Despierto por la mañana mirando la hora en el reloj, los niños ya se han ido a la escuela, bostezo un poco estirándome en la cama, me incorporo caminando al baño decidiendo tomar una ducha. Un poco más despierta y con una toalla abrazando mi cuerpo me miro al espejo, la historia de Joy viene a mi cabeza, ¿Debería visitarla? ¿Intentar acercarme a ella? Me siento culpable por haber pensado mal sobre ella, cepillo mis dientes escuchando unos pasos venir al baño, enjuago mi boca mirando a TaeHyung que sonríe un poco apoyándose del marco de la puerta.

—Buenos días—dice mirándome.

—Buenos días—aparto algunos mechones mojados de mi cabello colocándolos detrás de mis orejas—Me quedé dormida de nuevo, ¿No es así?

Se acerca colocándose detrás de mí mientras me abraza. Apoya su barbilla en mi hombro mirándonos en el espejo.

—Los niños están bien, tu madre les preparó el desayuno y me encargué que no se les quedara nada—deposita un beso en mi mejilla—YuLi quiere que vayamos de nuevo a la plaza por el festival, le dije que lo pensaríamos.

—No tengo problema con eso—acaricio sus manos en mi abdomen. TaeHyung besa mi hombro y comienza a repartir besos por mi cuello, sonrío ladinamente entendiendo que quiere—No podemos, mi madre está abajo, no sería la primera vez que interrumpe...

—Tu madre salió al mercado lo que significa que estamos solos—giro sobre mis talones quedando frente a él—Incluso Yeontan fue con ella—sonrío un poco—Además necesitas distraerte.

Acerca sus labios a los míos comenzando a besarlos despacio y sin prisa. Mi boca corresponde mientras mis manos bajan por su pecho volviendo a subir jugando con el cuello de su suéter, Tae rodea mi cintura con uno de sus brazos mientras su mano libre la tiene en mi cuello, el beso sube de intensidad en medio de algunas caricias, alcanzo a quitarle aquel suéter ancho que tiene, mientras mis manos se deslizan por su pecho sintiendo su piel cálida, reparto algunos besos por su cuello, puedo sentir su respiración agitarse más una vez que juego con los botones de su pantalón.

—¿Nervioso, señor Kim? —susurro un tanto divertida mirando sus ojos más oscuros de lo normal.

—Siempre estoy nervioso cuando estoy contigo—admite uniendo nuestros labios, pero no por mucho. Me sorprende cuando me coloca de espaldas a él de nuevo, más aún cuando una de sus manos se mete debajo de la toalla subiendo por mi muslo.

—¿Qué haces? —susurro ahora un tanto nerviosa. Usualmente en la intimidad ambos solemos ser un poco creativos con el lugar donde lo haremos, pero probar nuevas posiciones no es algo...usual, con los labios de TaeHyung en mi cuello y su mano debajo de la toalla el primer gemido sale de mí.

No voy a negar que se siente bien lo que está haciendo y creo que lo logró, mi mente está en blanco por completo.

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—¿Piensas regresar la próxima semana? —pregunto a mi madre ayudándole a guardar las cosas en la cocina, Yeontan bebe agua y come un poco para luego echarse en el suelo.

—Sí, creo que ya he tomado muchas vacaciones aquí y me parece que estoy estorbando en tu privacidad.

—Claro que no...

—Sé que iban a hacerlo en el establo—dice como si nada haciendo que me sonrojara— ¿Por qué te avergüenzas? Es tu esposo, es algo normal—aun así, es vergonzoso para mí—Están cuidándose, ¿No? No creo que otro nieto sea buena idea.

—Lo estamos haciendo—asiento—Tampoco queremos otro bebé.

—Que bueno, no creo que necesiten otro—abre uno de los estantes guardando otras cosas de la bolsa, aclaro mi garganta para decir lo siguiente.

—Gracias.

Ella se detiene mirándome sin entender.

—¿Por qué?

—Por haber...sido una buena abuela para los niños estos días—digo algo incómoda, no es usual que diga estas cosas a ella—Y...por haber sido...una buena madre conmigo—levanta sus cejas—Al menos este tiempo.

Me mira más de lo debido poniéndome nerviosa, sé que me dirá que estoy siendo ridícula, que soy absurda, pero necesitaba decírselo ahora que ambas estábamos solas en esta cocina, pero la respuesta que tengo es totalmente diferente a lo esperado.

—Lo siento—mis ojos se posan en ella—Por haber desperdiciado mi tiempo contigo y por haber arruinado tu vida de esta manera.

—¿Arruinado? Mamá...

—Fue mi culpa que ocurriera todo eso con Jackson, me pediste ayuda muchas veces y me negué a escucharte—miro la bolsa del mercado, sigue siendo doloroso recordar eso—Lamento no haber sido una buena madre y lamento tener que llegar a este punto para reconocerlo—toca mi espalda—AeRin...

—No tienes que decir más.

—Mírame.

No sé cómo sentirme con sus palabras, no estoy acostumbrada a este tipo de conversaciones con ella, obedezco levantando la vista.

—Hay muchas cosas que no puedo pasar por alto aún—espero que ella lo entienda—Quizás sea rencor o incomodidad, pero hay cosas que no se pueden olvidar, mamá.

—Lo sé, no te digo que me ames como una hija debería amar a su madre—asiente—De igual manera te diré esto, estás haciendo un excelente trabajo como madre de esos niños—mis ojos contienen las lágrimas, no sé si es por el hecho de que sea mi propia madre quien me dice esto, ¿Cuántas veces lo deseé? —Eres todo lo que tu padre y yo no fuimos, tuviste la suerte de encontrar a TaeHyung en el momento justo, es el hombre que merecías conocer desde un principio—sonríe un poco—Estoy orgullosa de ti.

Eso último me hace soltar algunas lágrimas, aparto la vista disculpándome por mi reacción, intento quitar las lágrimas de mis mejillas, pero no cuento con su siguiente reacción. Mi madre me abraza como muchas veces deseé que lo hiciera de pequeña, sus brazos me rodean y sus manos acarician mi espalda, cierro mis ojos con mi cabeza en su hombro abrazándola, se siente muy diferente a cuando Tae lo hace, este abrazo es...más especial, es otro tipo de seguridad que nunca en mi vida había sentido.

—Esperé muchas veces escucharte decir eso—susurro con voz temblorosa—Gracias, mamá.

—No me agradezcas, no seas tonta—sonrío un poco por ese tono. Aunque ella intenta hacerse la dura—Sigue así con tu familia, tienes una hermosa familia, un buen esposo, unos hijos muy amorosos y un lugar que puedes llamar tu hogar, sé lo mucho que deseabas algo así, me alegra que lo hayas conseguido.

No puedo explicar la emoción y el sentimiento que tengo dentro. ¿Así se siente cuando tu madre te dice que has hecho un buen trabajo? Nuestro abrazo se interrumpe cuando decidimos romperlo, mi madre parpadea varias veces conteniendo sus lágrimas.

—¿Estás llorando?

—No estoy llorando, no exageres—reprocha causándome gracia—Deja de llorar, no estoy muriendo.

—¿Quieres otro abrazo, omma? —abro mis brazos y ella se aleja provocando que me ría de su actitud.

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Esta vez mi madre se ha quedado en casa mientras que con los niños fuimos a la plaza, TaeHyung intenta ayudar a SeJoo a disparar con la pistola de agua a la boca del pez de cerámica, hay una fila de éstos y se mueven de un lado a otro complicando la tarea. Miro alrededor buscando a SoYi, pero no la encuentro al instante, unos minutos después ella aparece no muy contenta.

—¿Estás bien? —acaricio su mejilla.

—Sí—finge una sonrisa.

—SoYi.

—En casa te explicaré—se cruza de brazos y frunce el ceño—Omma, ¿Dónde está EunHo?

Ante eso YuLi y yo volteamos comprobando que es cierto, miro a mi alrededor sin creer que se haya alejado, estaba a mi lado hace segundos. TaeHyung se percata de que algo ocurre al igual que SeJoo.

—¡EunHo! —llamo esperando que me responda, miro a todos lados identificando varios niños, pero ninguno es mi pequeño— ¡EunHo! —llevo mis manos a mi cabeza desesperándome.

—¿Qué...?

—Estaba aquí hace segundos, Tae—lo miro al borde de una crisis—Lo tenía al lado hace segundos.

—Tranquila—intenta calmarme—Vamos a buscarlo.

—¡EunHo! —SeJoo comienza a llamarlo, algunas personas nos miran ante nuestros gritos. Mi culpa va en aumento porque me distraje tontamente, el niño había estado a mi lado hace segundos, ¡Yo misma lo vi! Preguntando a algunas personas resulta que nadie lo vio.

Esto tenía que ser una maldita broma.