Capitulo 30
Corría por los pasillos con una tostada en mi boca, había despertado tarde.. de nuevo. Y llegaría tarde a mis clases con Snape, que es aún mejor.
- ¡Hey, cuidado! - me gritó la que reconocí como Cho Chang. La ignoré y seguí con mi carrera contra el reloj.
Pasé rozando el hombro del trio de oro, quienes me miraron con el ceño fruncido. También me crucé con Louis y Niall en el camino, les hice señas para que se apartaran lo cual hicieron mientras rodaban sus ojos y negaban con sus cabezas divertidos.
Empujé la puerta frente a mi, la cual chocó con la pared haciendo que se produjera un fuerte ruido en la habitación. Los alumnos de mi casa y de Slytherin dirigieron todas sus miradas hacia mi, subí mis hombros intentando esconderme en ellos con una sonrisa de disculpa.
- Llega tarde - dije fríamente el profesor Snape - El ser una alumna lo suficientemente buena en pociones no le da el derecho de seguir llegando tarde a mis clases. 5 puntos menos para Gryffindor.
Era cierto, había mejorado bastante en pociones y en todas las demás, ya empieza funcionar el efecto Hermione.
- Pero profesor, yo..
- Perfecto, que sean 10 - dijo cortándome la cabeza con su mirada - Ahora tome asiento antes de que cambie de opinión y la eche de mi clase. Y retire esa tostada de su boca.
Le hice caso y me senté junto a Hazz con un mueca de insuficiencia, coloqué mi mochila a un lado de mis pies.
- Es la cuarta vez - me susurró Hazz, quien anotaba los ingredientes de una poción en su cuaderno.
No le respondí y analicé lo que tenia que hacer.
*******
- ¿En serio? - preguntó Hermione a George haciendo un gesto dramatizado. - Scar, tienes que ser más disciplinada. No puedes manchar tu reciente reputación de buena alumna con ese récord de puntualidad.
La ignoré y seguí comiendo lo más rápido, no iba a permitir que Ron me ganara. Tome otra pata de pollo y le di un gran mordisco. Empecé a toser, se me había ido un pedacito de pollo por el lado que no era.
Fred, que estaba sentado a mi lado, me ofreció un vaso con agua sin levantar la vista del profeta.
Tomé un largo trago y me rendí. Ron ya había acabado con la bandeja de patas de pollo que estaba frente a nosotros.
- ¡Gané, gané! - festejó con la boca medio llena, suspiré dejando mi cabeza caer sobre la mesa.
- No te lo tomes a mal - me animó Harry - Ron tiene un hambre que nunca puede ser saciada.
- Quiero mis cinco galeones - dijo Ron, y puedo asegurar que tenia su brazo extendido. De mala gana saqué el dinero de mi bolsillo y se lo ofrecí.
- Hey, hey - sentí un pequeño golpe en mi hombro con periódico, giré mi cabeza desde la mesa para observar - Recuerda nuestra.. reunión diaria, llega puntual.
Asentí para Niall, quien se fue nuevamente a su mesa.
- ¿Por qué siempre se reúnen? - preguntó el pequeño con cabello azabache.
- Es difícil estar en contacto con tus amigos cuando están en diferentes casas - me encogí de hombros - Sólo nos ponemos al día en todo.
- ¿O sea que sólo chismosean? - preguntó con curiosidad el menor de los pelirrojos en la mesa. Asentí con la cabeza dándole un guiño.
En realidad nos reuníamos para dar los últimos conciertos de nuestro tour, así que debíamos ser rápidos y discretos.
***
- ¡Salimos en 10!
- No, no, noo - intenté arreglar mi cabello lo más rápido posible, me voy a vengar de los gemelos por pintarlo color rosa con un hechizo.
- Toma, rápido - Lou me pasó una gorra. No haría mucha diferencia pero no se verían las raíces de arcoíris - cortesía especial de los gemelos-.
Nos dieron la señal y salimos en fila. Los gritos y el bullicio de lugar invadió mis oídos cuando los chicos entraron, y aumentaron más cuando entré, ya que era la última. Y ahí se ve, señores, la reacción de nuestros fans a mi nuevo look.
- Girl I see it in your eyes you're disappointed
'Cause I'm the foolish one that you anointed with your heart - distinguí la voz de Liam entre el alboroto.
Luego de un par de canciones, decidimos jugar un poco en el escenario. O bueno, Louis lo decidió.
Hizo que Harry se parara frente al público e increíblemente saltó sobre él. Luego continuó Niall, quien le pidió a Harry que se agachara un poco más. Y resultó en una divertida tragedia.
El público rió.
Suspiré agotada poniendo la gorra que traía puesta sobre una silla, recibí la botella de agua que me ofrecieron unos del equipo. Le pedí a Lou que me desmaquillara. Miré la hora, era casi la 1:00 AM.
- Harry, dame mi cuaderno de historia - le pedí, me lo entregó mientras despeinaba su cabello para luego tumbarse en un sillón junto a él. Tomé un lapicero, tenia que hacer un ensayo de dos páginas para Binns sobre las rebeliones de los elfos, y era para.. mañana, a última hora.
Tomé otro poco del café que me había traído Liam, quien también tenia que investigar algo de un Puffanosequé de herbología.
- Chicos, debemos irnos - dijo Louis recogiendo sus cosas. Guardamos nuestras cosas y nos despedimos de todos, caminamos hasta un parque cercano que estaba vacío. Apareció Dumbledore y de inmediato estábamos de vuelta en el castillo.
- Usen sus túnicas y vayan a sus casas, y no permitan que ningún otro estudiante los vea - asentimos e hicimos sigilosamente lo que nos pidió.
Había sido un gran lío todo lo que tuvimos que hacer para que los del equipo de la banda y los estudiantes de Hogwarts no sospecharan nada. Gracias a Dios Dumbledore y Simon nos tenían siempre una coartada.
*****
Alguien me propinó un buen codazo. Desperté agitada viendo a todos lados.
- ¡Pon atención o Flitwick nos bajará puntos! - me susurró Fred en un grito. Compartía mi asiento con él, mientras que Harry y George estaban juntos, y Lee no tengo ni idea de dónde está.
- Si, perbon, perbon - dije muy somnolienta todavía. Mi cabeza cayó sobre el hombro de Fred.
- ¡Señorita Vittore!- me sobresalté nuevamente - ¿Quiere repetirme lo que estaba diciendo acerca del encantamiento Glacius?
- Es un.. - bostecé perezosamente - Un encantamiento que invoca una ráfaga de aire frío congelador desde la punta de la varita.
Parpadee un par de veces y moví mi cabeza para despertarme, lo cual no fue tan exitoso, pero al menos estoy consciente.
- Sí, bien - sonreí débilmente apoyándome en la mesa frente a mi - Pero estaba hablando sobre sus efectos, que si hubiera puesto atención en la clase, señorita, se daría cuenta de que este encantamiento tiene el desafortunado efecto secundario de hacer que el aliento de cualquiera que esté cerca se vuelva una espesa niebla blanca debido al frío extremo que provoca - mi sonrisa se fue, sentí una mano en mi mejilla cerca de la comisura de mis labios. Me giré a Fred confundida, me hizo una seña y entonces me limpié la boca. Oh.. estaba babeando - 5 puntos menos para Gryffindor, los cuales hubiera ganado usted misma señorita.
Suspiré pesadamente, las miradas de los Gryffindor a mi alrededor eran de diversión, burla y molestia. Últimamente estaba haciendo que a Gryffindor le quitaran muchos puntos. El profesor Flitwick continuó hablando.
- ¿Noche difícil? - preguntó Fred, quien hizo aparecer un pañuelo húmedo y una taza de café a escondidas. Me limpié la cara con el pañuelo, así desperté un poco más.
- Ni que lo digas - dije tomando un poco del café, pero tan pronto este entró en mi cavidad bucal, mi lengua se quemó. Retiré rápidamente la taza de mis labios y la puse sobre la mesa - Por cierto, ¿Cuando se va a quitar esta asquerosidad de mi cabello?
- Pero si te ves genial, milady - dijo Fred divertido por la situación.
- Eso lo sé. Pero quiero verme aún más genial con mi color natural - le guiñé un ojo. Rodó los ojos divertido.
-Cómo sea. Además, ya que las raíces nos salieron algo.. defectuosas, puedes aprovechar y usas el gorro de Hogwarts!
- Muy gracioso, sabes que odio esa cosa. Jamás lo utilizo - dije utilizando mi mano para que mi lengua recibiera algo de aire.
- Es tu cabello, no el mio - se encogió de hombros y volvió a posar su mirada hacia Flitwick, aunque sabia perfectamente que no estaba poniendo del todo atención.
Me apoyé en la mesa, rendida ante el hecho de que debía de usar esa cosa. E inconscientemente tomé del café, el cual aún estaba caliente y volvió a quemar mi pobre lengua. Genial.
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