Han pasado algunos días desde lo sucedido con los padres de TaeHyung, mi madre ya tenía sus cosas listas para irse mañana por la mañana al terminal donde el autobús la llevaría de regreso a Seúl, los niños se encontraban jugando con Yeontan frente a la casa, menos SoYi que seguía algo frágil por su primer corazón roto, tanto Tae como yo le habíamos recordado que no podía encerrarse consigo misma, SooBin no sería el único chico en su vida.

—¿Piensas hablar con papá cuando vuelvas? —pregunto a mi madre comiendo algunas frutas recién sacadas hoy de la cosecha, sabía muy distinto a las frutas de la ciudad, éstas estaban frescas, era algo bueno de vivir en el campo.

Mi madre está sentada a mi lado en aquel banco que se mueve hacia adelante y atrás columpiándose.

—Así es—asiente dando un mordisco al durazno en su mano—No tiene caso seguir viviendo así, ¿Esas personas se fueron?

—¿Los padres de Tae? —ella asiente—Sí, regresaron a la ciudad—suspiro. EunHo tiene un palo de madera en sus pequeñas manos, es delgado y pequeño, dibuja algunas cosas en la tierra—Nos hemos quitado un peso de encima.

—Hiciste bien al golpearla.

—Sólo fue una bofetada—no me sorprende que ella apoye ese comportamiento—Estuvo mal que los niños miraran eso, vivo diciéndole a YuLi que está mal golpear a la gente y yo le di una bofetada a la madre de mi esposo—sonrío con ironía-Soy una excelente madre.

—Oye, no seas dura contigo misma—reprocha—Disfrutaste hacerlo, no lo niegues, a veces las personas como ella necesitan que la pongan en su lugar y tú lo hiciste bien—señala—Esta es su casa y EunHo es su hijo, tiene que hablar con ustedes primero antes de hacer algo, así que cierra esa boca y no sigas echándote la culpa cuando lo disfrutaste.

Abulto mis labios un poco sintiéndome regañada.

—Sí, señora.

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—Así que eso pasó—termina de decir TaeHyung cuando todos estamos almorzando—WonYoung y YooJung están algo flojas por el embarazo—dice sonriendo ladinamente—Me recuerda mucho a alguien—me mira y golpeo su brazo.

—Yo no era floja.

—Dormías mucho.

—Eso es normal.

—Eras floja.

Golpeo su brazo de nuevo sacándole una risita, EunHo me mira con curiosidad teniendo los palillos en su mano.

—Omma, quiero visitar a Joy.

Mi sonrisa desaparece cuando recuerdo la última vez que la vi, había sido cuando pensé que ella tenía a EunHo. Aclaro mi garganta sin saber que decir, mi madre es quien habla.

—¿No ha pasado por tu colegio?

—No—EunHo abulta sus labios.

—No pensé que la extrañaría—comenta SeJoo con sus mejillas llenas—Fue amable con nosotros—me mira— ¿Por qué la odias, omma?

—Tu madre no la odia—Tae me defiende—Nunca ha dicho eso.

—Creo que quizás pueda pasar a visitarla—miro a mi madre— ¿Podrías guardarme un poco del almuerzo para llevarle?

—¡Yo quiero ir!

—¡Yo también! —SeJoo apoya a su hermano, pero la verdad es que me apetece ir sola, después de lo sucedido tengo que disculparme con ella.

—Ustedes dos se quedarán.

—Porque yo iré con omma—YuLi sonríe.

—No, iré sola—los niños me miran ante eso, no lo esperaban en lo absoluto—Necesito conversar con Joy a solas—EunHo baja la cabeza triste—Pero le diré que la extrañas, ¿De acuerdo?

—¿Puedo hacerle una carta?

—Claro.

—¿Necesitas ayuda con la carta? —Tae se ofrece y él asiente ansioso.

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—No tienes que quedarte conmigo.

TaeHyung me ha traído en el auto, estamos frente a la casa de Joy, habíamos ido en silencio en todo el camino.

—Quiero quedarme contigo—toma mi mano entrelazando nuestros dedos— ¿Te sientes bien?

—Estoy nerviosa—respiro profundo—Es un tema delicado y ahora que lo pienso lo dije como si no fuera nada cuando es algo muy delicado para ella—volteo a verlo— ¿Tú te sientes bien?

TaeHyung recostó su cabeza del respaldar del asiento.

—No te mentiré, me siento mejor ahora que mis padres se fueron—asiente dando un suave apretón a mi mano.

—¿Crees que vuelva algún día?

—De ellos podemos esperar cualquier cosa—rueda los ojos—Cambiando de tema, ¿SoYi te ha dicho algo más sobre SooBin?

—La verdad no, pero ha estado decaída.

—Buscaré a ese chico.

—No lo hagas, si SoYi se entera se enojará—recojo el pequeño bolso con la comida que mi madre guardó, bajo de la camioneta junto a Tae, caminamos hacia la puerta donde lo pienso dos veces antes de presionar el timbre— ¿Y si no abre?

—¿Quieres que nos vayamos? —pregunta.

—¿Quieres irte?

—¿Tú quieres irte?

—¿Qué hacen aquí? —ambos volteamos encontrándonos a Joy con una bolsa en su mano. Viene un poco abrigada, no se nota contenta de tenernos allí— ¿Vienen a acusarme de secuestrar a otro de sus hijos? —comenta con sarcasmo acercándose.

Aclaro mi garganta estando más que avergonzada.

—Lamento lo de ese día, Joy.

Ella saca las llaves de su bolsillo introduciendo una de ellas en la cerradura.

—Estábamos muy desesperados ese día—TaeHyung intenta hacerse notar, Joy abre la puerta, entra, pero se detiene en seco mirándome.

—¿Quién te dijo la verdad sobre mí?

—¿Importa si lo digo? —no quiero delatar a HeeJin—Lamento lo que pasó.

—Viniste porque pensaste que había sido yo al tener ese accidente, ¿No es así?

—Tienes razón, vinimos por eso, no debí asumir que lo tenías tú, pero intenta ponerte en mis zapatos y dime si no lo hubieras hecho también—ante eso lo piensa porque se queda callada—No tienes que dejarnos pasar a tu casa, vine a disculparme y vine a traer esto-le entrego el pequeño bolso—EunHo te envió una carta, te extraña.

—Y dijo que esperaba que la leas—añade Tae.

Joy no dice nada, no puedo seguir insistiendo si ella no quiere escuchar. Hice lo que pude y supongo que está bien.

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—¿SoYi? —doy unos toques a la puerta de su cuarto donde mi madre ha estado durmiendo, la niña se encontraba acabando algunas de sus tareas— ¿Qué haces? —me acerco sentándome a su lado.

—Termino mi dibujo de artística, el profesor nos dio una imagen y debíamos hacerla exactamente igual—miro la hoja blanca de su bloc, hay un gran delfín saltando en el mar, se ve muy bonito con las sombras, los colores y el fondo del amanecer— ¿Crees que quedó bien?

—Quedó realmente bien, SoYi—ella sonríe, pero no lo suficiente— ¿Sigues pensando en SooBin? —acaricio su cabello.

—Ha intentado hablar conmigo en la escuela.

—Tu padre me dijo que lo buscaría—ante eso abre sus ojos como platos—Tranquila, ya le dije que no debía hacer eso o te enojarías.

—Y si me enojaré—afirma—Espero que appa no haga eso.

—No lo hará, pero dime—inclino mi cabeza de lado— ¿Quieres escuchar a SooBin o quieres ignorarlo?

—No lo sé—hace una mueca—Él sigue gustándome, omma.

—Lo entiendo, creo que...si lo escuchas no significa que vayan a tener algo—opino—Puedes escucharlo, nada pasará.

—Voy a pensarlo—suspira— ¿La abuela y tú se llevan bien ahora?

Esta vez soy yo quien suspira estirando mis piernas en el suelo.

—Creo que sí, no lo sé, es difícil olvidar muchas cosas, pero creo que es mejor ahora—sonrío un poco.

—Me gusta que se lleven bien.

—¿Quién lo diría?

—¿Quién diría que te casarías con Tae?

—SoYi.

—Gracias a mí te diste cuenta, omma—me abraza y ambas reímos ante eso.

—Cierto, gracias a ti conseguí un buen hombre para mí y un buen padre para ustedes—beso su mejilla.

El próximo será el antepenúltimo.