《chapter twelve•Green Eyes》
《chapter twelve•Green Eyes》
《capítulo doce•Ojos Verdes》
ASIA SE DEBATIÓ EN SI DEBÍA SEGUIR ACOMPAÑANDO AL PAR QUE SE ENCONTRABA AFUERA DE SU BOLSO, inevitablemente se sentía incómoda cuando estaba rodeada de hombres y, justamente, se encontraba con dos hombres a solas en una maleta mágica —aunque ella estaba dentro de su bolso—. Aunque la francesa era buena usando su varita, tenía miedo de que Newt intentara algo como cuando su tío lo hace.
Pero él es una buena persona... Su mente lo delata...
Aún así era algo que no podía evitar pensar.
Las personas siempre cambian, y a veces para mal. Desde que sus padres y hermano murieron aprendió que no podía confiar en los hombres; su tío, un abusador, y el que una vez creyó que era su amigo la abandonó cuando más necesitó ayuda.
Dió un largo y profundo suspiro, terminando de vaciar la comida de las últimas criaturas que faltaban por ser alimentadas, había pasado un largo rato dentro de su bolso que tal vez ya era hora de salir. Además, tener solo la compañía de su mente no era tan buena idea; terminaría sobrepensando todo.
Cuando salió de su bolso no vió a ninguno de los hombres que la acompañaban y se extrañó, por un momento pensó que la habían dejado ahí sola pero sus poderes detectaron la mente de Newt y Jacob cerca el uno del otro, en un intercambio de palabras un poco incómodo. Los pies de la chica Rousseau la llevaron hacia allá y mientras más cerca estaba sus voces se escuchaban más altas.
—... Rodeados por las criaturas más peligrosas del planeta —el tono de Newt se escuchó preocupado, estaba claramente hablando sobre sus criaturas y que estaban sueltas por toda la ciudad a su suerte.
—Humanos —completó Asia una vez los tuvo delante de ella, el señor Kowalski dió un brinco del susto y se llevó una mano al pecho, no había escuchado llegar a la chica—. Perdón —la de ojos verdes se disculpó apenada, no fué su intención asustarlo pero sus pasos eran tan ligeros que era casi indetectable.
El muggle movió su mano en un gesto de que no se preocupara.
La jóven bruja miró el recinto detrás del Scamander y al analizarlo supo que el muchacho estaba preocupado por el paradero de una criatura algo grande.
—¿Busca un erumpent? —indagó la chica mirando el paisaje donde vivía el animal, todo para evitar la mirada almendrada de Newt.
—A-así es...
La muchacha lo pensó un momento y luego encontró el posible lugar donde podía estar:— Es posible que esté en Central Park —entrelazó sus manos empezando a jugar con sus anillos, tenía pena, pensar en que se pudo haber equivocado le daba vergüenza.
—¿Y donde es ese lugar?
—¿Dónde es Central Park? —repitió Jacob incrédulo, no podía creer que el mago no sabía dónde era tratándose de un lugar tan conocido pero al ver su expresión confirmo que realmente no sabía—. Bueno... Yo se lo mostraría pero, ¿No cree que las estaríamos traicionando? Las chicas nos prepararon chocolate.
—¿Está consciente de que cuando se den cuenta de que dejó de sudar lo desmemorizarán? —intervinó Newt sus pensamientos, queriendo hacerlo entender que la mayor de las Goldstein solo les daba alojamiento para su propio beneficio.
—¿Qué es desmemorizar?
—Será como despertar y... —chasqueó los dedos—... olvidar toda la magia.
—Le borrarán la memoria —corrigió la francesa ganándose una mirada casi de susto por parte del hombre.
Él parpadeó tratando de asimilarlo, ya que lo pensaba no quería olvidar nada de lo que había visto, ¡Le parecía algo tan fascinante! No creía justo tener que hacerlo pasar por todo eso para luego borrarle la memoria como si nada:— ¿N-no me voy a acordar de esto?
—No —respondió Newt al mismo tiempo que la ojiverde negaba con la cabeza.
—Sí, adelante. Yo lo llevo.
『• • •』
Asia se sentía mal por escapar de Tina cuando fue ella quien la solapó con sus tíos, pero era necesario, todo por el bien de los animales.
Cuando la francesa contó a sus criaturas se dió cuenta de que faltaban algunas... Ahora se veía obligada a acompañarlos por todo Nueva York para encontrar a los animales restantes y evitar una desgracia.
Aunque...
—No puedo creer que hayas hecho ese desastre —regañó en francés la de cabello chocolate a su escarbato una vez logró atraparlo en la joyería.
El animal la miró con ojos de cachorro como si quisiera convencerla de que no había hecho nada, pero las pruebas estaban literalmente en sus manos.
Scamander era un caso contrario, no lograba atrapar a su escarbato. Los estantes volaban de un lado a otro y los vidrios se rompían —no dudaría que una que otra joya se haya roto en el proceso—, la chica salió de la tienda buscando seguridad mientras metía al animal en su bolso y lo cerraba de manera correcta.
Uno de los estantes en dónde Scamander y el escarbato estaban cayó contra el vidrio de la ventana pero no se rompió, internamente lo agradeció hasta que poco a poco comenzó a resquebrajarse. Como si de un interruptor se tratase, cuando Jacob cerró el seguro de la maleta del mago la ventana se rompió dejando caer a ambos. Asia movió su varita para formar un escudo con tal de no ser lastimados ella y el muggle por los fragmentos de vidrios voladores.
El escarbato de Newt salió corriendo para escapar pero su dueño utilizó un accio para atraparlo, el animal voló en el aire pero al tratar de detenerse a sí mismo terminó en la ventana de una tienda.
La policía llegó al haberle reportado alguien tantos disturbios, los apuntaron a los tres con sus armas creyendolos ladrones —y con razón pues los tres estaban rodeados de joyas de la tienda destruida— pero en el momento en que un león apareció de la nada Newt metió su escarbato a la maleta y procedió a desaparecer junto a sus acompañantes.
『• • •』
Definitivamente la suerte no estaba de su lado, o como dicen por ahí: la vida del salado no tiene descanso.
El punto bueno: encontraron al erumpent; el punto malo: estaba rompiendo todo a su paso para perseguir a Jacob.
Y ustedes dirán, ¿Cómo pasó todo eso? Pues bueno, el señor Kowalski derramó sin querer un poco de almizcle de erumpent que le había pedido Newt que sostuviera mientras él hacía un extraño baile de apareamiento para hacer entrar a la erumpent a la maleta, en cuanto la hembra olió el almizcle salió corriendo detrás del hombre tirando a un lado a Asia en el proceso. Por suerte no sufrió un gran daño, solo un raspón en el brazo —que ardía como el infierno—. Newt la ayudó a levantarse y cuando quiso reparar la pared que había destruído la criatura, un mono robó un varita.
—Ve tras el señor Kowalski, yo voy por mi varita —le indicó el mago para luego salir corriendo detrás del mono.
Asia hizo lo que se le indicó, lanzó un reparo y la pared volvió a su estado original luego de salir hacia el exterior, logró ver a Jacob corriendo despavorido hacia el árbol más cercano huyendo de la erumpent y ella, sin querer dejarse detener por un objeto, vertió un líquido a través de su cuerno dentro del árbol haciendo explotar su tronco. La bruja debía hacer algo, no podía dejarlo caer y que se lastimara, pero había guardado su varita. Solo le quedaban sus poderes. Pero jamás había cargado un objeto tan grande...
Aún así lo intentó.
Respiró profundo concentrandose, debía mantener la calma, de sus manos salieron hilos de luz escarlata y, moviendo sus dedos y extendiendo sus manos hacia el frente, rodeó la parte del árbol en dónde el muggle estaba firmemente sostenido. Se sentía pesado pero trataba de convencerse de que no era nada, de que sí podía hacerlo. Poco a poco bajó el árbol lo suficiente para que Jacob colocará sus pies en el suelo y saliera corriendo otra vez.
Jadeó cansada, era más de lo que había hecho antes, pero se sintió orgullosa de su logro. Estaba avanzando poco a poco, sus poderes evolucionaban de manera correcta.
«Es lo que mi padre hubiera querido» pensó con nostalgia, su padre siempre la había incentivado a que continuará sus prácticas.
Newt llegó finalmente y logró meter al erumpent en la maleta, cuando lo hizo le agradeció a Kowalski por su colaboración y él le pidió que lo llamara solo por su nombre.
—Eso fué increíble —halagó impresionado Jacob a Asia, soltó un jadeó no pudiendo creer que lo que habia visto simplemente pasó.
Las mejillas de la chica se tornaron rojas, eran muy pocas las veces que recibía un cumplido por sus poderes.
—Nunca pensé que pudiera hacer eso con sus manos, ¿Todos los magos pueden hacerlo? —la chica negó, no todos podían hacer ese tipo de magia, algunos solo se limitaban a su varita mientras que otros como ella podían hacer magia sin la necesidad de una.
—No, mis poderes son... Diferentes. Otros solo usan sus varitas para hacer magia —respondió lo más sencillo posible.
Newt estaba confundido, ¿Que hizo qué? No entendía el sentido de la conversación pero sabía que no podían permanecer ahí sentados así que ayudó al muggle a levantarse y como pudieron entre los tres caminaron hasta debajo de un puente para poder entrar en la maleta.
Ya adentro, el de ojos color almendra pudo preguntar bien acerca de lo sucedido.
—¿A qué se refería Jacob con lo que puedes hacer con tus manos?
Asia se dió cuenta de qué él no estuvo ahí y no pudo ver lo sucedido:— Oh, es que... La erumpent destruyó el tronco del árbol en dónde Jacob estaba subido así que para que no cayera pues, umm, utilicé mis poderes —levantó su mano derecha formando una pequeña esfera escarlata para mostrarle, el mayor abrió ligeramente los ojos de sorpresa siendo la primera vez que presencia algo así—. Han estado en mi familia desde que su linaje comenzó, pero varían de persona en persona.
Un claro ejemplo es su madre que podía controlar la naturaleza a su voluntad mientras que Asia podía leer mentes y levantar objetos con su mente, su padre cuando estuvo vivo también podía leer mentes pero en una manera un poco distinta a la de su hija; su hermano Caín podía correr a velocidades mucho más altas que cualquier otro mago o bruja.
Newt entonces confirmó que detrás de la bella cara de Asia habían muchos secretos escondidos en lo más recóndito de su mente, y la verdad él tuvo curiosidad, quería conocerla mejor. Se rehusaba a pensar que su encuentro no había sido coincidencia. Quería creer que el destino los había juntado por algo, solo necesitaba saber cómo acercarse a ella.
—¿Vienes de una familia de magos de sangre pura? —preguntó con cautela, dándose cuenta de su posible linaje.
—Así es —ambos se acercaron hasta el nido del escarbato, viéndolo jugar entre todas las cosas brillantes en el—. Pero no me criaron con pensamientos cuadrados acerca de la pureza de la sangre y esas cosas. Mi familia siempre ha sido... Más liberal, ¿Me explico? —por un segundo sus miradas se conectaron pero Asia, no pudiendo soportar la presión de mantener el contacto visual bajó la mirada a sus manos que jugaban con sus anillos.
Fue un gesto que no pasó desapercibido por el muchacho Scamander, se había dado cuenta de la manía de Asia de jugar con sus manos o cualquier cosa que tuviera a su alcance, le parecía curioso.
—Eso es bueno —su voz captó la mirada de la francesa otra vez que no entendía muy bien—. Es que hay magos y brujas que solo por ser sangre pura piensan que son mejores que otros. Pero tú no eres así, y lo agradezco porque... Me agradas —casi tartamudeó para confesar lo último, estaba claro que no era muy bueno expresando sus sentimientos.
La chica Rousseau se sorprendió y sus ojos lo demostraron:— ¿Yo? —Newt soltó una risa nerviosa bajando la mirada, ahora era él quien no podía verla a la cara— ¿Por qué? No me conoces.
—Estás dispuesta a recorrer Nueva York conmigo para rescatar a los animales que escaparon y eso... Casi nadie estaría dispuesto a hacerlo —le dió una sonrisa nerviosa, la manera en que la ojiverde lo miraba lograba intimidarlo. Sus ojos son tan bonitos...
—Entiendo —murmuró Asia asintiendo lentamente, ahora que lo pensaba él también la estaba ayudando. Aunque la búsqueda no la hacía por él, Newt se mostraba agradecido y eso le tocó el corazón porque le mostraba a ella su gran amor y preocupación por sus animales.
Por unos minutos se desató el silencio entre los dos jóvenes, incómodo al parecer, la mente de Newt había quedado en blanco sin saber qué más decirle a la muchacha y ella se metió en sus propios pensamientos, empezando a convencerse de que el joven Scamander no le haría ningún daño.
El de ojos claros estuvo por irse pero Asia, al ver su cuerpo moverse en la dirección contraria a ella, lo detuvo tomando su muñeca izquierda. El mago la miró con el ceño fruncido, sin esperarse ese movimiento.
—Gracias —agradeció Asia con sinceridad mirándolo directamente a los ojos, está vez sus orbes verdes gritaban una revuelta de sentimientos; todos al mismo tiempo pero Newt no pudo entender ninguno—. Por no delatarme con Tina; no le dijiste sobre lo que hay en mi bolso y ahora me apoyas encontrando también a mis animales... Gracias, de verdad.
El corazón de Newt Scamander dió vueltas en su pecho, se estrujó y golpeó contra su caja torácica con fuerza. Una bonita sensación floreciendo en él, algo que no entendía ni había sentido antes. Tal vez solo era el cansancio o los hermosos ojos verdes de Asia buscando los suyos y su bonita sonrisa, una sonrisa solo para él.
—No hay de qué.
°.°
*Grita en fangirl*
No tengo palabras para explicar como me siento con la última escena. Lean y juzguen ustedes mismos.
¡Asia y Newt se están acercando un poco más! ¡Qué emoción! Pero recuerden, hay que tenerle paciencia a mi niña, es que está traumada 🥺 hay que confiar en el proceso.
Finalmente vuelvo con un capítulo de este fanfic, supongo que me extrañaron (espero que sí o me voy a poner triste). Perdón, es que cuando el bloqueo de escritor ataca es difícil que alguien lo pare 😞
Espero que les haya gustado, si fue así voten y comenten, me esforcé mucho en este capítulo.
Bye.
Minaela1234~
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