XXIII
-El acceso está prohibido, ¿Cómo entraste aquí?
El menor se sintió intimidado por la dura mirada de su contrario, quien ante la falta de respuesta se cruzó de brazos
-Te hice una pregunta.
El pelirrojo apartó la mirada y se abstuvo de responder, al ver que no hablaría el muchacho rodó los ojos e intentó tomarlo del hombro para llevarlo afuera, mientras este forcejeaba
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Capítulo XXIII
⸙ ⸙ ⸙
-Ugh... ¡Suéltame!
-Puedo suponer cómo entraste a este lugar y déjame decirte que esos túneles están abandonados por una razón.-Lo soltó una vez que ambos estuvieron en un largo corredor lleno de ventanas. Acto seguido volvió a dirigirse a él de brazos cruzados.- Están llenos de arañas y son tan amplios que es fácil para un niño como tú perderse y no volver a ser visto.
-¿Qué te hace pensar que entré por esos "túneles"?
Fingió demencia. El peliblanco chistó
-Hay solo dos formas de entrar aquí, y una de ellas es pasando a nuestro vigilante.
El menor gruñó
-Además, los niños comunes nunca se han metido a ese lugar. Por ninguna de sus entradas.-Añadió.-¿Cómo podrías saber que existen y además de no perderte, llegar aquí en una pieza?
-Uh...
-¡Oliver! La música ha-... ¿Quién es él?
De pronto una tercera presencia apareció en aquel corredor, una chica de cabello azulado recogido en dos coletas, que además usaba gafas, los miró con curiosidad antes de acercarse a su compañero
Su compañera se ajustó las gafas y lo miró de pies a cabeza de forma ajena y un tanto seria
-No es un rostro familiar, puedo jurar que no estaba entre los chicos nuevos, además...-Ella se fijó en el aspecto de su ropa y cara.-No sabemos de dónde vino ni cuánto tiempo ha estado yendo y viniendo por los túneles.-Volvió a mirar a su compañero.-No podemos dejarlo ir hasta tener respuestas. Lo mejor será custodiarlo por un rato hasta que se calmen las cosas afuera y podamos interrogarlo debidamente.
Oliver nuevamente se giró hacia él y llevó una mano a su espalda, el menor reaccionó por instinto, pero el muchacho lo ignoró y luego lo condujo hacia la puerta donde un chico grande, musculoso, robusto y de aspecto intimidante esperaba
-Adam, necesito que lo vigiles por un rato. Le diré después a Nigel y a Violet para que lo lleven a otra habitación.
El menor miró de reojo la imponente figura del muchacho, perdiendo vagamente las esperanzas de que escapar fuese sencillo, entonces el chico de antes y su compañera cruzaron las puertas. Tahiel se sentó sobre el suelo, frustrado y quieto. Aquel lugar podía proporcionarle información a las respuestas que buscaba, pero no podía continuar su búsqueda, ni reencontrarse con Emma y el otro niño si estaba retenido en ese lugar
Aunque... en cierta forma, era curioso
"Acceso restringido; niños que no pueden entrar; un vigilante; un cuarto lleno de armas...", recuentó mentalmente
Si sus suposiciones no eran incorrectas, en ese lugar se debían resguardar los otros chicos que sabían la verdad sobre la villa y los demonios; de esa forma el acceso está permitido solo a los miembros de dicho grupo. Y naturalmente él, sería considerado un intruso
Un intruso que puede escapar con información valiosa que no quieren que los otros sepan
"¡Entonces ellos encontraron este lugar y descubrieron toda la información que dejó ese hombre!", pensó, golpeando el puño en la palma de su mano contraria. Y ganándose una mirada curiosa por parte de su guardia
Entonces, si les decía que él también poseía información valiosa, ambas partes podrían hacer un intercambio, todo lo que él sabía, por todo lo que ellos sabían
La idea lo sedujo a un punto en el que se consideró a si mismo en una posición ventajosa ya que poseía un diario lleno de información de ese hombre y conocía muchas de las debilidades de Goldy Pond, no en detalles específicos, pero estaba en una muy buena ventaja por sobre los otros niños
Sin embargo... la música había marcado el final de la cacería como dijo esa chica, lo que quiere decir que seguramente Emma y ese chico lo estarían buscando. Mejor para él, cuando el chico aclarase el malentendido dejaría de ser visto como un intruso y junto con Emma ambos podrían...
No tuvo tiempo suficiente de calcular todos los detalles cuando la puerta se abrió y un chico bastante familiar apareció, yendo directamente a él tan pronto como lo vio. El muchacho se puso de pie, pero fue en vano ya que una inesperada bofetada lo volvió a hacer perder el equilibrio
-¿¡Eres idiota!? ¡Te estuve buscando todo el maldito día junto a esa chica!
Tahiel casi pudo jurar que su cerebro aún estaba aturdido por la bofetada, ya que creía haber oído la voz de una chica en vez de un chico. Nuevamente se puso de pie sosteniéndose la cabeza
-¿¡Tienes una idea del susto que me diste!?
