⸙ ⸙ ⸙

Derrumbado de rodillas, frente a todos los cadáveres y miembros esparcidos en todo su campo de visión, Lucas vió todo rastro de esperanza desaparecer en ese momento. Y de pie a tan solo unos metros de distancia, sin aliento ni la voluntad de poder moverse, estaba Yugo; apretando con fuerza los puños, sin saber que hacer, ambos se miraron. Uno estaba sobre el suelo, herido y con la incapacidad de levantarse, el otro estaba en shock, casi al borde de un colapso nervioso

Lucas intentó sostener su peso en ambas piernas, y poniendose forzosamente de pie con una pierna herida y su sangre congelada por el miedo y la amenaza latente de que no estarian solos por mucho tiempo; supo que su destino seria morir o arrastrar a Yugo con él

-¡Corre!

Farfulló a su compañero quien volteó y con una expresión aturdida y llena de negación, murmuró palabras que vagamente podía entender él mismo en el momento, ajeno al peligro que los rodeaba, caminó hacia Lucas e intentó convencerlo de lo contrario

-No... No voy a dejarte solo.

Lucas negó, siendo capaz de reconocer el miedo en su mirada oscura

-Si me llevas contigo, ambos moriremos. Y lo sabes.

Yugo tragó saliva, temblando de la impotencia, dudando de sus palabras y su propio juicio

-Yo te cubriré. Sal de este infierno y ve a un lugar lejos de aquí.

Lucas lo veía con impotencia disfrazada de determinación, él tampoco desearía estar en su lugar; con una pierna herida y poca movilidad, no llegaría muy lejos. Pero ambos sabían que en el fondo no había otra opción; era correr o morir. El miedo no era una opción

-Vete. No me hagas repetirlo dos veces.

Yugo gruñó con fuerza desde el fondo de su garganta, soltando la mano de su compañero al alejarse y mirarlo una última vez con amargura y remordimiento

-Confío en ti, vive por todos nosotros.

Lucas era consiente de que aquellas palabras eran dolorosas, pero estaba perdiendo demasiada sangre como para pensar claramente en ese momento. Lo último que supo de Yugo fué una respuesta que no alcanzó a escuchar cuando su visión se volvió borrosa y vió su silueta alejarse. Retomo el aliento y se lleno de fuerzas para moverse y correr en dirección contraria

⸙ ⸙ ⸙

Aún podía escuchar la música, aquella cacería aún no tenía fin. Miró al cielo, aquellos muros falsos que los encerraban en un lugar sin salida. Vagamente vió de reojo los cuerpos de sus hermanos y toda la sangre en su ropa; ahora se encontraba tendido en las fauces de un árbol, esperaba alerta cualquier ruido que delatara la presencia de aquel monstruo que sediento de euforia le arrebató una a una la vida de sus hermanos y ahora inconforme con haber desprendido uno de sus brazos para atormentarlo, se mantenía al asecho desde las sombras, esperando cazarlo y terminar con aquel juego macabro

Lucas vió vagamente una sombra acercarse y hacerse cada vez más grande, por lo que aceptó su destino sin luchar. Pensando que tuvo razón al quedarse y no detener a Yugo

Intentó forzosamente mantenerse consciente, pero todas sus fuerzas se habían agotado y para cuando sintió el peligro, todo a su alrededor se había vuelto borroso

⸙ ⸙ ⸙

Las fuertes punzadas de su cabeza lo mantuvieron consciente cuando sintió una respiración cercana a la suya, Lucas que no era completamente consciente de si mismo, sintió como su peso fué recostado con cuidado. Estaba perdiendo calor y tenía constantes escalofríos producto de la perdida de sangre

-Aguanta. Te lo pido, por favor.

Un par de manos húmedas rozaron su piel para soltar la camisa que lo cubría dejándolo desnudo y vulnerable, poco a poco sintió como cubrían y manipulaban su brazo, era una sensación molesta que no se detuvo hasta llegar a una de sus piernas

Lucas temblaba del frío, había perdido mucha sangre y ni siquiera era medianamente consciente de lo que pasaba. Cuando ya no sintió rastro de dolor la silueta desconocida lo apoyó contra su cuerpo para levantarlo y acomodar el lugar donde su cuerpo descanzaba

Lucas sintió el abrazo de las cobijas cálidas y cerró los ojos, cayendo inconsciente antes de que una mano desconocida apartara los mechones rojizos de su frente

-Por favor, aguanta. Serán solo unas horas.

Pidió la desconocida sombra en un murmullo suave, que se perdió en el silencio cuando él se quedó profundamente dormido

Con ella a su lado

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S c a r s.