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La Flor

A veces Kohaku se preguntaba si Ishigami Senku de verdad quería ayudarla o simplemente la usaba como excusa para sus propios intereses personales.

Desde que se había enfrentado a Tsukasa por el problema de sus clubes y su amigo Ishigami Senku le ofreció una forma de lograr su objetivo de hacer mixto el club de artes marciales, Kohaku había estado escéptica de las intenciones del presidente del club de ciencias.

Sin embargo, él realmente había logrado su objetivo. ¡El club de artes marciales ahora era mixto! Y todo gracias a Ishigami Senku.

Y aunque Kohaku estuviera agradecida de todo corazón, el bastardo le había puesto un precio muy alto a su ayuda…

Aunque él había sido honesto respecto a lo que iba a hacer desde la primera vez que almorzaron juntos, eso debía admitirlo.

—Voy a convertirme en el dueño de tu club —dijo sin tapujos en ese entonces, sonriendo maliciosamente—. Con los aportes que he hecho a la escuela y debido al bajo número de miembros en tu club, y a que usaré mi propio presupuesto para convertirlo en un segundo laboratorio, haré que te quiten el aula y me pertenecerá.

—¡¿Y eso cómo demonios va a ayudarme?!

—Podemos decir que llegamos a un acuerdo entre tres presidentes de clubes. —Se señaló a sí mismo, luego a ella y luego a Tsukasa—. Eso nos daría más peso. Y que usando nuestro propio presupuesto agrandaremos el club masculino de artes marciales para que albergue al femenino. Pueden decir que seguirán participando individualmente en los torneos, pero tendrás la oportunidad de entrenar con el club masculino.

—¡Eso sería maravilloso! —Se impresionó. ¡Realmente era un buen plan! Seguramente les permitirían hacer algo así. ¡Él era brillante! Aunque había un pequeño problema—. Ja, suena perfecto… pero necesitaríamos mucho dinero y yo no tengo tanto… —Su padre nunca le daba ni un centavo ya que no la creía lo suficientemente madura para manejar el dinero.

—Puedo hacerme cargo del presupuesto… pero tendrás que devolverme cada centavo. —Sonrió de forma perversa que quizás debería haberle advertido que hacer ese trato con él era muy mala idea.

Pero estaba desesperada y ni siquiera lo pensó dos veces antes de aceptar.

Y ahora era básicamente la esclava de Ishigami Senku.

Él le restaba diez yenes a su deuda por cada kilo de todo lo que la hacía cargar por él, la hizo inscribirse en el club de ciencias solo para que pudiera justificar sacarla de clases a veces para que lo ayudara, y también la hacía meterse en competencias en las que si ganaba todo el dinero del premio se iba para él.

Bien, Kohaku podía tolerar eso, en realidad le emocionaban las competencias y le gustaba ayudar, pero lo que más le molestaba de la actitud de Ishigami Senku era lo escoria que podría ser con tal de lograr sus objetivos. Y aunque al principio creyó que genuinamente quería ayudarla, ahora no podía evitar dudar un poco después de saber que alteró las votación estudiantiles sobre una nueva regla para permitirle al club de ciencias participar en el día del deporte.

Era un poco demasiado ruin, incluso para alguien como él, además de que su hermana se había esforzado en organizar la votación y no darle ningún tratamiento especial a algún club, así que le sentó mal tener que ayudar a Senku en eso.

Ahora estaba dudando ayudarlo a ganar el día del deporte o no, aunque estaba en deuda con él, no es como que le debiera su alma, buscaría otra forma de pagarle si veía que no era de fiar.

—¿Estás bien? —Su hermana la miró con preocupación mientras caminaban por los jardines de la escuela.

—Sí… Solo estoy pensando.

—¿En el presidente del club de ciencias? —Sonrió dulcemente, con una chispa de picardía en sus ojos.

Kohaku casi se va de espaldas.

—¡¿Por qué me preguntas por él?!

¡Bien que sí estaba pensando en él, pero no de la forma en la que su hermana creía!

—Últimamente pasan mucho tiempo juntos. —Juntó las manos sobre su pecho—. Me hace muy feliz pensar que finalmente has encontrado un chico que llame tu atención de esa forma.

—¡No es nada de eso, Ruri-nee! Ya te dije que solo me ayudo con problemas de mi club y es amigo de Tsukasa. —Apartó la mirada, alzando la barbilla orgullosamente.

—Pero parecías molesta cuando Ruby le pidió una cita…

—¡Claro que no! ¡De hecho lo que me molesto fue que él intentara aprovecharse de que le gustaba para hacerla trabajar en limpiar sus herramientas científicas! ¡Es escoria!

Ruri no pareció convencida, pero antes de que pudiera decir algo un chico llegó corriendo hacia ellas.

—¡P-presidenta! —Hizo una profunda reverencia, tendiéndole un pequeño ramo de flores que claramente arrancó de uno de los arbustos del jardín de la escuela—. ¡P-por favor acepte estas flores!

—Oh, muchas gracias. —Ruri aceptó las flores con una linda sonrisa que hizo al tipo sonrojarse profundamente y sonreír como un idiota, pero entonces notó la mirada asesina de Kohaku y palideció.

—B-bueno… ¡me voy! ¡Que tenga una buena tarde! —Hizo otra reverencia y se fue corriendo, aún mirando de reojo con miedo hacia Kohaku.

Ella bufó, cruzando los brazos bajo su pecho con molestia.

¿Cuánto tiempo más tendría que seguir espantando pretendientes de su hermana? Chrome debía apresurarse y confesar sus sentimientos de una buena vez.

Miró a las flores de Ruri, considerando pedirle que las tirase, pero a pesar de que eran arrancadas del jardín eran muy bonitas y seguían siendo un regalo de un chico. Y bueno… a ella nunca le habían regalado algo así. Menos un chico. La mayoría le temía o eran unos idiotas engreídos.

Al ver su mirada, Ruri sonrió tiernamente y retiró una flor del pequeño ramo, cortando un poco del tallo y poniéndola detrás de la oreja de su hermana.

Kohaku se sonrojó levemente ante la dulce mirada de su hermana, tocando los suaves pétalos con la punta de sus dedos.

—Te ves muy bella. Creo que… —Se vio interrumpida cuando su padre apareció a buscarla, como siempre indispuesto a dejar a su preciosa hija mayor sola mucho tiempo—. Lo siento, ya debo irme. —Suspiró pesadamente, dirigiéndose a su padre que miró con desaprobación el ramo en sus manos y empezó a interrogarla sobre eso mientras se alejaban.

Kohaku siguió caminando con los brazos cruzados, pensando si quitarse o no la estúpida flor del cabello. Dudaba que algo así fuera su estilo, si uno de sus amigos la viera seguro creería que se veía ridícula.

Hablando de sus amigos, mientras iba al laboratorio de Senku se encontró con Chrome ya yendo delante de ella y entró en pánico y empezó a caminar de espaldas para alejarse, luego de costado, hasta finalmente darse la vuelta y salir corriendo lejos, con pánico de que la viera así y pensando que definitivamente tiraría esa flor… pero entonces chocó contra alguien y ambos cayeron al suelo… y resulta que no chocó contra cualquier persona… ¡ahora estaba encima de Senku!

Se quedó pasmada, con las rodillas a los costados de sus piernas y las manos sobre su pecho, mientras él la miraba conmocionado desde el césped, también sorprendido por la posición en la que acabaron tan de repente.

Kohaku quería levantarse de inmediato, pero por alguna razón se quedó casi hipnotizada mirando al rostro del mayor responsable de sus dolores de cabeza. ¿Desde cuándo era tan atractivo ese desgraciado explotador?

Como si leyera su mente, él de repente sonrió con una de esas sonrisas descaradas de las suyas que la hizo tensarse de pies a cabeza… y entonces levantó una mano hacia su rostro, dejándola sin aliento.

¡¿Qué demonios estaba haciendo?!

Al ver su mano acercarse más, cerró los ojos inconscientemente, casi temblando cuando sintió sus dedos en su mejilla y luego en su cabello, rozando con sus yemas la punta de su oreja.

Lo escuchó reír suavemente.

—Bonita flor, leona.

Abrió los ojos, viéndolo alejar su mano y de inmediato llevando su mano a su oreja, dándose cuenta de que todo lo que había hecho era reacomodar la flor.

Parpadeó, aturdida.

¡¿Por qué diablos hizo algo así?

—¡¿Qué demonios fue eso, Senku?! —Se alejó de él de golpe, sentándose a su lado con una mirada enfurecida mientras lo veía sentarse también.

—No sé de qué hablas. —Hurgó en su oído con el meñique, con una sonrisa despreocupada—. Solo acomode la flor que traías.

—Bu-bueno, ¡pero nadie te pidió que lo hicieras! —Lo señaló acusadoramente.

—Por supuesto que nadie me lo pidió. —La miró con una ceja en alto—. Lo hice porque quise. —Sus ojos se clavaron en los suyos de una forma tan intensa que Kohaku sintió como su rostro empezaba a subir de temperatura.

En serio, ¡¿desde cuándo era tan, pero tan guapo?!

Bajó la cabeza, cruzando los brazos, antes de subir la barbilla orgullosamente y apartar la mirada.

—¡Ja, pues no pienso darte las gracias! ¡Iba a tirar la flor de todos modos! —Se puso en pie, aún evitando mirarlo.

—¿Oh? Pues una lástima. —Se incorporó también—. Te queda bastante bien… —Kohaku volteó a verlo con sorpresa, sintiendo la cara completa y absurdamente enrojecida— Para ser una leona… —Ok, eso arruinó todo.

—¡No soy una leona, escoria! —le gruñó ahora roja pero de la ira, mientras que ese bastardo solo se rió.

—¡Oye, Senku! —De repente Chrome regresó al lugar, cargando una bolsa de algo líquido que se veía muy sospechoso—. ¿Qué demonios haces? Todos en el club de Tsukasa nos están esperando.

—Ya voy, ya voy. —La pasó de largo, yendo detrás de Chrome, pero se detuvo antes de abandonar el jardín de la escuela, volteando a verla con otra de esas sonrisas suyas—. Por cierto, leona, deberías venir también. Esto también te interesa al diez billones por ciento.

—¡Qué no soy una leona! —A pesar de todo, decidió seguirlo.

Al entrar al club, sintió que varios la miraban de forma extraña y de repente se dio cuenta de que aún tenía la flor, a lo que pronto se la quitó y la lanzó a un lado sin contemplaciones, cruzando los brazos y mirando de forma amenazante a quienes la veían. Aunque, cuando notó a Senku mirándola de reojo, rápidamente apartó la mirada y comenzó a mirar al piso como si fuera lo más interesante del mundo.

—¿Qué te trae por aquí, Senku? —preguntó Tsukasa luego de acabar su enfrentamiento uno contra uno versus Kinro.

—Te dije que a cambio de que dejen ganar al club de ciencias en el día del deporte iba a ayudar a tu club a mejorar sus condiciones.

—Ya lo has hecho, arreglaste y mejoraste todas nuestras máquinas de gimnasio.

—Sí, pero les traigo un detalle extra para mejorar su eficiencia. —Hizo una seña a Chrome, que les tendió la bolsa con el líquido sospechoso—. Con esto podrán limpiar todas las máquinas de forma más eficiente y más segura, de modo que no daña el material de ninguna manera y su durabilidad aumenta, aparte que ahorra muchísimo en otros productos de limpieza.

—Suena muy útil. Lo agradezco. —Tsukasa le dio la bolsa a un novato del club—. ¿Qué quieres a cambio de esta ayuda extra?

—¿Ah? No quiero nada. Es un subproducto de una mezcla útil que Chrome y yo estábamos preparando, así que pueden quedársela. —Agitó una mano despectivamente—. Les durará un par de meses, dime cuando necesiten más. —Apenas terminar de decir eso dio media vuelta y se marchó, con Chrome siguiéndolo levemente confundido por quién sabe qué cosa.

Tsukasa sonrió suavemente y les dijo a los demás que continuarían con el entrenamiento.

Kohaku se quedó confundida, bastante sorprendida porque había tenido la impresión de que Senku en realidad solo quería ayudar a su club… sin pedir nada a cambio. Pero eso no cuadraba para nada con la impresión de escoria interesada que tenía de él.

Aunque bueno, ya sabía que él no era tan malo… La había ayudado con sus dudas cuando tuvo exámenes, apoyó a su amigo Taiju cuando confesó sus sentimientos a Yuzuriha y parecía apoyar la relación de Chrome y Ruri incluso si eso a veces lo distraía de ayudarlo en el laboratorio. Y, de hecho, ahora que lo pensaba, mientras más recordaba de él, podía pensar en más y más cosas que él hacía sin pedir nada a cambio, aunque diera excusas de que lo hacía para subir la moral o motivar a sus compañeros, en realidad solo eran excusas para cubrir que no siempre era un bastardo sin sentimientos.

Kohaku sonrió levemente al pensar que, de hecho, no hizo mal al elegir ayudarlo. Y no hizo mal al creer que él de verdad quiso ayudarla con su club, no tenía porqué, a pesar de que eso terminó beneficiando a ambos.

Estuvo pensando en él el resto del entrenamiento, provocando que Kirisame le diera una paliza en kendo, pero aún así siguió pensando en Senku hasta en las clases, y casi se emocionó cuando llegó la hora de ir a su club a que la esclavizara.

Lo encontró saliendo del club cuando ella estaba a punto de entrar.

—Ah, hoy es tu día de suerte, leona. Mi padre me pidió volver temprano, así que tienes el día libre.

Por alguna razón, eso la decepcionó, pero luchó por no mostrarlo en su rostro.

—Ja, pues mejor para mí. —Apartó la mirada, sonriendo de forma nada convincente pero aún así intentando disimular. De repente, sintió sus dedos en su mejilla y el aliento se le atoró en la garganta—. ¿Qué…?...

Él estaba colocando la flor en su cabello otra vez.

—Nos vemos mañana, leona. —Sonrió ladinamente y sin más se marchó, dejándola allí boquiabierta y con el rostro prácticamente humeando.

¡En serio! ¡¿Desde cuándo el muy bastardo la hacía sentir tan rara cuando estaban cerca?!

Al día siguiente, a pesar de que varios la miraron extrañados, Kohaku volvió a la escuela con la estúpida flor en el cabello.

Cuando la vio, Senku sonrió de forma tan arrogante que Kohaku quiso arrojarle la flor al rostro, pero simplemente lo miró mal y se dedicó a ayudarlo a cargar las numerosas cubetas de combustible para lo que sea que estuviera planeando ahora.

Ninguno dijo nada más sobre ese asunto, pero a partir de ese incidente ambos comenzaron a sentarse juntos en la hora del almuerzo cada día sin falta.

Fin.

¿O no?

Realmente no xD

¿O sí?

Esto es una precuela de mi fanfic llamado Fácil que está en FanFiction, así que no es realmente el final ya que lo tengo que subir aquí a Wattpad...

Creo que con este ya tendríamos la historia completa y solo debo subir lo que queda de FanFiction, aunq si quieren más igual podría escribir otra parte nueva pero no creo así que por ahora digamos que fin XD

Lamento la enorme tardanza con este fic pero lo olvide y cada que lo recordaba no me daban ganas de continuarlo :P

Ojalá que a pesar de todo les haya gustado! No olviden que se les ama!~

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaa!

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