Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Aniversario fallido

No necesariamente deben escuchar la canción, pero si quieren saber que es lo que estaba escuchando Tzuyu, pues ahí se las dejo.

Narrador omnisciente:

Luego de estar en la piscina y despedirse de su vieja amiga, Tzuyu tomó la decisión de mantenerse el resto del sábado por la tarde y gran parte del domingo encerrada en su habitación con las sábanas cubriendo hasta sus hombros escuchando como, de su repertorio de música sonaba por los parlantes distintos álbumes de Lana del Rey y CNBLUE, el último fue culpa netamente de Mina, cuando ella era más joven, era una fanática del grupo surcoreano, tanto así, que se había comprado una bandera de este y mantenía en su poder casi todos los álbumes en físico, una completa locura para la castaña. La muchacha cerró sus párpados tarareando West Coast de Lana del Rey sintiéndose gratificante al poder comprender gran parte del inglés, aunque las pequeñas palabras en el español que esa canción en específico tenía, aun no era capaz de manejarlo, pero lo haría, estaba completamente segura de que así sería.

La castaña frunció su ceño girando su mentón en dirección de su ventana, desde el exterior se podía oír una antigua banda del Kpop sonando con fuerza a través de los parlantes, si ella no escuchaba mal se trataba de EXO, y podía estar casi segura de eso porque el unico album que le había gustado por completo había sido Obsession. La curiosidad en Tzuyu se instaló en el momento que recordó que esa canción era bastante provocativa a pesar que la letra no específicamente estuviese siendo erotica. La castaña alejó las sábanas de su cuerpo, en silencio caminó hacía la ventana, estiró su brazo derecho por instinto sintiendo el borde de las cortinas acariciando las yemas de sus dedos. Repentinamente el nerviosismo la atacó, con el sudor deslizándose por su espalda movió su brazo escuchando como el metal de las cortinas sonaba sobre el fierro que las sostenía.

Tzuyu observó como la rubia estaba bailando al ritmo de la canción: su cabeza se movía al compás de sus caderas provocaron que la castaña tragara saliva girando su rostro para no seguir viendo. La suave voz de Lana inundó sus oídos logrando que, su aturdimiento por estar espiando a la vecina lograra que se alejara de la ventana caminando de vuelta a su cama, pero antes de tener tiempo de siquiera poder tocar las sábanas Mina abrió la puerta adentrándose en su cuarto. 

—¿No tienes tarea que hacer?—cuestionó la pelinegra caminando hacía la televisión, con calma tomó el control remoto comenzando a guiar de este en dirección de las letras del buscador anotando como siempre su banda favorita—me gusta esta canción—admitió mientras que Blind Love sonaba de fondo. 

—¿Qué haces aquí?—replicó Tzuyu cruzándose de brazos, tomando rápidamente asiento sobre el borde de su colchón mirando atentamente como su hermana mayor introducía sus manos en el interior de sus bolsillos—necesito un favor—admitió siendo consciente que, el pedirselo a Tzuyu sería como hacerlo directamente con el diablo.

Cuando la castaña escuchó las últimas palabras de su hermana mayor no pudo evitar realmente el acomodarse en su sitio llevando sus rodillas contra su pecho mirando con diversión como Mina tragaba saliva demostrando cuán nerviosa estaba.

—Uy... ¿Estás segura? te puede salir caro—comentó la más alta manteniendo una sonrisa burlesca en sus facciones, Mina en cambio simplemente suspiró caminando hacía su dirección—esto parece serio—habló nuevamente demostrando que, todo ese asunto le estaba divirtiendo bastante—¿Que quieres de mi?—cuestionó ya más seria apoyando su mentón sobre su rodilla viendo como la pelinegra relamía sus labios.

—Bueno... hoy estoy de aniversario con Nayeon—comenzó hablar siendo algo que Tzuyu ya lo sabía; no es que fuese muy facil de olvidar los dos años de escándalo que la coreana causaba en su casa por cada aniversario—ella quiere ir a la playa—Mina estaba dando demasiadas vueltas al asunto para el gusto de la más alta, Tzuyu era consciente que no le gustaría el favor—ella quiere ir en tu moto.

—Ni lo sueñes—rapidamente Tzuyu respondió sacudiendo su cabeza en negación—nadie ha tenido la bendición de usar mi motocicleta, y tu anciana no será la primera—aclaró levantandose de la cama caminando hacía el televisor para cambiar la canción, escuchando de fondo como su hermana simplemente se quejaba.

—Oh, vamos, Tzuyu, no le pasará nada—comentó la pelinegra apoyando su rodillas sobre el colchón mirando la espalda de su hermana menor—la cuidaré como si fuese mi hijo.

La castaña suspiró mirando por sobre su hombro la forma en que Mina había elevado sus palmas juntas en señal de súplica, los primeros segundos se quedó en un completo silencio luchando consigo misma el hecho si era una buena idea el entregar a su bebé a las manos destructivas de Im Nayeon. Con calma giró sobre sus talones cuestionandose seriamente que pediría a cambio, porque obviamente necesitaba tener un objeto importante de Mina como garantía. Sin poder evitarlo su mirada se posó en su ventana sintiéndose repentinamente cohibida por la forma en que sus ojos nuevamente estuvieron haciendo un contacto directo con la rubia percatandose del bonito color que poseía sus orbes. Para su suerte la chica repelió su mirada girando su rostro hacía el interior de su habitación empuñando el borde de sus cortinas para cerrar estas lo suficientemente rápido para que la más alta tuviese la oportunidad de volver a colocar su atención en la más baja sin sentirse avergonzada.

—Te la prestaré—admitió Tzuyu cruzándose de brazos observando como Mina entreabrió sus labios sorprendida por su repentina respuesta. Velozmente la chica se puso de pie —pero con una condición—agregó levantando su dedo índice deteniendo los movimientos de la mayor—me quedaré con el primer peluche que Nayeon te regaló como garantía—comentó siendo consciente que, la coreana mataría a su hermana si se enteraba que algo malo le pasó al bendito objeto—si le pasa algo a mi bebé, me aseguraré que Nayeon te odie.

—Eso es un poco extremista—comentó Mina riendo entre dientes nerviosa por la forma en que su hermana se había encogido de hombros; ella sabía que Tzuyu no mentía, el pequeño demonio realmente se iba a encargar de que Nayeon la odiase—bien, acepto.

Tzuyu le sonrió caminando hacía su dirección con tranquilidad estiró su mano observando como Mina en un principio dudaba, pero al final terminó por estrechar su palma con la ajena.

Un par de horas después Mina se encontraba en su habitación arreglándose, mientras que Tzuyu se hallaba en la parte frontal de su casa con la música retumbando desde la pequeña radio portátil que tenía a su disposición. La muchacha se arrodilló frente a su motocicleta introduciendo su mano derecha sobre el balde de agua con jabón para esparcir esta por todo el largo de su bebé. Ese día en particular el sol estaba en lo más alto, sus rayos daban directo contra los hombros desnudos de la morena castaña. 

Tzuyu tarareaba las canciones, sintiendo como sus piernas desnudas eran empapadas por el agua y jabón que caía de su motocicleta. EL calor era abrasador, pero a la muchacha le encantaba, continuó limpiando cada centímetro de su bebé sintiendo como el sudor se acumulaba por debajo de sus sostenes deportivos deslizándose por su espalda desnuda. A simple vista Tzuyu caía en el estereotipo de chica mala, pero la verdad de las cosas que, a pesar de su trabajado cuerpo, la motocicleta que, con mucho esfuerzo había logrado comprar, daban entender ese estereotipo, ella realmente disfrutaba salir por las tardes viajando por el bosque mientras que el sonido de la naturaleza le daba la bienvenida. A pesar de que estaba orgullosa de lo que había conseguido, jamás había ido al instituto en motocicleta, prefería caminar o que Jihyo fuese su chófer, como no le gustaban las fiestas sus compañeros no tenían la menor idea de que ella sabía conducir, y que tenía en su poder el bonito modelo GSX-S 750 A, una belleza por donde la viesen.

—Bonita moto—una voz masculina sonó cerca suyo provocando que, la castaña completamente confundida y asustada por la repentina aparición no dudara en girar su rostro mirando al chico de cabello oscuro ondulado sentado sobre su llamativa bicicleta MXR—oh... lo siento, no quería asustarte.

—Bonita MXR—comentó Tzuyu ignorando sus disculpas causando que Taehyung entreabriera sus labios sorprendido de que ella conociese el modelo—soy fanática de cualquier objeto que tenga dos ruedas—admitió encogiéndose de hombros, continuando con su labor de limpiar y pulir su moto—¿Qué haces por estos lados?

—Estaba en casa de Jimin—admitió el pelinegro bajándose de su bicicleta para caminar con ella en dirección de la castaña quedando lo suficientemente cerca para ver la piel de su espalda brillando por el sudor—n~no sabía que tenías una motocicleta—confesó repentinamente avergonzado de pensar que, se veía jodidamente atractiva con el sudor en su cuerpo y el cabello tomado en una coleta alta—bonita—agregó, aunque no sabía si lo decía por ella o por su moto.

—No me gusta alardear de lo que tengo—respondió la castaña levantándose del suelo para apoyar sus dos húmedas palmas contra sus caderas mirando con cierta admiración la forma en que el rojo de su motocicleta brillaba con el contraste de la luz solar, ignorando casi de forma olímpica el hecho de que había oído a la perfección ese "bonita" brotando del contrario—¿Jimin sigue enfadado?—cuestionó girando su rostro en dirección del más alto notando como este simplemente le miraba con una suavidad que llegó colocarla ligeramente incómoda.

—¿Lo dices por qué insinuaste que estaba teniendo un revolcón con Jeongyeon?—preguntó alzando una de sus cejas manteniendo sus brazos cruzados dándole una actitud jovial pero atractiva, causando que Tzuyu sonriera con vergüenza dejando en exhibición la pequeña margarita que se le marcaba en una de sus mejillas—creo que esta más molesto por el hecho de que insinuaste que fue en el baño de chicas a que lo habías emparejado con Yoo—admitió sonriendo, dejando en exhibición su extraña sonrisa de corazón que se creaba con sus labios.

—No pensé que se lo tomarían tan en serio—admitió Tzuyu jugueteando con sus pulgares a la vez que giraba su rostro al escuchar la puerta principal cerrándose de golpe. Rápidamente notó como Mina aparecía en su campo de visión con unos pantalones negros ajustados, una camiseta roja acompañada de una chaqueta oscura—¿Tienes las llaves?—cuestionó notando como la pelinegra no le quitaba los ojos de encima al incómodo Taehyung. 

El chico sonrió con nerviosismo, velozmente se avispó haciendo una pequeña reverencia mientras que la pelinegra simplemente le veía en silencio. Tzuyu al notar la mirada que Mina le estaba brindando al coreano no pudo evitar el reír divertida de notar como esta estaba celosa de la presencia del menor.

—Kim Taehyung, un gusto—comentó el chico manteniéndose completamente recto viendo atentamente como Mina le miraba de pies a cabeza para luego murmura su nombre.

Mina se acomodó el casco manteniendo la pequeña visera protectora arriba, la chica se subió a la moto ajena introduciendo la llave mientras que Tzuyu llevaba su dedo pulgar hacía sus labios sintiéndose repentinamente ansiosa de ver como, otra persona ajena a ella estaba sobre su preciosa motocicleta.

—Nuestro padre es policía, si ve que estas coqueteando con su bebé no dudará en meterte una bala en el trasero y luego yo te meteré otra, ¿A quedado claro Kim?—Mina celosa era una imagen digna de apreciar. 

—Si señora—respondió el coreano viéndose completamente nervioso y asustado por sus palabras, causando que Tzuyu simplemente sacudiera su cabeza en negación.

Mina se alejó de ambos adolescente con el casco que sería de Nayeon colgando de su muñeca derecha. Tzuyu suspiró mirando como su bebé se alejaba, el pelinegro en silencio dio un paso hacía su dirección viendo casi con admiración el perfil de su acompañante cuestionándose como era posible que alguien fuese tan atractivo sin siquiera intentarlo.

—¿Qué tanto me ves?—preguntó Tzuyu de manera defensiva. Rápidamente la chica giró su rostro encontrándose con los bonitas orbes castañas del mayor, sintiéndose prácticamente cohibida por la intensa mirada que poseía—¿Quieres una foto? para que no me desgaste —se estaba burlando de él, pero en vez de ofender al coreano este simplemente sonrió divertido por sus palabras. 

—En realidad, quiero una cita, pero por ahora me conformaría con una foto—Taehyung le coqueteó tan directamente que ella no pudo evitar el avergonzarse mirando hacía otra dirección encontrándose casi de manera inmediata con ese par avellana que su vecina poseía, bonitos ojos, pensó la castaña mientras que su rostro se encendía de un fuerte color rojizo al tener ese pensamiento—Hey... te estas ruborizando—comentó el chico creyendo ingenuamente que él había sido el causante.

—No te ilusiones—comentó Tzuyu cruzándose de brazos posando sus ojos en el muchacho viendo como este se armaba de valor y daba un paso hacía su dirección—¿Tengo que recordarte que mi padre te meterá una bala en el trasero si me coqueteas?—cuestionó intentando buscar como excusa su padre sintiéndose repentinamente cohibida por la forma en que el contrario en silencio simplemente se le acercaba—Tae.

—Tzu—respondió el mencionado sonriendo con arrogancia tomándose el atrevimiento de estirar su mano para presionar su palma sobre la cadera ajena. Él se mostró completamente confiado mientras que su acompañante tan solo quería huir a su habitación—llevo casi dos años intentando conquistarte, ¿Cuando piensas ceder a mis encantos?—cuestionó dejando reflejada en su mirada lo frustrado que estaba—solo quiero una cita, si las cosas no funcionan después de eso, yo lo entenderé...—confesó—pero déjame intentarlo.

Tzuyu mordió el interior de su mejilla mirando fijamente la forma en que el pelinegro le estaba viendo. La chica suspiró siendo consciente que estaba siendo bastante egoísta y cruel con él.

—Bien—respondió la castaña causando que el contrario simplemente le viese sorprendido, como si no pudiese creer que, realmente ella hubiese aceptado—tienes tres horas para pensar donde llevarme, nos vemos a las ocho—aclaró tomando la muñeca del muchacho para alejar su caliente palma de la piel desnuda de sus caderas—usa bien tus cartas.

Taehyung se alejó, rapidamente el chico asintió torpemente con su cabeza para luego, de forma impulsiva acercarse a ella plantando sus cálidos labios sobre su mejilla logrando tensar a la pobre castaña por completo.

—¡No te decepcionaré!—alzó la voz el coreano corriendo hacía su bicicleta, con torpeza se intentó subir golpeándose con uno de los pedales justo en el tobillo izquierdo—¡Estoy bien, nos vemos después Tzu!—y sin más se fue, pedaleando con todas sus fuerzas mientras que la mencionada simplemente lo veía alejándose.

Tzuyu giró sobre sus talones, por inercia miró en dirección de la casa de su nueva vecina observando con sorpresa como la rubia estaba conversando con Mark, pobre diabla, pensó la castaña caminando hacía su casa ignorando casi por completo la forma en que la chica le estaba sonriendo al coreano, parecía estar fascinada con su presencia. La castaña cerró la puerta detrás de ella, manteniendo en su mente el hecho de que la rubia se estaba metiendo con el patán de su instituto, y no es que ella lo pensara por envidia ni mucho menos, solo que Mark era el típico chico guapo con pocas neuronas, el ultimo rumor que circuló por los pasillos del lugar él mismo lo había esparcido en el momento que le fue infiel a Shuhua, desde ese día que lo odió, más que nada porque ella era su amiga.

La castaña subió las escaleras siendo consciente que su madre andaba donde su tía y su padre estaba en el trabajo así que ambos llegarían lo suficientemente tarde como para no saber de su ausencia. Tzuyu miró el estúpido peluche sobre su cama, ¿Qué tendrás de especial? se cuestionó mirando fijamente el pingüino inerte; ella era consciente que, algo debía tener como para que a Mina y Nayeon les importarse tanto lo que le pasara, tiene que existir un trasfondo, e iba a buscar la forma de poder conocerlo.

Tzuyu debía suponer que no servía para las citas, porque ahora, con rapidez se estaba alistando siendo consciente que ya eran las ocho, a tropezones intentó salir de su habitación arreglando sus pantalones mientras que una de sus zapatillas estaba completamente mal puesta. El timbre había sonado como también su teléfono en la parte trasera de su pantalón, maldición Taehyung, pensó la castaña bajando lo más rápido posible creyendo que, quien estaba llamando a su aparato tecnológico era el mismo quien tocaba la puerta. 

Con brusquedad la joven abrió la puerta viendo con sorpresa como el pelinegro estaba de pie esperándola con una sonrisa nerviosa y un pequeño ramo de flores rosas envueltas en sus palmas. Tzuyu frunció el ceño completamente confundida de ver que el chico no era quien estaba llamándola por teléfono. La castaña metió su mano en el bolsillo sacando su teléfono, con pánico vio el nombre de su padre adornando la pantalla, ¿Cómo se enteró? se preguntó confundida mirando hacía los lados temiendo que, el hombre hubiese perdido la cabeza colocando cámaras de seguridad. Tzuyu llevó su dedo índice hacía sus labios indicándole a Taehyung que guardase silencio.

—¿Papá?—cuestionó la muchacha en el momento que llevó su teléfono contra su oído escuchando la respiración agitada de su padre.

—¿A quien le prestaste tu moto?—preguntó el hombre completamente aterrado causando que Tzuyu tuviese un mal presentimiento—central, vehículo 23 va en camino—la voz alejada de su padre hablando por la radio solo empeoró más los pensamientos de su hija—¡Habla Tzuyu!

—S~Se la presté a Mina—respondió la castaña posando sus ojos en el confundido Taehyung quien no dejaba de verle—¿Por qué lo peguntas?—cuestionó apretando el teléfono alrededor de su oreja al escuchar a lo lejos como su padre se quejaba y ordenaba a su compañero a que acelerara—¿Qué sucedió?—y su padre no respondía—¡Papá!

—Chocaron... bueno, en realidad un auto le impactó en la autopista—respondió Matthew —¿La ambulancia ya se la llevó? ¿Qué? me da lo mismo, es mi hija, ¡joder, no me importa!—Tzuyu nunca había oído a su padre tan molesto, jamás escuchó insultando ni siquiera cuando su equipo de fútbol perdía—ve al hospital Tzuyu, nos veremos ahí.

La castaña parpadeó bajando su teléfono sintiendo los cálidos dedos del coreano presionando su mejilla.

—¿Tzuyu? ¿Tzuyu pasó algo?—cuestionó el pelinegro mirando como esta estaba completamente ida en sus pensamientos.

—N~Necesito ir al hospital—susurró la muchacha posando por primera vez sus ojos en el pelinegro notando como este simplemente asentía con su cabeza tomando con suavidad de su brazo para guiarla lo más rápido posible al automóvil. Tzuyu ni siquiera fue consciente que estaba en el interior hasta que escuchó al puerta cerrándose—chocó... nunca debí prestarla—ella estaba tan conmocionada que ni siquiera estaba asimilando el hecho de que su hermana había tenido un accidente—es mi culpa Taehyung.

—Claro que no—respondió el coreano manejando con rapidez pero con precaución—tu no sabias que iba a suceder eso, nadie lo sabía, por algo se les llama accidente—comentó intentando hacerla sentir bien.

—¿Y si se muere?—cuestionó permitiendo que las lágrimas por fin salieran hacía el exterior.

—No puede morir... Recuerda que tiene que dispararme en el trasero—le recordó Taehyung estirando su mano libre para presionarla sobre la mano ajena tomando de esta para deslizar su dedo pulgar sobre su cálida piel intentando transmitirle seguridad—todo estará bien Tzu, te lo prometo—y él estaba demostrando ser tan dulce, que la mencionada simplemente no podía evitar el sentirse culpable de solo pensar que, había sido bastante cruel con él en el pasado.

Al llegar Tzuyu no pudo evitar el correr lo más rápido posible hacía la entrada del hospital, desesperada dio el nombre de su hermana a la recepcionista quien, sorprendida y confundida le comentó que estaba en la unidad de cuidados intensivos. La castaña gruñó golpeando el mostrador para luego correr hacía las escaleras de emergencia siendo llamada por Taehyung. 

Al llegar al pasillo donde su hermana debía estar, lo primero que vio fue a Nayeon sentada con sus padres a cada lado, los oscuros ojos de la más alta se posaron en sus rodillas lastimadas y sus brazos completamente raspados. La coreana al notar su presencia no dudó en ponerse de pie, sus ojos enrojecidos por el llanto y la clara evidencia que se sentía culpable causaron que, el odio que había brotado en Tzuyu rapidamente se esfumara siendo consciente que, la chica lo estaba pasando igual o peor que ella.

—Y~Yo... l~lo siento tanto—Nayeon se estaba disculpando mientras que las lágrimas caían como cascadas por sus húmedas mejillas—n~no sé que pasó... íbamos bien, solo, solo ocurrió—se notaba que estaba aun conmocionada por todo el accidente, así que Tzuyu simplemente presionó su palma sobre su hombro haciendo que esta la viese sorprendida.

—Su próximo aniversario por favor solo vean una maldita película en mi casa—suplicó sintiendo como la coreana se abalanzaba contra ella llorando sobre su hombro mientras que sus dedos se aferraban a sus costillas—deja de llorar anciana, la gente se dará cuenta que eres fea sin maquillaje—comentó intentando aliviar la tensión.

Mina estaba en la habitación con su pierna alzada en el aire por culpa del yeso que llegaba hasta un poco más arriba de su rodilla, su brazo derecho estaba completamente vendado y el bendito pitido de la maquina que estaba conectada a su pecho no dejaba de sonar una y otra vez indicando que estaba con vida. A su lado, había otra persona, pero no podía verla por culpa de la cortina, aunque bueno, tampoco estaba muy interesada por saber quien era su compañera de habitación.

—Sana por favor, no puedes quitarte el catéter, es por tu seguridad—una voz femenina sonaba completamente cansada del otro lado, causando que Mina cerrara sus párpados deseando no estar en esa habitación; quería estar en su casa, aunque, a la vez no, porque sabía que Tzuyu la mataría cuando fuese informada de como había quedado su motocicleta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro