Bajé del tren bastante nerviosa, los chicos me siguieron. Había un hombre super alto, algo robusto y con barba, sostenía una lámpara y llamaba a los niños de primer curso.

- ¡Los de primero, por aquí! Oh, ustedes deben ser los chicos que entrarán a tercero, si, Dumbledore me dijo sobre ustedes. Vengan, por aquí con los de primero - el hombre alto nos miro a nosotros y nos habló con amabilidad - Soy Hagrid, Por cierto - le sonreí cómo respuesta.

Encontré a Ron y a Harry entre la multitud y los saludé con una sonrisa. Caminamos por entre los arboles, estaba húmedo y rocoso, casi caigo de no haber sido porque Louis me sostuvo y no me dejó caer.

Llegamos a un lugar con varios botes.

- ¡No más de cinco por bote! - exclamó Hagrid, y para suerte de nosotros estábamos precisos.

Subimos a un bote y estos se empiezan a mover por sí solos. Hagrid iba adelante de todos, iluminando el camino.

Observé el castillo frente a mí, debía ser Hogwarts. Era hermoso, simplemente no tenia palabras para describirlo.

Pasamos hacia una entrada secreta oculta por una cortina de hojas para luego bajar del bote y dirigirnos hacia el interior del castillo.

- Gracias Hagrid, me encargaré de aquí en adelante - nos detuvimos sin previo aviso ya que una señora de túnica verde y sombrero puntiagudo estaba frente a nosotros. Hagrid se retiró cómo lo habia pedido la señora, dejándonos a solas con ella. - Bienvenidos a Hogwarts, mi nombre es Minerva McGonagall - nos dio la bienvenida - El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupen sus lugares en el Gran Comedor deberán ser seleccionados para una respectiva casa. La Selección es una ceremonia muy importante, porque, mientras estén aquí, su casa será como su familia. Tendrán clases con el resto de la casa que les toque, dormirán en los dormitorios de la casa y pasarán su tiempo libre en la sala común de la casa.  

Baia baia. ¿En serio las casas no se podían mezclar? Wow, deben ser muy estrictos con eso.

- Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin - continuó McGonagall - Cada casa tiene su propia y noble historia y cada casa ha producido notables brujas y magos. Mientras estén en Hogwarts, cada uno de los triunfos que obtengan conseguirá que la casa gane puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de la casa, un gran honor. Espero que todos ustedes sean un gran orgullo para la casa que les toque.

Finalizó el gran discurso de McGonagall y los nervios empezaban a venir hacia mi, lo peor era que no encontraba los chicos por ningún lado. ¿Cómo podía suceder? Si son los más altos del lugar, increíble.

Mi mente no dejaba de pensar tonterías para intentar dejar de sentirme nerviosa. Tales cómo que si la comida estaría rica, si los asientos estarán cómodos, si hacia mucho frio dentro del gran comedor y otras muchas cosas más que no merecen ser mencionadas.

Cuando menos lo pensaba, ya estaba caminando a través del gran comedor, sintiendo las miradas de   varias personas en mi, lo que me ponía aún más nerviosa.

No los culpaba, seguramente era extraño ver a una chica y 4 chicos que claramente no tenian 11 años y mucho menos que entrarian a primer año. Era obvio, nuestra altura era lo que más nos delataba.

Aunque no habia mucha diferencia entre los niños con los que estabamos, y yo. Ya que no soy muy alta.

Frente a nosotros estaba un taburete y sobre éste se encontraba un sombrero viejo con una rasgadura que se asimilaba bastante a una boca.

Sin previo aviso, el sombrero tomó forma y empezó a cantar una extraña canción..

"Oh, podrás pensar que no soy bonito,
Pero no juzgues por lo que ves.
Me comeré a mí mismo si puedes encontrar
Un sombrero más inteligente que yo.
Puedes tener bombines negros,
Sombreros altos y elegantes.
Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts
Y puedo superar a todos.
No hay nada escondido en tu cabeza
Que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.
Así que pruébame y te diré
Dónde debes estar.
Puedes pertenecer a Gryffindor,
Donde habitan los valientes.
Su osadía, temple y caballerosidad
Ponen aparte a los de Gryffindor.
Puedes pertenecer a Hufflepuff,
Donde son justos y leales.
Esos perseverantes Hufflepuff
De verdad no temen el trabajo pesado.
O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw,
Si tienes una mente dispuesta,
Porque los de inteligencia y erudición
Siempre encontrarán allí a sus semejantes.
O tal vez en Slytherin
Harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta utiliza cualquier medio
Para lograr sus fines.
¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo!
¡Y no recibirás una bofetada!
Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga).
Porque soy el Sombrero Pensante."

Wow, jamás vi que un sombrero cantara! ¿Le gustaría hacer un dúo conmigo?

Ciertamente, fue todo lo que pensé después de escuchar todo eso que dijo.

- Diré sus nombres, pasarán al frente, se sentarán, les pondré el sombrero y serán seleccionados para una casa. - habló McGonagall luego de que los aplausos para el sombrero cesarán. - Abbot, Hanna.

La primera chica se veia nerviosa, el sombrero la seleccionó para la casa de Gryffindor. Y así fueron pasando los niños y los minutos.

Ron y Harry quedaron en Gryffindor.

Lo más extraño y que más me llamó la atención fue el hecho de que nos habia dejado a los chicos y a mi de últimos, los únicos que quedábamos por seleccionar, así que decidimos juntarnos cómo bolita.

- Ahora, por último, nuestros nuevos estudiantes e invitados especiales, quienes iniciaran su tercer curso en Hogwarts, cortesía de Dumbledore. - dijo la profesora, me sonrojé debido a que no queria llamar la atención, y eso era justo lo que la profesora habia hecho. - Horan, Niall.

Niall pasó al frente, se sentó y pude ver que susurraba, tardó un poco hasta que el sombrero habló.

- ¡Hufflepuff! - Niall caminó alegre hasta la mesa de amarillo mientras su uniforme cambiaba y aparecia el escudo de su casa.

- Payne, Liam. 

Liam pasó al taburete, en seguida se escuchó el grito del sombrero.

- ¡Ravenclaff! - Me estaba empezando a desilusionar, no había caído en cuenta de un pequeño detalle.

No todos íbamos a quedar en la misma casa.

-Tomlinson, Louis.

Al igual que el resto, se sentó y luego de un rato..

- ¡Hufflepuff! - empezaba a desmoronarme, cada vez tenia más miedo, ni siquiera escuchaba los aplausos de las mesas ya.

Sentía cómo un pedazo de mi se iba junto con cada uno de ellos, al no saber qué pasaría, ¿Cuál sería nuestro futuro? Cómo banda, cómo amigos..

 - Styles, Harry. - Anunció la profesora McGonagall.

Mátenme. Estaba tan ocupada pensando en mi miedo que lo único que logró sacarme de ese trance, fue el escuchar su nombre.

No, él no, por favor. ¡¡Por favoorr!!

Si mucho podría sobrevivir sin los otros chicos, así tuviera que cortar mi mano, pero.. Harry es mi mejor amigo, es mi hermano, y lo más cercano a una familia de verdad que tengo, a parte de los chicos; no soportaría estar separada de él por una casa y eso. Y si..? Nuestra amistad se acababa por eso?

Dios miooo, quizá exagero pero me pongo así cuando se trata de Harry.

- ¡Gryffindor! - Cuando menos lo pensé, Harry había sido seleccionado.

Era la única que quedaba parada ahí cómo tonta, claro, las mujeres de último. Sexistas de porquería.

Bueno, la verdad me daba miedo ser la última ahí.

- Vittore, Scarlett Marielle.

Oh, no.

Al escuchar esas palabras mi sangre se congeló..

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