Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Confrontación

-El sábado podríamos hacer la salida. ¿Qué opinas?.- preguntó Nino mientras íbamos hacia el salón.

-Me parece bien... yo me encargo de hablarle a Marinette.- sonrió.

-Excelente.- palmeó mi hombro entusiasmado.- estoy seguro que se llevará muy bien con Alya. Mi canelita es un amor de persona.- habló entre suspiros y solté una carcajada.

-Quien diría que Nino Lahiffe estaría en las nubes por una chica.- solté llegando a nuestros puestos.

Mis ojos buscaron a Marinette al final del salón, pero no estaba y eso me preocupó. Por la noche le había dejado un mensaje para saber si llegó bien, pero no lo respondió.

Sentí un empujón en mi hombro y realmente no me extrañó ver a Kim luego de eso frente a mi con una sonrisa burlona.

-¿Buscas a alguien, Agreste?.- preguntó y lo ignoré dándome la vuelta hacia el pizarrón tomando asiento en mi lugar.- ¿ahora te comió la lengua el gato?.- habló nuevamente.

No caería en su juego estúpido. Kim podía ser bastante molesto si se lo proponía, aunque antes tuvimos algunas diferencias... siempre las habíamos arreglado bien y quedábamos como amigos, pero ahora mismo no tenía muchas ganas de serlo.

-Quizás alguien más te comió la lengua.- exclamó y rodé los ojos.- ¿un bicho raro quizá?

Miré a Nino un momento y también se mantuvo en silencio. Al parecer tambien pensaba que lo mejor era no responderle para evitar un mal rato.

Los demás entraron al salón y conversaban de lo de siempre. Sentí un golpe leve en mi espalda y luego de este, otro... miré hacia abajo notando bolas de papel en el suelo.

-Vamos, Agreste. ¿Acaso no vas a sentarte atrás otra vez con tu "amiguita"?.- presioné mis puños sobre la mesa y respiré profundamente para calmarme.- ¿acaso te subió la tarifa?

-Ya deja de molestarlo .- oí la voz de Nino y lo miré un segundo. Estaba volteado hacia atrás hablándole a Kim quien estaba en el otro extremo.

-No te metas Lahiffe.- escupió.- ¿acaso eres su guardaespaldas?.- sentí la silla arrastrarse.

-Es mi mejor amigo y si tienes un problema con él, también lo tienes conmigo.- respondió e internamente ya estaría abrazando a este idiota.

Tomé el brazo de Nino e hice que se sentara.

-Gracias, bro... pero no lo tomes en cuenta. Solo quiere andar jodiendo porque no tiene nada mejor que hacer.

Oí los murmullos de los demás, pero los ignoré.

-Uy, ya salió en defensa el perro faldero.- algunos se rieron por su comentario.

De verdad que me estaba conteniendo mucho en ir y encararlo.

"Un Agreste siempre mantiene la compostura y jamás se deja intimidar por nadie."

Las palabras de mi padre resonaban en mi cabeza como un bálsamo de tranquilidad.

"Siempre con orgullo y la verdad por delante ante las injusticias."

Las palabras de mamá se entrelazaban con las de papá.

-¿Qué pasa Kim?.- oí la voz de Chloe.

-Ya sabes... Adrien que aún no aprende a no meterse donde no debería.

-Que ridículo.- soltó con gracia.- bueno, no me sorprende si al fin de cuentas es hombre.

-Claro, eso explica muchas cosas.- agregó Kim y me mantuve viendo al frente.- ¡Oye Agreste!.- llamó.-  ahora que lo pienso mejor nos das el dato de cuanto cobra.

No se en que momento me puse de pie y al momento de reaccionar solo me di cuenta que estábamos en el piso del salón golpeandonos.

Los gritos de mis compañeras se hicieron presentes pidiendo que nos detuvieramos. Sentí a Nino intentar alejarme, pero a este idiota no lo soltaría tan fácil.

Kim me golpeó en el ojo y se lo devolví en la quijada. Estaba sobre él y no podía controlarme en lo absoluto.

-¡Repite lo que dijiste, idiota!.- le grité tomándolo de la camiseta quedando frente a frente.

-Estás haciendo el ridículo por una puta que nadie quiere aquí. Deberías pensar mejor lo que haces.- respondió y mi mandíbula se tensó a más no poder.

-¡Marinette no es ninguna puta de nada!.- golpeé su espalda contra el suelo y se quejó sujetando mis muñecas para que lo soltara.

-¡Adrien déjalo!.- Nino intentó separarme otra vez pero lo empujé.

-¡Nadie aquí la conoce!, ¡no tienen derecho a siquiera mencionarla!.- él aprovechó de darme otro golpe ahora en mi labio y comenzó a sangrar.

Sentí la sangre en mi boca, pero no me dolía. Estaba tan enojado e indignado que no lograba incluso comprenderlo.

Nino logró que lo soltara y me alejó de él poniéndose entre los dos empujando mi pecho hacia atrás.

-¡Escuchenme bien todos aquí!.- alcé la voz y los que estaban alrededor de Kim me miraron petrificados.- ¡el que se atreva a meterse con Nino y Marinette se las verá conmigo!, ¡me da igual de quien mierda sean hijos cada uno de ustedes!.- los apunté con enojo y algunos se hicieron hacia atrás.

-Esa chica facilona te puso en nuestra contra.- habló Chloe y me enfoqué en ella.- es ridículo que por esa ahora le pegues a Kim que es tu amigo de hace años.- lo apuntó apoyando una mano en su hombro.

-¿Y no te parece más ridículo ignorar a una persona por rumores mediocres que dicen que es prostituta?.- debatí y frunció el ceño.

-Todos aquí saben que ella es puta igual que su madre y más aún que su padre es un mafioso.- respondió.- ni siquiera debería estar en este instituto.

-Eso a ti no te consta.- sus ojos azules mostraban indiferencia.- No se con que clase de personas he estado todos estos años.- escupí viéndolos con decepción.

-A todos nos consta, Adrien.- habló Alix dando un paso adelante.

-Y aunque así lo fuera... es inhumano lo que han hecho todo este tiempo. ¿Cómo se sentirían ustedes si de la nada te empezaran a ignorar como si fueras invisible?, ¿alguna vez se supusieron en los zapatos de Marinette?

-Todos nuestros padres llegaron al acuerdo de que no le habláramos porque es una mala influencia y su familia aún más.- agregó Sabrina.- papá me dijo que su padre es alguien muy peligroso y que no debía acercarme a ella.

Miré a Rose y esta se abrazó a sí misma con tristeza.

-¿Tu piensas lo mismo Rose?.- pregunté viéndola fijamente.

Rose era de las personas de más buenos sentimientos que conocía. Tenía la esperanza de que al menos ella me daría la razón en lo que decía.

-Yo no puedo desobedecer a mis padres.- musitó con los ojos llorosos.

-No seguiré oyendo esta mierda.- me solté del agarre de Nino y tomé mis cosas de mi asiento.- todos se van a arrepentir de por vida por lo que le han hecho a Marinette.- los apunté.- cada uno de ustedes le pedirá perdón, eso se los juro porque me llamo Adrien Agreste.- hablé pasando la mano por el borde de mi labio limpiando la sangre.- Antes de juzgar deberían darse el tiempo de conocer a las personas.

Salí del salón sin importarme las miradas de los demás estudiantes sobre mi, externos a nuestra clase, aunque sabía muy bien que estaban enterados de la situación. Ya que aquí los chismes llegan más rápido que el aire a los pulmones.

□□□

La taza que tenía mamá en sus manos cayó al piso y rápidamente se acercó a mi con preocupación tomando mi rostro con ambas manos.

-¡Dios mío!, ¡¿qué fue lo que te pasó?!.- gritó y le sonreí a penas, sintiendo tristeza al ver sus ojos cristalizandose.

-Tranquila, mamá... estoy bien.- respondí y frunció el ceño.

-No me vengas con tonterías, Adrien Agreste.- me soltó y tomó su celular, pero rápidamente se lo arrebaté.

-Mamá...

-¿Quién te hizo esto?, respondeme e iré ahora mismo a darle unas buenas...

-Mamá, solo fue una pelea en el instituto.- le resté importancia y suspiró cruzándose de brazos para luego volver a tomar mi rostro, examinadolo más a detalle.

-Pero mira como tienes el ojo... iremos al hospital y llamaré a tu padre para ir al instituto.- quitó el delantal dejándolo sobre el mesón y me rodeó yendo hacia la sala.

-No le hables a papá y no quiero ir al hospital tampoco.- agregué siguiendola detrás.

-Esto no quedará así jovencito.- suspiré con cansancio... quizás fue peor venirme a casa.

-Mamá.- tomé sus manos para que me viera intentando calmarla un poco.- no quiero hacer un drama por esto, por favor... ¿puedes entenderme?

-Soy tu madre. Intenta entenderme a mi también.- respondió con terquedad y miré el suelo.- aunque no le diga a tu padre ahora mismo, él se enterara de todos modos al verte y créeme que no se quedará callado aunque se lo pidas.

-Primero dejame explicarte lo que pasó...

-Te pondré hielo en ese ojo primero que  nada.- habló seriamente y desapareció en la cocina otra vez.

Me senté en el sofá viendo el techo y solté todo el aire sacando mi celular para ver si Marinette me había respondido, pero no tenía ningún mensaje.

-¿Por qué no contestas...?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro