Las relaciones sonadas hechas con el fin de crear nuevos números y subir tu popularidad son un asco. Las estrategias, los escenarios, las muestras de afecto orquestadas por otras mentes maestras, la persuasión que tienen que ejecutar las figuras en juego delante de miles de personas que no sólo tendrían un amor por esa relación, sino también una mirada crítica que les pediría cada vez más y más hasta hacerlo real... Sí, Danielle no pretendía estar en otra relación así.

Después de haber experimentado una relación fingida con un piloto español que le había dejado hastiada y sin ánimos de querer mezclar su vida personal y artística en ese drama que significaba dolor, porque, a ver, que no tenía nada que ver el romance o los sentimientos de por medio ya que a final de cuentas estaba consciente de que todo era ficticio y acabaría tan pronto como el auge les llegara a sus cabezas. Pero una parte de sí misma había dado todo de sí en esa relación. Los besos, abrazos, halagos, todo eso se suponía que sería para la persona con la que compartiría su tiempo y quizás un buen futuro, no para algo estúpido. Así que, sí, ella no quería más pérdidas de tiempo o drama innecesario, sólo un buen tiempo para su música.

Sin embargo, el novio de todo internet y de la década, Drew Starkey, lo había arruinado con un «sí, me encantaría conocerla pronto y decirle que nuestra relación no va a funcionar porque mi ex me persigue» y ella también por responder aquel mensaje —ataque, sí— diciendo «claro que funcionaría si él me conociera mejor y fuera menos idiota; además, su ex no volvería aparecer porque conmigo la situación podría ser diferente, pero es probable que mi ex lo hostigue a él», puesto que la idea de formar una dupla y así conseguir el objetivo más increíble posible: ambos alejar a sus respectivas ex parejas se hizo realidad. Mas esta vez Danielle no caería de verdad. Aun cuando su antiguo amor le pidiera regresar con muchas flores y chocolates y de ese modo ella seguir fingiendo hasta el punto de involucrar algo que no para demostrarle que ya no estaba enamorada de él, no se dejaría llevar por nada ni nadie, ni siquiera por un hombre de ojos azules pidiéndole de rodillas que le diga sí a él y al paraíso de amor que le ofrece con los ojos cerrados únicamente a ella... ¿o sí?

O...

Danielle y Drew fingen una relación para darle fin a sus relaciones pasadas que termina por convertirse en una situación más que verdadera a puertas cerradas debido a situaciones que no solamente ponen de cabeza su alrededor, también lo que sienten el uno por el otro.

DANIELLE BALE.
Capricornio de diciembre. Actriz, cantante y experta (no) en tener relaciones de mentira. 33 años. Midnights.

DREW STARKEY.
Escorpio. Actor, fotógrafo y experto en robarle el corazón a medio internet. 31 años. Mornings.

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[Escaneando el código de barras o con el link en comentarios de este párrafo puedes encontrar la playlist de Say Yes To Heaven].

DESCARGO DE RESPONSABIIDAD:

Say Yes To Heaven es un fanfiction en formato social media de Drew Starkey, por lo tanto me gustaría recalcar que lo que leerán aquí es PURAMENTE FICCIÓN hecho para fines de diversión del escritor y lector.

Habrá cambios en la vida personal como laboral de Drew así como también en sus acciones o dichos, para poder desarrollar este fanfiction.

Si bien Taylor es el faceclaim y voiceclaim junto con los álbumes de la misma, el personaje de Danielle tiene su propio trasfondo, por lo tanto poco o nada de la vida de Taylor será transcrito aquí.

La historia está inspirada en el famoso shipp de Twitch y TikTok: Crymua (conformado por Yeri Mua y Cry).

La portada actual fue hecha por HeyItsBlackieee 💜

Gracias por llegar hasta aquí. ¡Espero puedan disfrutar de este fic que es un fake dating! No olviden votar, comentar, añadir esto a alguna lista de lectura ya que eso me ayuda mucho a seguir. Nos leemos en los capítulos 💜