Capitulo 36
- ¡Atila! - exclamé cuando la vi saltar hacia mi maleta mientras empacaba - ¿Donde carajos has estado todo este tiempo? Pensé que te habías perdido.
Me respondió buscando mi mano por caricias con un ronroneo, rodé mis ojos, debía terminar de empacar. La saqué del interior de mi maleta y seguí empacando mis túnicas, uniformes y más.
Cerré mi maleta satisfecha de por fin haber acabado, fui en busca de Atila que estaba descansando sobre mi almohada, tan pronto me acerqué me sacó las garras así que me alejé instintivamente, cuando lo hice , esta volvió a su posición de reposo. Gruñí.
¿Quien iba a entender a los gatos? ¿Algún día lo haríamos?
Estas preguntas no me dejan dormir en la noche.
Junté todas mis maletas a un lado de la puerta dejando a un lado mis pensamientos, tomé mi pequeño bolso dónde guardaba mis cosas pequeñas que prefiero tener a la mano, saqué mis maletas de la habitación dándole una última mirada nostálgica al lugar que fue mi hogar sin chicos por mucho tiempo, Atila saltó a mis maletas antes de que yo cerrara la puerta.
Intenté bajar con dificultad la primera maleta por las escaleras, tan pronto llegue al final de estas suspiré exhausta.
- ¿Eres o no una bruja? - escuché que dijeron dos voces al mismo tiempo, me giré y estaba el trío de oro junto a Fred, al parecer los Weasley habían hablado al mismo tiempo. Tenían razón, ¿Porqué no se me ocurrió usar magia?, le di una pequeña sonrisa de agradecimiento a Ron e ignore a Fred.
- Locomotor - pronuncié con mi varita en alto, mis maletas (junto con Atila sobre ellas) se movieron fácilmente levitando sobre las escaleras hasta llegar a mi lado. Acomodé mi gorra de lana que había usado el otro día y seguí mi camino hasta el retrato de la señora gorda pero antes me di media vuelta para despedirme de los chicos, Herms se acercó a mi con pequeña rapidez.
- Te voy a extrañar un montón, Scar - dijo mientras me abrazaba por la cintura ya que yo era unos diez centímetros más alta que ella, sonreí.
- Yo también te extrañaré mucho, Herms - le respondí el abrazo - Pero tranquila, te prometo que nos vamos a ver muchísimas veces en vacaciones, tantas que hasta los chicos se van a aburrir de ver tu cara por la casa.
Hermione sonrió mientras se separaba, Ron se acercó tímido.
- Yo, eh... Que tengas lindas vacaciones - dijo mirando al piso, sonreí divertida mientras jalaba su brazo para darle un abrazo, al parecer se sorprendió porque estaba tenso al principio pero luego me correspondió - Espero que estemos en contacto, y por cierto.. gracias por salvar mi vida.
- ¡Oye! Ni siquiera entiendo porqué lo dudas - reí - Y además, yo no he hecho nada, de verdad, sólo me preocupaba que estuvieran en problemas.
Harry pasó al frente, me miró unos segundos para luego atacarme con un abrazo.
- Wow, cuidado Potter, me harás polvo las costillas - dije intentando respirar ante su fuerte agarre en mi cintura.
- Debes escribirme o llámame, promételo - dijo firme - Además, debes ir a visitarme, no me puedes abandonar por completo con los Dursley.
- Tranquiloo, lo prometo - lo abracé con fuerza.
- Scarlett..
- Bien, creo que debo irme - dije cortando cualquier conversación con el pelirrojo mayor - Vamos, Atila.
Al darme media vuelta unos largos y fuertes brazos me rodearon sin permitirme moverme.
- ¡Mon chéri! ¡Que te voy a extrañar! - exclamó.
- No sabia que hablabas francés, George - dije cuando me soltó.
- ¿Eso es francés? No lo sabia, lo vi en una revista muggle de mamá - se encogió de hombros despreocupado.
- Deberían de tener todo empacado ya, el tren sale en dos horas - dijo mi ruloso amigo Hazz llegando a mi lado.
- Si, pero nos da flojera - dijo Fred poniéndose al lado de George, ignorando mi presencia. Bien jugado.
- Así que vamos a usar magia - admitió George
Rodé los ojos, quise continuar mi camino hacia la salida pero un codazo en mi estómago me detuvo, ya que me había sacado el aire de los pulmones.
Me apoyé en Harry para recuperarme mientras lo miraba enojada, ¿Porqué hizo eso el muy maldito?
Con una seña de rostro me indicó de debía de despedirme de Fred, oh genial. George se sentó junto a Lee quien lo había llamado y Hazz salió con sus maletas.
- Eh... bien, lindas vacaciones, adiós - dije con rapidez para seguir mi camino pero mi bufanda se había quedado atorada en algo y por poco casi caigo de espaldas de no ser por Fred. Me separé de él rápidamente. - Gracias.
- Claro... Así que... - rascó su nuca - ¿Vives con chicos? ¿Y tu familia?
Mal tema de conversación, amiguito.
- Mis padres están muertos - sonreí irónica, no sé porqué, aún así supe que lo había hecho sentir mal así que suavice mi carácter - Vivo con los chicos de la banda por la disquera, recuerda, por favor.
Asintió con su cabeza. Suspiré. Este chico había sido uno de mis mejores amigos durante todo el año y lo estaba poniendo difícil.
- Escucha, sólo estoy poniendo esto más difícil para ambos, tomaste tu decisión y yo te di mi palabra de que lo iba a olvidar - dije mirándolo a los ojos - Has sido un gran amigo para mi este año, Fred. Te voy a.. extrañar - y rápidamente lo abracé.
Sorprendido, respondió mi abrazo. A los segundos me separé y me fui de la habitación tras intercambiar un par de palabras por última vez.
Estábamos los chicos y yo en el tren ya cambiados, me dispuse a escuchar música en mi celular cuando me aseguré de que estábamos alrededor de una hora lejos de Hogwarts y que ya había recepción.
Se preguntarán, ¿Porqué me he despedido de los chicos tan temprano si podíamos compartir el compartimiento del tren? Bueno, la respuesta es que no podíamos viajar con ellos ya que Simon nos había pedido estrictamente que sólo debíamos ser nosotros cinco, y además nosotros nos debemos bajar una parada antes de King Cross.
Me di cuenta de que Do I wanna know? estaba resonando a todo volumen en mis oídos, observé con detalle el paisaje lluvioso al otro lado de mi ventana hasta que mi vista se fue apagando poco a poco.
- Despierta - el chasquido de unos dedos me forzó a abrir mis ojos - Toma a Atila, es nuestra parada.
Seguí las ordenes de Liam y tomé a Atila que por suerte estaba dormida así que no se iba a oponer, salí perezosamente del compartimiento siguiendo a los chicos, nos bajamos rápidamente del tren con nuestras maletas en mano y este siguió con su recorrido hasta la estación 9 3/4.
Un auto gris lo suficientemente ancho se detuvo frente a nosotros, Simon salió de él y nos ayudó a guardar nuestras cosas en la cajuela, aunque no fue de mucha ayuda ya que lo que fuera de tamaño mediano lo debíamos de llevar nosotros adelante porque no había espacio.
Y, lastimosamente, como toda mi vida en ocasiones cómo esta, Niall tuvo que cargarme porque sino no entraríamos en el auto. Y yo que pensé que era lo suficientemente ancho, que engaño.
Me dediqué a acariciar a Atila el resto del viaje, quien miraba con ojos jugosos a la lechuza de Liam hasta que llegamos a nuestra casa.
Tan pronto salimos sentí un flash cegándome. Oh, genial. Creo que me gustaría volver a Hogwarts, a pesar de su extraña pero rica comida.
Con mi mano tapé mis aún somnolientos ojos y parpadee más de una vez, con Atila en mano recibí las maletas que me entregaban y después de abrir la puerta de la casa y soltar a Atila en ella las fui poniendo una a una a unos metros de la puerta, no todas las maletas que llevé eran mías pero debía ayudar para acabar rápido y entrar a la casa.
Tan pronto acabamos de entrar las maletas me dejé caer ligeramente sobre el piso alfombrado de la sala, estaba agotada.
- Chicos, en cuatro días tienen una reunión con Modest - nos anunció Simon antes de despedirse y salir por la puerta.
Perfecto, recién llegamos y ya debemos trabajar. Suspiré.
Bueno, no puedo quejarme.. después de todo es hacer lo que amo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro