Capitulo 31
- ¿Están locos? ¿Por qué razón Snape querría ese pedazo de carbón? ¿Para eso no recibe uno igual cada navidad? - pregunté confundida ante lo que me había dicho.
Estabamos hablando cerca de la casa de Hagrid, sentadas en el pasto.
- ¡Pero es verdad, Scar. Debes creerme! - musitó Hermione - Además no es un carbón, es una piedra - rodó los ojos - Una piedra que te permite vivir por años, y por obvias razones se la quiere entregar al que no debe ser nombrado.
- ¿Para qué querría Cedric vivir por tantos años? ¿Quiere ser escritor? - y de nuevo la confusión.
- No, Scar - volvió a rodar los ojos. Algo me dice que soy más inmadura que esta chica de once años - El otro que no debe ser nombrado - seguí con mi mirada de confusión - El que empieza con V... El que no tiene nariz... ¡AGH, EL QUE QUIERE MATAR A HARRY POTTER, SCARLETT!
- Ahh - dije inocentemente, le ofrecí una pequeña sonrisa de disculpa - El enchufe de energía, si, sí.
- ¿Ahora comprendes?
- Algo así.. - Hermione se dio un fuerte manotazo en la cara y se tiró al pasto rendida. - ¿Te dolió?
- Ay, por favor Scar, por favor.. Cállate - me dijo aún con su mano en su rostro.
Hice un breve puchero y me puse a pensar sobre todo lo que me había dicho.
Snape haciendo un hechizo a la escoba de Harry en el partido, su pata coja, su.. noche misteriosa con el profesor Quirrell, la piedra de la juventud esa, el enchufe que según todos estaba muerto pero que según tres niños de once y un guardabosques, no lo está.
- ¡Lo tengo, ya entendí! - dije sonriente, Hermione se levantó rápidamente del pasto y me miro con mucha ilusión y atención - Quizá el hechizo finite incantatem pueda hacer que mi cabello vuelva a la normalidad.
Hermione soltó un fuerte suspiro y volvió a tumbarse en el pasto. Sacó su varita y con un hechizo el cual no pude escuchar bien, devolvió a mi cabello su color natural. Sonreí como el gato de Alicia, tomé el gorro de Hogwarts que cubría mi cabeza y lo lancé tan lejos como mi fuerza me lo permitió.
- ¡Muchísimas gracias, eres la mejor! - Hermione me respondió con un asentimiento - Y sobre lo de la piedra esa, no creo que Snape sea el único sospechoso, Quirrell también ha estado en todos los lugares en las mismas circunstancias sospechosas.
Hermione volvió a levantarse con el ánimo renovado.
- ¡Al fin! Pero Snape nos odia, tiene más sentido.
- Snape es un amargado con todos, odia a cualquiera que no sea Slytherin - dije peinando mi cabello en un chongo desordenado. - Además, no te enojes, pero el mundo no gira alrededor de ustedes todo el tiempo.
Hermione frunció su ceño dando por terminada la conversación.
******
- ¿Puedo hablarte un segundo? - me giré, Harry se dirigió a mí, tras de él Louis tomo con poco animo sus cosas y se dirigía a la salida hacia Hogwarts.
- Claro - dije guardando mis plumas y la comida de Atila en el maletín que cargaba.
- Es.. difícil decir esto - rascó su nuca con mucho nerviosismo. Me tomó del brazo y me llevó a un lugar apartado de todos.
- ¿Qué pasa? - pregunté confundida.
- Yo... creo que soy gay - agachó su cabeza impidiéndome ver sus ojos verdosos.
- ¡¿QUÉ?! - Harry tapó mi boca con sus manos.
Estaba completamente sorprendida, no me lo esperaba. Eso significa.. ¡YEEII, PIJAMADAS!.
Que emoción, que emoción. Tengo un amigo gay, va a ser tan cool shippearlo con otro chico. Siempre me ha gustado la idea de tener un amigo gay.
Retiré con fuerza sus manos de mi boca y me lancé a abrazarlo, caímos al piso dolorosamente pero valía la pena. Entiendo perfectamente que le fue difícil decir esto y más a mi, que lo conozco hace mucho, lo que necesita es apoyo en este momento. Y ahora amo el triple de antes a Harry, me encanta que me lo haya dicho él y no me enterara por otra persona, el hecho que confirma que tiene una gran confianza puesta en mi.
- Te amo, te amo, te amo - dije en medio del abrazo - Adoro tu valentía para decírmelo, cuenta conmigo, obviamente.
Harry y yo nos separamos del abrazo, me miró entre extrañado y sorprendido.
- Y-yo.. - dijo nervioso - Pensé que reaccionarias de otra forma.
- ¿Cómo cual? - dije con una sonrisa y el ceño fruncido.
- No sé, echarme de la banda o algo.
- Que exagerado - rodé los ojos - Obvio que no, eres como mi hermano, y no dejaría de amarte sólo por eso.
- Calmaste mis nervios, gracias, gracias, gracias. Te amo - me abrazó nuevamente con una radiante sonrisa. Cuando nos separamos pude ver sus ojos achocolatados, me conmoví por él. Tomé agua, mi garganta se había secado. - ¿También reaccionarias perfectamente bien si te digo que Louis y yo tenemos algo?
Escupí todo el agua de mi boca en su cara. Ahora Harry tenia una mueca realmente graciosa y estaba completamente empapado.
- ¡Chicos, debemos irnos! - nos apuró Liam.
Niall nos tomó del brazo y fuimos a Hogwarts por polvos flu. Aún estaba en shock. A veces me encontraba incómoda al haber un silencio profundo entre todos nosotros cuando caminábamos por los pasillos vacíos escabullendonos de los prefectos.
Que Louis también fuera gay era completamente algo que jamás en mis sueños me lo había imaginado.
Tenia mucho que procesar, Harry gay, Louis gay, Harry y Louis pareja. Khe
Oh, esperen.. ¿Qué va a hacer la agencia?.
Un ruido sordo inunda mis oídos, pongo mis manos sobre mis orejas desesperada por callarlo, miro a mi alrededor, los chicos están completamente bien, al parecer soy la única que lo escucha.
Scarlett... predecesora..
Escucho una voz en mi cabeza. ¿Estoy loca ahora?
- ¡Abre los ojos! - me sacuden bruscamente, abro mis ojos. ¿Cuando los cerré?
- ¿Estás loca, sorda o sólo eres tonta? - preguntó Louis.
- ¿Ah? - pregunto con confusión.
- Estábamos esquivando a los prefectos cuando empezaste a gritar, caíste de rodillas al piso mientras agarrabas tu cabeza con desesperación - Harry suspiró para continuar - Luego te levantaste como en una especie de trance y te seguimos hasta el tercer piso, y Niall tocó tu hombro, ya que no nos escuchabas, y justo en ese instante te desmayaste - se acercó a mi oído para que sólo yo pudiera escuchar lo siguiente - ¿No estarás traumada por lo que te dije, no?
Primero: ¿En qué momento pasó eso?. Segundo: ¿En serio Harry me acaba de preguntar eso?.
- Eh.. yo.. - mi mente estaba en blanco - No sé que me pasó, pero estoy bien.
- Mmm bien, será mejor que vayamos a nuestras casas antes de que nos encuentren - dijo Liam repasando mi rostro con una última mirada de preocupación.
Me despedí de los chicos para dirigirme a mi sala común con Harry, estaba metida en mis pensamientos. ¿Que era eso que acaba de pasarme?
- Entonces.. ¿Qué piensas? - Mi atención se dirige a Harry, quien me observa expectante a una respuesta. Sé a lo que se refiere.
- Harry, acabo de perder la noción de lo que hice durante unos diez minutos y me preguntas sobre lo tuyo con Louis? - hago una mueca rara - Entiendo que ambos son importantes, pero, rily?
Harry suspira mientras posa sus manos en los bolsillos de la túnica. Me lo pienso durante unos minutos.
- De acuerdo. Pensándolo bien.. hacen una linda pareja - pongo un dedo en mi barbilla haciéndome la pensativa - Llamaré su shipp cómo... ¡Larry!, ¡Larry Stylinson!
Harry me mira con una sonrisa divertida, seguro se preguntará que está pasando por mi cabeza. Lo abrazo impulsivamente intentando demostrarle apoyo.
- ¿Original, no crees?
- He de imaginarlo - Reímos por lo bajo mientras entrabamos a la sala común.
Debes honrar a tu señor... Tu lealtad será comprada en su momento... La sangre es tu única familia...
Estas palabras resonaban una y otra vez en mi mente, me giré en todos los sentidos posibles, desesperada. ¿Dónde estoy?
Miré a mi alrededor, todo era absolutamente oscuro. Un gran escalofrío recorrió mi piel, pasé mi mano por mi brazo intentando darle algo de calor.
Pero sentí algo extraño.. Miré mi brazo, en lugar de piel habian.. ¿Escamas?
¡TU SERVIRÁS A TU SEÑOR!
Desperté agitada, estaba sudando fríamente en mi cama. Observé mi cama, estaba completamente desordenada, las almohadas que la acompañaban estaban tiradas por toda la habitación, prendí la luz en un rápido intento de levantarme de la cama.
Todo a mi alrededor lucía.. horrible. Especialmente la horrible imagen que estaba frente al espejo, una chica que lucia demacrada, con muchas ojeras y lo suficientemente delgada para ver la superficie de sus huesos. Parpadee rápidamente, esa imagen se fue, ahora lucía como.. yo. Bueno, era un espejo después de todo.
Me giré para volver a mi cama, pegué un grito de susto.
- ¡Atila! ¿Qué haces por acá? Me asustaste. No lo vuelvas a hacer - la regañé con mi dedo indice.
Noté que mi guitarra acústica y su estuche estaban completamente hechos nada. Estaban destrozados. Pero.. era imposible que Atila hubiera hecho eso, sus garras son muy pequeñas a comparación de las marcas que habían en el desastre.
Un momento..
- ¿Cómo entraste? Deberías de estar durmiendo junto al fuego de la sala común - me dirigí a Atila. Llevé mi mirada hacia la puerta, estaba ligeramente abierta.
¡Pero si yo la había cerrado con seguro! No me gustaba que Atila durmiera conmigo porque soltaba mucho pelo y la dejaba durmiendo en la sala común siempre.
Algo está pasando aquí...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro