Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10: Miedo

05 febrero 2024

Ha pasado un mes desde aquel día que mejoró nuestras vidas. He vivido lindos momentos con Nickolas, aunque, algo cambió dentro de mí, ya nada era igual. Ya no sentía un amor irracional hacia él, pero seguía sintiendo cariño, y me aferraría a ello.

Al fin puedo disfrutar de mi familia y amigos; estoy consciente de que pronto habrá un ataque por parte de los miembros de la cosa nostra por tener cautivo a su líder y parte importante de la organización. Pronto esta paz acabará, y tendremos que afrontar las consecuencias de nuestros actos.

Los entrenamientos ahora son más intensos, más duraderos, arduos. No es menos a lo que nos enfrentaremos y es por eso que debemos estar alerta.

Lo que más he disfrutado de estos días es poder torturar a Matteo, si bien el acto no es legal, pero se lo merece; esto quedará como un recuerdo en nuestra central. Por su parte, mi novio se dedica a torturas al capo, porque no soy capaz de darle cara luego de engañarlo sabiendo que él comenzaba a tener sentimientos por mí.

Y no es que sienta algo por él, para nada, es solo que no soy una mala persona. Lo sigo odiando con mi vida solo por ser un D'angelo, pero fue suficiente con romper su corazón.

Hoy es cinco de febrero del 2024, y eso solo significa una cosa, habrá mucha fiesta y alcohol. Es el cumpleaños número veintiocho de Jamie, y obviamente no dejaremos pasar el penúltimo año que le queda como veinteañero; nos mataría si no hacemos una megafiesta.

Es por eso que con Alice preparamos una enorme sorpresa para nuestro querido chico. Quedamos en juntarnos en el aeropuerto a las 08:00 am. Él no está enterado de nuestro destino, pero de seguro que le va a encantar.

En mi maleta llevo lo necesario para destacar esta noche, y junto a mí, viene mi hermana que hace un rato ya es parte de nuestro grupo de amigos. Cuando ya estamos esperando la llamada de nuestro vuelo, Jamie sigue insistiendo en querer saber dónde será que lo llevaremos a celebrar. Procuro mantener callada a Jane, a quien le encanta desperdigar la información como si nada.

Cuando se anuncia la pronta partida del avión a Las Vegas y comenzamos a tomar nuestras cosas, Jamie casi llora de alegría. Siempre ha deseado celebrar su cumpleaños en las vegas, pero cada año sale una nueva misión justo en estas fechas, y se nos hacía imposible llevar a cabo el viaje. Este año le rogué al general que nos diera unos días, y como la última misión fue un éxito, no dudó en dárnoslo como nuestra recompensa por el esfuerzo y la dedicación que le dimos a la operación.

El viaje sería largo, por lo que me compré un nuevo libro para disfrutar durante el vuelo. Lamentablemente mi trabajo me impide hacer ciertas cosas que amo, ya que el tiempo no alcanza y luego de un largo día de entrenamiento y papeleo lo único que deseas es dormir y descansar. Pero en estas ocasiones aprovecho para hacer esas cosas que no puedo hacer en mi diario vivir, como lo es leer.

Llegamos a nuestro destino e inmediatamente nos dirigimos a nuestro hotel para poder alistarnos para esta maravillosa noche. La temperatura es un poco baja en estas fechas, pero aun así sabemos que dentro de cualquier club o casino habrá un calor infernal.

Mientras veníamos al hotel hice una llamada para arrendar un auto, y me avisan que el coche ya está fuera del edificio, por lo que bajo tal como estoy y recibo la información que me da el encargado. El lujoso carro es un Porsche 911 color blanco; bellísimo.

Subo nuevamente a la habitación y veo que Alice ya está completamente maquillada, y luce guapísima. Mientras que Jane se ha puesto su vestido, pero aún no se maquilla, y Jamie ya va con su "outfit mata nenas" como él lo llama, que consiste en un traje hecho a medida, sin corbata y con los tres primeros botones de la camisa abiertos. Simple, pero efectivo.

Jane me dice que me vista para poder maquillarme, y es que yo ya me había duchado antes de bajar a recibir el coche, y sí, el muchacho que lo trajo me vio en bata de baño.

Me pongo mi vestido blanco con diamantes, es corto y no tiene tirantes. En mis pies pongo unos tacones plateados altos y grandes. Mi cabello sigue negro, y de verdad que me molesta haberlo teñido con lo fácil que es usar peluca. Jane me maquilla de una manera muy hermosa, en mis ojos no hizo mucho para que destaque el color de estos, mientras que en los labios me puso un rojo intenso que me luce bastante bien con este color de cabello.

Cuando terminó conmigo, mi hermana comenzó el proceso de auto maquillado, mientras que nosotros terminábamos los últimos detalles de nuestros outfits, y decidíamos los lugares que nos gustaría visitar en esta noche; si es que llegamos a estar lo suficientemente sobrios como para acordarnos.

Ya listos nos montamos en el Porsche y conduzco. Esta fría la noche, pero aun así disfrutamos de este descapotable; la música a todo volumen y nosotros cantando como si de eso dependiera nuestra visa.

Nada podría arruinar esta noche.

Llegamos a un casino lujoso, mucha gente entra y sale del lugar. Jamie se ve bastante emocionado, y me hace feliz que le esté gustando de este miniviaje. Entramos al lugar y todo es impresionante, bello; me siento como en casa.

Se que no debería, pero me empezó a gustar eso de practicar y ser cantante en casinos y clubes de lujo. En cierta parte me gustó ser Destiny; me gustaría serlo nuevamente, al menos por una última vez.

— ¿Listas para vivir la mejor noche de sus vidas? —mi mejor amigo nos abrazó a las tres.

— Estoy más que lista.

— Cariño, yo nací lista —dijo Alice guiñándole un ojo al moreno.

— Contigo a todo y con todo, amore mio —el italiano se me viene a la mente cuando volví a hablar en su idioma después de un mes entero.

Ese loco me ha dañado la cabeza, definitivamente. Ni siquiera hablar en italiano puedo ahora, porque si lo hago su rostro vuelve a mi memoria y me hace perder el rumbo de lo que hago.

Nos adentramos al mundo que hay en estos lugares, y es que es otra vida. Vamos al bar y pedimos algo suave para comenzar. La sala de baile está cerca, por lo que nos dirigimos hasta ahí para hacer lo que más nos gusta; llamar la atención.

Alice y Jamie bailan bien pegados, mientras que Jane y yo les imitamos. La gente se nos queda viendo, y es que es inevitable que posen sus miradas sobre nosotros; a pesar de no ser los únicos con prendas tan hermosas, somos los que más nos hacemos notar. Con nuestros movimientos, con nuestra gracia, con nuestro carisma.

Un par de copas más y me encuentro sobre el escenario mientras que una jovencita me presenta como Destiny. Comienza a sonar una canción que logro reconocer en seguida, y no dudo en cantar como siempre lo hago. La confianza nunca desaparece de mi organismo, mucho menos con alcohol en él.

I put a spell on you es la canción que me encuentro cantando en estos instantes. Una canción para nada preparada, pero que siempre me ha gustado cantar cuando me encuentro sola en casa. Incluso el tiempo que estuvo Andrew en el departamento, la cantaba y él era mi única audiencia; el siempre disfrutaba oírme cantar.

Pienso en el italiano cuando sale cada palabra de esta canción, y eso de alguna forma hace que me salga impresionante. Nunca antes había logrado ciertos juegos en la entonación que ahora estoy logrando. Y tal vez sea a causa del alcohol, pero le amerito este maravilloso espectáculo a Andrew D'angelo.

Pasan las horas, y nuestras copas nunca están vacías. Ni siquiera estoy segura de qué hora es realmente, pero es lo de menos. Abordamos el coche que arrendamos y vamos a un lugar bastante escondido y que parece misterioso.

Por lo que escuchamos en el casino, este es un bar latino, en donde la música y los tragos son mejores que en cualquier otro lugar aquí en Las Vegas. Inmediatamente le preguntamos a estas personas si sabían cómo llegar, y ellos nos dieron indicaciones que esperamos haber seguido al pie de la letra.

Y tenían razón, este lugar es otra cosa muy distinta a lo que estamos acostumbrados. La música es mucho más bailable, el ambiente, aunque un poco peligroso es bastante acogedor. Toco mi muslo para verificar que aun cargo mi navaja. Nunca sabes cuando la tendrás que utilizar.

Mientras bailamos veo algo que me deja más eufórica de lo que ya estaba; Alice y Jamie se estaban besando. Dios, cuanto espere por ver esto.

Con Jane nos quedamos mirando boquiabiertas y luego nos reímos para seguir bailando y bebiendo. Esta noche estaba siendo una de las mejores en nuestras vidas, tal y como lo había dicho mi mejor amigo y casi hermano.

Siento mi móvil vibrar y lo ignoro, este es el cumpleaños de una de mis personas más importantes, y no dejaré que nada interrumpa nuestros momentos juntos aquí en la ciudad del pecado.

Jamie toma mis manos y baila conmigo una canción muy movida, nuestros pasos lo menos coordinados posible y nuestra risa haciéndose notar en todo nuestro espacio. Mi teléfono vuelve a vibrar, por lo que lo tomo de mi bolsa para poder apagarlo, pero el nombre que aparece en mi pantalla me llena de preocupación.

Como si fuera por arte de magia, el alcohol desaparece de mi organismo y salgo rápidamente del club nocturno. Atiendo la llamada de mi general esperando que solo esté preocupado por nuestra vida y que nada malo haya pasado en nuestra ausencia.

— Aquí, capitana Trembley ¿todo en orden, mi general?

— Leah, escaparon.

Mi cuerpo se congelo y no exactamente por el maldito frio que había fuera del bar. Matteo D'angelo había escapado de su cueva y probablemente vendría por mí para hacerme pagar por todo lo que le hice estando encerrado. El maldito fue lo suficientemente fuerte mentalmente como para convertir todo eso en más odio hacia mí, y no caer en el trauma mental en el que cualquiera hubiera caído.

— general, envíe el helicóptero. Hoy mismo volvemos a Londres.

Colgué y fui rápidamente en busca de mis amigos. No los veía por ningún lado y eso me desesperaba ¿Cómo pudieron haber desaparecido tan rápido? Salgo nuevamente para intentar llamarlos a sus teléfonos, pero ninguno responde. Cuando intento entrar nuevamente ellos aparecen en mi campo de visión; estaban buscándome.

— Hermana, ¿Qué sucede?

— Los italianos han escapado.

════ ⋆★⋆ ════

Aterrizamos en Londres y corrimos a nuestras habitaciones de la base para ponernos nuestro uniforme. En cuanto estuvimos listo nos formamos con los demás soldados y escuchamos las instrucciones del general. El capitán Anderson se encontraba junto a él.

Con instrucciones dadas nos montamos en los coches policiales y, a toda velocidad, nos fuimos tras el primer soldado que fue enviado tras los fugitivos; Nickolas.

Los demás soldados tuvieron que esperarnos, pero mi novio junto a un par de compañeros no dejaría que los italianos se nos fueran del todo de las manos.

Iba junto a Joseph y Jamie en uno de los coches; el capitán iba a toda velocidad mientras que yo iba de copiloto y mi mejor amigo en la parte trasera del carro. Veo esta persecución un tanto en vano, ellos escaparon hace horas, nuestro vuelo no fue el más rápido del mundo y creo que no alcanzaremos a hacer nada.

Aun así, debo seguir las ordenes de mi superior y callar, aunque no me parezca lo correcto. Espero que Nick los haya detenido y que al menos tengamos tiempo de actuar.

— coronel, la capitana Trembley al habla; requerimos información sobre la ubicación de los fugitivos.

— Hasta que apareces, Leah. Te necesitábamos aquí y tú no estabas ¿dimensionas lo grande que fue tu error?

— ¿Perdona? Yo estaba en unas vacaciones más que merecidas por tener que aguantar dormir en la misma casa que el enemigo con el miedo de que descubra mi identidad y me mate. Estuve a nada de ser atacada, y si no fuera por Anderson yo no estaría hablando contigo ahora mismo y estarías llorando en un cementerio y no por una radio como un idiota que no sabe hacer bien su trabajo. ¿Qué hacías cuando estos malditos lograron escapar de sus celdas de alta seguridad?

— Ya que no estabas aquí no sabes todo lo que hicimos antes de que lograran salir de la base, pero eso nunca te importa, solo piensas en tus sacrificios y nunca en el de los demás. Pregúntale a Anderson que le pasó en la pierna.

Por primera vez en estas horas veo que Joseph tiene el pantalón ensangrentado. Lo miro, pero el sigue con la vista al frente, su semblante cada vez más serio; se notaba el enfado en sus facciones.

Me mantuve unos segundos en silencio analizando todo. No sé por qué fui tan estúpida al pensar que se les habían escapado fácilmente. Estaban encerrados en unas celdas más que seguras y protegidas por muchos soldados; estaban los mejores de la FEMI resguardando el lugar, el perímetro, las cámaras.

— ¿ahora si entiendes el nivel de este ataque? O es que tengo que explicarte cosa por cosa cada vez que suceda algo parecido.

— Cierra la puta boca y escúchame —Anderson fue quien le respondió ahora. Todos habían estado escuchando nuestra discusión por sus audífonos—. Da igual si Leah dejó de lado nuestro trabajo, que es más que nada el que estamos obligados a hacer porque nosotros decidimos meternos en esta mierda. Necesito que te centres en lo que realmente importa y me digas donde estas tú y donde están los imbéciles que se nos escaparon.

Mi novio bufó como un animal y nos indica donde esta, enviándonos su ubicación la cual seguimos por el GPS del coche. Los italianos están a solo unos kilómetros más adelante, y uno de los carros está disparando a diestra y siniestra intentando darle a Nickolas.

— Si vamos por este camino podremos alcanzar más rápido al coronel.

Hacemos caso al consejo del teniente Smith y Joseph conduce por este atajo a toda velocidad. Vemos el coche policial en el que va Nick, y logramos divisar los coches de la cosa nostra. Nos situamos junto a los otros soldados y cubrimos a nuestros compañeros disparando nuestras armas contra los enemigos.

Hace años que no estaba en una persecución así; desde que asesiné a aquel chico. Justamente persiguiendo a los mismos hombres que seguimos ahora.

A Andrew no le costaba nada cooperar si tanto decía amarme. Schiavo per amore, si claro. Él nunca sería esclavo de nadie, y mucho menos por amor, maldito psicópata. Los odio demasiado, a los d'angelo, a los Rinaldi. El único que se salva un poco de mi odio es Lombardi, quien no solo me salvó la vida una vez, sino dos. Pero aun así nunca olvidaré que él fue quien enveneno a mi hermano mayor. A mi querido Brian.

De la nada uno de los coches negros de los italianos se frena, y de este emerge la pelirroja. Hago que Anderson detenga el auto. La sacrificaron para ganar tiempo.

Esta mujer tiene muy buen expediente y gran potencial, además de practicar todo tipo de combate cuerpo a cuerpo, es bastante buena con las armas blancas y también con las de fuego.

— Alto al fuego —les ordeno a todos a través del radio—. De ella me encargo yo.

Bajo rápidamente del único lugar que me mantenía medianamente segura y me aproximo hasta Deianara, quien no duda en comenzar con este enfrentamiento que realmente no sé cómo terminará. No conozco sus movimientos, pero tengo cierta ventaja, ya que ella tampoco conoce los míos.

Detrás de la chica Rinaldi aparece su hermano, y gracias a dios que Anderson y Jamie decidieron no irse tras los demás y se quedaron conmigo.

Ellos luchaban contra Alessandro, quien no mostraba nada de piedad al enfrentarse a dos militares. Tenía buena técnica, era jodidamente bueno.

La pelirroja arremete contra mí, pero no me dejo intimidar, saco una de mis navajas y cuando ella intenta acercarse nuevamente le doy una patada en el estómago lanzándola al piso. Rápidamente se pone de pie con una sonrisa en los labios.

Trato frenar su ataque, pero de todas formas logra dañar mi brazo con un corte poco profundo. Guio mi navaja hacia su rostro logrando dejar un corte en su pómulo izquierdo. La pelea dura unos cuantos minutos, en donde ninguna de las dos quiere rendirse, y ninguna deja de luchar con todas las fuerzas. Es una buena oponente para ser sincera, y me divierte tener este tipo de acción finalmente. De todos modos, entrego el cien por ciento y logro derribarla dejando mi bota sobre su cuello presionando este, mientras que con mi otra extremidad flexionada me ubico sobre sus piernas y con una mano sostengo sus muñecas; con la otra tomo mi glock y la apunto en su frete.

