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Aveces me siento así..como si estar rodeado de tanta gente fuese una farsa.
Cómo si cada uno de ellos fuese una mentira que yo cree en mi cabeza y trate de convencerme de que estaban ahí.
Lo supe la primera vez que me rompí teniendolos a ellos.
Esa vez a nadie le importo, nadie pregunto si todo estaba bien y nadie nunca se conmovió si quiera un poco por el dolor que estaba sintiendo.
La otras veces solo quise ignorarlo, me centre en otras cosas y dejé que mi mente poco a poco olvidase que al final de cuenta estaba solo, que la única persona que tenía para apoyarme era yo mismo.
Algo bastante triste si se piensa más a fondo.
Está última vez no estoy logrando levantarme.
¿Ves cuando dices que prefieres no encariñarte con la gente o no generar lazo para evitar malos momentos?
En este preciso instante siento que tenían razón, que cada cosa que uno de ellos dijo era cierta.
A veces en la soledad de mi habitación anelo algún día tener aunque fuese una amistad real, una que este para mí cuando tengamos que reír y también cuando tengamos que llorar.
Una que le importe tanto lo que me pase aunque sea mínimo, tal como me importa a mí su bienestar.
Desde pequeño creo que mi mayor defecto ha Sido ser confiado, ser muy entregado cuando es confianza se hace presente.
Prestar mucha atención esperando que está sea de vuelta de la misma forma, cosa que por lo general no ocurre.
Entonces aquí, en un día como hoy que he llorado tanto y me he sentido tan insuficiente, me he sentido tan poco valorado, trato de ponerme de pie nuevamente.
Aun que está vez se siente distinto, me siento más roto de lo habitual y necesito más reparación que las veces anteriores.
A mí madre no le interesa en lo más mínimo si estoy bien.
Si no hay dinero de por medio mi bienestar no es relevante.
Pensé que ya lo había superado, pero como si alguien le avisara que debía hacer que yo no olvidase eso, cada vez que tenía oportunidad volvia a recordarmelo.
Me recordó que por siempre solo fui el hijo al que aborrecía, aquel que se parecía tanto a su esposo que llegó a odiar.
Aquel que le hacía un eterno recordatorio de la historia que hubo detrás de mi, del abandono que sufrió y de la necesidad que pasó, de la cual aún sigue culpandome.
¿Quien diablos culpa a un niño de tres años?
Esa era la edad que tenía cuando mi padre decidió que no nos quería como familia.
Cuando decidió que una mujer más joven era lo que necesitaba en su vida.
Desde ese día yo he Sido el culpable ante los ojos de mi madre, abuelos, familia y hasta mis propios hermanos.
"Eras su favorito ¿ Cómo no fuiste capaz de hacer que se quedará aunque sea por ti?"
"Siempre será tu culpa por recordarme cada segundo que el fue parte de mi vida"
Tanta frases, tantos insultos y tantas palabras mal dichas me llevaron a huir de casa.
Tenía tan solo 16 años cuando lo hize y hasta el día de hoy siento que fue lo mejor.
Apesar de que a nadie le importo y nadie me busco.
Al menos con respecto a mi familia, si es que se le puede llamar de esa forma.
En días como hoy, los recuerdos y los pensamientos invaden mi mente por completo.
Lo hacen ahora mismo que voy camino al almacén por algunos ingredientes que necesito para mí almuerzo.
Vivo en casa de una pareja que tan solo conocerme decidieron que seria parte de ellos.
Me han criado como su hijo, uno que no tuvieron la oportunidad de tener.
Me han dado tanto amor que por momentos he olvidado que antes de ellos había gente que se hacía llamar familia.
Han Sido mis verdaderos padres por años, y han estado para mi en los momentos más oscuros de mi vida, aunque momentos como hoy son los que trato de ocultar ante ellos.
Finjo estar feliz, sentirme contento, cualquier cosa con tal de que ellos no sufran por mi causa.
Mis mayores tormentos y sufrimiento los guardo solo para mí, de esos nadie quizá sabrá nunca.
No si no tengo a alguien que se preocupe de forma verdadera, tan simple como saber que algo pasa, no tener que decirlo.
Entré al pequeño local, ha estado aquí por años, los dueños son amigos de mis padres.
Mi padres reales, los que me adoptaron y adopte como familia.
La señora Lucy siempre tiene una sonrisa para recibirme y su esposo Jhon se encarga de saber si mi día ha sido bueno.
Son una pareja estadounidense que llegó a nuestro pequeño pueblo, en Daegu, hace unos años.
— Buen día principe hermoso! ¿Que llevas hoy?
— Buen día lucy — dije tímido, aún se me hace raro escuchar que me hablen de forma cariñosa— Quisiera unos huevos y un kilogramo de harina, hoy tengo ganas de cocinar algo simple.
Ocuparé la receta de esa tortilla de verduras tan exquisita que me comentaste.
— Que alegría mi niño! Me da emosión saber que he Sido de ayuda para ti de alguna forma.
"Si ella tan solo supiera que inconscientemente lo es todos los días con tan solo saludarme de forma amable"
— Siempre Lucy, siempre.
Busqué por alrededor ya que no veía al señor Jhon por ningún lado y eso ya era extraño, el siempre estaba junto a su esposa acompañándola.
— Si buscas a mi esposo cariño, el fue de compras a la ciudad, no se que está tramando pero espero sea bueno— dijo riendo—
— Siempre es bueno, es el mejor hombre que he conocido... Después de papá Nam claro está.
— Claro que sí mi amor, Nam es un gran hombre, de eso no hay ninguna duda.
Comenzamos una plática amena, de esas que siempre se daban entre nosotros cuando estábamos juntos, la señora es muy agradable y se hace querer sin esforzarse mucho, es muy parecida a papi Jin.
— Madre!
El semblante de Lucy paso de uno alegre a uno completamente eufórico cuando escucho esa voz.
Comenzó a dar brinquitos de felicidad que me contagiaron por completo, me vi sonriendo sin ser conciente de cuando lo comencé a hacer.
— Mi hijo! Mi hermoso Jungkook está aquí!
¿Su hijo? Nunca supe que los señores Miller tuviesen un hijo, que a simple vista parece coreano, no tiene la apariencia de ellos.
— Sorprendida mujer! Te traje de vuelta a nuestro pequeño cachorro, mira que grande y hermoso está!
— Estoy feliz, mi bebé porfin está en casa y la familia está completa.
— No me dejas respirar de tanto amor mama— dijo entre risas el desconocido.
Aquellos provoco que una pequeña risita escapara de mis labios.
Lo que hizo que los tres quedasen con sus ojos puestos en mi, como si recién hubiesen reparado en mi presencia.
— Lo siento mucho, no quise interrumpir — dije—
— Hay cielo...— dijo Lucy acercándose a mi y tomando mi mano — Tu nunca interrumpes! Ven mira te presento a mi hijo cariño, espero puedan entenderse y llevarse bien.
Cuando Lucy termino de decir sus palabras mi mirada fue directo hacia su hijo, quien me observaba con los ojos más bonitos y brillantes que jamás había visto, eran como si estuviese viendo muchas estrellas y el universo dentro ellos brillaba más que cualquier diamante, resaltaba más que cualquier joya preciosa.
Me hizo sentir nervioso, jamás espere que una persona a la que recién venía conociendo lo lograra.
— Mucho gusto— dijo extendiendo su mano, la cual tome cordialmente — mi nombre es Jungkook...¿Cuál es tu nombre bonito?
¿Bonito?, ¿En serio me está viendo?
Siempre pensé que no lo era, o que quizás nadie diría eso de mi.
Las constantes burlas en el colegio y en mi casa me hacían pensar en eso.
Me hacían pensar que no era lo suficientemente bonito, como me acaba de llamar.
Pero no entraría en un debate con el, no cuando Lucy estaba siendo tan feliz de tenerlo en su hogar.
— Taehyung, un gusto.
Si no deja de mirarme de esa forma, conseguirá hacer que me sonroje.
Debo salir de este lugar lo más pronto posible.
— Lucy—dije bajito — debo irme, papi Jin me está esperando...nos veremos después ...
— Espera Tae Tae, te traje un obsequio—dijo Jhon mientras abría un bolso que había en la entrada del cual saco una hermosa cajita, una pieza muy delicada y muy bella que puso en mis manos— Abre la tapa Tae..
Al hacerlo, la hermosa melodía inundó el lugar y me hizo sentir un tanto abrumado por tan bonito gesto que tubo para mí.
Jamás había recibido un regalo, nadie se habia tomado el tiempo de buscar algo para mí.
No tube un cumpleaños y mi madre siempre fue un desastre cuando de mi se trataba.
Logré limpiar rápidamente una lágrima que amenazaba con caer por mi mejilla, acto que no pasó desapercibido para los tres presentes en el lugar, los cuales me observaron con dulzura.
— Gr-gracias Jhon...no debías molestarte..
— Claro que debía pequeño, como no agradecer aunque sea un poquito al hermoso joven que nos visita todos los días y tiene la amabilidad que se necesita para dos viejos locos como nosotros.
— No son locos...tampoco viejos.
Son personas increíbles que me han hecho sentir a gusto, en serio estoy muy agradecido y prometo que atesorare mucho este regalo— dije acercándome a abrazar al mayor, quien sonreía por el gesto—
Me iré ahora, pero saben que son bien recibidos en casa siempre.
Un gusto conocerte Jungkook, nos vemos.
Dicho esto salió del lugar dejando atrás a la familia sonriendo hacia el lugar por donde me había ido.
Luego de almorzar, con mi padres subí a mi habitación.
Cuando llegue aquí hace unos años papá Nam dijo que lo único que me exigiría es que terminase mis estudios y que sacará una carrera.
Dice que quiere verme convertir en un gran hombre y que pueda lograr cada cosa que me proponga.
Por lo mismo termine mis estudios de la secundaria que habían quedado pendientes cuando huí y este año ingresé a un instituto, no me iría a una universidad lejos, no cuando porfin había encontrado una familia real, una que amo y me aman.
Entonces estudio acá y me mantengo al pendiente de ellos en caso de que necesiten cualquier cosa.
Ellos estuvieron para mí aún sin conocerme, yo estaré para ellos pase lo que pase.
—¿ Puedo pasar?— pregunto papi Jin—
— Siempre puedes, no necesitas pedir permiso.
Se acercó a mí como siempre lo hacia, con una sonrisa hermosa y un brillo especial en sus ojos, ese que solo era pa mi.
A papá lo observa con ojos de amor, de pareja, con devoción.
A mí me observa como si en realidad fuese su pequeño, su hijo.
— ¿Paso algo?
— Si, los Miller vendrán a cenar, Nam me dijo que su hijo había llegado y quisimos darle la bienvenida.
— Lo conoci hoy..cuando estaba donde Lucy, Jhon llegó con el y me lo presento.
Se ve un chico tranquilo, es como ellos.
— Si es como ellos debe ser un chico agradable....¿Es guapo?
— Papiiii...como preguntas eso— dije riendo nervioso —
— Vamos cariño solo es una pregunta....dime.
— Es muy guapo — acepte sonrojado— Pero eso no quiere decir nada y tampoco le digas a papá que luego querrá darme en matrimonio.
Los dos reímos ante las palabras, el ambiente que se creaba en esta casa , con mi familia, siempre fue algo que envidiaria cualquier persona.
Ellos son dulces, alegres y muy protectores.
Los padres perfectos.
Los que siempre quise.
Bajamos tomados de las manos hasta el primer piso de la casa, dónde las voces de papa nam y los Miller se escuchaban en la sala, dónde también nos unimos.
— Mi hermoso pequeño, ven aquí..
Papa Nam jamás me verá como un adulto.
Apesar de conocerme cuando ya era un adolescente, el siempre me ha visto como su pequeño bebé y la verdad no me molesta.
Se que me ama y puede tratarme como su pequeño hijo si eso lo hace feliz. El es un gran padre, el mejor, merece ser feliz.
— Ya conociste al hijo de Jhon...me dijo que se vieron en el almacén.
Eso es bueno hijo, me gustaría que se conocieran y ojalá pudieran ser amigos.
Nuestras familias son muy unidas y sería bonito que ustedes también lo fueran.
Me causo gracia las palabras de papá, el es tan transparente que no puede esconder ninguno de sus emosiones, como ahora que esta nervioso y estoy seguro que se debe a qué hay más detrás de la petición de que Jungkook y yo nos conozcamos, pero es mi padre, si eso lo hace feliz...conoceré a este chico, además se ve agradable, creo que podríamos llevarnos bien.
— Si papá — dije sonriéndole—
Papi y Lucy fueron hacia la cocina, ellos amaban preparar cena juntos mientras conversaban de la vida, han Sido grandes amigos por años y los fines de semana esta siempre ha Sido la rutina.
Los Miller vienen a casa, papi Jin y Lucy preparan una deliciosa cena mientras papá nam y Jhon ven algo en la televisión, es un escena bonita porque todos se ven felices y amo observar eso, que todo es perfecto aquí.
—¿Que es tan interesante?
Sentí el surrurro cerca de mi oído junto con el cálido aliento del chico que se me estaba hablando en este momento, se sintió extraño, pero no molesto ni incomodo.
_ La familia....son una bonita imagen de ver, me hace feliz verlos felices.
Los ojos de Jungkook están curiosos sobre mi, pero no es una mirada burlesca ni una mirada que critica de alguna forma.
Es cálida y es bonita.
— Si es algo hermoso de ver— cada palabra fue dicha sin quitar sus ojos de mi—
Nos sentamos en la escala, mientras esperábamos que nos llamarán a cenar.
El chico es agradable y no me molestaría que fuésemos amigos.
Algo en mi me dice que el no me fallaría, lo cual es extraño.
— ¿Que edad tienes bonito?
Otra vez volvió a referirse de esa forma hacia mi y hace que ni nerviosismo se haga presente.
— Tengo 19, los cumpli hace poco.
— La última vez que estuve aquí no te Vi...me gustaría haberlo hecho...yo me fui a los 18 a estudiar fuera...
—Llegue hace tres años aquí, mi padres me tomaron como un hijo sin siquiera pedirlo...—dije bajando la cabeza—
— Ey bonito, no hagas eso.
Se que no eres su hijo pero ese no es mi problema, ellos te tomaron como tal y nadie tiene derecho a decir nada al respecto.
Los haces feliz, eso puedo verlo y es maravilloso porque ellos siempre fueron persona tristes, como si algo les faltase, ahora se que les faltabas tu y es muy hermoso que se encontraran.
Además...por si no lo notaste, los Miller tampoco son mis padres biológicos— dijo dándole una sonrisa— Ellos me adoptaron cuando tenía diez años, se volvieron mis padres, los verdaderos porque ellos aún si llevar la misma sangre que yo, me aceptaron como suyo.
Es curioso que tengamos ciertos detalles similares, a mi también me adoptaron los Kim, solo que sin el papeleo de por medio...por mucho tiempo temi que me buscaran y me llevarán lejos, suerte que para mi familia biológica no fue importante mi huída.
— Son grandes personas jungkook....personas que merecen lo mejor que la vida pueda darles y que merecen que los amemos incondicionalmente.
Mi padres , los Kim, me salvaron la vida, ellos me hicieron sentir el amor real que deberían otorgar tu familia, los amo...haría lo que fuese por ellos.
— Te entiendo y estoy de acuerdo en cada palabra Tae ¿Puedo decirte así? — asentí — Los Miller también me salvaron a mi, ellos son mi padres.
¿Te das cuenta lo parecidos que somos?
— Si... —dije bajito—¿Cómo llegaste al orfanato? Solo si quieres contarme Jungkook, no quiero ser entrometido.
Su sonrisa cálida se hacía presente a cada segundo, como si me dijera, hey! todo está bien, no estás preguntando, no estás diciendo nada malo, solo hazlo.
Y para ser sinceros se siente bien
Me hace sentir a gusto y contento a pesar de recién conocernos.
— Mis padres biológicos murieron en un accidente cuando tenía ocho años—dijo de pronto— por eso llegué allí, fue un periodo difícil porque ellos eran buena persona, eran buenos padres.
Dos años después papá y mamá Miller llegaron al lugar, como ya tenían su recidencia coreana no fue un problema adoptarme... Fue algo inmediato , me vieron y me eligieron como su hijo, yo también al verlos supe que serian mis padres por siempre.
— Lamento mucho lo que tuviste que pasar, pero me alegro también que los encontraras a ellos, que llegarán a tu vida en el momento preciso.
— Yo también me alegro Tae...son lo mejor que me ha pasado...
Lo ví dudar un momento en sus palabras, pero se que me lo preguntaría tarde o temprano y la verdad para nuestras familias no es ningún secreto mi llegada.
— Se que quieres saber mi historia— dije sonriendo— bien, llegue cuando tenía 16, huí de mi casa.
Mi madre era una mala mujer ... Hacia mi vida un infierno, junto con todos los demás miembros de la familia.
Un día solo no aguante y huí..huí buscando amor y contención, huí pensando que había algo más para mí en algún lugar y no me equivoqué.
Los encontré a ellos— dije mientras observaba a mis padres abrazados en el umbral de la cocina— ellos me dieron todo lo que necesitaba y no me refiero a económicamente, es algo más profundo ...me dieron cariño y protección, me hicieron más feliz de lo que fui en 16 años y lo lograron de inmediato al llegar acá.
Me hicieron creer en la vida de nuevo.
No supe en qué momento una lágrima ya estaba mojando mis mejillas, siempre me ha causado emosión hablar o recordar cosas de mis padres, me hace pensar lo afortunado que soy y lo agradecido que debo estar con al vida por ponerlos en mi camino.
Le traigo está historia corta, espero puedan darle amor y les guste mucho.
Gracias por leerme siempre.
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🌸 ErLith_🌸
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