Por más que traté de luchar, perdí en el intento, salir huyendo no era una opción. Corrí aún así, no logré salir y de nuevo caí, caí en sus encantos como abeja a la miel .

Y cómo no hacerlo, si su cabello azabache cayendo hasta la punta de su cuello y subiendo hasta sus cejas hasta llegar a sus expresivos ojos derritieron algo de mi ser que no existía.

Y sus ojos, oh, sus ojos. Caí en ellos como delfín al agua. Me sumergí en ellos como si fuera lo más preciado que nunca tuve en mi vida; el mar galáctico de sus pupilas se dilataban al ver la luz que corre por sus venas, abriéndome paso para ser su única espectadora.

Navego en ellos observando cada estrella que a su paso encuentro, esas que iluminan recónditos lugares que ni tú mismo conoces, llenando de  vida a tu magnífico ser e iluminando tu alma por completo. Sus ojos, oh, sus ojos, esa constelación inédita que acredita su mirada.

-Anónimo-

                                                       ~Katsu~♡