Jungkook un joven tranquilo, con una vida llena de estrés, odia su trabajo, sus compañeros, su familia está lo ignora y no tiene mucha comunicación con ellos, harto de todos y todo, decidió buscar un lugar tranquilo y en paz alejado del mundo que lo rodea.

A su joven edad de 27 años, se siente abatido, frustrado por siempre hacer lo que los demás querían, incluso dándole gusto a sus padres en escoger una carrera que no quería, estudiando administración de empresas en lugar de música, pero al final así lo hizo, después de acabar, sus padres le buscaron un trabajo recomendado por sus conocidos.

Pero al final fue igual, siempre accedía a las peticiones de sus padres y hacia lo que ellos querían, pero harto de todo decidió tomar riendas de su vida y alejarse de ellos y renunciar al único trabajo que tenía, que gracias a su progreso y esfuerzo que tuvo en dicho trabajo, obtuvo buenos beneficios, ganando mucho dinero, siendo jefe de área, pero también con un estrés y cansancio inigualable. Ya que toda su joven vida siempre se dedicó a complacer a sus padres, siempre al pendiente de sus deberes como hijo y estudiante, sacando buenas notas, esforzándose demasiado.

Pero como dicen todo mundo tiene su límite y él llegó al suyo.

Así que simplemente explotó y decidió hacer algo por su propia cuenta, ser independiente y alejarse de todo aquel que le hiciera daño o le estresara.

Entonces el día que renuncio a su trabajo tomó sus cosas y busco en internet algún sitio para descansar. Valla sorpresa se encontró en buen momento lo habría hecho, pues justo eran las vacaciones de verano y todos los sitios que veía estaban llenos, hoteles de todo.

Se estaba resignando cuando por curiosidad vio en una página que rentaban habitaciones en una pensión alejada cerca del bosque.

Por curiosidad entro y vio la casa donde era, está era de dos pisos, rústica, color crema, algunos detalles en las ventanas y un balcón en la parte de arriba, la casa se hallaba a las afueras de la cuidad cerca del bosque, el costo era accesible así que Jungkook escribió la dirección y el número que marca la página y decidió emprender su viaje. Viaje que le costaría la vida y sin ningún retorno de vuelta, sin saberlo el mismo cavaria su propia tumba.

Cuando llego al lugar, este se veía sombrío y desolado, el taxista que lo había llevado, le recomendó salir antes de que algo malo le pasara, el joven ignoro el comentario del conductor y siguió su camino, justo cuando veía a su alrededor, escucho el rechinido de unos caballos a lo lejos y como cabalgaban, volteo llamándole la atención el ruido y en ese momento se llevó un susto pues los caballos se dirigían justo donde estaba el parado, aterrorizado grito de la impresión, pero el conductor que llevaba a los equinos, se detuvo a tiempo.

── ¡oiga, debería tener más cuidado! ── exclamo molesto y serio el castaño claro sacudiendo sus ropas.

El conductor no dijo nada, solo lo veía de pies a cabeza, entonces detrás de el en una carreta salió un hombre joven perlo oscuro y porte muy serio, el joven se asustó un momento y más cuando pronuncio su nombre, pues aquel hombre le daba miedo parecía la muerte por su aspecto serio y frio aparte de su ropa negra.

──jungkook── hablo firme y varonil el joven hombre.

──s-si── respondió nervioso.

──acompáñame── le ordeno, metiéndose en la carreta.

El joven no sabio que decir o hacer, miraba a todas partes y no veía rastro de nadie más, no podía pedir ayuda, hasta que nuevamente le hablo aquel hombre, sacándolo de sus pensamientos.

── ¡Entra! ── mando serio.

El joven agacho la cabeza tímido y corrió con sus maletas subiéndose a la carreta igualmente.

En el camino veía como el viento golpeaba las ramas secas de aquellos gigantescos árboles, estos se veían de un tono oscuro, decolorados, se veía que estaba llegando pronto el otoño, de cierta forma le gustaba el paisaje y tranquilidad, pero algo dentro de él, sentía incomodidad al estar cerca de aquel hombre, se miraba un poco mayor, pero seguía manteniéndose joven a su vista.

Entonces para romper la tensión decidió hablar.

──bueno por lo menos debo saber su nombre para saber con quién me relaciono o a donde me llevan── hablo tímido y nervioso el chico.

El otro hombre alzo su vista mirándolo fijamente, este lo escaneaba de pies a cabeza, alzo su vista y volteo al lado contario, sin decir nada.

──bueno si quiere no me diga── murmuro en voz baja el menor, haciendo un puchero y aferrándose a su equipaje.

Luego de unos minutos hablo el hombre.

── taehyung── respondió indiferente el hombre.

Jungkook volteo a verlo confuso.

── ¿eh? ── dijo.

── mi nombre es taehyung, soy dueño de la pensión donde te hospedaras── explico breve.

El joven suspiro tranquilo y comenzó a relajarse, por lo menos no era un secuestrador o algo así, aunque ya sabía su nombre y donde iba, algo dentro de él, le inquietaba, quizás era su frio semblante del hombre, ignorando sus instintos ambos siguieron el camino hacia la mansión.

Cuando llegaron al lugar, ambos bajaron y taehyung le extendió un juego de llaves le explico rápido para que era cada una de las llaves y le dio su número por si ocurría cualquier cosa, le dijo que la pensión seria solo para él, ya que nadie más se acercaba ahí por la lejanía, así que estaría él solo, jungkook se sorprendió por lo que le dijo, también le dio un breve recorrido por la mansión mostrándole cada una de las habitaciones, pero en especial le indico, mas bien le exigió que por nada del mundo se acercara al segundo piso a la habitación del fondo.

──¿Por qué no?── pregunto con curiosidad.

──porque guardamos reliquias familiares, solo eso── evito el contacto taehyung y siguió su camino.

Jungkook le daba curiosidad, pero dejo de insistir.

──hasta aquí mi trabajo, cualquier cosa me llamas hay un poco de comida en la cocina, si quieres más tendrás que caminar unos 100 km ya que la tienda más cercana esta por el pueblo y este está alejado de la pensión, igual podrías ir en carreta, te la dejare por si la necesitas── le explico el hombre al menor.

──pero tú, no la necesitas──dijo jungkook confuso.

El hombre sonrío brevemente y negó.

── nos vemos pronto jungkook── se despidió el hombre dejando solo al chico.

Jungkook alzo sus hombros restándole importancia y siguió su camino a dejar sus maletas a la habitación que le asignaron.

Luego de que toda la tarde jungkook decidió guardar su ropa y acomodar algunas cosas, su estómago comenzó a rugir, se sentía cansado y con hambre, así que fue hacia la cocina averiguar si había comida como taehyug había dicho, cuando abrió el refrigerador, no había nada en él, había como unas compuestas, pero olían muy feo.

Suspiro cansado, menos mal que antes había empacado unos bocadillos para su viaje, así que decidió ir por los bocadillos y nuevamente se adentró a la cocina para servirse un poco de agua, comía tranquilamente sus bocadillos hasta que escucho un ruido provenir de arriba, como un pequeño estruendo de algo rompiéndose, sintió unos ligeros escalofríos recorrer su cuerpo, así que simplemente termino rápido su comida y bebió con rapidez su agua, ahogándose en el proceso, pues justo en ese momento vio una sombra pasarse por la ventana, causando que escupiera lo que tenía en su boca.

── debo estar volviéndome loco── se dijo a sí mismo y negó nervioso.

Al final termino por limpiar el desastre que ocasiono y se fue hacia su habitación para poder tomar un baño y así descansar mejor, pues ya eran pasadas de la media noche. Cuando termino de salir de la ducha vio la hora en su teléfono eran las tres de la mañana, sí que se había tardado mucho, decidió entretenerse leyendo algo mientras escuchaba música desde su teléfono, pero nuevamente escucho aquellos ruidos en la segunda planta, negaba para así mismo, no es que tuviera miedo de algún fantasma, más bien tenía miedo de los vivos, pues creía que algún ladrón o animal salvaje entrara y no supiera cómo reaccionar, así que decidió colocar la música en su teléfono más fuerte, quizás así se podía distraer.

Luego de unos minutos su batería se agotó y dejo de escuchar aquellos ruidos, en lugar de eso distinguió el sonido de unas melodías parecían de una flauta, se dedicó a escucharlas atentamente, tanto que comenzó a dormirse arrullándose con las mismas, cayendo en un sueño profundo.

Mientras tanto una alma flotante paseaba por toda la mansión cargando entre sus manos una flauta negra, aquella presencia era un joven rubio con ropa muy antiguada pero muy sofisticada, se sentía desolado y con dolor adentro, pero hubo algo que le llamo la atención era un ruido de la parte de abajo, así que enfoco en seguir aquel ruido, pero este se detuvo por un momento, así que decidió tocar su flauta por un rato, luego siguió recorriendo su antiguo hogar, atravesaba cada habitación, estas estaban llenas de polvo y pequeños animales, aburrido de estar caminando por toda la casa, decidió regresar a su antigua habitación, pero grande fue su sorpresa a encontrarse a un joven dormido donde antes era su cama, se veía muy clamado y tranquilo.

Al principio le entro rabia y coraje porque alguien había interrumpido sus aposentos sin su autorización, pero conforme se acercaba noto que aquel joven se asemejaba a su antiguo amor, solo que este tenía el pelo corto y labios un poco más definidos y delgados, cuando se acercó más para ver el rostro de aquel joven salieron de sus labios un suave susurro llamando el nombre de alguien.

── ¿Julie? ──murmuro en voz baja el rubio flotando sobre el cuerpo del castaño.

El rubio veía como se removía aquel joven cuerpo, parecía que pronto despertaría así que en cuestión de segundos desapareció yendo hacia la planta alta, luego de unos minutos jungkook despertó, abrió sus ojos con pereza y se estiro un poco en aquella grande cama, cuando se acostumbró a la luz que se filtraba por la ventana fue que abrió sus ojos con más claridad y vio que apenas estaba saliendo el sol, calculaba que fueran entre las seis o siete de la mañana, aparéntenme había dormido poco tiempo, pero sintió que hubiera sido el mejor sueño y más duradero que tuvo, así que tomo su ropa y se cambió, necesitaba comprar cosas nuevas si es que se quedaría más tiempo en la pensión, entonces recordó lo que le dijo taehyung.

<<podrías ir en carreta, te la dejare por si la necesitas<<.

Así que, haciéndole caso, tomo la carreta que se hallaba en la parte de atrás de la casa, se subió y comenzó a dirigirla, no sabía si moriría en el intento, ya que nunca antes había utilizado alguna, le costó por unos minutos, pero luego sonrió al ver que podía con ella y partió su camino hacia la tienda que le había mencionado tae.

Mientras tanto desde la lejanía un rubio veía por la ventana del segundo piso como jungkook se alejaba con la cerreta en dirección al pueblo. El rubio aprovecho que el joven se había ido para investigar sobre él, así que fue a su habitación donde estaba quedándose, ahí vio unas maletas y comenzó a esculcar todas sus cosas en busca de información del castaño.

Durante ese mismo tiempo jungkok había llegado a la tienda que le había recomendado tae, en ella se hallaban cosas muy indispensables, a pesar de que era pequeña tenia lo necesario, estaba recolectando sus productos, cuando escucho unas voces de unas personas hablar cerca de donde estaba el, no le dio importancia, hasta que escucho a la mansión park, así que sin querer se acercó sin que las otras perdonas no taran su presencia.

>> supe que alguien vino y está rentando en ese lugar<<

>>pobre persona lo que le espera si es que sale vivo de ahí<<

>> escuche que nuevamente se vieron luces y se escucharon melodías como siempre<<

>>que miedo, cuando demolerán esa casa, el nieto debería destruirla así menos vidas se pierden<<

Cuando jungkook escucho eso ultimo sus ojos se agradaron taehyung nunca le dijo que la casa había ocurrido asesinatos, ahora entendía porque nadie se acercaba, así que pago rápido sus cosas y salió corriendo hacia la mansión por sus cosas, no aguantaría un día más estando ahí, así que subió a la carreta y emprendió su camino de regreso.

Lo malo es que se llevaba mucho tiempo en trasladarse de un lugar a otro, por lo que cuando llego ya era de noche, bajo rápido de la carreta, y se dispuso a ir a la habitación dónde dormía, busco sus cosas y las empezó a empacar, pero cuando lo estaba haciendo, se sintió mareado, como si le faltara el aire, su cabeza daba vueltas entonces se hicieron presentes aquellas melodías, se sentía cansado y adormilado al momento de escucharlas, no supo cuando o como, solo sintió todo su cuerpo pesado y de repente vio todo negro, cayendo en un profundo sueño.

Se hallaba una joven de piel clara corriendo por varios pasillos de una gran mansión, alguien venía detrás de ella persiguiéndola, llevaba puesto un gran vestido blanco, lagrimas salían de sus ojos por el miedo, corría por todos los pasillos, hasta que se detuvo en uno sin salida a lo lejos veía a la persona acercarse avanzaba con pasos lentos y estiraba sus manos grandes toscas, la chica tapa sus ojos para evitar ver, gritaba con voz quebrada y asustadiza a su amor que la fuera a salvar.

──¡Jérémie!──gritaba la joven castaña──¡solo te tengo a ti, sálvame ahora!── imploraba.

──nadie te salvara, maldita escoria, querías escapar con aquel ricachón, pero ya no más, te matare aquí mismo── decía amenazante un hombre gordo y feo.

"El hombre la acorralo y la jalo de sus cabellos arrastrándola por el pasillo, mientras en la habitación de bajo se encontraba un rubio inconsciente y golpeado, no sabía lo que pasaba a fuera, la chica pedía por su amor que la fuera a salvar de las frías garras de su cruel padrastro. Después de eso se escuchó unos disparos y luego silencio absoluto, cuando el rubio abrió sus ojos con su cuerpo empujo la puerta y fue a buscar por todas partes a su amada prometida, pero no la veía, luego vio una nota tirada en el suelo.

Ya no te amo mas jeremie, solo te busqué por tu dinero, el rubio con el corazón destrozado, vio cerca del suelo un arma y sin dudarlo se disparó en la cabeza, al ver que solo lo habían utilizado

Luego de eso alguien incendio aquella mansión, donde solo murió un amor sin esperanzas."

PRESENTE

Jungkook se removía en la cama con los ojos apretados, sudor corría por su cuerpo, veía llamas por todas partes, el fuego que estaba creciendo y creciendo frente a sus ojos, un calor lo inundaba y un ahogo también, sentía que no podía respirar, escuchaba gritos de dolor y tristeza, entonces abrió sus ojos abruptamente escuchando a lo lejos unas melodías, se levantó un poco mareado y con sed, así que salió de la habitación y se dirigió hacia la cocina, pero grande fue su sorpresa, cuando noto como alguien estaba de espaldas era un joven delgado y rubio.

El castaño claro curioso se acercó al más bajito.

—¿Quien eres?—pregunta intrigado.

El rubio al escuchar la voz volteo de manera amenazante y seria, con una mirada perdida.

— Sacame de aquí—pidió suplicando,mientras se sujetaba de las ropas del menor.