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Justo como había prometido Jeongyeon, no apareció en su trabajo hasta después de dos días, de una forma que definitivamente no sería graciosa para la Beta. — ¡Hey tú! — Apareció frente a ella, que apenas y se sentaba, sacándole un grito que de no haber sido tan temprano habría llamado la atención de toda la oficina.

Jihyo llevó una de sus manos a su pecho debido al susto. — ¡Jeong! — Se quejó golpeando su brazo con un par de papeles hechos bola que había dejado en su escritorio la noche anterior, mientras la Alfa solo reía divertida. — ¿Dormiste aquí o que? — Preguntó haciendo un mohín.

Nada de eso, solo tengo algo que mostrarte. — Contó la Alfa, había algo sospechoso en la emoción que cargaban esas palabras, y Jihyo pudo haberlo adivinado si no se hubiera encontrado tan adormilada todavía.

Dime que te ganaste la lotería y por fin podremos recorrer el mundo en globo aerostático. — Gimió recostándose de su mano para apoyar su somnoliento rostro.

Ganándose una mueca confusa de la Alfa. — ¿Que dices? — La escuchó preguntar, haciéndola volver a la realidad con su risa, que más allá de la diversión que le causaba su estado, se debía a algo diferente.

No he tomado café hoy, así que no me hagas caso. — Suspiró colocándose sus lentes de lectura antes de dedicarle su atención. — Ahora ¿Que querías mostrarme? Por tu sonrisa deduzco que es algo maravilloso. — Hablo mirándola con los ojos entrecerrados.

Y Jeongyeon por su parte ensanchó su sonrisa. — No te imaginas lo que es. — Dijo y sin pedir permiso se sentó a su lado, empezado a sacar las cosas de su mochila buscando algo en particular, su carpeta de proyectos importantes.

Se veía y escuchaba segura, y la Beta no sabía si debía tomar eso como algo bueno o malo, solo esperaba que la mayor no le saliera con otra de sus bromas a esa hora y con ese estado tan deplorable en el que se sentía.

Habla entonces. — Pidió sacando su celular lista para dar inicio a su día de trsbajo. — Empiezas a preocuparme. — Rió suavemente recostándose del respaldo de su silla, ese acolchado merecía ser premiado por permanecer igual de cómodo que el primer día.

Estaba perdida en sus pensamientos sobre acolchados cuando la Alfa habló de nuevo. — La encontré Ji. — Anunció la castaña con una emoción que si había logrado despertarla, aunque no tenía idea de que hablaba esta. — Encontré a mi escorpión. — Contó y en ese mismo instante la Beta se encontró en un dilema pues tenía dos opciones, creerle a Jeongyeon y escuchar lo que fuera que diría, o golpearla por bromear sabiendo que no estaba en sus cinco sentidos, optando por la segunda.

¡Oh Dios Santísimo! — Se lamentó levantando sus manos al cielo a modo de clamor, sorprendiendo a Jeong que la miró confusa. — Debo seguir dormida, Jeongyeon salte de mi sueño ¿Quieres? — Pidió escuchando como en lugar de ofenderse la mayor simplemente reía divertida.

Necesitaba un café muy pronto, para terminar de despertar y desquitarse con su amiga por aprovecharse de su sueño, aunque no sabía que si ella hablaba en serio, la mayor también lo hacía.

Jeong negó despacio, sin borrar esa sonrisa que derretía corazones de su rostro acercándose más a ella para abrir su carpeta, que ahora se encontraba en sus piernas. — ¡Hey! Es cierto, mejor mírala por ti misma. — Un par de fotografías terminaron en las manos de la Beta que las tomó, pero sin poder evitar prevenirse.

Su mirada derrochaba desconfianza y Jeong lo entendía, su relación era mas bromas que seriedad, por eso ni siquiera se molesto por lo siguiente que diría. — Como sea otra de tus bromas Jeongyeon, te advierto que... — Empezó a decir señalándola con su índice viendo como la contraria asentía entre bufidos, deteniéndose cuando detalló la imagen y se dio cuenta de que no mentía. — ¡Wow! Es real. — Exclamó ampliando sus párpados y mirando a su amiga con asombro.

Te lo dije. — Se jactó Jeong, asintiendo mientras ajustaba sus lentes sobre el puente de su nariz, sonriendo con completa satisfacción.

A Jihyo le pareció una presumida total, pero no se atrevió a decírselo pues tenía razones para actuar de ese modo, al menos en aquel momento, encontrar a una chica que en muchas ocasiones dudo de que existiera, merecía toda la actitud presumida.

Aunque aun había algo por considerar. — ¿Estás segura de que es la misma? — Preguntó fijándose en los detalles de la foto, el aspecto y el ambiente que rodeaba a la pelinegra. — Se ve inalcanzable. — Comentó sorprendiendo a la Alfa pues el que ella, que no permitía que alguna chica se resistiera a sus encantos, dijera eso, era preocupante.

Claro que lo es, y lo mejor de todo, esta aquí en Seúl. — Su sonrisa se apagó. — Sólo debo saber donde. — Murmuró algo desanimada, ya había pensado en eso y la idea la había desalentado, pero no se rendiría, lo más difícil era el comprobar que existía y lo había logrado, así que el resto debía ser sencillo.

Pero Jihyo había pensado igual. — Tiempo fuera. — Dijo haciendo una señal con sus manos, dejando las fotos sobre el escritorio para encarar a la Alfa. — Escucha estoy muy feliz de que finalmente lo lograras, eres mi ídola porque soñaste a esta chica y tus deseos la hicieron realidad pero, no tenemos idea de quien sea y lo que pueda implicar conocerla ¿Lo sabes no? — Habló mirándola atenta.

Tenía razón, Jeongyeon lo sabía, no importaba si ya la había encontrado, no sabía nada de ella aunque tuviera muchas preguntas en su interior. — Si, también pensé en eso, pero solo quiero saber porque he estado soñando con ella todo este tiempo. — Confesó entre suspiros que lograron conmover a Jihyo. — Y quizá conocerla y hablarle sobre ello me de esas respuestas. — No era que la Beta no confiara en el éxito de aquella misión.

Pero no confiaba en el éxito de aquella misión. — O puede que te envíe directo a un manicomio, pero esa es sólo mi humilde opinión ¿No? — Comentó moviendo sus hombros fingiendo desinterés.

— ¡Aigoo! — Se quejó Jeong, recostando su frente sobre sus brazos encima del escritorio.

Si era muy poco probable que aquellas actitudes fueran relacionadas con las de una Alfa capaz de tener a cualquier Omega o Beta a sus pies, pero lo que si era muy cierto era el que Jeongyeon había agotado todos los recursos que tenía para encontrar a esa chica.

Y por más que la Beta se resistiera a creer que finalmente había dado con ella, que era una persona real, sabía que terminaría por ceder, pues en el fondo la consumía la misma curiosidad que había expuesto su amiga momentos antes, además era justo el que tuviera un par de respuestas después de que Jeong la abrumó por días enteros con el tema, convirtiéndola en otra interesada en la misteriosa chica de sus sueños.

Esta bien. — Se rindió acariciando su espalda suavemente, cual madre preocupada por uno de sus hijos. — ¿Que planeas hacer? — Preguntó viendo como la mayor no tardaba en volver a su postura correcta, sonriendo del mismo modo que cuando llegó.

— ¿Buscarla? — Dijo con obviedad. — Antes era una locura porque no sabía si era real, pero ahora que sé que si...

No es que Jihyo fuera pesimista, ya tenía las pruebas frente a ella, solo era realista o es lo que se decía para no sentirse mal con la mayor. — Ahora es peor porque sabes que es real, pero sigues sin saber quien es. — Completó rápidamente.

Mientras Jeong volvía a tomar las fotografías frente a ella para devolverlas a su lugar. — No me animes tanto. — Dijo con sarcasmo.

Y pasándose las manos por su cabello, Jihyo se armó de valor para decirle la verdad que tenía atorada en su garganta. — Oye no me lo tomes a mal sólo intento hacerte entrar en razón. — Dijo con calma, analizando todas las posibilidades. — ¿No es suficiente con saber que existe? — Cuestionó viendo como la Alfa simplemente suspiraba, sin poder oponerse porque sabía que tenía razón, era una locura. — ¿Que pasará si de pronto ya tiene una familia y tu soñando con hacerla tuya desenfrenadamente? — Cuestionó a forma de broma.

Y Jeongyeon amplió sus párpados al escucharla. — ¡Jihyo! — Chilló dejándole ver a la Beta otra de las razones por las que era una Alfa tan especial, el violento sonrojo en sus mejillas.

Mientras Jihyo tan sólo reía y le daba un par de palmadas en la cabeza. — De acuerdo pero entendiste mi punto ¿No? — Preguntó viendo como aún con el rostro escondido en sus brazos, la mayor asentía.

Saliendo sólo para que su frustración quedara en evidencia cuando volvió a mirarla. — Lo hago, pero no pierdo nada con intentarlo. — Insistió esperanzada. — Aunque posiblemente gane un mal rato, pero si no es así, finalmente podré hacer lo que tanto dudo mi familia, me casaré Ji. — Un atractivo destello de ilusión invadió su mirada verde aqua, y teniendo frente a ella la más clara y pura evidencia del amor, la Beta terminó por ceder, viendo sus manos unidas entre ellas.

Una mueca descompuso sus facciones perfectas, suspirando antes de posar su mirada ámbar en la Alfa. — Siendo ese el caso, manos a la obra. — Animó viendo su rostro sorprendido.

Pues aún teniendo en frente a su amiga, Jeongyeon seguía sin poder creerse que esta hubiera dicho aquello. — ¿Si me ayudarás? — Cuestionó con emoción.

Parecía algo irreal el que ella misma hubiera propuesto algo como aquello, pero ver lo feliz que era su Alfa favorita sólo por la sugerencia, le hizo sentir que era una buena decisión. — Soy GodJihyo, por supuesto que lo haré. — Alardeó dándole un par de palmadas a la castaña en su cabeza, sonriendo con una suficiencia que hizo sonreír a Jeongyeon quien ni corta ni perezosa, se apresuró a dar inicio a aquella búsqueda que sentía pronto daría buenos frutos.

¿No les parece lindo este Bromance?

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