Su hermano cuando ve la escena deja de luchar logrando que mis compañeros lo atrapen, pero estos también bajan un poco la guardia.

— ¿Qué pasa, Alessandro? ¿Ti dà fastidio vederla così? —me rio en su cara mientras deslizo el arma por la cara de Deianara, jugando con el miedo que intenta no demostrar pero que sus ojos no logran ocultar.

Las ganas de asesinarla aquí mismo hacen que mi sonrisa se vuelva sádica, dejo de ser la tierna Leah y me convierto en aquella mujer que quiere que el mundo arda para su propia satisfacción.

— ¿No te gustaría ver cómo le vuelo los sesos a tu querida hermanita?

A la aludida se le escapan un par de lágrimas, pero está entrenada en la misma institución que yo, y se mantendrá firme hasta el final, sin dejarse intimidar. Sin miedo a la muerte.

Miro a Jamie que me mira un tanto triste, conoce todas mis facetas y sé que esta es la que menos le gusta. Cuando miro al otro lado del italiano, Joseph tiene la misma mirada que yo. También desea asesinar a cualquiera de estos enfermos.

El capitán y yo tenemos muchas diferencias en nuestra mentalidad, pero personalmente siento que tenemos mucho en común. Muchos deseos de acabar con el mundo mientras que solo nosotros podamos vivir en paz. Él nunca me va a ayudar porque sienta algún tipo de cariño hacia mí, él lo hará porque también ama ensuciarse las manos de vez en cuando. Estar en lo profundo de este abismo y poder salir ilesos por nuestra posición.

No es lo más ético, pero dime algo, si los presidentes, las autoridades y todos los mandatarios de cada país pueden esconder sus "errores" gracias a su dinero y puesto social ¿Por qué nosotros no? De todos modos, nosotros lo hacemos por el bien de nuestra sociedad. Que mejor que asesinar a aquellos que atentan contra la vida de muchos civiles e inocentes.

Un carro se aproxima a nosotros y por la ventana trasera un fusil de asalto se dispara e impacta en el hombro del capitán Anderson, quien cae sosteniendo el área herida. Jamie dispara contra el coche, pero no logra hacer eso y detener a Alessandro Rinaldi, quien corre hacia el coche y se sube en este rápidamente. Su hermana no logra salvarse porque la levanto y la uso de escudo para llegar hasta Joseph. Sin ninguna intención de esperar a la pelirroja el auto se va rápidamente.

Esposo a Deianara y la meto en el carro en el que veníamos, Jamie se sube junto a ella sin dejar de apuntar su arma en su cabeza en ningún momento.

Reviso el hombro del capitán y le doy parte de mi uniforme para que haga presión en la herida. La bala quedo dentro, por lo que debo llevarlo rápidamente al hospital militar. Se sienta en el lado del copiloto y yo conduzco lo más rápido que puedo para poder llegar a nuestro destino.

Hablo con el coronel y con el general informando lo sucedido. Nickolas nos informa que perdieron a los italianos y que también tiene un par de soldados heridos. Alice para nuestra suerte se encuentra bien, ella es la mejor con el armamento, y conoce cada estrategia. En combate también es una de las mejores, así que logro salir ilesa.

Golpeo el volante frustrada. Nada de esto tenía que haber pasado, ahora estoy en un grave peligro. Esos imbéciles me perseguirán, me atraparan y me torturaran hasta que no quede nada de mí; estoy segura de eso.

Espero que como institución logremos recuperarnos de esta desgracia.

Y juro por mi vida que, si los vuelvo a encontrar, los mato. Sin esperar ninguna orden de mis superiores, sin importarme si eso me condena.

No dejaré con vida a ninguno de los que han arruinado la mía. 





Hola, lectores ¿cómo están? espero que este capítulo haya sido de su agrado. Como muchos saben este es el último capítulo de la primera parte. La segunda parte consta de siete capítulos, un epilogo y dos extras.

¿Qué les parecen los personajes hasta el momento?

¿Qué creen que sucederá ahora que los hermanos D'angelo escaparon? 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro