Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Es complicado

Golpeé la puerta de su habitación y esperé paciente que abriera, tardó unos minutos.

—¿Cómo te fue en el trabajo? —pregunté por lo bajo y ella me dio el paso para entrar, lo cual hice en confianza. —mamá dijo que la cena estará lista en un rato.

—No creo que pueda seguir viviendo aquí. —sus palabras hicieron que me congelara. Cerré la puerta detrás de mi y Marinette tomó asiento sobre su cama, sin despegar los ojos del suelo.

—¿Qué pasa?, ¿por qué dices eso? —tomé lugar a su lado. —pero si esta semana ha ido todo bien, ¿no? —sus manos apretaron sus rodillas con fuerza, así que puse mi mano sobre las de ella para calmarla. Marinette me vio a los ojos y estaba triste, o quizás preocupada, pero estaba seguro que una de esa dos emociones tenía.

—Él sabe donde trabajo. Me está buscando... Uno de sus socios apareció hoy en la pizzería y me abordó en la salida, dijo que mi padre está al tanto de todo. —apretó mi mano y sabía que estaba luchando por no llorar. —tarde o temprano se enteraría que realmente trabajo en esa bodega, pero no creí que tan pronto. El escapar de casa supongo que fue un motivo para que me prestara más atención y tiene los suficientes contactos para encontrarme.

—Espera, Marinette. Tienes que calmarte un poco. —la abracé, pero su respiración se agitó otra vez. —si él sabe que trabajas ahí, entonces no vuelvas.

—No puedo hacer eso. —se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro. —si dejo de ir ya no tendré dinero, eso quiere decir que ya no podré ayudar aquí...

—Marinette, mis padres no tienen problema con que tu estés con nosotros y no es necesario que nos pagues con dinero.

—¡Ya sé eso!, ¡pero no quiero ser una carga! —alzó la voz como pocas veces desde que nos conocemos. —quiero poder tener mis cosas por mi misma y... Será peligroso para ustedes tenerme aquí. Mi padre podría hacerles algo y nunca me lo perdonaría.

—Ven. —extendí mi mano y la quedó mirando varios segundos antes de tomarla por fin. —Escúchame, no estás sola y no dejaré que nada malo te pase.

—Agradezco todo lo que haces por mi y a tus padres también, pero no podría vivir si mi padre descubre que me han ayudado. —jalé su mano y la hice tomar asiento otra vez a mi lado.

—Marinette, nada te garantiza que puedas trabajar en la pizzería si vuelves a tu casa y mucho menos sabes si tu padre ya está al tanto de que vas al instituto. ¿Prefieres irte y retroceder todo lo que avanzaste aquí?

—No lo entiendes. —se soltó de mi agarre y frunció el ceño. —no es cualquier tipo.

—Pues no le tengo miedo, ¿qué quieres que te diga? —solté sin temor alguno. —con todo lo que sabes podrías perfectamente ir a la policía y hacer que lo encierren. —cubrió su rostro con ambas manos.

—No puedo hacer eso...

—Si puedes.

—Si lo hago, podría hacer cualquier cosa para lastimarme, además de que... No tengo más familia. Me enviarían a un hogar hasta que sea mayor de edad.

—Volver con él no es una opción, ¿Crees que mis padres aceptarán que vuelvas con ese patán? —guardó silencio. —dudo que lo hayas pensado, pero... Creo que es obvio que nosotros somos ahora tu familia y haríamos lo que fuera por ti.

§§§

—Marinette se quiere ir de la casa.

Mamá quedó con la comida frente a sus ojos y papá comenzó a toser con fuerza. Creo que se atragantó con el pollo.

Marinette me veía con una expresión de: "eres un traidor", además de que me pateó bajo la mesa en la rodilla.

Cuando mi padre logró recomponerse, me miró seriamente para luego beber un sorbo de agua.

—Así que hoy estás de broma, hijo. —rio. —aunque esos chistes son de mal gusto.

—No es una broma. El padre de Marinette mandó a uno de sus socios a su trabajo y este la abordó cuando salió de la pizzería, así que ahora ella quiere irse de aquí para no traernos problemas.

—¡Adrien! —reclamó y corrí la silla hacia atrás cuando me percaté que estaba dispuesta a patearme otra vez.

—¡Es cierto!

—¡No debías decir nada!

—¡Pues no voy a dejar que vuelvas con ese infeliz! —golpeé la mesa con mis manos y los cubiertos saltaron por medio segundo.

—Chicos, calmense. —intervino mi madre y apreté mis dientes con fuerza. Ella se giró hacia Marinette que estaba a su lado y tomó sus manos suavemente. —¿podrías explicarnos que pasó, cariño?

—Y-yo... —me miró de reojo y bajó la vista.

—Adrien, sube a tu habitación. —dictó papá y lo miré incrédulo.

—¿Qué?, ¡¿y yo por qué?! —frunció el ceño y me puse de pie.

—Porque estás muy alterado y queremos conversar con Marinette. —dijo mamá. —además, eres un traidor. —sonrió y me contuve de decir algo, así que sólo subí a mi habitación.

¿Qué culpa tenía yo de que ella quisiera irse?, ¡sólo quise ayudarla!

Me lancé a la cama de cara y solté el aire de manera ruidosa. Plagg se subió al lecho y comenzó a acariciar mi cabeza con su cuerpo, para luego ronronear audiblemente, me acomodé y lo puse en mi regazo disfrutando de su pelaje suave con mis dedos.

—No quiero que se vaya... Ya me acostumbré a verla aquí. —Plagg se quedó dormido o eso parecía, quizás lo aburría con todo lo que le hablaba. —Se me ocurren muchas ideas estúpidas ahora mismo. ¿Tu que dices, Bernardo? —miré a mi pez a lo lejos, pero estaba oculto entre las piedras.

¿Debía disculparme por decirle a mis padres?, creí que era lo correcto. Aunque debido a eso es posible que Marinette ya no me confie nada, ¿o si?

Esperé que ella viniera como todas las noches de esta semana. Conversábamos hasta tarde, incluso a veces se quedaba dormida y tenía que llevarla a su cama para no tener problemas con mis padres, sólo que hoy no fue así. Pude sentir cuando pasó hacia su habitación.

Mamá entró y me dio las buenas noches, pero no me dijo qué hablaron con Marinette en exactitud, sólo que ella estaba molesta conmigo y que era mejor dejar que se le pasara. No le llevaría la contra a mamá, siempre terminaba teniendo la razón y yo como un tonto, aunque me comieran las ganas de ir a hablar con Marinette.

Al día siguiente hice todo lo que acostumbraba para ir al instituto. El desayuno fue algo incómodo porque la señorita "no me hables" ni se volteaba a verme. Mi querida madre parecía divertirse con la situación y yo no hacía más que fastidiarme por su burla.

Ella salió antes de la casa y yo casi a rastras detrás suyo, vi que estaba dispuesta a irse caminando, así que la alcancé.

—Marinette, no seas terca.

—Quiero ir caminando, así que no te preocupes. —soltó mi mano y me puse frente a ella evitando que avanzara más. —déjame pasar.

—No, vamos en el auto o llegaremos tarde.

—Pues no me importa. —no me miraba y con brusquedad puso la capucha en su cabeza.

—Es más seguro que vayas conmigo, alguien podría seguirte si te ve por la calle.

—No seas paranoico. —tomó las correas de su mochila y suspiré. —y aunque así fuera, se defenderme.

Claro, sabes defenderte lo suficiente como para dejar que ese engendro de tu padre te golpeara, ¿no?

—¿Quieres verme por un segundo a la cara? —ya me estaba molestando. Bufó y levantó la cabeza con enojo. —lo siento... De verdad siento haberlo dicho en la cena, pero es lo único que pensé en el momento para ayudarte.

—Lo de nosotros no sale de nosotros, rompiste una regla. —sus mejillas se pusieron rojas. —mentiroso.

—¿Puedo abrazarte? —musité y cruzó sus brazos viendo hacia un costado.

—No. —hice un puchero y me miró de reojo. —no quiero.

—Aunque sea dime que te dijeron mis padres.

—Me ayudarán. —hizo el ademán de rodearme, pero la tomé de los hombros.

—¿Eso quiere decir que no te irás?

—Eso quiere decir que tenías razón, pero que no deja de molestarme que rompieras una regla.

—¿Seguirás molesta conmigo todo el día? —musité apoyando mi frente en la suya. —lo siento de verdad. Entré en pánico.

—Siento haberte pateado. —reí por lo bajo y me atreví a envolverla en mis brazos para luego besar su frente. —eres un idiota.

—Lo sé. Soy el peor de los idiotas, pero así me quieres.

—Así te quiero... Te quiero, Adrien.

—Dijiste... —se separó de mi y aclaró su garganta dándome la espalda.

—¡Vamos a llegar tarde!, ¡apresurate! —caminó hacia mi auto y la seguí detrás con el corazón en mi mano.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro