<Volar tu mente>

Sé que está caliente

Sé que tenemos algo que el dinero no puede comprar

 Luchando hasta los 50 

Mordiéndote el labio

 Amando al final de la noche

Dime, estoy demasiado loca
No me puedes domesticar, no puedes
Me dices que he cambiado,
Pero soy la misma, la misma de antes
Dentro

I know it's hot
I know we've got
Something that money can't buy
Fighting in fits
Biting your lip
Loving till late in the night

Tell me I'm too crazy
You can't tame me, can't tame me
Tell me I have changed
But I'm the same me, old same me
Inside

Las Veela's son seres mágicos de forma humanoide, se caracterizan por ser mujeres hermosas y jóvenes.

Las Veela's no necesitan de una varita mágica para usar su magia, en ocasiones usan sus famosas danzas para hacerla.

Estas danzas las usan para seducir a los hombres, los cuales al verlas, entran en un trance en el cual no piensan en otra cosa que no sean ellas.

Cuando se enojan se transforman en algo parecido a una arpía, su cabeza se transforma en la de una fea ave y son capases de lanzar fuego por sus manos.

Si hubiera una equivalencia entre la Veela's y seres mágicos conocidos, estas serían las hadas.

—Esto no es bueno...

El pequeño animal corrió hasta la entrada del bosque prohibido. Pero antes de que este llegara, Jane conjuro un -Accio conejo- Este hechizo, Accio, permite atraer cualquier objeto a las manos de la persona la cual lo conjura, incluso si el objeto, animal o humano está a una distancia significativa. Todos se detuvieron y suspiraron con alivio

—Por eso eres Ravenclaw y no Slytherin. —Le alaga Evan a su prometida.

—Sí, ya me he dado cuenta varias veces. —Le responde la pelirroja.

—Yo siempre he dicho...—Comienza James Potter. —Esta chica es una slytherin total, disfrazada de Ravenclaw. —Comento con burla.

—En verdad no sé si ofenderme o sentirme alagada. —Ironizo Jane.

—Yo creo que deberías des sentirte alagada. —Cuestiona Sirius Black.

—Ok, esto es raro, nosotros riendo con los merodeadores. —Habla Evan. —Por merlín, jamás en mi vida imagine esto. —Jane solo soltó una leve sonrisa.

—Bueno, ahora. Este conejo tiene que volver de donde vino. —Dice Jane en un tono serio. 

—Si, por favor, no servimos para tener mascotas. —Le contesta Evan.

—Bueno, merodeadores, gracias por su pequeña ayuda. Hasta luego. —La pareja se dio la vuelta y comenzó a caminar regreso al castillo. Pero fueron detenidos por alguien que los llamo.

—Alto. No crean que se irán sin antes explicarnos quien es ese conejo. —Jane y Evan voltearon hacia ellos y los miraron extraño.

—Holbein, Rosier. Seremos todo, menos idiotas. —Aclaro Sirius Black.

—Usaron la trasformación en un alumno, eso está prohibido. —Soltó Remus Lupin.

—Eso no es asunto de ustedes. —Defendió Evan.

—Ya cariño, yo me encargo. —Se adelantó Jane. —Verán caballeros. Fui yo quien uso la transformación, no Evan. Les explico, hay una buena razón. —Estos iba a hablar, pero Jane los detuvo haciéndolos callar. —Esta mañana estaba dirigiéndome al gran comedor, y encontré a Barty Crouch Jr molestando a Evans, el me ataco, y me iba a lanzar una maldición imperdonable, así que como castigo lo convertí en conejo. Porque puede ser que no me agraden los...—Jane callo al recibir un pellizco de Evan y una mirada de odio por parte de los Gryffindors. —Los nacidos de muggles. Pero haré una excepción con Lily Evans, me agrada. Que Bellatrix ni nadie jamás se entere de esto. —Señalo a Evan, este hizo una señal con sus manos, en forma de promesa.

— ¿Cómo podemos estar seguros de que no mientes? ¿De que no nos estas engañando? Mi Lily-flor jamás me ocultaría nada. —Cuestiono con duda James Potter.

—Es tu problema si lo crees o no. Pero si tienes alguna duda, pregúntaselo a tu "Lily-flor" —Exclamo Jane rodando sus ojos.

—Por esta vez, solo por esta, creámosle. —Indago Remus Lupin. —No creo que Holbein este para bromas.

—Bueno, con su permiso, nosotros nos retiramos. —Hablo Evan, haciendo un gesto en forma de despedida. Para luego ambos comenzar a caminar de nuevo rumbo a uno de los pasillos del castillo. Dejando a los merodeadores con miradas confundidas y pensando, en porque Jane April Holbein, hija de uno de los matrimonio más puristas de la sangre, se había tomado el tiempo de defender a Lily Evans, un hija nacida de muggles.

[...]

Jane y Evan se encontraban reunidos en la torre de astronomía. Ambos estaban planeando que harían para que Barty Crouch Jr no los acusara. Hasta que a Jane se le ocurrió algo. Y su plan salió a la perfección. Barty Crouch Jr dejo de ser un conejo, por obra de un contra hechizo, lo durmieron y pusieron recuerdos falsos, para que este creyera que todo había sido un sueño, y pensara que se había quedado dormido en la torre de astronomía, hecho todo, la pareja bajo con mucha precaución de la torre de astronomía. Lo sucedido se lo contaron a los tres slytherins que estaban preocupados porque algún profesor los descubriera. Pero con éxito y gracias a la inteligencia de la Ravenclaw todo salió tal como lo planearon.

Para la hora de la cena, el grupo se sentó donde siempre solían, estaban cenando con tranquilidad, hablando y burlándose del cabello de Malfoy. Como era de costumbre.

—Ash, esa estúpida gryffindor, no la soporto. —Cuestión con furia Bellatrix, mirando hacia la mesa de los leones. Dicho esto los demás voltearon disimuladamente, para ver de quien se trataba.

—Bella. ¿A quién te refieres? —Pregunta Jane.

—A la rubia tonta de Marlene McKinnon. A esa chica le fascina meterse en problemas, hoy antes del almuerzo la escuche hablando mal sobre mí. No tiene ni la más mínima vergüenza, la asquerosa sangre sucia esa. —Reprocho Bellatrix.

—Bella, lo único que ella busca es llamar la atención hablando de otros. Porque no sabe de qué otra manera hacerlo, déjala. —Cuestiono Narcissa dándole un mordisco a su pastel de mora. Bellatrix tomo un trozo del pastel de su hermana y se lo lanzo a la rubia hasta la mesa de los leones, cayendo este en toda la cara de Mckinnon. Todos miraron expectantes lo que acababa de ocurrir. Jane trato de reprimir una carcajada. La gryffindor rubia estaba más que molesta, y como no se iba a quedar sin hacer nada y pasando vergüenza delante te todo el comedor, le arrojo espagueti, Bellatrix logró esquivarlo con un hechizo, pero este cayó sobre Jane. Esta le lanzo una mirada de odio a la rubia.

—Esta perra me las pagara. —Tomo un plato al azar, este contenida una especia de sopa verde, la cual se veía algo asquerosa, y se la lanzo a la rubia, la sopa cayó sobre ella, Alice y Sirius Black. Los cuales la miraron molestos, acto seguido James Potter le lanzo a Evan y a Malfoy toda la comida que tuvo, estos no se querían rebajar a su nivel, pero los saco de quicio, y así comenzó una guerra de comida. A la cual todo el comedor se unió. Las cuatro mesas estaban peleándose con comida unas a otras. Todos se detuvieron al escuchar el gran grito de Dumbledore. Todos estaban llenos de comida, todos, ningún alumno se había salvado de no haberse llenado de comida. 

—¡BELLATRIX, NARCISSA SIRIUS BLACK, ALICE FRANK LONGBO TTOM, MALFOY, HOLBEIN, ROSIER, EVANS, POTTER, LUPIN, PETTIGREW. A MI OFICINA, AHORA! —Exclamo con total furia el Director de Hogwarts. Los nombrados solo asintieron y se dirigieron fuera del comedor. —Usted no se salva señorita McKinnon. También salga.

—El resto de los alumnos, a sus habitaciones, vayan a asearse. Están todos llenos de comida, y eso es repugnante. —Expreso la profesora Minerva McGonagall.

[...]

—Nosotros jamás nos salvamos de que ese viejo sepa quién comienza una pelea. —Exclama molesta Bellatrix.

—Bella, al director no se le escapa nada. —Cuestiona su hermana. —Ni nadie. —Recalco cuando vio salir a Marlene McKinnon del gran comedor molesta. —Porque miren quien va ahí. Mckinnon, y su cara no es muy agradable que digamos.

—Esa asquerosa sangre sucia creía que se salvaría. La odio. —Comento Jane por lo bajo, solo para que su grupo la escuchara.

—Todo esto es culpa de los slytherins. —Cuestionó con molestia Sirius Black.

—Cállate Black, que tu estúpida novia no se quedó atrás, mira como me dejo. —Exclamo Jane con furia.

— ¡BASTA! — Exclama el director. —Vamos, todos a mi oficina.

[...]

— ¿Ustedes de nuevo? ¿Me veré obligado a hacerles un llamado a sus padres, a ver si así cambian sus actitudes de adolescentes? —Pregunta Albus Dumbledore. Todos los presentes niegan. — Le ruego señorita McKinnon, que por favor salga de mi despacho, con usted hablare luego. —La nombrada miro con una sonrisa arrogante a Jane, pasando por su lado y empujándola con su hombro. —Bien, todos ustedes están castigados, no podrán salir a Hogsmeade por un mes entero. —Todos suspiraron con frustración, y comenzaron a quejarse, y echarse la culpa entre los siete gryffindors los slytherins y la ravenclaw. —En verdad estoy sorprendido con las actitudes de las señoritas Evans y Holbein, ustedes no son así, y usted señor Lupin, Narcissa Black, son unos muy buenos estudiantes, jamás se habían metido en tantos problemas como lo hacen ahora. —Los nombrados solo bajaron la mirada con vergüenza. —Los que no me sorprenden son el señor Potter, Malfoy, Rosier, la señorita Bellatrix y el señor Sirius Black, ustedes viven dentro de mi despacho. —Estos lo miraron con desagrado. — ¿O me equivoco? —Los cinco negaron. —Alice, Frank Longbottom, señor Pettigrew, ustedes jamás han tenido problemas. Todos se pueden retirar, excepto ustedes señoritas Holbein y Evans. El resto, espero no volverlos a ver dentro del despacho por un largo tiempo. —Dicho esto todos salieron fuera del despacho del director, dejando solo a las nombradas dentro.

[...]

— ¿Ahora que han hecho para que las dejaran en el despacho? —Le pregunta Bellatrix a Evan.

—No tengo ni la más mínima idea. —Mintió el pelinegro. Por supuesto que el sabia o bueno se imaginaba porque estaban a solas con el director, Evan pensó que tal vez por lo sucedido en la mañana. Pero lo cierto era que no. El director solicito hablar con ambas por otra razón, la cual muy pronto todos sabrían.

[...]

—Entonces quiere que hagamos eso. —Pregunta Jane con confusión.

—Si señorita Holbein. Pero les pido que por favor no comenten nada de esto a nadie.

— ¿Eso no es algo que está prohibido? —Pregunta Lily con nerviosismo.

—No. Lo están haciendo con mi consentimiento. Así que será algo valido. Sé que ustedes lograran una pequeña unión entre ellos. Será difícil, pero lo harán confió ciegamente en ustedes. Sé que jamás me fallarían. No quería llegar a estos extremos, pero veo que cada vez los comportamientos de sus compañeros están cada vez más detestables, no se toleran unos a otros, hoy causaron un revuelo, todos los estudiantes quedaron llenos de comida, y eso para mí es inaceptable.

—Sí, lo entendemos. —Dijeron ambas.  

—Señorita Evans, se puede retirar. Gracias por esta charla. Pero tengo que hablar con la señorita Holbein. Y antes que se vaya. Esto no puede salir de aquí. Nadie, ni su prometido señorita Holbein, pueden saber esto.

