Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 14: Larga vida a la muerte

He estado pensando bastantes cosas, lo que pasaría si acepto la propuesta de Andrew; lo que pasaría si no la aceptara.

Estoy consciente de lo que quiero, pero mi mente se llena con culpa, frustración; lo único en lo que pienso es en que será lo correcto. Si es que lo mejor es seguir a mi corazón y no escuchar lo que los demás tengan para decirme.

Jane ha estado apoyándome en estos días en los que los nervios me ganan, en los que las crisis de ansiedad son más seguidas y fuertes. Estos días, mi hermanita se ha convertido en mi mayor confidente. Lo que más me repite es que mientras yo sea feliz, todos los que me aman lo serán; pero tengo miedo, de que mis mejores amigos se alejen si tomo la decisión de aceptar mi amor por Andrew, si es que me alejo de la organización para poder estar con el hombre del cual me he enamorado tan repentinamente.

Dios, tengo miedo de contarles lo del italiano y que me repudien, de decepcionarlos con mis sentimientos. He sido una mujer muy decidida toda mi vida, y que un hombre me haga dudar les demostrará que soy débil.

Pero eso es bueno ¿no? Soy humana, cometo errores, me enamoro, sufro. ¿no deberían entenderme siendo mis mejores amigos?

He roto mi relación con Nickolas, fue la cosa más difícil que he hecho en la vida. Se ha roto tanto que comenzó a odiarme desde el instante en que me marché de su habitación. De ahora en más, solo somos ministro y coronel, ni siquiera logré quedar como amigos, o poder llevar una buena relación de conocidos. Él simplemente decidió odiarme.

Por obvias razones no le dije que lo dejaba porque me había enamorado de alguien más, eso hubiera sido mucho peor.

Hoy he citado a una reunión a mis soldados. Matteo D'angelo se encuentra cerca de Londres y necesitamos atraparlo lo antes posible. A pesar de que los principales miembros de la yakuza inglesa están encerrados, sus trabajadores aún siguen trabajando en sus productos. Esto solo significa que el italiano va a obtener su droga, aunque los lideres no se encuentren para la entrega.

Uno de mis principales soldados es Vladimir Novikov, quien tiene un excelente historial militar que mencionan sus grandes hazañas en la fuerza militar rusa.

Él será mi punto fuerte, nadie fuera de la central lo conoce, no ha tenido muchas misiones de encubierto, ni tampoco ha salido sin protección en cualquier operación.

Mis soldados más leales son Alice, Jamie y Joseph. el ultimo se integró como mi segundo al mando, y es quien me informa de todo el avance que tienen los nuevos reclutas del escuadrón. Porque como coronel he querido hacer un par de cambios en la organización de equipos, y he puesto a distintos capitanes a cargo de escuadrones, que me sirven para distintos tipos de misiones. El escuadrón principal es el llamado "Panteras del inframundo" y son quienes se encargan de las operaciones más difíciles y de mayor riesgo.

— ... y ya saben, a Matteo D'angelo nadie le toca ni un solo pelo.

— ¿Cuáles son las razones, capitán? Supongo que si el mafioso nos hace cara y atenta contra nuestras vidas debemos defendernos.

— ¿Quién le ha permitido hablar, soldado? Recuerde que aquí quienes mandan somos el capitán y yo, y si se les ordena no tocar al italiano ustedes no lo hacen y ya, sin pedir explicaciones.

— Perdone, mi coronel, solo quería aclarar la duda.

— Las dudas me demuestran la poca atención que le pone a las instrucciones de su capitán, la orden fue más que clara. El hombre vendrá directo a mí, ustedes no le importan; está más que claro que su pelea es conmigo.

Si como capitana era exigente con los soldados, como coronel lo soy aún más. Me temen y respetan, y eso es lo que importa. Nadie puede pasar sobre mí, porque soy la mayor autoridad en este escuadrón. De hecho, es el único grupo del que soy parte. En los otros solo doy órdenes a los respectivos capitanes y ellos llevan a cabo todos los procedimientos.

— Novikov, tú serás quien proteja a nuestra coronel. No la pierdas de vista jamás, y si ella te pide que hagas algo, lo haces, sin refutar.

— A su orden, mi capitán.

El hombre es uno de los más letales, es por eso que lo necesito conmigo. Está más que claro que si hay lucha, Matteo no estará solo. Porque es un cobarde, y sabe que soy una persona difícil de enfrentar. Sabe que no tengo miedo, o, mejor dicho, no tiene conocimiento del terror que le he tenido todos estos meses.

Y, aunque Alessandro Rinaldi le sea fiel a su líder, siempre estará gustoso de enfrentar a quien los encerró. Él y Deianara vendrán a por mí, junto a Matteo.

Es más que obvio que esos tres me odian a muerte. El sentimiento es mutuo.

Los italianos se esperan el ataque, nosotros nos encargamos de declararles la guerra. Primero fue por medio de una carta firmada por mí, en donde les mencionábamos la captura del japones, y que sabíamos cuáles eran sus tratos con la yakuza. Luego, una conferencia de prensa, en donde el ministro Donovan los amenazaba con encontrarlos y encerrarlos de por vida; sin trucos entre líneas.

Por último, me encargue de enviarles un video en donde le prometía a Matteo encontrarlo y matarlo con mis propias manos. De este video no se enteró nadie más que mi mano derecha, el capitán Anderson, quien me ayudó a grabar y enviar la grabación. En este video también le daba la fecha y la hora en el que nos enfrentaríamos en una guerra a muerte.

Si bien no debería sacrificar a mis soldados en una lucha que no les compete, pero esta batalla también ayudará a la organización, para al fin atrapar a nuestros enemigos; esta vez para siempre.

Doy la orden para tomar nuestros coches y dirigirnos hasta el lugar en el que se encuentran los italianos. En el camino dudo un poco, pero no por mi vida, sino por la seguridad de los que tengo a cargo.

— Yo los amo demasiado, amigos, pero no quiero que les pase nada por mi culpa. Por favor, prométanme que si se encuentran en riesgo se marcharán.

— No puedo prometerte eso, Leah, eres como mi hermana pequeña, y lo único que quiero es que tú estes bien y seas feliz —mi mejor amigo siempre ha sido muy protector conmigo—. Si tengo que sacrificar mi vida por ti, lo hago sin pensarlo.

— Lo mismo digo, amiga. Daría la vida si eso significa que te soy leal.

Me dolía en el alma saber que les estoy mintiendo sobre Andrew y yo. Pero también moriría por ellos si hiciera falta.

— coronel, usted y yo no somos amigos, no somos compañeros hace mucho, y no tenemos más relación que la de un soldado y su superior, pero nunca dude que por la institución haría lo que hiciera falta —el ruso no tardó en hablar—. Si mi trabajo es protegerla, no tema por su vida, que daré lo mejor para que usted salga ilesa.

— Me uno a las palabras de los demás —esta vez fue Joseph quien tomó la palabra—. Hagas lo que hagas, pienses como pienses, yo estaré a tus órdenes. Pero si tus ordenes me dejan como un cobarde que abandona a su mejor compañera, tendré que ignorarlas y hacer lo que yo creo correcto. No te dejaremos sola, aunque eso signifique morir.

No puedo dejar de admitir que tengo a los mejores soldados y amigos conmigo. Y con las palabras de mis más fieles compañeros en mente, me concentro en lo que importa; dar muerte al rey de las serpientes.

════ ⋆★⋆ ════

La escena parece de película. El escuadrón de las panteras del inframundo se encuentra tras de mí con armas en mano, mientras que Matteo y sus hombres se encuentran frente a nosotros con cuchillas, mazos y distintas armas de fuego en mano.

Matteo me mira con su distinguida sonrisa sádica en los labios, y no me quedo atrás, mostrándole mi mejor sonrisa, en donde no me molesto en esconder el odio que le tengo.

— coronel Trembley, es un gusto verla después de tanto tiempo ¿me extrañabas?

— Maldita rata, pensé que ya te habías ahogado en tu propia mierda. Me da gusto saber que obedeciste a un militar y decidiste venir a tu propio funeral.

— La única cabeza que rodará en este lugar será la tuya, Trembley. Podría usar veneno, tal y como lo ordené para matar a tu querido hermano.

Eso desató mi furia, rápidamente, y con la protección de Vladimir, me aproximé hasta el italiano y propiné un golpe directo en su pómulo.

No tardó en devolver el golpe, haciendo que mi boca sangre por el impacto de su puño en mi mejilla. Saco la navaja de mi cadera comenzando con una lucha en la que ambos nos golpeábamos y rasgábamos nuestra piel. Alessandro y Vladimir luchaban entre sí.

Siento que alguien se sube a mi espalda, tapándome la boca. Trato de luchar para que esta persona caiga, pero no lo logro. Por su parte, el italiano aprovecha para enterrar su arma en mi hombro, lo que me hace soltar una que otra lagrima por el dolor. Mordí la mano de la persona que tenía encima, y un disparo la hizo caer. Alice le dio en una pierna a Deianara, quien fue rápidamente a protegerse detrás de un carro que se encontraba por ahí.

De nada le sirvió la estrategia, porque mi mejor amiga fue hasta ella, haciendo que su hermano se desconcentre y mi hombre lo dejara noqueado en el piso, el cual estaba ensangrentado.

Logro librarme de Matteo y aprovecho para escapar hasta donde se encontraba Anderson, quien inyectó unos analgésicos en mi brazo para que el dolor pudiera disminuir.

Le hago una señal a Novikov para que venga conmigo, acto que Matteo logra avistar. Nos "escondemos" dentro de una iglesia abandonada esperando a que el italiano haga acto de presencia. Junto a él llega un desconocido, que debe ser uno de sus hombres.

— Me sorprendes, Leah. Nunca pensé que serías capaz de engañar a tantos soldados con tal de cumplir con tu venganza.

— Tú no sabes nada, D'angelo, cierra la puta boca.

— Todos estamos más que consientes por lo que vinimos —agregó Anderson, quien venía entrando al lugar—. Si logramos llevarnos tu cabeza, el trabajo estará terminado.

— Nunca lograrán ganarme.

El hombre del italiano se acerca tratando de golpearme, pero no lo logra, ya que Joseph se interpone en su camino. Novikov viene junto a mí, y vamos por Matteo quien no duda en sacar su arma y apuntar a mi compañero, a quien le llega una bala en la pierna, pero no reacciona y continúa con su camino.

Nunca había visto a nadie resistir el dolor de un impacto de bala, pero lo ignoro mientras nos acercamos cada vez más al italiano.

Vladimir se hace a un lado y yo ataco con pasión a Matteo, desarmándolo y enterrando repetidas veces mi navaja en su piel, dejando un charco de sangre debajo de él. Este sigue luchando, a pesar de estar perdiendo mucha sangre. Lo bueno es que eso le hace perder fuerzas poco a poco.

Logra enterrar su arma en la herida ya antes abierta, lo que me hace chillar del dolor.

El ruso lo toma por la espalda sosteniendo sus brazos. El hombre es bastante grande y fuerte, por lo que D'angelo no logra escapar de él.

Con una sonrisa un poco perturbadora y la cara y manos ensangrentadas, me aproximo hasta el, haciéndolo frente y pasando mi arma blanca por su rostro. Su mirada está llena de odio.

— ¿Cómo era eso de que nunca te ganaríamos?

— Hagas lo que hagas conmigo, nada te traerá de vuelta a tu hermano, maldita....

Iba a decir algo más, pero antes lo golpee con todas mis fuerzas en la boca. Una mención más de mi hermano y hago arder el mundo entero.

— Me pregunto cómo se irá a ver mi estantería de trofeos con tu cabeza en ella.

Anderson se puso a mi lado, y al echar un breve vistazo hacia atrás, veo al hombre muerto, con la cara desfigurada. Ahí comprendí que Joseph estaba en la misma línea que yo, y que él comprendía más que nadie lo que estaba por hacer. Y me ayudaría sin rechistar.

Encajé mi cuchilla en uno de los azules ojos del italiano, lo que lo hizo gritar desesperadamente por el dolor. Disfrutaba haciendo esto.

Miro al capitán, quien tiene una sonrisa en los labios, y lo invito a jugar conmigo a este divertido juego de asesinato.

Joseph saca el arma del ojo del italiano y con la punta de esta hace un corte profundo en la mandíbula del hombre. Así seguimos, hasta que ya no tuvo fuerzas para decir ni pio. Lo dejamos en el suelo estirado, y Novikov me da un machete que él traía por si hacía falta. Y vaya que me servirá.

— ¿Últimas palabras?

Hizo un ruido inentendible, que me causó mucha gracia. Tanto yo como mis compañeros comenzamos a reír por el estado del hombre. Efectivamente me he vuelto completamente loca.

— Pues, te has equivocado.

Alzo el machete y lo bajo con fuerza, haciendo un corte limpio en su cuello, separando su cabeza del cuerpo. al fin he eliminado de este mundo a quien atormentaba mi vida, a quien me quitó una de las personas más importantes para mí.

Por fin le hice justicia a Brian, mi lindo y querido hermano. A quien nunca voy a olvidar, pero a quien ahora dejaré descansar en paz, porque su muerte no será en vano. Porque él no se habrá sacrificado por nada. Porque ahora encerraré a todos los malditos que vinieron con él, y poco a poco acabaré con la organización a la que él pertenecía.

¿O será mejor descansar ya de esto? Ya he destruido a quien me destruyó, ahora solo debería disfrutar de la felicidad que esto debería brindarme.

Quito la vista del cuerpo muerto del italiano y veo esos hermosos ojos azules que me enamoraron. Estos ojos brillaban con lágrimas que su dueño no dejaba salir. Hago a mis hombres salir del lugar, y Anderson logra entender lo que sucede, pero no dice nada y lo agradezco internamente.

Frente a mí se encuentra el hombre al que amo. Él, por su parte, mira el cuerpo sin vida de quien era su hermano.

¿Me arrepiento de haberlo matado? Por supuesto que no ¿Me duele ver a Andrew así? Claro, pero eso no quita la felicidad que me inunda por quitarle la vida a ese asqueroso ser humano.

— Te perdono porque mi corazón te pertenece. Soy esclavo de mis sentimientos hacia ti, y no me arrepiento de sentir lo que siento. Si estar contigo significa perder a quienes amo, lo acepto.

— Solo hago justicia por los míos. Te amo, tanto como tú me amas a mí, pero no me importaría matar a Matteo una y mil veces si eso significa vengar la muerte de mi hermano. Ahora vete, escóndete. No debes ser visto por la fuerza militar porque te encerrarán si lo hacen.

Mientras veo como se marcha el hombre que amo, pienso en todo lo que pasará cuando vuelva a la base. Todo lo que debo charlar con Anderson, con mis mejores amigos.

Lo que debo decirle a Alexander, como confesarle todo lo que he estado guardando para mi todo estos día.

Tomé una decisión, una que cambiará por completo mi vida. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro