Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Conocido

Hipo

- ¿Quién eres tú? –pregunto, asustado.

- No lo sé –veo el terror en su cara-. Necesito de tu ayuda par-

Jack me lo quita de encima.

- ¡Aaa! –rueda un par de veces lejos de nosotros y logra incorporarse a una velocidad increíble.

- ¿Estás bien? –pregunta Jack, ayudándome a pararme.

- Sí.

Se coloca ligeramente delante de mí, como protegiéndome.

- ¿Quién eres? –pregunta, molesto.

- No sé –responde, un poco cansado-. Esperaba que él me dijera.

- ¿Yo...? –pregunto de repente.

¿Qué es esto, una broma? ¿Será algún otro trabajador de Phil? ¿Qué quiere?

- No te conozco –respondo, ligeramente asustado.

- Ni yo a ti –responde el sujeto, sobándose el brazo-. Pero, sé que tienes las respuestas que necesito.

- ¿De qué hablas? –inquiere Jack, molesto.

Lo miro a los ojos; no son ojos normales. Este sujeto tiene unos ojos raramente verdes, brillantes. Y el iris... no es redondo. No son ojos normales. Al no recibir respuesta, se molesta más.

- ¡Lárgate antes de que grite por ayuda! –vuelve a decir Jack.

- ¡Busco a Hipo y a Mérida! –suelta de golpe, lo cual, me preocupa.

No decimos nada, y esperamos a que prosiga.

- Solo ustedes pueden ayudarme –dice, mirando al suelo-. No sé por qué, pero, lo sé.

- ¿Qué quieres con ella? –pregunto, serio.

- Respuestas. Al igual que contigo.

¿De qué está hablando este tipo? La extraña aparición de este sujeto me ha dejado pensando. Se me es tan conocido, pero, no estoy segura de dónde. ¿Por qué tiene esos ojos tan raros?

- Escucha –dice-. Sé que no confías en mí. Ni yo en ti, pero...

Jack y yo lo miramos, atento.

- Sé que pueden ayudarme.

Examino bien esa ropa. Creo habérsela visto antes a Eugene, o al menos, el pantalón, porque ese suéter no lo ubico bien. Quizá este sujeto sea... el que Eugene haya atropellado la otra noche.

- ¿Te atropellaron? –pregunto de la nada.

- El aspecto me delata –sonríe, ligeramente divertido-. Me conoces. Sabes bien quién soy.

Jack me mira de manera fugaz. Probablemente lo haga, porque se me es conocido, pero, la verdad es que no puedo; esos ojos, los he visto en otro lado. Puedo jurar que sí.

- Por eso quiero que me ayudes –continúa-. Necesito respuestas.

- Tú...

- ¡Oigan! –grita alguien por detrás nuestro-. ¿Qué están haciendo aquí?

Nos volvemos hacia la voz y nos percatamos de que un hombre alto y con uniforme viene hacia nosotros, un poco molesto.

- No deberían estar aquí –dice-. Ustedes dos, regresen ahora.

Me volteo para mirar al extraño sujeto, pero éste se ha ido. Corrió, o algo así.

- ¿Adónde fue? –pregunta Jack.

- No lo sé.

Caminamos hacia el guardia, y éste nos saca fuera de los árboles. Luego, caminamos hacia la pequeña tienda de servicio del parque para comprar un par de sodas. Tomamos lugar en uno de los muchos asientos disponibles.

- ¿Qué fue eso?

- No tengo idea... -respondo, pensativo-. Pero... fue extraño.

- ¿Viste que sólo tenía una pierna? –señala, destapando la lata de soda-. O bueno, no tenía parte de un pie.

- No vi.

Da un trago y me mira.

- Es como si tuviera algo reemplazándola. No vi qué era, pero... Fue sospechoso.

Y mucho. Tanto, que hasta me ha dejado pensando. Siento que lo conozco, y es que eso me preocupa, que conozca a mis amigos, a mí, a Mérida. ¿Qué quiere? Confiar en alguien para mí ya no es fácil, mucho menos sano. Ahora a cualquiera que veo, me cuesta trabajo verle a los ojos o confiar en su palabra. ¿Y si vuelve a pasar lo de aquél incidente?

- Hey –me sacude ligeramente-. Regresa conmigo.

Parpadeo varias veces.

- Oh, claro, claro –digo-. Perdón.

Tomo de mi soda y luego me vuelvo al cielo. Está despejado a morir, y las pocas nubes blancas que hay, no demuestran señales de lluvia. Quizá esa época ya está pasando.

- Hermano –me llama Jack-. Mira por la ventana.

Veo a través del vidrio a un pequeño grupo de chicas mirándonos, con sonrisas pícaras en la cara, emocionadas.

- Son niñas –digo, un poco serio-. ¿Qué tiene de especial eso?

- Mira más detrás.

Me pongo de pie, y veo a muchísimas más, al menos un par de docenas. ¿Qué? Jack parece complacido.

- ¿Qué es esto? –pregunto, confundido.

- Son fans.

- ¿Desde cuándo? –me vuelvo a él-. No he hecho nada para merecerme tal fama.

Desde los juegos, todos ganamos un poco de fama y popularidad, pero, no creí que fuera para tanto. Y menos con tantas chicas.

- Viejo, eres uno de los chicos más populares de la escuela.

- Era. ¿Y aun así, eso qué?

- No, no –saca su teléfono y se mete al navegador. Me enseña una gráfica-. Encabezas el segundo puesto en chicos listos a nivel académico. En deportivo, el tercero. Mejor cabello, primero, ojos, segundo. Físico, segundo.

- ¿Por qué está en eso en internet? –pregunto, alterado.

Me sorprende cómo la información en internet se propaga tan rápido. ¿Será acaso una página de la escuela? ¿Cómo que físico tercero?

- Espera –sonríe, divertido-. Escucha esto. Hipo Haddock: que su nombre no te confunda. Este chico puede arrebatarte el corazón con una mirada. Atlético, simpático, optimista, listo e intrigante; este joven de 19 años puede llegar a ser el fuego de la pasión que toda chica desea. Con calificaciones impecables, una actitud envidiable y un grado de popularidad superior a la clasificación B, Hipo parece ser el querubín que hace falta en la vida de una adolescente.

¿Qué....?! ¿Pero quién escribió esto? Esto no es una página de la escuela... Esto... Es un blog de alguna chica que va en la escuela. Y que me conoce, o al menos estudiado, porque, esto, es raro.

Me sorprende hasta dónde puede llegar la influencia del internet.

- Lugar de popularidad del campus –concluye-. 4°. Lugar de popularidad general: 2°.

- ¿Cómo que general? –pregunto.

- De la ciudad –responde, sonriendo-. Tengo un amigo popular.

- Vamos, no digas eso –comento, un poco avergonzado-. Sabes que son mentiras.

- Bueno, dile eso a las chicas –las señala con la cabeza.

No me importa la fama. No me gusta ser el centro de atención, mucho menos de chicas adolescentes. Ahora que no hago de mi vida, siento que me estoy haciendo más holgazán, más flojo, y que estoy perdiendo el rumbo de mi vida.

- Tú eres mejor que yo –digo de la nada-. Seguramente están aquí por ti.

- Cierto, cierto –da un pequeño trago de su refresco-. Pero, yo estoy en 3° del campus. Y en general ocupo como el 4°.

Gran diferencia. Dioses, no debería estar aquí, o pensar que soy alguien importante, porque la verdad no lo soy. ¿O, sí?

- Mira esto –dice, y luego, saluda a las chicas.

- No hagas eso –digo, apenado.

- Ja, ja –ríe-. No tiene de malo si solo las saludo. Además, por primera vez en mi vida me siento alguien importante. Alguien, popular.

Pero incluso si lo dice de esa manera... No me hace sentir cómodo el hecho de que esas chicas estén sobre mí. Pero de otro modo, me gusta.

- Solo me divierto un poco –vuelve a decir, empujándome levemente-. No tiene nada de malo si lo hago en son de diversión.

Miro al grupo de gente que está afuera. No hay solo chicas, sino que también uno que otro chico, jóvenes en general. Y ahora son más. Los que están adelante, pegados al vidrio, me saludan amablemente, quizá hasta eufóricos.

Entonces, cometo el error de saludarles con una sonrisa, porque entonces varias de ellas entran a empujones hacia nosotros.

- Corre, Hipo –dice Jack riendo a carcajadas, saliendo por detrás de mí.

Una ola de gritos agudos me vibra en el tímpano. Me siento perseguido como por una pequeña oleada de zombies. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro