "Bueno, nos hablamos luego, ve a ver a tu idiota y no te desesperes que en tan sólo una semana podremos hacer eso que tanto nos gusta bebé".
Mi Afrodita:"Bien mi pornstar pero la verdad es que te extraño mucho".
Bob: " Bueno tengo una idea nos veremos hoy mismo y sabes a que me refiero mi Afrodita".
Mi Afrodita: "Bueno ahí estaré".
Bob guardó su celular procedió a tomar su vaso de agua.
«¿Con quién estará hablando?» se cuestionaba mentalmente Ana mientras veía a su marido desde el marco de la puerta de la cocina.
Ella no se atrevía a preguntarle, así que sólo lo ignoró y se dirigió hacia su habitación para dormir.
***
-Bob... Bob, ven... Corre, te necesito... Los niños... Sangre... Sangre vamos al hospital.
Ana despertó en mitad de la noche y los recuerdos de lo que pasó ese día invadieron su cabeza, esa tragedia, ese maldito incidente que Marcó el inicio del calvario de su hijo Scott.
Cada vez que recordaba desearía regresar el tiempo atrás y así cambiarlo todo.
Ella apartó esos malos recuerdos, cerró los ojos y se recostó al lado de su esposo ó eso era lo que pretendía, pero al abrir los ojos vió el lado de su esposo vacío y estaba frío lo que le hizo saber que tenía gran rato fuera de la cama.
Ana no lo dudo y se levantó de la cama para buscar a su esposo. Fue al baño de su habitación pero no lo encontró allí así que salió a revisar el las demás habitaciones de la casa pero aún no lo encontró.
Por un momento decidió rendirse e ir a acostarse pero recordó que faltaba una habitación por revisar, el cuarto de lavado, aunque era muy raro que Bob estuviera allí ya que casi nunca bajaba.
Se encaminó hasta el pasillo que daba al cuarto de lavado y a medida que se iba acercando empezaba a escuchar unos sonidos provenientes de allí, se escuchaba como si estuvieran golpeando a alguien pero cuando estuvo lo suficientemente cerca como para identificar mejor los sonidos, se dió cuenta de que eran en realidad gemidos.
«¿Gemidos?» se cuestionaba mentalmente así misma.
Si efectivamente eso eran pero ¿De quién? Acercó su oído a la puerta para poder escuchar mejor de quien provenian y se dió cuenta de que los gemidos más fuertes eran de un hombre, si, de su marido, pero... ¿Quién era la otra persona? o más bien dicho ¿Quién era esa mujer?
Ana ya no podía seguir con la duda asi que decidió abrir la puerta se llevó las manos a la boca en sorpresa, no lo podía creer su esposo y ...
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