—No se preocupe. Ahora, con su permiso me retiro. —Evans salió del despacho, pero se quedó fuera de este, pues no quería que jane se fuera sola, no lo negaba, la ravenclaw le estaba comenzando a agradar, quería hacerse amiga de ella, pues Lily no es de la clase de chica que tiene muchas amigas, con la única de su casa que hablaba era Alice, y bueno Marlene no era muy cercana a ellas.

—Señorita Holbein. ¿Hay algo que me quiera contar?

—No.

—Vamos Jane, sé que hay algo.

—Bueno, vera que esta mañana estaba hablando con Bellatrix y me dijo que... Bueno, que el señor tenebroso quiere que Malfoy,Regulus, Bellatrix, Evan y yo nos hagamos la marca tenebrosa. — Soltó Jane con frustración. —No estoy lista para recibir esa marca, ni para llevarla por el resto de mi vida.

— ¿Son sus padres seguidores del señor tenebroso?

—No, pero al estar comprometida con Evan tengo que hacerlo. Mis padres no son sus seguidores, ni tampoco devotos de él. Nosotros somos griegos, y tenemos nuestras propias creencias en la sangre pura.

—No lo sabía señorita Holbein. Solo tengo entendido que su padre es ministro del Ministerio de magia Griego. Más no me constaba que los tres eran de nacionalidad griega.

—Sí, ellos son griegos, lo que sucede es que cuando cumplí los cuatro años nos mudamos aquí. Por eso mi lenguaje es perfecto, y hablo perfectamente el idioma. Siempre me dieron clases de idiomas, se hablar a la perfección el francés, alemán, ruso, polaco, italiano y griego. Y el idioma natal de aquí. Pero no me gusta alardear acerca de lo que se, prefiero mantener mis cosas para mi sola.

—No tenía idea de eso. Sus padres la educaron de maravilla.

—Sí, pero dígame por favor que va a pasar con respecto a lo del señor tenebroso.

—Todo a su tiempo señorita, pero tenga cuidado. Y confió en usted y que hará hasta lo imposible para que nada le suceda al señor Rosier, ni a la señorita Evans.

— ¿Lily Evans? Yo no tengo ningún apego ni sentimientos de amistad por ella. Solo me agrada.

—Lo sé, pero sé que le tomara un cariño muy especial, y no me diga que no, porque sucederá.

—En realidad Evans es muy diferente a Marlene.

—Eso quiere decir que si le agrada la señorita Evans. ¿Estoy en lo cierto?

—Me tengo que retirar, ahora si me disculpa. Tenga linda noche director. —Dicho esto la pelirroja salió del despacho, sin dejar que el director respondiera. Cuando estuvo fuera de este la pelirroja se vio sorprendida, ya que Evans estaba ahí.

—Evans. ¿Qué haces aun aquí? Ya es algo tarde.

—Jane... Digo Holbein, te estaba esperando, no quería que regresaras sola. Ya es de noche.

—Evan, se cuidarme sola. Además, que seas prefecta no quiere decir que debas de cuidar de alguien que no sea de tu casa.

—Sí, yo... lo sé. Pero también quería hablar contigo sobre lo que nos encargó el director.

—Eso es algo que puede esperar ¿No?

—No, recuerda que es para mañana.

—Cierto, bueno, mi habitación ahora no es buen lugar que digamos.

—Podrías ir conmigo a la sala común de gryffindor.

—Ni lo sueñes. Está llena de leones, y tus amigos me atacarían sin pensarlo.

—No lo harán, te lo aseguro, no te dirigirán la palabra. Estaremos en mi habitación.

— ¿Compartes habitación con alguien? —Pregunto la pelirroja, a lo que Lily negó.

—No, al ser prefecta te dan tu propia habitación, es más pequeña que las demás. Pero es cómoda.

—Está bien, vamos.

Ambas caminaron hasta la entrada de la sala común de gryffindor. Donde el retrato de la señora gorda le pidió una contraseña a Lily, está la dijo y automáticamente esta le cedió el paso.

—Bienvenida a la sala común de gryffindor.

—Oh, todo aquí es escarlata, bueno, debí suponerlo.

— ¡¿Qué hace esta bruja aquí?! —Se levantó James Potter del sofá en donde estaba, dirigiéndose con molestia hacia jane.

—Alto Potter, Holbein está aquí... porque...—La pelirroja se quedó pensativa unos segundos.

—Porque ayudare a Evans en Herbología. El director me ha puesto como su tutora momentánea.

— ¿Es eso verdad mi Lily-Flor?

—No me llames así Potter, y si, es verdad. Así que por favor hazte a un lado. —La chica le dio un leve empujón y ambas pelirrojas subieron las escaleras, caminaron hasta llegar a la habitación de Lily.

Ambas estuvieron planeando que todo saliera a la perfección, porque si, Dumbledore había escogido a dos de sus mejores alumnas, y a las más perfeccionistas de todo Hogwarts, aunque fueran de diferentes años, una de cuarto y una de quinto curso, eran las más inteligentes de ambos cursos.

—Entonces será así. —Pregunta Lily

—Tal y cual. Bella odia las galletas, así que nos será de ayuda, solo no le diremos que es una estrategia de Dumbledore.

—Bellatrix y tú son muy buenas amigas ¿Cierto?

—Sí, somos muy buenas amigas, es solo que... Bueno, tengo ideales diferentes a todos.

—Tus padres son... son... ¿mortifagos? —Pregunta una nerviosa Lily

—No Evans, no lo son. Pero estoy comprometida con Evan, y dentro de poco el bueno, ya sabes, el recibirá su... sabes a lo que me refiero. —Señalo su brazo.

—Sí, he leído un poco sobre esa marca. ¿Pero tú también?

—Es lo más probable. Aunque no quiera. Pero sé que si no lo hago el matara a Evan.

—Por merlín.

—Pero por favor, nadie puede saber nada de esto.

—Confía en mí, juro por mi vida que jamás nadie sabrá esto. ¿Pero por qué él te quiere a ti en su fila de seguidores?

—Hay algo que nadie, ni siquiera Evan sabe, solo mis padres. Sé que de seguro es algo pronto para contártelo, pero veo que seremos muy buenas amigas. —Lily no pudo evitar sonreír ante tal aclaración, Jane Holbein la consideraba su amiga.

—Tranquila, si quieres hagamos un juramento inquebrantable.

— ¿Estas segura? Eso es algo de vida o muerte. Ademas, se necesita una tercera persona.

—Más que segura. Pero si, necesitamos a una tercera persona. Un testigo. 

—Está bien, Se un poco de magia mas avanzada, eso nos ayudara, no mucho pero si, y quedara una marca debido a la magia a la cual recurriré.— Lily solo asintió. —Pero yo también debo prometer algo a cambio, para esta a mano.

—Está bien. Comencemos. —Ambas se tomaron las manos. Y Jane comenzó a recitar el juramento.

—Lily Evans, juras solemnemente que por cada palabra que salga de mi boca, en el momento que este contando mi más profundo secreto, será guardada en tu memoria y corazón, pero jamás será pronunciada por tus labios a nadie más, morirás si desobedeces el juramento.

—Lo juro.

—Es tu turno Lily. Di lo que tengo que jurarte.

—Jane April Holbein. Juras solemnemente que si algún día llego a ser madre, serás madrina del o la bebe que llevare dentro de mi vientre, y si algo me llegará a suceder tú te quedaras con él.

—Lo juro. El juramento inquebrantable ha sido sellado. —El lazo brillante que adornaba sus manos, producto de la magia del juramento, desapareció. Pero en las manos de ambas pelirrojas quedo una especie de moretón.

—Bueno, jamás había experimentado algo así.

—Ni yo. Ahora. Bueno, te contare. Yo no soy hija biológica de los Holbein. Ellos me adoptaron.

— ¿Eso quiere decir que no eres sangre pura?

—No, soy sangre pura, de nacimiento, pero mi sangre es más poderosa que cualquier otra. Mis padres biológicos son muy poderosos.

— ¿Sabes quiénes son?

—Sí, los veo una vez al año.

— ¿Quiénes son? ¿Y por qué te dieron en adopción? 

—Bueno. ¿Has oído hablar sobre los dioses griegos? —Lily asintió.

—Sí, he leído infinitas historias acerca de ello, pero solo son historias, no existen.

—Bueno, en eso te equivocas, porque dos de ellos son mis padres. —Lily abrió sus ojos muy sorprendida.

— ¿Estás hablando enserio?

—Claro, jamás jugaría con algo así.

—Por merlín, eso es... Asombroso. ¿Eres hija de la diosa Atenea?

—Mmm no, ella es mi tía, y tiene una hija, llamada Andreanne, y ellas es mi mejor amiga, y mi prima. Ah y también mi guardiana protectora.

—Eso es maravilloso, es decir, estas emparentada con los dioses, los seres más poderosos del mundo.

—Sí, bueno, mi mama es Afrodita. La diosa del amor y la belleza.

—Estoy demasiado asombrada. Y tu padre es Hefesto. ¿No?

— ¡No!

—Pero en los libros de la antigua mitología griega dice que afrodita tuvo hijos con él.

—Algunas veces los libros mienten. Ella estaba casada con él, ya no, pero él o es mi padre, mi papa es Hades, el dios del inframundo.

— ¡POR MERLÍN! Pero él es su tío, porque es hija de Zeus.

—Sí, pero, esa historia será para otro monto. Lo cierto es que el señor tenebroso me quiere en sus filas porque sabe que tengo un don, no diremos poderes porque suena muy tonto. Por parte de mi mama, tengo el don de hacer que las personas se enamoren, pero al final terminaría todo en tragedia. El amor solo sería algo pasajero, no es tan poderoso como el de ella. Y por papa tengo el don o la capacidad de ver cuando una persona muere, como entra al inframundo. Y puedo hacer magia sin necesidad de utilizar mi varita, o conjurar algo. Es como una especie de luz que emana de mis manos. Algunas veces mis ojos cambian de color, pero solo cuando no me puedo controlar.

—Esto... ¡Es fantástico! —Grito Lily con emoción.

—Evans, no grites. Tus amigos tontos deben de estar pegados a la puerta queriendo escuchar.

—No, no pueden, las escaleras para los dormitorios de las chicas están encantadas, los chicos no las pueden subir, porque se convierten en tobogán.

— ¿Cómo es que ustedes tienen eso? —Habla Jane.

—No lo sé. — se encoje de hombros Lily.

—Insisto, Dumbledore tiene favoritismo por los gryffindors. —Dijo Jane saliendo de la habitación de la pelirroja, causando que los merodeadores la miraran, mientras esta se despedía de Lily con un pequeño abrazo. Ante tal acción la cara de estos era d confusión. —Descansa Lily.

—Tú igual Jane. —Lily entro en su habitación y cerro su puerta, Jane bajo las escaleras, y luego paso frente a los cuatro merodeadores, mirándolos con desdén.

—Caballeros. —Dijo en forma de saludo.

— ¿Que te traes con mi Lily-Flor? —La detiene James Potter interponiéndose entre la puerta de la sala común.

—Que te importe nada, así que permiso Potter. —Esta lo empujo quitándolo de su camino. Saliendo así de la sala escarlata. Comenzó a caminar por el pasillo que la lleva a su sala común, cuando alguien tapo su boca, y la acorralo contra una de las paredes. 

Aclaraciones:

Bueno, vemos que Lily y Jane han echo un juramento inquebrantable. Pero solo están ellas, y un juramento solo se puede hacer si hay una persona de testigo, eso lo se, pero esta vez quise que fuese algo distinto. Y emparente la magia de Jane,con el juramento. Eso es algo que explicare mas a delante, y lo entenderán mejor. Espero que les guste este capitulo, y lo disfruten. Besos y abrazos. Las quiero mucho... 

Posdata: Falta una semana para mi cumpleaños numero 17, y estoy demasiado feliz. Ok, no tanto, porque me estoy poniendo vieja. :(