Guy
Mérida
Entramos a la escuela hace apenas un par de semanas. Hipo ha estado llamándome para que nos veamos, pero, por falta de tiempo, trabajos iniciales, entre otras cosas, no he querido salir con él. Además, lo he visto con Astrid últimamente. Aunque claro, eso no significa nada; quizá alguno de los dos tengan algún problema.
Para distraer mi mente, frecuentemente visito a Robert, quien ha decidido estudiar para el próximo semestre en alguna universidad, y yo, estoy muy contenta por él.
Por otro lado, Hiro Hamada es la sensación, pues con tan solo 14 años de edad, ha ingresado a la secundaria. Ese chico y sus robots son asombrosos. Se lleva muy bien con su nueva fraternidad, pero de vez en cuando Tadashi le da una mano.
Mi mamá ha regresado a Irlanda, donde continuará su espera. Mientras que yo... Solo me la paso quejándome en el cuarto de Rapunzel.
- ¡Aaaaa! -exclamo-. ¡Qué sueño tengo!
- Duérmete -me dice, sin despegar la vista de su libro. Esta es una de las primeras veces que la veo estudiando.
- Creí que solo se trataba de dibujar -admito.
- El arte es más complejo de lo que parece -explica-. No podemos basarnos en algo si no tenemos al menos la idea. Sobre todo en el sombreado; creo que esa es mi debilidad.
- Vaya...
En menos de media hora iré a ver a Robert al trabajo. Al parecer quiere estudiar en una universidad que está cerca del barrio ruso, lo cual me parece excelente. Esto me recuerda que hoy en la noche hay una especie de fiesta en el restaurante de pizzas.
Si por algo es famoso ese lugar, es por las distintas fiestas que hace en el año.
- ¿Cómo van las cosas con Hipo? -pregunta de repente.
- Bien -respondo, pero la verdad es que no sé bien-. Bien...
Asiente sin decirme nada más. ¿A qué vino la pregunta? Demonios. ¿Qué hago ahora? Si no digo algo, va a pensar que mi silencio es algo sospechoso. Le pregunto lo primero que se me viene a la cabeza:
- ¿Y tú con Eugene?
Se queda unos segundos callada, como pensándose la respuesta. ¿Habré hecho algo mal?
- Igual -dice.
Noto en su voz un tono un poco más apagado. Hay, no puede ser. ¿Es qué últimamente todas las parejas tienen problemas en estas fechas? Ahora me siento culpable, como cuando me percato de que he hecho algo malo, y vaya que lo he hecho.
Me levanto de la cama, un tanto incómoda, camino hacia ella y le toco el hombro.
- Te quiero.
Las palabras brotan de mí como amargas, pero, en un buen sentido; no estoy acostumbrada a decirle eso a las personas. Ni si quiera a Hipo. O a mi mamá. Pero todo mundo sabe que los quiero.
- También yo.
Salgo de la habitación y bajo las escaleras, le pido el carro prestado a Anna y salgo disparada hacia la calle.
******
- ¿Qué haces aquí? -pregunta Robert, un tanto confundido. Creo que no se esperaba mi visita.
- Vine por ti -le digo, tomando una soda del refrigerador-. Vamos a ir a una fiesta.
- No puedo ir.
- Claro que puedes -lo animo-. La tienda debió haber cerrado hace veinte minutos.
- Es mejor que volver con los otros -dice, limpiando la barra.
- ¿Entonces no?
- No.
¿Qué? ¡Ah, no! No vine hasta acá por nada. Ahora va a venir conmigo, de un modo, u otro. Este chico lo que necesita es distracción.
- Entonces te perderás de la diversión.
Le dejo el dinero en la barra y comienzo a salir rápidamente.
- Dijeron que habría chicas por montón -continúo-, y abrirían el jacuzzi un rato.
Lo miro de reojo, y creo que lo he tentado ligeramente porque ahora se ha quedado pensativo.
- Pero claro, eso a ti no te interesa. Tú tienes que trabajar -sonrío y abro la puerta para salirme-. Buena suerte.
Estoy completamente satisfecha conmigo misma. Creo que eso de heredar genes y actitudes de familiares no en tan malo como creía. Subo a la parte delantera del coche y comienzo a procesar todo; su cara, la mía, su actitud. Caray, solo hace que me de risa.
Doy un trago, y cuento hasta 15. No más.
Pero en segundo 7 me pierdo cuando escucho el motor de una motocicleta; un motor que me hace familiar. Podría reconocerlo donde fuera; sólo ese motor hace ese peculiar sonido. Busco por toda la calle, pero no veo el peculiar casco negro que Hipo se carga, sino uno rojo, con otra moto diferente, de color azul.
Cuando la puerta del copiloto se abre, sonrío mientras entrecierro los ojos, de una manera notablemente satisfactoria. Como cuando predices algo y ocurre; así de satisfactorio.
- Sí vienes -digo incrédula.
- Cállate -me dice, poniéndose el cinturón.
Sonrío todavía más, pues la ironía me causa una tremenda risa.
- Que quede claro que vine por las chicas -dice serio.
- Claro, claro -digo, y arranco el carro.
*****
Cuando llegamos, lo primero que vemos es una especie de pizzería clásica con un estilo de discoteca; luces por montón, y la música muy alta. Se ven sombras a través de la ventana bailando y brincando. Pero huele a Pizza. ¡A la mejor pizza de la ciudad!
- Bien -le digo-. A disfrutar.
Lo tomo de la muñeca y lo conduzco hasta donde están las chicas. Al ver a un chico más pequeño que ellas, y con una apariencia inocentemente adorable, querrán jugar con él, mostrarle cosas nuevas. Probablemente hasta charlen... Así que cuando un par de chicas lo ven, comienzan a bailarle, por lo que Robert se pone rojo. Pero claro, ¿quién no? Todas tienen un cuerpazo, pechos grandes y cintura de avispa, traseros grandes y bien torneados. Sin mencionar sus largas cabelleras lacias y rubias. O morenas. Pero están guapas.
- ¡Cuídenmelo, chicas! -les digo mientras me alejo.
Digamos que eso nunca ha sido del todo mi agrado, así que voy por mi pizza y comienzo a hacer fila. Me encuentro a Jack entrando por la puerta, así que espero a que me mire para saludarle. Viene con Tadashi, pero al entrar, muchas chicas (que no están en el jacuzzi) literalmente corren hacia ellos. ¿Por qué tanta popularidad?
- Qué sorpresa -dice un sujeto por detrás mío-. Mira nada más.
- ¿Hmm? -me vuelvo a él.
Creo haberlo visto antes; se llama Guy, o le dicen Guy. Algo así, pero participó en los juegos. Estaba con el equipo de Hans si no mal recuerdo. El líder.
- Tus amigos -teclea en el teléfono un par de cosas-. Son muy populares.
- Sí...
No sé bien qué hacer. ¿Charlar? ¿Será un buen sujeto?
- Mérida -le estiro la mano amablemente.
- Guy -la estrecha.
- ¿Vienes solo? -pregunto, pero me arrepiento casi al instante.
- No -termina de teclear y busca en el lugar a alguien-. Vine con... -sonríe en cuanto la ve, y me señala un punto entre la mesa donde hacen pelea de fuerza-. Ella. La de cabello corto, con la sudadera negra.
- ¿Es tu novia?
Veo cómo de un jalón de muñeca tira el brazo de uno de los competidores, y todos le gritan y aplauden de emoción. Vaya que es fuerte.
- Sí -la mira atentamente, todavía sonriendo. Tiene la mirada relajada.
- Parece ruda -digo para mí, pero Guy me ha escuchado.
Suelta una risita pequeña, apenas eludible. Una risa de ironía; mi favorita.
- Es tierna -agrega-. Más dulce de lo que crees. Ustedes dos se llevarían bien.
Le sonrío, y vuelvo mi mirada hacia Jack, que está siendo abrazado por varias chicas, y al parecer se ha percatado de que lo miro. Me saluda de manera nerviosa, como diciéndome "Hola, Mérida. ¿Puedes ayudarme?"
Sonrío y correspondo a su saludo. Luego, me vuelvo a Guy, que ha regresado a la pantalla de su teléfono. Pero no esta charlando ni compartiendo fotos; sus pulgares son demasiado rápidos como para estar escribiendo. Miro en la pantalla cientos de números y códigos en color verde. Como un sistema de algo.
- Hipo -suelta de la nada, sin despegar la vista de la pantalla-. ¿Ustedes dos son novios?
- Sí.
- Es un buen chico -dice-. Estoy en su clase de las 9. Es listo, y muy creativo.
- Oh, gracias -respondo, pues no se me ocurre otra cosa.
¿Qué estará haciendo? ¿Hackeando alguna red de internet o algo así? No... Los números salen disparados a una velocidad asombrosa; está haciendo algo con un sistema.
- ¿Harán algo el sábado? -pregunta.
- No lo sé...
- Haremos una carne asada -agrega-. En la casa. Van a ir muchos estudiantes. Puedes venir si quieres.
- Gracias -sonrío.
Cuando menos me percato, ya estamos a 3 gentes de que nos toque. Creo que Elsa había mencionado algo de esa carne asada. Creo que Hans la había invitado o algo así.
Mi estómago me ruge.
- ¿Iba a venir tu novio?
- No lo sé.
- Porque creo que va entrando -aprieta la mirada al teléfono.
¿Cómo lo vio? Si no ha despegado los ojos del teléfono... Guau. Eso en serio que me ha sorprendido. Miro a la entrada de la puerta, y lo veo, sonriendo como siempre, pero, entonces, lo observo bien.
No viene solo. Trajo a Astrid con él...
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Nota de la autora:
Gracias a todos por leer esta novela ;) se les agradece infinitamente todos sus votos y comentarios!
Se les invita cordialmente a leer 2 Nuevas novelas totalmente hermosas!!
Acendrado [Stony]
I Will Find You [Miraculous Ladybug]
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Acendrado...
¿Y si Fury te diera como pareja a Steve Rogers o a Tony Stark?•
§Antes de volver a los vengadores, Steve debe aprender una que otra cosa viviendo con alguien más. ¿Qué le espera junto al inventor de armas nucleares, el famoso Tony Stark?
§Ambos deberán aprender que, para salvar al mundo de las amenazas, no solo deben aprender a trabajar en equipo, sino que también a saber los pasados de sus compañeros...
(Nova escrita por @Milady222 y GlouHarrynson)
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I Will Find You...
Lo peor que puede pasar después de una guerra devastadora, es perder a aquel ser que tanto amabas. Arriesgando su vida, Marinette no duda en encontrar a Adrien y recuperar el Miraculous a toda costa de las garras de Hawk Moth.
Los secretos del pasado tienen un costo que Lady Bug deberá aprender a pagar si quiere repararlo todo...
(Novela escrita por GlouHarrynson nada más)
POR FAVOR ANÍMENSE! Nuestras historias no suelen ser tan cotidianas ;3 puede que llegues a divertirte en alguna si eres fan de Ladybug, o una fugoshi como nosotras UuUr
Se les quiere!!
Gloy&Milady...<3
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