No era una ilusión, de verdad sonaba como una chica. Por un momento quiso preguntar en voz alta, pero inmediatamente temió recibir otra bofetada
-¿No vas a decir nada?
-Ah-...
-¡Olvídalo, mejor no digas nada!
Dio la vuelta y caminó hacia la salida donde un chico de gorro y googles apareció, cargando una enorme caja de cartón, junto a un chico moreno
-Una porque me arrastra al peligro, el otro porque me da un infarto...-Refunfuño.-Ustedes encárguense. Voy por la otra.
Los dos muchachos se miraron sin entender nada y luego cruzaron la puerta. A diferencia de los primeros chicos que vio al entrar a ese lugar; sorprendentemente un chico con una enorme cicatriz en medio de su rostro y otro sujetando una enorme caja con un arma colgando de su espalda, fueron mucho menos intimidantes que los demás. De hecho solo le pasaron por un lado y el de la cicatriz le tendió la mano para levantarse
-Andando.
Sin dudarlo, el menor se puso de pie
⸙ ⸙ ⸙
-Déjame ver si entendí. Es tu primera vez aquí, vienes del exterior junto a la otra chica; Nunca has estado en Goldy Pond, y en tu primer día sabes de la existencia de los túneles subterráneos y cómo llegar aquí, ¿Sin perderte?
El menor asintió repetidas veces, el chico del gorro dejó lo que hacía para verlo
-Si... Me es difícil de creer.
-¡Es la verdad! Tengo como probarlo.
-Claro, sorpréndeme.-Chistó, volviendo a lo que hacía
El menor sacó de su chamarra el cuaderno desgastado y luego miró dudosamente al contrario
-Pero a cambio de mi secreto, debes saber que este cuaderno es únicamente de mi propiedad y nadie más puede tocarlo, ¿Entendido?
El chico inquirió una ceja
-No vamos a tratar de quitártelo.-Habló su compañero de la cicatriz, cruzado de brazos, como si nada
-Conste.-Aclaró el menor, antes de abrirlo y buscar la página de antes, para ponerlo sobre la mesa y señalar con su dedo.-Aquí, justo aquí.
Nigel se acercó al cuaderno con curiosidad para leer y en cuestión de segundos algo captó su atención
-Abril, 23. Año... ¿2034?
Su compañero también se acercó y una a una el niño fue pasando las páginas
-Este diario, fue escrito por la persona que construyó los túneles, hace mucho tiempo. No habla a detalle sobre el proceso de construcción porque de hecho él mismo tuvo que darle este libro a alguien más, pero como pueden ver; aquí está el primer boceto de los túneles subterráneos de Goldy Pond.
El pelirrojo se cruzó de brazos, teniendo ambos codos sobre la mesa, y miró a los dos chicos con algo de sabiondéz. En cambio los dos muchachos miraron al niño por largos segundos, hasta que finalmente uno de ellos habló
-¿Año 2034?
-Así es.
-Iré por Oliver.
⸙ ⸙ ⸙
-¿¡Dónde está!?
Una chica rubia, que llevaba un gorro tejido lleno de parches se acercó a él energéticamente tan pronto como cruzó la puerta y lo vió sentado junto al chico del gorro y los goggles. Sin pensarlo lo tomó de las mejillas y sonrió ampliamente, incrédula
-No puede ser cierto.
El de los goggles sonrió.
-Aparentemente lo es.
Respondió su compañero. Tahiel no alcanzó a comprender su extraño comportamiento. Poco después un chico de cabello rizo y verde se sumó, igual de incrédulo cuando lo vió
Aunque el pelirrojo sospechaba de su inexplicable desconcierto, ninguno de los tres le dijo nada al respecto. Ni ellos, ni todos los que se sumaron después
Al caer la tarde no hubo más señal de Emma o la otra chica, por lo que tuvo que quedarse en la sala de mandos hasta que poco a poco todos los demás integrantes del grupo fuesen llegando. Extrañamente para el más joven de todos ellos, el ambiente se sentía raro
Incluso Oliver quien a primera impresión no creyó que fuese amable en absoluto, mostró interés en la conversación sobre la libreta, pero más en saber cómo esta llegó a sus manos. Era evidente, que ellos sabían algo que él ignoraba, pero a su parecer, ellos eran tan selectivos con las preguntas que habían hecho hasta el momento, como él con las respuestas que les había dado
Algo que le llamó la atención fue que ellos ya sabían las cosas que él conocía a través del libro y lo que les fascinaba era escuchar cómo él mismo se los describía
Eventualmente la conversación llegó a un punto en que ellos respondieron fácilmente algunas de sus preguntas y le dieron parte de las respuestas que necesitaba
Una única vez, se sintió con el valor para preguntarles cómo sabían todo lo que él desconocía, a lo que no le dieron una respuesta precisa. Curiosamente, después de eso no volvieron a tocar el tema
Horas después, Emma y su compañera llegaron. Fue cuando las puertas se cerraron y una conversación incluso más interesante tuvo lugar
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