Merida

¡Estúpido Jack! Si no fuera por el, y por sus tontos mensajes a media noche, probablemente levantarme no seria tan difícil. Hay algo quemándome los ojos, y cuando los abro lentamente, me doy cuenta de cómo el sol brilla con intensidad a través de la ventana. Miro cautelosa y con pereza hacia mi teléfono, aprieto el botón de inicio y la pantalla se enciende: ¡7.40!

Me levanto de la cama todavía con lagañas en los ojos y con mi cabello hecho un desastre. Tengo 20 minutos. No alcanzo a tomar una ducha. Me pongo lo primero que saco del guardarropas y salgo disparada al baño a cepillar mis dientes.

Rapunzel toca mi puerta, con un poco de impaciencia.

- ¡Mérida corre! ¡Se nos hace tarde!

- ¡Ya voy! -gritó desde adentro.

Miro una ultima vez mi rostro ante el espejo; primer día de clases.

Abro la puerta y veo a la radiante de Rapunzel frente a mí, con un vestido floreado casual y su rubio cabello recogido en una coleta de caballo. Parece muñequita.

- ¿Lista? -me pregunta dulcemente.

- Eso creo -respondo entre un suspiro-. ¿No olvidas nada?

Cuando salimos de nuestro departamento, lo primero que vemos es un mundo de gente nueva que va hacia los campus nuevos de la universidad; durante el verano han estado remodelado ciertas áreas, y han estado diciendo que están de lujo.

Todo mundo es nuevo, nadie sabe quienes somos, es nuevo comienzo.

Caminamos la pequeña cuesta, contemplando lo que nos espera por delante; libros, futuro, estudios. Hay gente por doquier.

Después, Rapunzel y yo tomamos la desviación que nos guiará el resto de nuestras vidas. Ella toma la derecha, y yo la izquierda.

- ¡Nos vemos saliendo de clases! -me grita mientras se aleja y sacude emocionadamente su mano.

El edificio está frente a mí. Es enorme. Más de lo que recordaba. Hoy tuve una pesadilla; soñé que venía a este edificio y adentro aguardaba un maestro loco y maniaco que quería devorarme completa. No sabía que hacer.

¿Estará el tonto de Jack ahí dentro?
Dios, esto es tan estresante...

Subo los escalones uno a uno, contándolos. Demonios, estoy mas nerviosa de lo que creí. 57 escalones. Una puerta, 7 pasillos, un salón, 40 alumnos...

Sólo yo...

En los días de escuela..