Marinette...
Hoy era un día como cualquier otro. Clases, tarea, más clases...
¿Qué era lo bueno?
¡Es viernes!, podré descansar e ir a la playa con mi bebé (mi auto).
Quedaban exactamente diez minutos para que la clase acabara. Nino tecleaba algo en su celular y yo me entretenía guardando mis cosas.
Luego Nino comenzó a hablar sobre su "novia", ya me tenía mareado con tanto rollo. Está bien que le guste, pero... ¡no necesito saber cuántas pecas tiene en la cara esa chica!
Al final solo asentía a todo lo que me decía, hasta que tomó mi hombro.
-¿Entonces si?.- preguntó y volteé a verlo. Ya estábamos en la entrada del instituto.
-Claro... si.- asentí y sonrió.
-Gracias, eres el mejor.- golpeó mi estómago con su puño levemente. No tengo ni la menor idea de a que le dije que sí.- por cierto... ¿quieres ir conmigo y Alya a comer?
Iba a responder cuando vi a alguien sentada en las escaleras frente a nosotros. Alguien que dibujaba y tenía una capucha... esa chica otra vez.
Para empezar no quería hacer de violinista con Nino, ya habría tiempo de conocer a Alya y ahora mismo quería saber quien era...
-¿Viejo?.- abracé su hombro un segundos y luego caminé hacia adelante.
-Lo siento, será para la otra... tengo cosas que hacer.
-¡Pero si nunca tienes nada que hacer!.- exclamó y arreglé mi bolso en mi hombro acercándome a la extraña.
Parecía estar muy concentrada en lo que hacía. En silencio me comencé a acercar y tomé lugar al lado de ella. Al parecer no se percataba de mi presencia aún, así que aclaré mi garganta para llamar su atención.
-¿Qué haces?.- pregunté y detuvo su acción un momento.
-Dibujar.- respondió casi inaudible.
¡Este diálogo ya lo conozco!
Me asomé un momento a su cuaderno y lo tapó con una mano. Definitivamente no le gusta que vea lo que dibuja...
Vamos Adrien, piensa en algo que no sea preguntarle que está dibujando.
-¿Estudias aquí?
¡Si está aquí y fue a la fiesta de Kim, es obvio que aquí estudia!
¡Felicidades Agreste!, ¡mereces el premio a las mejores preguntas del año!
Ella suspiró y yo por mi parte me quedé quieto viendo como se ponía de pie comenzando a caminar.
¿La hice enojar?
-Oye.- llamé siguiendola detrás. Caminaba a paso acelerado, pero era bajita así que básicamente yo caminaba normal en comparación.- espera un momento.- me puse frente a ella evitando su andar.- lo siento si te incómodo.
-Y-yo... descuida.- pasó por mi lado y la quedé mirando.
Suspiré y tomé las llaves de mi auto, iba a darme la vuelta cuando vi como unos chicos se le acercaban. Observé lo que hacían... ella solo seguía caminando sin alzar la vista. Quizás sean sus amig...
¡La jaló del gorro hacia atrás!
Me acerqué rápidamente y cuando vi como querían quitarle el cuaderno sostuve la muñeca de ese tipo.
-¿Se te perdió algo?.- pregunté seriamente y este me miró primero con el ceño fruncido, pero enseguida se asustó.
-No, solo queríamos saber que dibujaba.- sonrío y lo solté bruscamente.
-Bueno, a ella no me gusta que vean sus dibujos. Así que no insistan más.- asintieron y se fueron.
Bajé la vista a la extraña chica. Usaba dos coletas, me daba la espalda y podía ver claramente lo blanco de su piel por su cuello expuesto...
-Gracias, pero no vuelvas a meterte en...
-De nada.- la interrumpí y tragó con dificultad, volviendo a cubrirse con el gorro.
-Tu cabello es bonito... .- se me escapó y por un momento sentí mis mejillas arder.- digo... nadie lo usa con coletas y es único.
No dijo nada y volvió a alejarse caminando.
-Espera, si quieres puedo llevarte en mi auto.-caminé a su costado.
-Me gusta caminar.
-Que casualidad, a mi también me gusta caminar mucho.- guardé las llaves en mi bolsillo.
-Tambien me gusta el silencio.- agregó.
Que manera más sutil de decir que me quede callado.
-Ves, ya nos estamos conociendo.- sonreí.- me estás diciendo cosas que te gustan.- bufó y contuve mi risa un poco.- está lindo el día.- expresé alzando mis brazos.- es viernes por fin... no quería más clases. ¿Te gusta la playa?, a mi me encanta la playa.- se mantenía en silencio.- ¿te gusta el chocolate?, ¡creo que es de las mejores cosas que han inventado en el universo!
Giró y se quedó quieta en el semáforo en rojo. Yo hice lo mismo.
-¿No te has preguntado cuántas hormigas matamos en cada paso que damos?.- no decía nada... ¿la estaré aburriendo?.- mi mejor amigo Nino, cuando era niño miraba en todo momento donde pisaba para no matar hormigas... decía que eran una raza superior a nosotros y que no merecían morir de ese modo.
Luego de varios minutos caminando, ya nos habíamos alejado por completo del instituto. El día estaba soleado y estábamos bastante cerca del parque... la última vez que vine aquí fue con mi madre, ella quería ver la feria y papá estaba trabajando, así que la acompañé.
La chica se sentó en el pasto y apoyó su espalda en un árbol. La observé de pie, suspiró y dejó su mochila a un lado.
-¿Qué haces?.- pregunté con curiosidad.
No respondió.
-¿Por qué me estás siguiendo?.- preguntó sin verme y me agaché quedando frente a ella. Toqué su nariz con mi índice... me daba curiosidad su rostro. Dió un salto en su posición y sonreí por su reacción.
Se quedó quieta... como si se hubiese paralizado, noté como su respiración se volvía más pesada. No se que tenía ella, pero me daba mucha curiosidad.
-No te estaba siguiendo... solo quería saber dónde ibas.
-Eso es estar siguiendo.- musitó.- estás invadiendo mi espacio personal.- me empujó con sus dos manos y caí sentado en el suelo.
-Si me hubiera ocultado, quizás si se llamaría "estar siguiendo". Pero como iba a tu lado y sabías que así era... básicamente no te estaba siguiendo.- me crucé de brazos y sonreí victorioso.
Ella... ella solo me ignoró y sacó su cuaderno comenzando a trazar con su lápiz.
No se en que momento simplemente me quedé en silencio observandola. Sus manos eran pequeñas y se veían suaves... tenía algunas manchas del lápiz grafito en ellas. Su boca era pequeña y sus labios de un color fresa tenue.
-¿Te gusta dibujar?
¡Que alguien me golpee por mi genial ingenio!
-Desde siempre.- respondió... no esperaba que lo hiciera, así que me acerqué un poco. Quizás ahora si quiera hablar conmigo.
-¿Qué te gusta dibujar?
-Todo lo que me parezca hermoso... .- musitó sin verme.
-¿Por eso viniste aquí?.- no respondió y arrancó la hoja de su cuaderno extendiendola hacia mi.- bueno, me gusta el parque porque es tranquilo y...
Dudé un segundo si tomarla, pero lo hice... su mano hizo contacto con la mía. Estaba fría.
Sentí algo extraño en mi pecho y tragué con dificultad.
Miré el papel. Me había dibujado a mi... ¿ella me dibujó todo este rato?
Miré la esquina del dibujo... y tenía su firma.
"Marinette"
Marinette... que lindo nombre.
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