23.

Mayo.

Jungkook despertó al sentir un picor en su mejilla derecha, miro a su alrededor al identificar aquel parque de Corea del Sur, miro detrás de él a unos metros a Taehyung dormido tranquilamente, Jungkook se colocó de pie y camino hasta su esposo, se agacho y lo empezó a mover hasta que el castaño reacciono un poco cansado, el castaño miro a su alrededor y después un poco confundido miro a Jungkook.

—Hemos despertado en este parque otra vez. —Susurro Taehyung mientras se colocaba de pie del pasto.

—Si al parecer si, vamos, levantémonos de aquí, tenemos que resguardarnos de la posible lluvia que caerá. —Jungkook dijo y Taehyung se colocó de pie para seguirlo.

Ambos se resguardaron bajo un Quiosco y unos minutos después notaron la lluvia caer fuertemente.

—Ha pasado un tiempo desde que no hemos soñado con este lugar. —Dijo Jungkook y Taehyung negó.

—Yo sí, algunas veces tenía la necesidad de recordar cosas y la mayoría las recordaba en este lugar, no sé lo que signifique, pero me gusta, me gusta mucho este parque. —Dijo y Jungkook sonrió.

—Es bueno saber que te gusta, debes de saber que este lugar fue donde comenzó todo, mi estrés estando en un hospital y tu como maestro a lo lejos de mí. —Susurro Jungkook y Taehyung tomo su mano.

—¿Qué paso con mi plaza de maestro? —Pregunto curioso y Jungkook lo miro con una ligera sonrisa.

—Se le informo a la escuela el accidente, al parecer se enteraron también por las noticias que corrieron como agua, Namjoon y Zelo se encargaron de reportar aquello y la escuela los dio de baja temporal como maestros para que pudieran sobrellevar esto después de salir del accidente. —Comento y Taehyung asintió conforme con aquella respuesta.

—¿Qué pasara ahora? Digo, tengo una plaza de maestro que deje abandonada en Daegu y ahora resulta que aparece una desconocida con la noticia de que soy millonario por una herencia de mi padre que jamás se me fue entregada. —Dijo no con molestia, más bien con diversión.

—Bueno eso sí, pero lo que tu decidas yo te apoyare Taehyung, te apoyare hasta el final, si tú decides seguir con tu plaza en Daegu, igual te apoyare. —Susurro el azabache y apretó la mano del castaño en símbolo de apoyo.

Taehyung sonrió y miro la lluvia caer en aquel lugar, jalo la mano de Jungkook para llevarlo bajo la lluvia. Jungkook sintió el agua fría colarse entre sus ropas y erizar su piel ante aquello, Taehyung sonrió mientras brincaba y daba vueltas.

Y como si aquella escena fuera en cámara lenta ante los ojos de Jungkook, ahí justo ahí, en donde Taehyung sonreía libremente, dejándose abrazar por la lluvia, por el momento y por los recuerdos supo que su chico recordaría todo y que no importaba lo que tardara, Jungkook se enamoraría de todas las versiones que Taehyung pudiera darle, porque tal vez toco fondo, pero no solo.

Detuvo a Taehyung de sus brincos y vueltas y lo beso tomando por sorpresa al chico, Taehyung paso sus manos por detrás del cuello de Jungkook para profundizar el beso, se separaron y juntaron sus frentes con unas grandes sonrisas acompañándolos.

Empezaron a bailar lentamente, al compás de una melodía en sus cabezas, cual príncipes amándose en secreto cuando había demasiadas princesas.

Sus miradas siempre irían a donde sus corazones dijeran.

Claro, ahí siempre será.