No eran muchas las veces en que habíamos visto a Jimin así de ebrio pero bien sabíamos cómo remediarlo.
Fui a la cocina y comencé a preparar café. Taehyung estuvo detrás de mí todo el tiempo. Que Jimin estuviese así de agresivo lo ponía nervioso. Incluso esto era lo mismo cuando mi hombre también se pasaba de cervezas, me parecía gracioso en algún sentido recordarlos ebrios a los dos.

-¿Fue a ese bar otra vez?- Tae me preguntó.

-Hm, no lo sé, tal vez.- tomé dos tazas y serví el café cuidadosamente. No sé por qué dos tazas pero suponía que alguien debía beber con Jimin. Le di ambas a Taehyung y me miró asustado.

-¿Yo?-

Asentí a media sonrisa. –Tú eres su mejor amigo.-

-Eso no es cierto.-

-Iré a ponerme pantalones, Taehyung, ¿entiendes?-

Vaya que miró mis piernas. Lo recordó perfectamente. –Ok.- accedió.

Fui de prisa a buscar mis shorts a la habitación. Ni siquiera tardé tanto, me asusté cuando escuché una de las tazas estamparse contra el suelo. Volví tan rápido como pude.

-¿Qué...?- ah, me preocupé por los pies descalzos de Tae. -¿Qué mierda te pasa, Jimin?-

-Váyanse a la mierda los dos.- el inepto estaba de pie, por supuesto que tambaleándose.

Miré de nuevo a Tae. Este aún tenía la otra taza viva entre sus manos. –Jae Bi...-

-¿Sabes qué me dijo aquel imbécil, Bi?- Jimin caminó hacia mí, señalándome sin pena. –Que se vengaría de ustedes... porque el otro imbécil también se desquitó con él.-

¿Qué? –A ver, ¿de cuántos imbéciles estamos hablando?-

-Yo no estaba solo en ese bar, Bi.- exclamó con notable molestia. -Tú sabes que Yoongi y yo somos mejores amigos... y te odia.- obviamente no entendía ni mierda de lo que decía. –Ahora yo te odio. Ahora mismo... pequeña mocosa, y tú, alien...- señaló a Tae. –Están en graves problemas... ¡y yo sufrí por ello!-

-Jimin, para. No entiendo nada de lo que estás diciendo. ¿De quién...?-

-¡Me hicieron una emboscada por ser tu amigo! Te jodes... yo me jodo... y tú te jodes. Más que nosotros juntos. Buenas noches.-

-¿A dónde vas? Apenas puedes caminar. ¡Jimin!- le detuve del brazo.

Lo que decía Jimin me daba ciertas ideas y raras sospechas pero estaba tan confundida. Esto era una locura total.

Busqué hacer que me mirara agarrándole del brazo pero su primera reacción a eso no fue buena. Tiró de un manotazo dándome directamente en la mejilla. -¡Suéltame!-

Dolió, pero nada que no soportaría. El siguiente problema fue Taehyung que reaccionó como tal, empujó a Jimin y este último cayó hacia atrás chocando su espalda en la pared.

-¡Eres un hijo de puta!- una vez más Jimin escupió, luchando por ponerse de pie.

-Basta, Jimin. Tú... mierda, ¡lárgate!-

-¡Eso iba a hacer, estúpida!-

...

Bien. A ver, esto no fue tan grave. Dejamos a nuestro ebrio amigo solo en la calle. Hm, me ardía la mejilla, así que ni siquiera me sentí culpable. Mierda.
Me senté en el sofá mientras dejé que Taehyung limpiara el desastre del piso. Todo esto había dejado un inquietante silencio.
Pensé en las palabras de Jimin, tanto que comencé a desesperarme.

-¿Yoongi quiere matarme?- escuché de Tae y giré con él. Él estaba en el suelo pasando el último trapo.

Hubiese sido fácil mentirle y decirle que no. –No lo sé. No lo creo. ¿Qué rencor va a tenerte, cariño? Todo aquello pasó hace mucho.-

-Alguien le dio una paliza por mi culpa. Por mi culpa, Jae Bi.-

-Tú no has hecho nada malo, ¿entiendes?- dije con firmeza.

-Tú sabes que eso no es verdad.-

Me tomó tiempo captar eso último. Cuando menos me di cuenta vi a Taehyung dirigiéndose a la habitación.

Alguien emboscó a Jimin y Yoongi... ¿por nuestra culpa?
Sé que hay muchas personas que me odian, bueno, eso debido a mis días de instituto, mi carácter y eso pero...

No sería posible. No...

-Kim Taehyung.- grité antes de entrar a la habitación. Me detuve de golpe en el marco de la puerta cuando vi a Tae parado. Su espalda. Inmóvil con la cabeza baja, supuse que mirando su lámpara.

De pronto, lentamente giró el cuello para voltear a verme. Con una rotunda mirada seria, y con esa huella de temor que reconocí en su rostro.

-¿Jooheon?- dijo en voz baja.

Negué con la cabeza a pesar de que quería asentir.

-¿Cómo lo sabes?- volvió a preguntar.

Primero me encogí de hombros y después caminé hacia él.
Yo también había pensado en él y además tenía algo de sentido pero... no podía ser cierto. No debía ser cierto.

-Solo lo sé.- acaricié su espalda buscando reconfortarlo. Debido a ese acto su reacción fue inclinar la cabeza hasta mi hombro para que pudiera abrazarlo.

-¿Pero podría ser posible, Jae Bi?-

-No. No es posible.-

-No estás segura.-

-No, no lo estoy.-

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El siguiente día llamé a Jimin pero nunca respondió. Dejé a Taehyung en casa de su madre mientras le decía que yo debía arreglar cosas de mi trabajo, que no tardaría. Claro, una mentira. La verdad es que tenía que averiguar un par de cosas.

Fui al club de Kihyun. También le había llamado antes pero tampoco respondía entonces tuve que ir solo así. Él vive en el piso de arriba de su club. Estaba por subir las escaleras hacia la entrada del edificio pero escuché voces que provenían del club, abajo.
Era plena luz del día y aún no era el horario para abrir las puertas del club. Escuché perfectamente la voz de Kihyun mientras me acercaba y risas de terceros.

Entré sin aviso. Las sillas estaban en sus respectivos lugares volteadas en las mesas, no había luces en el escenario y muchos menos olores a comida. Pero en la barra de bebidas vi a estos tres chicos dueños de aquellas voces.

-Bi, ¿qué haces aquí?- por supuesto Kihyun me saludó, no sorprendido de verme pero sí algo extraño.

-Eh...-

Reconocí a aquellos dos chicos. Kihyun se dio cuenta de ello y rápidamente llegó hacia mí para sacarme de ahí.

-Lo siento.- dijo. -¿Qué...? No esperaba...-

-Creí que ya no eran amigos.- interrumpí.

-No.- negó. –De Jooheon, Shownu y Wonho, con ellos perdí el contacto. Pero Hyungwon y Minhyuk... ellos son...-

-¿Ellos están aquí?-

-Mira.- ah, parecía desesperado al igual que yo. –Iba a llamarte cuando me enteré pero ellos llegaron y...- sacudió su cabeza. –Escucha. No dejes que Taehyung venga a trabajar. Sí, ellos vinieron a la ciudad.-

-Mierda.- maldije por lo bajo. Como si no tuviera otros problemas, maldita sea. -¿Qué sabes de Jooheon?-

-¿Qué? Nada, ¿por qué?-

-Tengo las sospechas de que le dio una buena paliza a Jimin y su amigo ayer en la noche afuera de un bar.-

-¿Qué?- buena reacción desconcertada. -¿Cómo...?-

-¿Sabes qué?- idea repentina. –Nos iremos de Hongdae, tú solo avísame cuando todo esto se calme. Y sí, me refiero cuando se larguen, ¿bien?-

-Claro que sí, Jae Bi. Descuida.-

-Y por favor... ni una palabra sobre Taehyung.-

Yo y mis grandes ideas.
En serio, ¡como si no tuviera ya suficientes problemas!
Mi siguiente tarea era ir por Taehyung. Me sentí tan nerviosa en el camino del club hacia mi auto. Demonios, de verdad sentía tanta presión en el pecho. Ah, pero intentaba al menos en ser positiva.
Sí, esto no sería difícil. Mi plan solo consistía en empacar unas cuantas cosas e irnos un par de días con mamá. No había por qué preocuparse tanto, ¿verdad?

Solo es mi viejo vecindario... dónde Hoseok, Yoongi y Seokjin rondan de vez en cuando, pero vamos, no se comparan con aquellos psicópatas. Prefería las secas amenazas de Yoongi que las burlas de Jooheon, no sé.

-¡Taehyung! ¿Recuerdas lo mucho que extrañas la comida de mi madre?-

...