Believe in her
Narrador omnisciente
No había que ser muy listo para entender las intenciones de Bruce, el chico estaba enamorado de Wendy y ella solo tenía cabeza para sus responsabilidades y metas, prefería no pensar en chicos. Para Finney y Gwen, el interes del pelinegro por su hermana presentaba un problema, ellos preferían que saliera con alguien como Robin por la simple razón de que eran más cercanos a él.
El partido fue una tortura para Robin, ese deporte no le gustaba y la chica que quería estaba viendo jugar al idiota que andaba babeando detrás de ella. Entonces entre todo el desastre de emociones que tenía, supo que debía tomar una decisión e invitarla a salir antes de que fuera tarde. Hablaría con Finney y con Gwen para pedirles consejos, apoyo para entrar a una guerra contra el chico más popular.
Cuando el partido acabó decidieron que irían a tomar algo, también estar un rato en el salón de videojuegos, Robin tenía fichas ilimitadas porque su tío trabajaba ahí. Finney parecía emocionado ya que nunca había ido, Gwen solo quería ganar un peluche de pulpo. Por otra parte Wendy parecía encantada con un bonito collar, un premio difícil de conseguir porque requería demasiados ticket, Robin siguió su mirada hasta dar con el premio y se propuso internamente ganarlo para ella.
Esa tarde todo parecía normal, estaban felices, divirtiéndose después de mucho tiempo, tanto que nadie noto cuando se hizo tarde y aquello ocasionó que se apresuraran por volver a sus casas. Finney se despidió de Robin y ambos acordaron encontrarse en la biblioteca para estudiar el lunes.
Los tres hermanos se dirigieron a casa, Gwen parecía feliz con su pequeño peluche de pulpo y Finney se burlaba de ella por no elegir algo más lindo, a Wendy le hubiera gustado que ese momento fuera recubierto por una burbuja para mantenerlo intacto, pero al llegar a casa la realidad los azotó como una tormenta. Su padre estaba ebrio y enfadado.
El peluche se deslizo de las manos de Gwen, golpeando el piso en un silencio mortuorio, el aire pesado inundó la sala de estar. El señor Blake había arrojado la botella contra una pared, los trozos de vidrio volaron por la sala mientras los gritos parecían opacar el sonido del cristal. Finney escondió a Gwen detrás de él y Wendy se coloco frente a sus hermanos.
–¡¿Cómo se les ocurre llegar a estas horas?! Wendy, te pedí solamente que fueras una buena niña, maldita mierda. ¿Es qué ustedes creen que pueden hacer lo que les plazca?– Finney intento dar un paso para hablar, pero Gwen apretó su brazo para que guardará silencio. El hombre frente a ellos se tambaleó, caminando de forma torpe hasta ellos, se detuvo frente a su hija mayor para sujetarla por el cabello y arrastrarla por el suelo, elevando en su otra mano un cinturón de cuero negro.
Esa noche su padre fue claro, debían obedecer o no sería amable con ellos, aunque ya lo sabían aquello había funcionado como un amargo recordatorio.
Cuando Gwen terminó de juntar los trozos de vidrio su padre la envio a dormir, ella no formuló ninguna palabra por el miedo y la rabia que se acumulaban en su pecho, pero al llegar al cuarto se desbordó. Tras cerrar la puerta se metió en la cama de su hermana, sintiendo como el cuerpo contrario se hacía más pequeño por el pánico, para variar su padre no le permitió curarse y aunque no era la primera vez, aún dolia.
Wendy giro con cuidado de que su espalda no tocara el colchón o acabaría llorando por el dolor, cuando se terminó de acomodar sintió su corazón quebrarse por la imagen de su hermanita menor. Estaba harta de verla llorar por la culpa de su progenitor –Te prometo que está bien, no me duele...– Sus palabras fueron sabiamente escogidas para no empeorar la situación –Mejor intenta descansar, verás que mañana todo estará mejor–
Gwen sabía que todo eso era mentira, nada mejoraría para ellos, pero aun así prefirió fingir que podía ser cierto y dejarse llevar por las caricias en su cabello. Sabía que su hermana estaba agotada, que los golpes no terminaban de curarse cuando ya había nuevos, pero aun así parecía tan fácil creer en las palabras de Wendy.
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