Capítulo cuatro: IV. [Pte. 2]
segunda parte del capítulo cuatro.
Harry pasa su primer mes en Doncaster en el sofá. Alternándose entre dormir, comer chatarra y viendo televisión de mala calidad. Cada tres día va a ducharse y cambiarse de ropa.
Ha visto a los chicos un par de veces; a Zayn, considerablemente, más que el resto ya que fue el único que se quedó atrás, estudiando inglés en la universidad local. Niall y Liam vinieron a visitarlo durante la última semana de mayo, pero no estaría oficialmente de vuelta de la Universidad hasta principios de julio. Es raro para Harry pensar que hace sólo tres años eran os cinco, inseparables, sólo para desprenderse e irse lejos, separados los unos de los otros. Se imaginó que al menos Liam y Zayn estarían juntos, alojando en la universidad de Manchester, pero Zayn se había arrepentido de último minuto. Afirmó que no tenía dinero, pero Harry tiene cierta sospecha que tenía mucho más que ver con no querer dejar a su madre y hermanas.
Harry no ha preguntado de Louis, y ciertamente, no ha hablado con él. Asumo que Louis estará de regreso para las vacaciones de verano como el resto de ellos, y Harry no está totalmente seguro cómo va a ser capaz de ignorarlo durante dos meses completos. Harry tiene miedo ahora más que nunca. Miedo de que todo lo que necesitará será verlo y algunas palabras, y va a ser un patético adolescente enamorado. No quiere ver a Louis para saber cómo, irremediablemente, todavía lo ama.
Por supuesto, Louis regresa, pero por suerte, no es hasta finales de julio, dos semanas antes del billete de avión que llevará a Harry a Tokio. Dos semanas— puede soportar eso.
Cuatro días después, Harry tiene un texto y sabe que es Louis antes de, siquiera, mirarlo. Hey, ¡estoy en Donny! ¡Tenemos que ponernos al día! J xx
Harry no contesta. Sabe que está siendo infantil, pero no sabe qué más hacer. No hay nada más tentador y peligroso a la vez que 'ponerse al día' con Louis.
Sin ser una sorpresa, Zayn es el único que dice algo directamente. ("Deberías verlo, Harry. Hn pasado casi dos años. Él todavía pregunta por ti"), pero Niall y Liam nunca dejan de invitarlo, no importa cuántas veces finja que está enfermo.
La noche antes de que Harry viaje a Japón, los tres vienen a su casa para jugar videojuegos y disfrutar de un pastel horneado por su madre. Sin perder la oportunidad, Zayn dice. "Realmente deberías invitar a Louis, compañero. Se está haciendo molesto la cantidad de veces que pregunta por ti."
Harry lo ignora descaradamente mientras enciende su Wii, el menú del FIFA apareciendo en la pantalla. También ignora el hecho de que hacer esto solo, es como engañar a Louis.
Más tarde, esa noche, una vez que todos se han ido a casa y Japón se avecina en unas pocas horas, algo cambia, algo se desplaza de su pecho. Ya que planea estar en Japón para navidad, lo más probable es que no vaya a tener la oportunidad de ver a Louis hasta el verano siguiente. Esta debería ser una buena cosa— sin duda, después de tres años de no ver a alguien, tendrías que haberlo superado de una vez por todas. Sin embargo, a pesar de que hasta hace dos horas nada parecía más estúpido que ver a Louis, Harry, de repente, se siente enfermo con la idea.
Son la una de la mañana y Harry tiene un vuelo a las nueve. Se odia a sí mismo por ser tan terco, tan tonto. ¿Cómo se las había arreglado para convencerse de no ver a Louis, cuando eso había sido lo único que quería desde el momento en el que salió de la fiesta de la casa de Zayn hace dos años? Culpa a Sebastián por convertirlo en un amargado.
Toma su teléfono de la mesita de noche, mirando a la pantalla bloqueada durante tres minutos antes de mirar a un mensaje vacío durante más tiempo. Imagina que todo es bastante inútil. Louis se despertará mañana por la mañana, Harry a mitad de camino a Japón y se preguntará qué demonios habrá querido.
Hola, es todo lo que Harry dice y la sensación de que es una estupidez, es instantánea una vez que presiona enviar.
Harry pasa los siguientes diez minutos mortificado, y espera que, si insultar al techo lo suficiente, eso haría que el mensaje se cancele mágicamente. Quince minutos más tarde, abre la conversación de Louis por si acaso, y, por supuesto, su 'hola' es lo último en ser enviado. La burbuja azul es minúscula, pequeña e inocente, pero para Harry bien podría ser un TE AMO con una serie de corazones y caras sonrientes.
Se queja, amortiguando el sonido. mordiendo la funda de su almohada, y lanzando el teléfono sobre el colchón a su lado. Como si eso fuera un truco de magia, un sonido emana de él. Harry salta, luchando por desenredarse de las sábanas y se pregunta si todo estuvo en su cabeza. Se queda mirando hacia la respuesta de Louis, hola :) y casi grita de alivio.
Harry odia cómo su pecho se enciende con esa maldita cara sonriente.
Escribe y elimina la respuesta casi diez veces antes de enviar, me iré a Japón mañana, y se da cuenta de que es una de las cosas más ridículas que pudo haber dicho.
Lo sé.
Lo siento por no verte.
Está bien, entiendo.
Harry toma una respiración profunda y presiona su teléfono contra su pecho, mirando hacia el techo. ¿Cómo se supone que iba a preguntarle a Louis, si quiere verlo a la una y media de la mañana?
Después de un minuto, dice, ¿qué haces? Llano, simple, sin pretensiones. Puede hacer esto.
Acabo de terminar de ver una película con mi mamá.
Harry mira su teléfono, ni idea hacia dónde ir después. No tiene mucho tiempo para pensar, sin embargo, cuando aparece otro mensaje en la pantalla. ¿Puedo ir?
Y luego, otro, ¿si quieres?
Harry traga. Lo quiere, lo quiere, pero. Escribe rápidamente, bien, y entonces, deja su teléfono al final de la cama como si eso hubiese sido la cosa que le lavó el cerebro para hacer una tan estúpida, estúpida cosa.
Se revuelve en la cama durante los próximos cinco minutos, la ansiedad zumbado debajo de su piel, formando nudos dentro de su estómago. Está pesando el nivel de estupidez de ver a Louis, contra no verlo, y parece que no puede llegar a una respuesta concluyente.
Cuando se obliga a salir de la cama, hay dos mensajes en su teléfono. Estaré ahí pronto, y uno enviado hace un minuto que dice: en la parte de atrás.
Harry se apresura en localizar sus pantalones de chándal y una camisa en el suelo, usando su teléfono como una luz. Necesita demasiado tiempo para encontrar algo limpio que no esté empacado ya, sus manos temblorosas no hacen la tarea más fácil. Todo esto se siente demasiado familiar, y odia la forma en la que su pecho palpita ante la idea. Tres años después, y todavía lo recuerda como si fuera ayer. Puede sentir los labios de Louis contra los suyos, sus dedos sobre su piel, y odia la forma en la esto se apega a su corazón y hace un agujero en sus entrañas. Odia que sea algo en lo que todavía piensa. Algo que, Dios no lo quiera, incluso espera.
Louis está sentado en su patio una vez que, finalmente, sale, fumando un cigarrillo y mirando hacia el cielo.
Lo primero que Harry dice es, "¿Fumas cigarros?" Y luego, se retracta una vez que se da cuenta.
"Supongo," Louis se encoge de hombros mientras Harry se sienta frente a él. Se centra en mantener la respiración, incluso, se recuerda a sí mismo que sólo es Louis. Louis, Louis, Louis, su mejor amigo de la escuela. Eso es todo. Harry no puede pensar en lo que ha sido en los tres años de su vida, besos y dormir con otras personas, siempre queriendo que fueran él. No puede pensar en cómo su voz es tan profunda y perfecta, y que se ve tan atractivo en su sudadera con capucha de gran tamaño y el cabello hacia arriba, la mandíbula fuerte. No puede pensar en que le robó el corazón y nunca se lo devolvió.
Louis está mirando con expectación y Harry parpadea, ruborizándose. "Lo siento, ¿qué?"
"Te pregunté si querías uno. Un cigarrillo." Agita el paquete delante de él, como si Harry necesitara que se lo aclararan.
Mueve la cabeza, mordiendo su labio y espera que Louis no pueda ver la forma en la que se ruborizó en las sombras de las noches. "Siento haber tardado tanto."
"Está bien, yo conduje."
