Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo seis: Confrontaciones o algo así


—Déjame ver sí entendí —dijo Jeno acomodándose en el sillón de su estancia. Descruzó las piernas y se inclinó hacia delante únicamente para agregar más tensión y lograr su objetivo: molestar al estresado japonés en el sillón a su lado—, ¿mandaste o no a la mierda a Sungchan?

Shotaro apretó los labios, inseguro de qué decir.

—¡No! ¡Es que no fue así! —su rostro cayó contra la enorme almohada que había estado abrazando con fuerza— Puede que no haya sido la persona más amable de la tierra, pero en mi defensa no estaba de humor.

Jeno se mordió la mejilla aguantando una risa. Si tan solo supiera que el muchacho se la pasó persiguiéndole para saber si le sucedía algo al Yam aclamado Osaki Shotaro.

—Claro, bueno todos tenemos malos días, ¿cuál es él problema?

Por supuesto que eso no servía mucho, Shotaro sencillamente no iba a dejar de pensar en ello porque así era el muchacho y lo consumiría el resto del día. Vaya amigos que se conseguía.

—Yo no suelo ser así con la gente, menos con él. Él creía que lo odiaba, me costó trabajo conseguir que dejara de verlo así.

—Taro, creo que estás ahogándote en un vaso de agua. Puedes simplemente llamarle y disculparte por tu actitud —sugirió dejándose caer contra el asiento una vez más, completamente menos interesado en la conversación.

—Ugh, eres un asco —se quejó el menor lanzándole la almohada que había estado abrazando. Jeno la esquivó sin mucho esfuerzo sabiendo que Shotaro esperaba le dijera lo que quería oír no lo que debía.

—Como sea, anda llámalo antes de que llegue Lucas a presentarnos al famoso Kun —el peliazul levantó las manos perezosamente moviéndolas a los lados con fingida emoción.

—Sí, sí, los amigos de tu novio. Lo que sea —se levantó de la acolchada superficie mientras deslizaba su celular fuera de su bolsillo. Miró a Jeno de reojo antes de trasladarse al pequeño patio hasta el fondo de la casa.

Golpeó la palma de su mano un par de veces con el celular antes de desbloquearlo y rápidamente abrir el contacto de Sungchan en los mensajes. Miró la pequeña burbuja gris que había recibido y dudó.

—Oh, vamos, deja de ser un idiota —se dijo a sí mismo.

"Hey, siento lo del otro día. Estaba un poco alterado. Espero no estés molesto o algo por el estilo." Lo envío y volvió a guardarlo en su bolsillo.

Estaba por poner un pie fuera del jardín cuando el celular comenzó a vibrar insistentemente. Cerró los ojos un segundo, soltando un pequeño suspiro.

Sacó el celular una vez más y sin darse tiempo para arrepentirse, presionó el botón de contestar. Espero un momento antes de llevarse el aparato a la oreja.

—Hola, escucha... —Sungchan le interrumpió.

Me alegra que mandaras mensaje, estaba preocupado —contestó sin un ápice de enojo o resentimiento en su voz.

—¿Preocupado por qué?

Creí que la había cagado o te había ofendido. Siento si sobrepasé la línea, no quería parecer entrometido o insistente —Shotaro deseó poder abrazarlo.

—Nada de eso, no fue mi día, pero no debiste haberlo pagado tú —se rascó el brazo, ansioso.

Está bien, lo bueno es que estás bien —el japonés sonrió.

—¿Qué te parece una reunión-no-fiesta para compensar? —preguntó sin saber muy bien lo que estaba haciendo.

¿Reunión-no-fiesta? Suena definitivamente a que terminarán rompiendo algo alrededor de las tres de la mañana —se rió. Shotaro le siguió.

—Es en casa de Jeno. Sus padres nunca están por lo que su novio invitó un par de amigos —explicó rápidamente antes de guardar silencio, esperando una respuesta de Sungchan.

Ya veo, y yo debería ir porque...

—Bueno, Hendery nunca dijo nada sobre invitar amigos de los amigos además de que no me llevo tan excelente como ellos. Tú conoces a uno, Mark.

Sí recuerdo que lo mencionó. Estaba bastante emocionado porque iba a ir con Yuta —hubo un par de segundos de silencio—. ¿Estás seguro de que debería ir?

—Claro, somos amigos ¿cierto? No habrá problema, todos los amigos son bienvenidos.

Supongo que tienes razón —concedió con diversión—. De acuerdo, me daré una vuelta por allá.

Shotaro no aguantó el brinquito de emoción que le siguió ante las palabras de Sungchan. Carraspeó mirando alrededor, asegurándose de que nadie le hubiera visto portarse como idiota.

—Genial, te mando la ubicación. Es a partir de las siete, pero ya sabes, llega cuando quieras —contestó con ligereza.

¿Está bien si traigo a Liz? —el japonés disimuló la mueca de desagrado.

—Um... seguro, trae a tu novia, ¿por qué no? —respondió con el sarcasmo colándose entre las tímidas vocales.

Genial —era oficial, Sungchan era estúpido—. Te veo pronto.

—Ajá —colgó cuando el menor ya no dijo nada. Finalmente salió del adorable patio y caminó arrastrando los pies a la estancia donde Hendery ya estaba acomodando botellas de cerveza y apilando bolsas de Lay's. Jeno tomaba una de las dichas cervezas mientras reía de algo que decía el pelirosa.

—¡Pequeño Shotaro! —exclamó Hendery— ¡Únete a nuestra trivial, y sin nada de doble sentido, conversación!

Shotaro arrugó la nariz. Hendery le extendió una cerveza y la tomó sin mucho esfuerzo. Llevó la tapa a su boca y con sus dientes la sacó de un tirón.

—Te vas a lastimar los dientes, idiota —dijo Jeno lanzándole su propia tapa, doblada.

—Y a ti te va a dar herpes. Deja de joder —dio un trago antes de sentarse en el suelo, observando a Hendery y Jeno intercambiar miradas.

Ugh, ¿qué tenían todas las parejas con intercambiar miraditas y sonrisas estúpidas? Repentinamente se encontraba de mal humor.

—¿Tienes un palo metido en el culo o qué demonios te sucede? —preguntó Hendery con una ceja levantada sacando otra caja de cervezas que Shotaro juraba salió de la nada.

—Nada importante —respondió negando con la cabeza, restándole importancia.

—Ajá, venga suéltalo de una —Jeno se desparramó por el sillón. Shotaro entendió que se estaba acomodando para ponerle atención. Llevó la botella de cristal a sus labios, sonriendo de lado. Maldito bastardo intuitivo.

—Invité a Sungchan —Jeno escupió la bebida ámbar. Hendery se detuvo un momento mirándolo con los ojos bien abiertos. Idiotas, idiotas, idiotas.

—¿Tú qué? —inquirió Jeno una vez había secado la cerveza que escurría por las comisuras de sus labios.

—¿Por qué es tan escandaloso? Simplemente lo invité y ahora va a traer a su novia.

—Bueno, es un asunto medio importante porque eso técnicamente es un gran paso para ti. Vamos Taro, hace un par de semanas atrás jamás te hubieras atrevido a invitarlo —aclaró Hendery tomando asiento al lado de Jeno. Shotaro debía concederles esa verdad, comenzaba a sentirse más seguro hablando con Sungchan.

—Dios, esto va a ser tan interesante —Jeno aplaudió emocionado.

—Ni se te ocurra hacer alguna estupidez porque dejo a Hendery sin pene —acusó severamente a Jeno con la punta de su botella de cerveza aún medio llena.

—Quiero ver que lo intentes –le retó el coreano con una mirada desafiante y una enorme sonrisa sarcástica.

—Wow, amor, no me ayudes —Hendery dio un paso atrás. Jeno le lanzó un beso al aire.

—Estás a salvo conmigo, Dery —le regaló una pequeña puchero. Hendery se abstuvo de lanzarse sobre Jeno.

—Consigan un cuarto de una vez —se quejó Shotaro.

Hendery rodó los ojos y continuó con lo suyo. Jeno se encogió de hombros dándole el último trago a su cerveza. El japonés le imitó acabándose poco más de la mitad.

—Más despacio, tigre —Jeno alzó la voz. Shotaro levantó la mano y la extendió en dirección al rostro de su mejor amigo indicándole que se callara. Inclinó su cabeza hacia atrás dejando que el líquido terminara de salir de la botella y pasara por su garganta.

Dejó el cristal sobre la mesa donde Hendery dejaba las cosas y sonrió.

—Genial.




No, no era genial.

Al final habían conocido a Kun cuando todavía era un grupo de amigos cerrado. Muy enredado por cierto; ya que Hendery conocía a Mark y a Lucas quien era amigo en común de Yuta, el actual chico que salía con Mark más aún no eran nada "oficial". Jeno conocía a Mark y a Lucas, pero no a Yuta con quien solo había había hablado una vez. En cambio, Shotaro estaba familiarizado con Yuta y Mark aunque con Mark solo había intercambiado un par de palabras, pero no había oído nada nunca de Lucas más que en contadas ocasiones que Hendery lo sacaba a colación.

Kun era agradable y bastante tranquilo. Su color de cabello era de un menta llamativo que a Shotaro le agradó. Sonreía mostrando una dentadura blanca, haciendo ver su rostro dócil y amable. No tardó en darse cuenta de por qué a Lucas parecía gustarle tanto.

—¿Entonces eres productor? ¿En serio? —Kun dio un trago pequeño a su copa de vino. Lucas acariciaba una de sus piernas suavemente. El alto depósito un ligero beso en su cabellera verdosa.

—Sip. Produzco y compongo mi propia música —sonrió. Lucas se miraba muy orgulloso.

—Eso debe ser asombroso —murmuró Mark completamente interesado en lo que el mayor tuviera que decir. Yuta gruñó.

—¿Cómo terminaste con Lucas? Dios, pobre de ti —preguntó Hendery rodeando los hombros de Jeno con su brazo sobre el respaldo. Lucas se rió alto... muy alto.

—Es un poco larga la historia, la verdad —contestó Lucas—. Pero la cuestión es que Kun no me aguantaba ni yo aguantaba a Kun.

—Me suena conocido —murmuró Jeno bajito contra el oído de Hendery. Hendery sonrió.

—Ajá.

Shotaro simplemente se hundió en su asiento, rodeando la segunda botella de cerveza con sus manos. Joder, seguro ya estaba tibia y sabía horrible, pero no había más que pudiera hacer hasta que llegara más gente o Sungchan decidiera entrar por la puerta actualmente cerrada. Le rezó al universo para que eso último fuera pronto.

De pasar a ser un grupo de amigos reducido se volvió una reunión bulliciosa, unas diez o quince personas moviéndose y riendo alrededor mientras comían frituras y aderezo, emborrachándose con cerveza. Ahí es cuando apareció Sungchan.

El chico entró sosteniendo la mano de Liz. La muchacha se veía incómoda y nerviosa. Sungchan solo transmitía curiosidad. Como siempre.

—¡Eh, Romeo, Julieto está acá! —exclamó Jeno desde el otro lado de la habitación señalando al chico que iba entrando, llamando la atención con su clara altura. Shotaro ignoró por completo la parte de "Julieto" y se encaminó a la entrada.

Sungchan sonrió cuando lo vio y soltó la mano de Liz para acercarse al mayor quien le indicaba algo con señas a Jeno. Soltó una risa.

Miró ligeramente hacia abajo cuando Shotaro finalmente se detuvo frente a él.

—Si llegaste, eso es bueno —sonrió. Sungchan asintió mirando alrededor.

—Dijiste que no llegara tan temprano, ¿no? Creo que hice acto de presencia en buen momento.

—Sí, bueno, aveces digo cosas estúpidas. Debí decirte que llegaras temprano. Dios, estar entre parejitas fue un martirio —Sungchan arrugó las cejas haciendo una mueca, entretenido y un poco enternecido mientras imaginaba la situación.

—Oh, siento dejarte solo tanto tiempo —un carraspeo los interrumpió. Shotaro cortó el contacto visual con Sungchan y los posó fríamente en el rostro contraído de Liz.

—Hola —saludó tímidamente. Shotaro ladeó un poco la cabeza.

—¡Claro! Disculpa, Liz —tomó su mano una vez más y acercó a la chica a su lado con suavidad. Ella se aferró a su brazo con su mano libre y escondió un poco su rostro en el hombro de su novio—. Ella es Liz, mi novia.

—Es bueno finalmente conocerte —sonrió Shotaro sin creerse ni la sonrisa ni sus palabras.

—Igualmente, Sungchan habla mucho de ti —dijo con un tono solemne. Shotaro tuvo problemas para entender lo que decía.

—¿Lo hace? —preguntó volviendo a mirar el rostro de Sungchan. Este se encogió de hombros en respuesta. Shotaro parpadeó sin saber cómo reaccionar. No lo negó, pero tampoco afirmó nada. Sacudió su cabeza, despabilándose— Vamos, hay cerveza en la hielera al centro y con suerte aún quedan papas fritas o Cheetos.

Sungchan dejó ir la mano de su novia por segunda vez y se adelantó al paso de Shotaro. Sintió el pesado brazo del coreano alrededor de sus hombros y luego un poco del peso del propio chico. Era relajado y amistoso el abrazo mas se sentía como algo mucho más relevante que eso.

Shotaro desvió un poco la mirada, cruzándose con la cara de Jeno completamente cargada de emoción. El muchacho levantaba los pulgares y daba brincos en su lugar. Frunció el ceño y regresó su vista al frente, ignorando por completo al chico.

—Agradezco que me hayas invitado.

Liz caminaba a su paso, apresurada. Shotaro no pudo evitar sentirse mal por ella. Estaba siendo algo injusto.

—A mi también me agrada que hayas venido, pero no te olvides de que vienes acompañado. Sé cortés —hizo un gesto con la cabeza para darle a entender que Liz venía detrás de ellos a sólo unos pasos. Sungchan la miró y soltó los hombros del mayor.

Le extendió la mano sonriéndole con ternura. Ella mostró una especie de expresión aliviada y la tomó con la misma delicadeza que destilaba. Aún así algo se removía dentro del pecho de Shotaro con violencia.

Sin embargo la noche apenas comenzaba.






disculpen la hora juas juas. parte 1/2

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro