No estaba pensando. ¿Qué acaba de hacer Fred Weasley?

Me repetia esa pregunta una y otra vez en la mente.

- Sabroso, ¿no? - preguntó con su típica sonrisa traviesa.

-Que gracioso, Weasley - dije quitándome el pastel de la cara, habáa quedado en mis mejillas, nariz y boca.

- Vamos, que tiene algo de gracia - me guiña el ojo aún con esa sonrisa.

- ¿Sabes que ahora voy a tener que tomar un buen baño de agua caliente? - lo miro acusadoramente.

- No lo dudo - toma mi cara entre sus manos y me roba un  fugaz beso. Luego saborea sus labios -  ¡Pastel de calabaza! Hasta luego, damisela.

- ¡Weasley! - grito divertida pero enojada. Se ha ido tan rápido que creo que a penas y me escuchó.

Siento molestia, diversión y otra sensación que no puedo explicar en este momento.

¿Qué ha sido eso? ¿Acaso es que Fred Weasley se ha robado mi primer beso?

Uno de los hombres menos comprometidos en este lugar.

Bien, voy a guardar este secreto, jamás pasó, y seguimos siendo buenos amigos.

El baño caliente está tardando más de lo que imaginé, en mi mente se repite una y otra vez esa escena, ese choque, esos sentimientos que no se tomaron en serio la situación.

¿Por qué lo hizo? 

Muy bien, definitivamente voy a olvidar esto. No voy a arruinar nuestra amistad.

...

Los días pasaban común y corriente, desayuno, clase, almuerzo, clase y ensayo.

Decidí que después de lo que había pasado con Fred, definitivamente ya no quería algo más "picante" y misterioso en mi vida. Así ha sido suficiente, de por sí ya tengo mucho de qué ocuparme.

Justo en este momento estaba saliendo de la clase de astronomía, y ya con esto acababa mi día escolar. Los chicos y yo habíamos decidido que no ensayaríamos por un par de días, así nos relajábamos un poco y recuperábamos el ritmo de trabajo.

- ¡Hey! ¡Vittore! - fue lo único que escuché antes de que una bomba apestosa se posara justo frente a mi. Genial. Un Weasley. 

- No creo que sea adecuado el estar lanzando bromas libremente por los pasillos - escuché la voz de una niña pequeña.

- ¿Siempre eres tan pesada? - escuché una voz diferente.

- ¡Ron! - lo regañó.

Me giré para ver el rostro de quienes me habían emboscado.

- George, Ron, Harry ah, y... tu - sonreí nerviosamente a la niña - Perdón, no conozco tu nombre.

- Ella es Hermione Granger - dijo George. Me sorprendía que no estuviera con Fred. - Es.. una amiga.

- Hola - me sonrió algo apenada.

- Es un gusto - le sonreí.

- Bien, escucha, Scar. Hermione es una mini-sabelotodo que está avanzada es su clase, y acudió a mi para aclarar algunas de sus dudas. ¿Puedes creerlo? ¡A mí! Ja! - hizo una mueca divertida, levanté una ceja - En fin, le dije que yo no podía ayudarla, así que.. la ayudarías? - sonrió con inocencia.

- Claro, ¿Por qué no? Ven, Hermione. Vamos a la biblioteca para concentrarnos mejor - le dije extendiéndole mi mano, su pequeño rostro se iluminó y caminó hasta mi lado. - ¡Oye, George! ¿Sabes dónde está Fred? - pregunté. Lo siento, no pude evitar preguntar.

- Claro, está con Angelina y sus amigas. Pero descuida, no tienes de qué preocuparte - me guiñó un ojo para luego dirigirse a los chicos. - ¿Quieren fastidiar a Filch?

Los pequeños asintieron felizmente y se fueron los tres corriendo.

No puede ser. ¿Cómo no lo pensé? ¡Era obvio! Fred le había dicho a George lo que había pasado esa noche.

- ¿Vamos? - me interrumpió los pensamientos Hermione. Asentí y nos dirigimos hacia nuestro destino.

Pasé las siguientes dos horas explicándole pequeños detalles, era muy inteligente. Paramos para poder comer algo en el gran comedor, moríamos de hambre.

- Bien, basta de asuntos del colegio. Dime, ¿Que opinas de Harry y Ron? - pregunté alzando ambas cejas varias veces con picardía.

- ¿Ah?  No, no, no. Sólo.. son unos chicos cualquiera que están en mi casa. Son odiosos - me dice con el ceño fruncido.

- Si, claro - rio levemente para continuar con nuestro camino.

A unos pasos después de haber cruzado la puerta del Gran comedor, un chico conocido se me acerca.

- Hola, Scar - se puso frente a mi impidiéndome pasar - Soy Cedric, no sé si me conoces.

- Cómo no conocerte, eres el chico con boca floja y pies veloces - dije con cara seria. No me agradaba lo que había hecho antes.

- Perdona, jaja. Fue un reto, de parte de mis amigos - bueno está bien, relajé un poco mi mirada. - Escucha yo me preguntaba si tu.. ¿Quisieras ir a Hogsmeade conmigo mañana?

Me quedé perpleja. Por varias razones.

No me lo esperaba, y se me había olvidado que la primera salida a Hogsmeade era mañana.

Les explicaré brevemente, a partir del tercer año los estudiantes podían salir ciertos fines de semana a Hogsmeade, un pequeño pueblo con muchas tiendas que queda muy cerca del colegio. Pero sólo se era permitido ir si los estudiantes tenían permiso de sus padres y/o tutores legales. 

Mi abuela ya firmó mi permiso, ya que pensó que se trataba de "otra cosa rara de la disquera". Así que tengo permitido ir.

- Eh.. - Mi cerebro se había apagado por un momento - Claro, está bien. Así podrías enseñarme el lugar - sonreí tímida y apenada.

Cedric me regaló una sonrisa grande y brillante para luego dirigirse a su mesa. Y entabló una pequeña conversación con Louis y Niall. Genial, malditos soplones.

¿En serio acabo de aceptar salir con él? Jesús.

- Es.. lindo - dijo Hermione a mi lado, al parecer no estaba segura si lo que dijo era correcto para la ocasión.

- En cierto modo - le sonreí para que se relajara, y funcionó. Seguimos caminando hasta sentarnos juntas en la mesa.

Estaba comiendo una empanada de calabaza cuando cuatro desastres andantes me interrumpen y sin querer hacen a un lado a Hermione.

- ¿Es.. - llega el primero. Jordan.

- Cierto.. - pequeño y chismoso, Hazz.

- ..Lo que oímos.. - desastre número tres. Ya se imaginarán quién es.

- Y vimos? - termina George, sentándose entre Hermione y yo. Y al parecer le guiña un ojo a la pequeña.

-  No sé a qué se refieren - dije ignorándolos lo cual era difícil porque Fred y Lee estaban frente a mi y Harry (Styles) a mi otro lado. Así que tomé el periódico para hacerlo más fácil.

Una gran mano con un par de anillos me quitaron el periódico de las manos.

- Devuelve eso, Styles - dije molesta.

- ¡Ah-ah! - dijo poniendo el periódico a un lado. - Quiero saber qué es lo que pasa en la vida de mi pequeña.

- Si, dinos, Scar. Somos tus amigos. ¿Saldrás con el galán de ojos grises? - preguntó Fred mientras tomaba un pedazo de pan, moviendo sus pestañas varias veces.

- No es de su incumbencia - dije seria, tomé una taza de café.

- ¡Clara que lo es! Vamos, enanita - dijo Lee intentando convencerme.

- No hay nada que nos puedas ocultar, cariño -  me dijo George, quien se encontraba con un brazo apoyado en la mesa mirándome por respuestas.

- Basta - dejé la taza. Saqué una pluma y un pedazo de papel de mi túnica, escribí una nota.

Los chicos siguieron insistiendo una y otra vez, excepto Harry.

- ¡Suficiente! Me largo, no soporto a los idiotas cómo ustedes - tomé mis libros y me levanté de la mesa. Dejando discretamente el papel en un bolsillo de Harry.

Me fui del gran comedor caminando como si estuviera molesta. Pero no era así, en realidad tenía pánico.

*Te veo en 20 en la torre de Astronomía, lleva a Niall.*

HOLAA :3 

Sí, sigo viva jajaja. Lo siento :( pero como han de adivinar, ya he entrado al colegio :C así que no tengo tanto tiempo para estar en el computador, pero intentaré subir cada fin de semana <3

¡¡Gracias a los que leen y votan!!