"Sí," Harry dice, y caen en silencio.
Harry odia lo bien que se ve. Una muy pequeña parte de él esperaba que a Louis le hubiese crecido, de repente, una nariz gigante, o un lunar poco favorecedor. Ahí está en su cuello, pero sólo lo hace ver mejor, y Harry quiere alcanzarlo y tocarlo. Se pregunta si Louis también piensa que se ve bien.
"¿Has estado en casa por un tiempo?'" Louis pregunta.
"Sí, dos meses."
Asiente con la cabeza, dándole una calada al cigarrillo. "¿Cansado de eso, ya?"
Harry se encoge de hombros, ofreciendo una pequeña sonrisa como respuesta.
"Te gustaba París, sin embargo, ¿no?"
"Sí, fue agradable."
"¿Tú y tu novio terminaron?"
Harry se mordisquea el labio, piel rota y cruda. "Sí," dice, y luego, por alguna razón, se lanza por ello: "él era un príncipe," cosa que lo confunde, porque no se lo ha contado a nadie, además de su propia madre. Ni siquiera a los chicos, que sólo saben el nombre de Sebastián, incluso cuando Harry estaba reacio a decirles.
Louis se ahoga con el humo, una nube gris ondeando en el aire de la noche. Lo coloca en el cenicero antes de enderezarse a sí mismo, y repetir. "¿Un príncipe?"
"De Luxemburgo, sí. Como que sus padres vivían en un castillo real y todo."
Louis ríe, moviendo la cabeza con incredulidad. "No me digas, ¿te diste una vida con la realeza?"
Harry se encoge de hombros de nuevo, y Louis no dice nada más.
"Y ahora Japón."
"Sí."
"¿Buscándote un hombre de negocios rico?" Louis sonríe, bromeando.
"Tal vez," Harry dice, forzando una sonrisa. "Aunque, estaré enseñando inglés en una escuela comunitaria, así que no estaré seguro de con cuántos hombres ricos conoceré."
Louis asiente con la cabeza, con los ojos fijos en Harry, como si estuviera buscando algo diferente, alguna clave oculta. Harry siente que sus mejillas se calientan, una vez más, y aparta los dardos que son sus ojos, encontrando fascinación en la sombre que hace el árbol. "¿Qué tal la universidad?"
"Bien. Difícil," Louis dice, admitiéndolo.
Harry resopla. "Sí, claro."
Imagina que sería agradable preguntar acerca de su novio, pero suena casi tan doloroso como cuando pasó por su ruptura con Sebastián, por lo que no pregunta. Ya sabe que todavía están saliendo, de todos modos, desde el momento en el que escuchó a Zayn, Liam y Niall hablar de él antes, en el verano. Harry estaba en la cocina preparando té cuando oyó el nombre de Louis. Una parte de él quería taparse los oídos, correr hacia donde no pudiese oír, pero, la otra parte, la más dominante, se quedó detrás del marco de la puerta y se esforzó en escuchar. Al parecer, había estado en Doncaster con Louis durante la navidad, cosa que fue nueva para Harry. Nunca había estado más agradecido por quedarse en París en ese momento.
"No puedo creer que todavía estén juntos," Niall dijo. Zayn respondió: "Yo puedo, quiero decir, Louis siempre tendría las de ganar, de esta manera."
Hubo algunas risitas antes de que Liam dijese: "Muchachos, vamos. ¿No hemos tenido suficiente? Harry escuchará."
Harry se sonrojó ante eso, avergonzado de que no se hablara del novio de Louis mientras él estuviera, como si escuchar, simplemente, su nombre, enviaría a Harry a un estado de negación. Después, cuando la vergüenza se desvaneció, se dio cuenta de que estaba un poco —demasiado— satisfecho acerca de su aversión hacia él— cualquiera que sea su nombre.
Hay un silencio entre Louis y él, ninguno de ellos sabe a dónde ir desde ahora ya que todas las formalidades han acabado, por lo que Harry finge estar encantado por las estrellas, pasando sus manos sudorosas sobre sus muslos.
La última vez que se vieron fue hace dos años en año nuevo, cuando Harry le había gritado y se había ido. Cuando sacó afuera toda su alma ante Louis, y admitió cosas que ni siquiera había pensado de sí mismo. No sabe cómo seguir pretendiendo que nunca ocurrió. Ellos nunca hablaron de ello, no correctamente. Sólo hubo postales, y dos tensas llamadas telefónicas. Harry no sabe cómo fingir que no ha pasado los últimos tres años caminando como si le faltara una extremidad o un espacio gigante en su caja torácica. Se pregunta si Louis también lo siente, se pregunta si piensa en él con tanta frecuencia y fervientemente como Harry.
"Me alegro que me hayas mensajeado."
"Sí. Yo sólo—" Harry se encoge de hombros, sin saber cómo decirle a Louis que tenía miedo de verlo y saber que, para él, nada ha cambiado.
Louis asiente con la cabeza como si entendiera, pero Harry no está seguro de que lo haga.
"Mira," Louis dice, finalmente, sus cejas frunciéndose. "Sé que he dicho esto antes, pero sólo— Lo siento mucho, Harry, acerca de cómo todo se fue abajo."
La boca de Harry se siente seca, su cabeza pesada. "Fue hace mucho tiempo, Louis. Te perdoné."
Louis lo mira con una expresión genuinamente sorprendida. "¿En serio? Pero, ¿por qué? Desde luego, no lo merezco."
Harry se encoge de hombros, ofreciendo una pequeña sonrisa. "Tal vez no, pero lo hice de todos modos."
Louis envuelve sus brazos alrededor de sí mismo, viéndose pequeños en su gran suéter. A Harry le gustaría cerrar la distancia entre ellos, acurrucarse a su lado. Parece dudoso sobre el perdón de Harry mientras dice, "No voy a engañarme pensando que podemos ser mejores amigos de nuevo, adecuadamente."
Harry lo mira, y Louis le devuelve la mirada con los ojos muy abiertos, honestos: "Por supuesto que somos amigos," dice. "Incluso cuando te odiaba, aún eras mi amigo."
"¿En serio?" Cuando Louis sonríe, amplio y vibrante. Harry no puede evitar sonreír de nuevo.
"Sí." Asiente con la cabeza. Su cabeza se está despejando, lento pero seguro. Puede respirar.
Louis sonríe, y cuando se sienta, algo ha cambiado en el aire. Incluso antes de que Louis hable, Harry se siente un poco más a gusto, el aire entre ellos menos espeso. Es como si eso fuera todo lo que se necesitaba para terminar el capítulo en el que habían estado atrapados durante tanto tiempo, para iniciar uno nuevo. Harry lo siente, de todas maneras, y puede verlo en las grietas ocultas de la sonrisa de Louis, aunque sólo sea por la noche.
"Está bien, entonces," Louis dice. "Cuéntame sobre los tres últimos años de tu vida. Quiero saber todo sobre ello."
"Wow, eso es un poco de presión."
Louis se encoge de hombros ligeramente. "Quiero saber, y como un amigo debería tener ese derecho."
Harry se ríe, levantando las palmas de sus manos con derrota. "Está bien, está bien." Dice. "Bueno, me gustó mucho la vida en Londres. Hice algunos amigos pretenciosos y pasé mucho tiempo en bares. Y luego, estaba mi novio, Dagon, quien terminó siendo un total idiota, pero se lo debo a él, ya que él tuvo la idea de viajar, y quién sabe si alguna vez lo habría hecho por mí mismo." Louis asiente, pro no pide más detalles sobre Dagon. Harry está agradecido, ya que no siente necesario divulgar detalles acerca de cómo un mes después de su viaje, cuando volvió de una de las playas de Barcelona, sus maletas se habían ido. "Quiero decir, sí, no lo sé. Me pasé un tiempo en Francia, Italia, España, Suiza, Ámsterdam, Suecia, Alemania, Praga, Turquía, Grecia por un tiempo. Vimos un montón de cosas interesantes, conocí un montón de gente estupenda, tuve mi parte de experiencias de mierda. Vimos un montón de catedrales, comí un montón de helado, tomé una gran cantidad de trenes. He trabajado en algunos lugares, en grandes y mercados y bares y esas cosas."
Louis rueda los ojos. "Veo que sigues siendo muy malo contando historias. Viajas alrededor del mundo por casi un año. Sin duda, deberías tener algunas historias interesantes. No como el pobre estudiante de universidad."
Harry se devana los sesos por una historia que podría decirle a Louis que no incluya monumentos y museos por día, y vómitos en el callejón de una ciudad extranjera por la noche. Antes de que pueda pensar en algo, Louis dice: "Ciertamente, haz roto un par de corazones en el camino."
"Tal vez. Aunque lo dices como si debería estar orgulloso." Es cierto, sin embargo. Harry lo ha hecho. Viajes y habitantes de locales que trataban a Harry como si él sólo hubiese llegado de la luna. Hubo un Javier en Madrid, Mateo en Roma, Jonathon en Zúrich, Ryan en Turquía y Praga, e incluso Paige en Múnich, la única mujer con la que ha dormido. La única forma en la que difería de Dagon, era que se despidió de ellos, aunque, por lo general, nunca había algo más. Harry pudo haber tenido su cuota de dolor, pero estas caras sólo demuestran que no es la víctima inocente como a veces se hace creer. Sin embargo, Harry entiende la diferencia de que ellos apenas lo conocían, no les dio la oportunidad de encontrar la parte de Harry que fácilmente lo hace caminar lejos.
"No, sólo apuesto a que has tenido gente enamorada de ti todos los días."
Harry vacila, y dice. "¿Estás tratando de elogiarme?"
Louis ríe. "Un poco, tal vez."
Harry se agacha un poco, agradecido de que su piel de color rosa está oculta en la oscuridad. "No me gusta lastimar a la gente," dice.
Hay una ligereza notable en la voz de Louis cuando dice. "Lo sé. Eres una de las personas más suaves que he conocido, por lo que asumo que a menudo las personas se enamoran de ti."
"¿Suave?" Harry pregunta. "¿Eso no es una mala cosa?"
Louis sacude la cabeza, sonriendo. "No, siempre he admirado eso en ti."
Harry inclina la cabeza más, seguro de que su sonrojo es más que visible.
Louis cambia el tema, de nuevo, diciendo: "Entonces, ¿por qué decidiste volver?"
"Bueno," Harry comienza, decidiendo ser honesto. "No fue por toda esta experiencia culturar, enriquecedora, donde crecí y me di cuenta de quién era. No me malinterpretes, hice un montón de esas cosas. Pero también pasé mucho tiempo de... fiesta, supongo. Para cada monumento histórico o alguna hermosa vista, había un club o un festival o un desfile. Había un poco de alcohol y drogas y despertar en lugares al azar con extraños. Realmente era bueno manteniéndome ocupado todo el día mientras tenía resaca y había dormido cuatro horas. He pasado los últimos dos meses en Berlín y se me fue de las manos. Finalmente, pasó de mí y sabía que tenía que ir a casa, enderezarme y dormir durante un mes consecutivo."
"Wow," Louis dice. "No puedo decir que estoy sorprendido. Siempre supe que tenían este lado loco escondido debajo de esa inocente cara."
Harry se pregunta si eso incluye estar drogado con éxtasis durante toda una semana o haber tenido sexo con más gente de la que recuerda. Harry no pregunta, en cambio, sonríe y dice. "Me has pillado." Se sienta, levantando una ceja hacia Louis. "Ahora es tu turno."
Louis resopla. "Eso fue, a penas, un resumen sustancial de tres años de su vida."
"Bueno, ya sabes acerca de mi novio-príncipe, y el 2012 fue horrible, y que estaba saliendo con Chris, que también fue un maldito idiota."
Louis asiente. "Bien. Tienes un punto ahí. Aunque me veo como un hipócrita, porque no tengo mucho que decir, en lo absoluto, a menos que desees algunas clases de medicina."
"Vamos. Estás en una ciudad que no es Doncaster. Tienes amigos y un— novio." Frunce el ceño, avergonzado, esperando que la última parte no suene tan tensa como se siente.
"Sí, sí." Dice. "Aunque se parece más a la secundaria de lo que creerías. Mis mejores amigas son chicas, sin embargo, cosa que es un cambio. Bueno, además de William." Incluso Louis suena un poco incómodo al hablar de él, como si estuviera pisando sobre hielo fino. Podría tener más sentido al final, si Harry no hubiese aludido simplemente a dormir con su parte de extraños. Imagina la relación de Louis, que ha durado un año, es ligeramente menor que una condena. Una relación de un año, Cristo.
Con el fin de ocultar sus celos irracionales, Harry pregunta con tanta naturalidad como le es posible. "Sí, ¿cómo están ustedes dos?"
Una breve mirada de sorpresa se encuentra en la cara de Louis antes de que esté parpadeando a la basura. "Bueno. Sí, bien. A veces, no puedo creer que esté en una relación tan larga. Quiere que me mude oficialmente, como que, básicamente ya lo hice, pero sí, no sé todavía."
Harry asiente con la cabeza e inhala lentamente por la boca.
"Es un poco complicado, porque sus padres pagan por el piso y él no ha salido ante ellos. Son del tipo religiosos, y todo eso," explica. "En realidad, sólo salió ante nuestros amigos justo antes de navidad, porque lo ha sido— interesante. Especialmente, desde que salí por mí miso el primer año que estuve ahí. Se sentía bien y complicado como cuando éramos adolescentes. Es como si hubiera dado un paso hacia atrás."
Harry no tiene idea de qué decir, además de: "Oh, wow. Eso es difícil." Y, al instante, se siente estúpido.
Louis se encoge de hombros, algo de incomodad cuando responde. "Sí, bueno. Es mejor ahora."
Harry traga y dice, "Sí, bueno."
"Sí, es hilarante, he tenido el mismo compañero de cuarto durante dos años y, probablemente, nunca he tenido más de tres conversaciones adecuadas con él," dice. "Es aún más divertido si ves lo que pequeña que es nuestra habitación."
Harry quiere besarlo por el abrupto cambio de tema.
Después de eso, no se habla de William otra vez. Siguen charlando como si nada hubiese cambiado y no es hasta que la oscuridad se comienza a levantar, una indirecta de que el sol emergerá en el horizonte, cuando Harry se da cuenta de cuánto tiempo han estado hablando. "Mierda, son las cuatro y media." Le dice a Louis una vez que comprueba su teléfono. "Tengo que ir al aeropuerto en una hora y media."
Louis levanta las cejas con sorpresa y dice: "Bueno, supongo que no tiene caso dormir ahora," sonríe, recostado tranquilamente en la silla del patio. "Es lo mismo que si siguieras pasando el rato conmigo hasta entonces."
Harry se ríe, sabiendo que 'no' ya no es una respuesta.
Louis termina sentado en el borde de su cama, mirándolo empacar el resto de sus cosas. Durante su tiempo de viaje, Harry ha aprendido que todas las necesidades de la vida pueden caber en un bolso. Nada más y se siente atado, todavía demasiado unido a sí mismo y la vida en Doncaster.
Una vez que Harry tira de la cremallera, mira a Louis, su pecho pesado. Sólo ha pasado una noche, pero Harry no sabe cómo se supone que debe dejarlo otra vez. Por primera vez en tres años, se les da la oportunidad de un buen adiós, pero Harry no lo quiere. Estar cerca de Louis se siente como una necesidad, pero Harry sabe que no hay manera de meterlo en su bolso o llevarlo en su muñeca. Harry mira sus ojos azules, la suave curva de su labio, su pequeño cuerpo, sus tobillos, alcanzando un máximo debajo de sus pantalones de chándal, y desea que no tuviese por qué ser así. Dentro y fuera de la vida del otro, sin saber cuándo será la próxima vez que se verán, o cuándo o dónde estarán.
Harry mira a Louis y quiere decir: "Todavía estoy enamorado de ti, ya sabes," pero no lo hace. En cambio, se muerde la lengua y fuerza una sonrisa triste. Su alarma dice 6.34, los números rojos y poco atractivos. Puede oír a su madre en la cocina.
Bueno, espero que Japón te trate bien." Louis dice.
"Lo mismo para ti y Oxford."
Louis sonríe y si Harry lo imagina o no, él ve la tristeza en él también. Se pone de pie, mirando a Harry con expectación.
Entendiendo la indirecta, Harry se levanta del suelo, pasando por encima de su bolso para cerrar la distancia entre ellos. No hay ninguna duda, ya que ambos caen en un abrazo, sus varazos envueltos, estrechos, como un presente desordenado. Louis huele exactamente como él lo recuerda, dulce y cálido, como en casa.
"Esto apesta," Louis murmura en su hombro.
Harry se ríe y asiente con la cabeza, su nariz situada entre su pelo y su oreja. "Un poco, sí."
"Estamos bien ahora, ¿verdad?"
"Sí," Harry dice. "Geniales."
Cuando su madre va por él a las escaleras, todavía no se han dejado ir.
✖✖✖
Resulta que, Harry conoce a un hombre de negocios rico, después de todo.
Algunas de las chicas de su trabajo lo llevaron a un salón exclusivo, insistiendo en que casi siempre se encuentran con hombres que pagan por sus bebidas y, a veces, incluso la canea ("Y, como que, tal vez un bolso de diseñador para ti, ya sabes, salgo con ellos un par de veces," una dijo, levantando las cejas sugestivamente, cosa que elevó chillidos y golpes del resto de ellas. "¡¿Qué?! ¡Son hombres de negocios ricos en buenos trajes! ¡No es asqueroso! Algunos de ellos están bastante y malditamente calientes, para estar a mitad de año y ser asiáticos.") Harry accedió a ir, aunque con la intención de comprar sus propios cócteles caros.
No terminó comprando sus propios cócteles, sin embargo, o los tres después de eso, y así fue como terminó en una lujosa habitación de hotel con un japonés llamado Tarou. Es de mediana edad, pero es atractivo y habla inglés lo suficientemente bien para que Harry no se sienta demasiado mal por ello.
Espera que eso sea todo, pero entonces hay más bebidas y cenas, espectáculos de teatro. Harry no está muy seguro de lo que lo mantiene aceptando, especialmente desde que Tarou está casado y tiene hijos, y Harry nunca se vio a sí mismo como para ser una especie de amante.
Inicia con un cinturón de Gucci, después, un bolso Louis Vuitton, otro bolso, relojes, collares, ropa y después de dos meses de conocerlo, se encuentra a sí mismo en un penthouse en el ático de visitas en Tokio.
Está bien al principio, Harry ni siquiera deja su trabajo con el fin de hacerle compañía a Tarou en sus viajes de negocio. Lo lleva a Okinawa para el fin de semana, donde Harry descansa en la arena blanca y lee libros mientras un ejército de sirvientes le sirve. Harry, muy deliberadamente, nunca le ha preguntado acerca de su esposa e hijos. Sabe lo suficiente por la forma en la que la cara de Tarou se oscurece y se excusa de la mesa tan pronto cuando suena el tono de llamado de su esposa.
Sin embargo, hay ocasiones en las que Harry no ve a Tarou durante días, a veces sólo aparece durante una hora para cenar y follar rápidamente antes de salir corriendo a su próxima reunión. Harry flotará sobre la suite, viendo televisión, tratando de no pensar en lo solo que se siente. Ocasionalmente, saldrá con sus viejos amigos-profesores, se burlarán de él, preguntando por todos los sucios detalles y Harry descubre que cada vez que se va, el dolor en su pecho se hace más profundo.
No se atreve a decirle a nadie en casa, en su lugar, usa las historias de sus amigos. Sabe que no es una puta, sabe que él y Tarou tienen una extraña relación. Sabe que él es el único— además de su esposa, por supuesto. A pesar de todo, Harry ve la forma en la que Tarou lo mira, y sabe que es respetado, incluso si existe algún nivel. Sabe cómo suena, sin embargo. sabe cómo se siente cada vez que la puerta se cierra detrás de Tarou, la ola de náuseas que rueda a través de él, cada vez más fuerte.
Recibe mensajes de Louis, incluso una llamada telefónica, pero Harry ignora todo. Ya es bastante difícil mentirle a su familia y amigos, por lo que cuando hable con Louis, está seguro de que se dará cuenta al escuchar su voz. Con el tiempo, Louis deja de intentarlo y Harry trata de no sentirse peor.
Una semana antes de navidad, Tarou se detiene después de un viaje de negocios, sólo el tiempo suficiente para follarlo. Posteriormente, presiona un beso en la mejilla de Harry y un Rolex en su mano antes de dirigirse al aeropuerto para reunirse con su familia. Tarou dice que es un reglado de navidad, pero por primera vez Harry piensa: realmente soy una puta.
Tan pronto como la puerta se cierra detrás de Tarou, Harry encuentra el baño y vomita. Ni un solo pensamiento es procesado mientras saca sus maletas Armani del armario, empujando todas sus cosas al interior —ropa de diseñador, bolsos, zapatos, productos electrónicos.
Llama a un taxi y se va sin una nota.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro