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La tienda de convivencia a cual iban quedaba a 20 minutos en auto desde la casa donde se quedaban.
Era un pequeño lugar, que contaba con todo lo necesario.
Bajaron del auto y e ingresaron al lugar, Taehyung se encontraba nervioso, recuerda venir a esta tienda en reiteradas ocaciones cuando vivía allí.
El encargado de la tienda no tardó en reconocer al joven que tenía frente a el, cosa que Taehyung no hubiese querido que pasara.
—Eres tu! —dijo alegre— Te estuvieron buscando por mucho tiempo.
El menor estaba seguro que su familia no haría eso y de hacerlo, fue tan solo para crear una buena imagen ante la gente, para fingir que en realidad les importaba no tenerlo a su lado.
—Señor Jung—dijo serio— un gusto volver a verlo.
—El gusto es mío muchacho.
Jungkook y Namjoon observaban atentos la interacción que estaba teniendo Taehyung con el que era un desconocido hombre para ellos.
— Con permiso—dijo tratando de alejarse, no quería tener contacto con nadie del lugar, sabía que si su madre se enteraba y si lo encontraba no sería agradable.
No alcanzo a dar dos pasos cuando escucho al hombre habalr por teléfono
—No sabes a quien acabo de ver —guardo silencio un momento— es tu hijo mujer, está en la tienda.
Su corazón se aceleró, no podía creer lo chismosa que podía llegar a ser la gente, misma gente que no hizo nada cuando tantas veces vio como era humillado en público.
La misma gente que decía que solo lo estaban diciplinando.
Tomó a Namjoon del brazo y lo jalo hacia los pasillos del lugar.
—¿Podemos hacer esto rápido papá?, Estoy seguro que ella no tardará en llegar.
Nam se sintió molesto, le enfurecía ver qué aún después de tanto tiempo esa mujer tuviera ese efecto en su hijo, pero si de algo estaba seguro es que está vez no podría tocar ni un pelo de su amado hijo, no permitiría que lo ofendiera ni que hiciera que pasara un mal rato.
—Toma tu tiempo hijo, estoy contigo...ella no va a acercarse.
—Yo tampoco la dejaré bebé —dijo jungkook — No peremitire que ninguno de ellos los haga.
Taehyung sintió cierta tranquilidad al escuchar las palabras de los mayores, pero aún así no podía evitar la preocupación de que los lastimaran a ellos por protegerlo.
Comenzó a recorrer los pasillos observando que era lo que necesitaba, sin apuro y tomándose su tiempo, al pasar de los minutos había olvidado
dónde se encontraba.
Cuando giró en una esquina para investigar otro sector del lugar, un cuerpo considerablemente más grande que el, lo lanzó al piso.
Al levantar su rostro deseo no haberlo hecho, no para ver a uno de sus miedos.
Su hermano Wonho estaba frente a el, observandolo con desprecio, con burla al verlo en el suelo aterrado.
— Mira nada mas— dijo— hasta que apareces infeliz.
¿No crees que nos debes una explicación?
Estaba tan asustado que no lograba decir ninguna palabra, su cuerpo solo temblaba y se sentía diminuto, como nunca creyó volver a sentirse.
Intentó ponerse de pie, pero otra voz burlesca llegó al lugar.
— Sigue siendo el debilucho de siempre, llevemoslo dónde mama— Dijo el recién llegado acercándose a el—
No logró dar ni un paso cuando ya lo tenían sostenido del cuello contra la pared, mientras Nam ayudaba a ponerse de pie a Tae.
— Te mueres con tan solo por poner un dedo sobre el— dijo jungkook furioso, sin soltar le cuello del chico— Mira bien mi rostro, espero que nunca te olvides de el, porque será el que te perseguira si te atreves a acercarte nuevamente a Tae.
El muchacho lo observaba con terror, nunca nadie había Sido capaz de enfrentrarlo, el y su hermano wonho habían Sido los chicos más respetado del pueblo.
—Wonho ayúdame hermano...—suplico— mientras el contrario hizo el intento de acudir a su llamado.
Namjoon al ver las intensiones de wonho al acercarse a jungkook, se puso frente a el y le dió una mirada desafiante.
—¿Estas seguro que quieres interceder?
—Hazte un lado anciano, no vaya a ser que t fracture tus huesos si me haces enfurecer.
Tan solo la idea de pensar que alguien podría lastimar a su padre, Taehyung se descontrolo, no iba a permitir que eso pasara.
Se acercó con rapidez a su hermano, poniendo su cuerpo entre ellos, evitando que Nam fuese dañado de ninguna forma.
Wonho sonrió burlesco, haciendo risa del intento de protección de Taehyung.
—¿Que harás mariquita, vas a hacerte hombre al fin, te quieres volver un héroe?
Sin pensarlo dos veces, el castaño pateó la entrepierna de su hermano tan fuerte que lo hizo caer al piso.
Se sintió liberado, como si ese golpe y verlo retorcerse del dolor compensará aunque fuese solo un poco tantos años de malos tratos.
— No me importa lo que pienses de mi Wonho—dijo acercándose al rostro del chico— Pero si te acercas a mi padre aunque sea en lo mas mínimo...voy a matarte—hablo determinado—
Jungkook soltó al otro chico, quien tosia y sobaba su cuello mientras se acercaba a su hermano para ver cómo estaba.
Ambos en el piso, observando con sorpresa la nueva faceta de Taehyung, una que no sabían que existía.
— Vuelvan a su casa, olviden que me vieron.
Ustedes no son nada para mí, nada nos une.
Vuelvan con su madre y por su bien, eviten que nos encontremos otra vez—dijo serio—
Tomó la mano de Nam y la de jungkook y se los llevo de ahí.
Se detuvo frente al dueño de la tienda que lo veía sorprendido.
—Gracias, pero no llevaremos nada de este lugar —dijo— y como recomendación, evite se chismoso, así no pasan estos eventos en su propiedad.
Dicho esto salieron del lugar sin prestar mayor interés a los que habían quedado sin palabras ante el cambio de actitud del que creían era un niño débil que podían lastimar a su antojo.
El viaje en auto había Sido bastante silencioso, al menos los primeros minutos.
Los mayores aún seguían sorprendidos por el pequeño osito gruñón que había salido a flote en la tienda.
—¿Que es? Está siendo molesto que guarden silencio y me observen de vez en cuando como si viesen a un desconocido.
Jungkook comenzó a reír.
—Nuestro pequeño bebé resultó dar mucho miedo si está enojado.
—No te burles Jungkookie, Wonho lastimaria a papá y no podía permitirlo.
Los ojos de Nam estaban húmedos, se sentía muy emosionado de escuchar a Tae, saber que estaría dispuesto a protegerlo frente a quien sea, hacia que su corazón se sintiera cálido, se sintiera feliz.
— Gracias hijo...pero debes tener cuidado, soy yo quien debo cuidarte, no me perdonaría que algo saliera mal por tratar de defenderme.
Taehyung sin duda amaba a ese hombre, era su padre, lo aria por siempre y no le importaba lo que podría pasar con tal de verlo bien.
—Esta todo bien papá...vamos a casa, quiero ver a papi Jin.
Los tres sonrieron y continuaron con su camino hacia casa.
Jungkook aprovecho de enviar un mensaje a Tae, estaban en asientos separados y el estaba muriendo por abrazar y besar a su pequeño bonito valiente.
Te amo bonito
me muero por besarte
ahora mismo...
No sabes lo que
provocaste con
tu actitud en la tienda.
¿Provoque? Se preguntaba Tae, era un poco lento para captar las indirectas y eso sin duda alguna le causaba gracia a Jungkook quien veía la cara de confusión del menor al leer el mensaje y solo podía pensar en tenerlo a solas.
El resto del camino fueron miradas coquetas de Jungkook y confundidas de Tae, mientras Nam cantaba totalmente ajeno a lo que pasaba a su lado.
Al llegar a casa Taehyung bajo con rapidez del vehículo y corrió hacia dentro para buscar a Jin, el cual encontró en la cocina cortando algunos vegetales.
Sin decir nada solo lo abrazo, refugiendo su rostro en el pecho del contrario, buscando protección y cuidado inconcientemente.
Jin recibía la muestra de afecto gustoso, sabía que algo había pasado pero no iba arruinar ese momento preguntando, esperaria que su hijo le contaste los hechos.
Después de unos minutos se separaron, mientras los demás los observaban enternecidos, sin duda alguna era algo muy hermoso de ver.
—Te amo papi Jin.
—Te amo hijo mío.
Estaban de vuelta en su hogar, habían decidió partir de Busan cuando Jin y Lucy se enteraron de los hechos, no quisieron seguir ni un segundo más ahí.
Jhon estaba furioso, se lamentaba no haber ido con ellos al pueblo, no haber estado ahíara defenderlos.
Por, eso esa misma noche, tomaron sus cosas y volvieron a casa, planearian otro viaje después y sin duda alguna Busan no sería una opción, no si en ese lugar había gente que ofendia a Tae.
—Nuestros padres son exagerados, no debieron cancelar el viaje, no deben basar sus decisiones por mi.
— Lo hacen porque te aman, se preocupan y quieres cuidarte. Solo recibe el gesto y se feliz amor, disfruta del afecto verdadero—dijo Jungkook, tomando su mano—
—Tienes razón Jungkookie, ya no pensaré más en eso—respondio sonriente—
Llevaban un rato sobre la cama dándose caricias, hablando de cosas triviales y riendo por cada cosa que se les ocurría.
—Recien ahora noté que tus padres no están, ¿Dónde fueron?
—Estan de aniversario, no llegarán hasta mañana, al parecer papá tenía una sorpresa para esta noche.
Ambos rieron por la conversación hasta que cayeron en cuenta de algo en lo que no habían reparado.
—Bebe...
—¿Que pasa Koo?
—Estamos solos... ni siquiera lo habíamos notado—dijo nervioso—
Habían buscado pasar tiempo a solas, pero los mayores siempre les hacían nuevas actividades que cambiaban sus planes.
El nerviosismo invadió a Taehyung, la anticipación por fin cobró un lugar importante en su cuerpo.
La mirada coqueta y profunda que le estaba dando jungkook ahora mismo, no era algo que ayudará mucho, solo hacia que el ambiente comenzara a sentirse caliente.
El pelinegro sin decir una palabra más se acercó hasta Tae, poniendo su mano en su cintura para acercarlo suavemente a su cuerpo, quedando de costado, observandose a los ojos.
Se acercó lentamente hasta que sus labios se encontraron.
Comenzó una danza delicada, suave.
Haciendo sentir a Tae que todo lo que podía pasar allí, sería hecho con amor y con delicadeza y siempre siempre que el estuviese de acuerdo.
Se separó unos momentos para ver la reacción del castaño, para ver algún indicio de que debía detenerse, pero en cambio recibo otro beso, está vez había Sido Taehyung quien lo inició, pero de forma más profunda, invitando a su lengua a la diversión.
Jungkook amaba besar a Tae con deseo, consumirlo por completo y muy pocas veces tenia la oportunidad de hacerlo.
Afianzó su agarre en la cintura contraria y apego más el cuerpo, tomando una de las piernas del menor y subiedola a su cadera, acto que hacía que sus intimidades se rozaran levemente, pero lo suficiente para hacer que ambos cuerpos temblasen.
Acaricio desde el muslo hacia el trasero sintiendo temblar a su bonito en el proceso.
—Es buen momento para detenerme bebé...Luego será difícil, demasiado si te tengo de esta forma tan dispuesto a mi toque.
— No quiero detenerme jungkook...me gusta mucho sentirte, quiero....quiero más —dijo con voz temblorosa—comenzando a desabotonar la camisa del mayor, para poder tener acceso a su piel.
Quería probar cada centímetro de esa piel, tocar el cuerpo de su amado y grabar en su mente cada sensación.
Quería que jungkook hiciera lo mismo con el, que se sintiera libre de acariciar de la forma y en los lugares que el quisiera.
Tener al castaño desvistiendolo solo le provocó querer hacer lo mismo.
Se levanto de la cama y saco su ropa, quedando por completo desnudo ante los ojos de su amor, pidiendo silenciosamente que Taehyung hiciera lo mismo.
Lo vió levantarse y con dedos temblorosos retirar su ropa poco a poco, dejando a su vista el hermoso cuerpo con el jungkook había soñado tantas noches.
Jungkook se sentó sobre la cama y tomo la mano del menor tirando con suavidad para hacer que se sentara a horcajadas sobre el.
Sentir la calidez de su piel sobre su miembro lo hizo sentir en la gloria, con su exitacion subiendo hasta las nubes.
Las puntas de sus dedos hicieron un camino por la columna de Taehyung, sintiendo la suavidad mientras sus labios fueron a su cuello, saboreando y oliendo dicha piel.
Taehyung tocaba tembloroso el firme cuerpo de jungkook, mientras ladeaba su cabeza para dar más espacio al pelinegro para que besara la zona.
—Recuerdo que te debo un orgasmo bebe —dijo con voz grave— Te lo daré ahora, haré que grites mi nombre y que está entrega quede grabada en nuestra mente por siempre, por qué una vez te tome, serás mío por completo Tae, no dejaré que te vayas de mi lado.
La faceta dominante y autoritaria que estába mostrando Jungkook, logró sacar un pequeño gemido se Taehyung, quien apretaba sus piernas inconcientemente, por todas las emosiones que vivía.
Saber que era tan sensible solo motivaba al mayor a querer poseerlo de todas las maneras posibles.
Llevo sus dedos a la virgen entrada y comenzó a jugar con ella, entrando mínimamente y volviendo a salir, sin dejar de besar los labios, cuello y mandíbula de Taehyung.
Con sus pechos pegados por completo, sintiendo el latir de ambos corazones.
—Necesito más jungkook —susurro en su oído haciendo que la poca cordura desapareciera—
Sus dedos fueron más dentro en la intimidad, abriendo y preparando, mientras disfrutaba de los jadeos y arañazos que le estaba regalando el menor.
Cuando lo sintió listo, dilatado para recibirlo, retiro sus dedos y alineó su pene en la entrada.
— Voy a entrar cariño — dijo en un gruñido ronco—
Comenzó a deslizarse en el cálido interior de su pareja, llenadolo poco a poco haciendo que ambos gimieran los nombres contrarios mientras se concretaba la unión.
Se mantuvo quieto unos momentos, esperando que el cuerpo tembloroso sobre el se acostumbrase a su tamaño.
Para su sorpresa fue Taehyung quien comenzó a moverse sobre el, a subir y bajar buscando más contacto y más placer.
Jungkook rodeo firme la cintura del menor con su brazo y comenzó a llevar el ritmo de los movimientos, buscando el más placentero para ambos, el cual encontraron pocos segundos después cuando comenzaron a gemir descontrolados y a besarse con tanta pasión que los sonidos eran casi morbosos.
El pelinegro paso sus brazos por la espalda del menor dejando sus manos apoyadas en sus hombros, encontrando la firmeza necesaria para comenzar sus movimiento, profundos hacia el interior del otro, penetrando con pasión y lujuria, sintiendo como lo llevaba al límite, apuñalando su próstata sin descanzo.
Jadeantes, sudorosos y completamente felices, llegaron a su orgasno, dejando caer sus cuerpos suavemente sobre la cama, acurrucandose y dandose pequeñas caricias, sin necesidad de decir una palabra, durmiendose entre los brazos del otro.
La mañana siguiente llegó con rapidez, mientras los rayos de sol se colaban en el lugar, iluminando los cuerpos que yacían desnudos sobre la cama.
Taehyung comenzó a abrir sus ojos siendo Jungkook la primera persona que vería en su día, detallando las perfectas facciones del rostro contrario, hasta que la vergüenza lo invadió, al recordar que ambos estaban desnudos, al recordar la entrega que habían tenido la noche anterior.
Intento salir de la cama para ir al baño, tomar una ducha y cubrir su cuerpo antes que despertara el pelinegro, pero todas sus acciones fueron imposibles cuando esté lo apreso entre sus brazos.
—¿Huyes de mi?
— Yo- yo solo iba al baño—dijo nervioso—
Jungkook sonrió enternecido por la hermosa imagen avergonzada que le estaba dando su bonito.
Anoche se había entregado a el, había gemido su nombre, lo había besado y arañado en el acto, pero ahora, volvía a ser el muchacho tierno e inocente que había conocido.
No quiso presionarlo, tomaría cada reacción con calma.
—Ve cielo—dijo soltando su agarre—
Taehyung iba levantarse cuando recordó que aún se encontraba desnudo.
— ¿Puedes...girarte?
—Amooor —dijo divertido—no hay nada que no haya visto, bebe.
Los colores subieron nuevamente al rostro del menor, haciendo que sus mejillas se vieran rojitas y tiernas.
—Por favor —dijo suplicante—
—Esta bien bebé, pero solo por esta vez —dijo dándole la espalda—
El castaño corrió hacia el baño y se encerró ahí, para salir veinte minutos después limpio y vestido.
—Puedes ir tu—dijo bajito—
Jungkook se levantó de la cama y envolvió la sábana alrededor de su cadera para no incomodar al menor.
—¿Sabes que querré hacerte el amor tantas veces como sea posible?
No sientas vergüenza cariño, permíteme admirar e idolatrar tu cuerpo, es perfecto, delicioso y completamente compatible al mio— le dijo en su oído antes de seguir su camino—
Tae sabía que tenía razón y esperaba ir perdiendo la vergüenza poco a poco, sabía que el también querría más encuentros con el pelinegro, lo quería ahora mismo, después de sus palabras, su cuerpo se sintió arder.
Decidió que perdería ese pudor en ese momento, que tomaría lo que se le estaba ofreciendo y que dejaría que aquel Adonis que tanto amaba, lo volviera a hacer suyo tantas veces como fuese necesario.
Quitó su ropa y volvió a ingresar al baño, dónde vio a través del cristal el cuerpo mas hermoso, el que le pertenecía a el, del cual sería el maldito dueño por siempre.
Abrazó la espalda de Jungkook, dejando besos sobre ella mientras el contrario solo disfrutaba de la acción por unos minutos antes de girarse frente a el y verlo en todo su esplendor.
Tomó su cintura y lo hizo enredar sus piernas en su cadera para después empotrarlo en la pared de la ducha, sin decir ninguna palabra, solo quería sentir, solo quería hacerlo suyo.
Ingreso a la intimidad de una sola estocada, sacando un gemido lastimero de Taehyung, observando que se encontrara bien, lo cual se confirmo al tener al menor devorando sus labios con ansias.
Comenzó a embestir sin descanso, consumiendo a su chico, haciéndolo delirar de placer, marcando su cuello, y haciéndolo de su pertenencia por completo.
Un gemido alto y su escencia llendose con el agua fue lo que soltó Taehyung al llegar al orgasmo, mientras Jungkook siguió penetrandolo hasta conseguir el suyo.
El castaño sentía que se desvanecía, sus piernas temblaban y su cuerpo aún estaba muy sensible.
—Te ayudaré amor, limpiare tu exquisito cuerpo.
Con delicadeza y todo el amor del mundo lo hizo, dejando ambos cuerpos limpios para luego salir de la ducha sonrientes, sin poder quitar sus manos del otro.
Se vistieron y acomodaron el lugar.
Tae se llevó las sábanas para lavarlas, sabía que no había gran problema en lo que pasó pero si le avergonzaría que sus padres encontraran alguna evidencia.
—Te amo Tae.
—Te amo mi Jungkookie.
Dos días después estaban en un hermoso restaurante junto a su familia, nadie sabía a qué se debía la invitación de Jungkook, solo el.
Había estado preparando todo desde hace un tiempo, solo esperaba la oportunidad perfecta para que su plan fuera un éxito.
—Bien—dijo llamando la atención de los presentes— Se que todos están algo sorprendidos e intrigados con mi invitación, pero ahora les diré de que se trata... Bebé —dijo tomándola mano de Tae y haciendo que se pusiera de pie— Te amo bonito...te amo más que a nadie en este mundo —las mejillas de Tae se volvieron rosas— Se que tal vez no necesitamos darle un nombre a lo que tenemos, porque sea cual sea el que el demos, su significado siempre será amor...pero ...—se arrodilló frente a el, mientras Taehyung lo miraba expectante y los mayores cubrían sus bocas con sus manos de la impresión— Quiero darte el nombre de mi esposo, quiero llamarte así por siempre, que todos sepan que te pertenezco y me perteneces, que formemos una familia y que llenemos de amor nuestras vidas, que seas mi compañero, mi amante y mi amigo ,hasta que nuestras almas abandonen está tierra....Tae...¿Te casas conmigo?
Sin poderlo evitar más Taehyung comenzó a llorar, pero estás eran lágrimas de emosión, si hace tres años le hubiesen dicho que sería tan feliz como ahora, se habría reído.
Sin pensarlo más respondió.
—Acepto... Acepto Jungkookie quiero ser tu esposo.
Jungkook se levantó feliz lo tomo entre sus brazos y lo hizo girar en el aire, eufórico por saber que ese hermoso chico aceptaba pasar su vida junto a el.
Se separó un momento para tomar sus delicado dedos y poner el anillo, cerrando así la promesa de que una historia hermosa y feliz estaba a punto de comenzar a escribirse.
Todos saludaron a la pareja y celebraron la unión que se llevaría a cabo dentro de un tiempo.
Jin y Lucy saltaban contentos, por fin podrían planear la boda que habían soñado desde que los menores se había conocido.
La vida de Taehyung había tomado el rumbo indicado cuando decidió huir de casa y se encontró con Nam y Jin en su camino, jamás espero que su felicidad aumentará a tal punto en que ya ni siquiera pudiera recordar su vida pasada.
Jungkook fue la pieza faltante en su vida para que está fuese perfecta, el fue quien le otorgó la felicidad completa y quién ahora le estaba cumpliendo uno de sus mayores sueños.
Tener a su principe azul, el cual crearía una historia perfecta para el, una digna de un cuento de hadas.
Fin..
Terminamos hasta aquí....
Aunque siempre de puede hacer un extra, pero eso dependerá del amor que le den a la historia 🤭
Gracias a quienes siempre están leyendo lo que escribo y acompañándome en mis locuras.
🌸 ErLith_🌸
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