Bad Liar
Mala Mentirosa
Dieciséis chicos se encontraban en la oficina del director Albus Dumbledore. Todos gritaban y peleaban unos con otros, hasta que por fin Albus Dumbledore hizo presencia dentro del despacho, haciendo callar instantáneamente a todos los presentes.
—Buenos días, caballeros, damas. —Saludo éste a todos los presentes. — Bien, alguno de ustedes sería tan amable de por favor explicar qué ha ocurrido hoy? — Pidió el directo. — A ver, Señorita Holbein. ¿Podría usted explicarme lo que ha sucedido esta mañana frente al lago negro?
— Vera director Dumbledore, los acontecimientos, los cuales se llevaron acabo esta mañana, no era nada malo, de hecho, todos estábamos...—La pelirroja se quedó en total silencio, y lanzó una rápida mirada a sus compañeros, buscando ayuda.
—Estábamos recreando, relatando, o imitando, por así decirlo, la escena de un viejo cuento de artes de la magia Directo. —Mintió Lily Evans, tratando de hacerlo lo más creíble posible. Recibiendo una mirada confusa por parte de los demás.
—¿Es eso cierto ?—Les dio una mirada de interrogación a todos. Que aún seguían sin entender nada.
—Eso no es cier... — Iba a replicar Marlene, pero Sirius Black y Alice le taparon rápidamente la boca.
—Si director, y sentimos mucho no haber pensado que alguien pudo haber salido lastimado. —Habló rápidamente Alice.
—Señor Director. — Comienza Bellatrix Black.— Solo estábamos tratando de arreglar las diferencias, así que acudimos a tomar práctica con los san... —Pauso cuando sintió el codo de Jane en su estómago. Ella iba a decirles sangre sucias. Pero delante de el director, lo mas probable seria un buen castigo.— Gryffindors, es por naturaleza, usted sabe.— Suelta una leve sonrisa.
— ¡Oh, pero que maravilla, me alegra tanto que se estén llevando bien chicos!—Exclamó feliz el director.
— Tratando. — Corrigen Potter y Malfoy.
—Bueno, por tratar, como dicen el joven Malfoy y el joven Potter, y por hacer magia fuera de un aula, sin consentimiento de algún profesor experto en el tema y por casi haber provocado un terrible accidente. Los dieciséis tendrán que limpiar el gran comedor luego de que haya finalizado el gran baile, que se llevará a cabo dentro de cuatro días, es decir, este sábado. — Sonríe Dumbledore hacia los adolescentes que lo miraban con las bocas abiertas y sorprendidos, ante sus palabras. — Tomenlo como un pequeño castigo. Pero estoy orgulloso de que se estén llevando bien. Ahora si me disculpan tengo asuntos del ministerio que atender, damas y caballeros, que tengan linda tarde. - Todos le dieron las sonrisas más falsas que habían tenido en sus vidas, y salieron en silencio del despacho.
[...]
— Lo único que me faltaba, un castigo con todos estos inútiles buenos para nada, sangres sucias. — Dijo Bellatrix.
—Tranquila Bella. — Le sonrió Jane con calma. —El castigo pudo haber sido mucho peor, rompimos normas extremadamente importantes, él pudo habernos expulsado de Hogwarts a todos.
—Ella tiene razón.— La apoyó Remus Lupin.
—Es obvio que no tomó esa decisión, porque tiene favoritismo por los traidores y sangre sucias. —Exclama hablando por primera vez Narcissa Black.
—Ok, bueno, no es el punto Cissy. —Exclamó Jane. —Vamos a llevar esto con calma y claridad.
— Solo... solo hagamos caso a lo que dice el viejo. —Habló con voz cansada Bellatrix.
—Ay primita, por fin usas ese cerebro que tienes. ¡APLAUSOS A BELLATRIX BLACK!— Dice con sarcasmo Sirius Black.
—¡CALLA TRAIDOR! —Gritan Jane y Bellatrix al mismo tiempo.
—Ya, ya, basta, cállense ya. — Los calló Remus Lupin. - Acabamos de ser castigados, y no queremos otro. Hay que comportarse.
—Dile eso a el estúpido traidor a la sangre, de tu amigo. — Señaló Bellatrix al mayor de los Black.
—Basta ya por favor. —Dijo Narcissa. — ¡MADUREN!
—Tenemos que fingir llevarnos bien.—Se encoge de hombros Lily. —Aunque sea solo frente al los profesores y al director. ¿Es tanto pedir?—Lo último lo dijo en un susurro, que pocos alcanzaron a oír.
—Ash, por más que odié con mi alma, vida y ser admitirlo, esta estúpida sangre su...— Jane le dio otro golpe en el estómago. Bellatrix se ganó unas miradas severas por parte de le los Gryffindors. —Ash, ya ya, lo lamento, Evans. Tiene razón, no quiero problemas con ese viejo.
—Uy no, ni lo creas, ni fingiendo me llevare bien con esta perra.—Exclamó molesta Marlene McKinnon señalando a Jane.
—Ay para lo que me importas, en realidad ni te recordaba, tu presencia me viene y me va.
—Será mejor que cada quien se vaya a su sala común.
—Es lo mejor.
Todos asintieron y cada grupo tomó distintos caminos.
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