Luka miraba fijamente a Chloé, la cuál la tenía acorralada. Notó sus mejillas sonrojadas y lo temblorosa que estaba.

Chloé se veía tan frágil, débil y asustada.

Parpadeo varias veces antes de alejarse de ella y reprocharse a sí mismo.

—L-lo lamento Chloé, n-no quería asustarte —dijo nervioso mientras su rostro comenzaba a enrojecer de la vergüenza— N-no era mi intención b-besarte, bueno.. si lo era, pero no de esta forma, y-yo..

Ambos se miraron a los ojos.

Luka sintió temor. Miró a Chloé la cual estaba temblando y se abrazaba a sí misma.

Abrió la boca para hablar, pero nada salió de ella, se reprochaba mentalmente, mirar de esa manera a Chloé le causaba una rara sensación en su cuerpo.

Tragó saliva, quiso hablar, expresarse y confesarse ante ella, pero no pudo.

—Lo siento—alcanzó a decir antes de irse corriendo y dejar a Chloé sola.

Ella solamente pudo alcanzar a ver la figura de Luka alejarse y abandonarla en ese lugar.

Adrien, que no estaba muy lejos, sintió vergüenza ajena.

Decidió acercarse a Chloé con lentitud.

A unos pocos metros la escuchó sollozar.

—Chloé—llamó.

La rubia levantó la mirada para verlo y apenas hacerlo corrió hacia él para abrazarlo y llorar en su pecho.

Adrien la recibió y la abrazó cálidamente.

—Chloé— volvió a pronunciar y sintió sus temblores— Estás temblando— afirmó mirándola.

Ella no dijo nada, se mantenía entre sus brazos llorando.

Adrien no dijo nada más, entendía la situación de su amiga, se mantuvo abrazandola y acariciandole la espalda para calmarla.

—Está bien— susurró suave— estoy aquí...

Chloé poco a poco se calmó, su respiración comenzaba a relajarse y tranquilizarse.

Suspiró para liberar el aire que retenía desde hace un buen tiempo y habló.

—¿Hay algo mal conmigo? — preguntó de repente la rubia.

Adrien al escuchar la pregunta se sorprendió y rápidamente negó.

—Claro que no— respondió— En ti no hay nada malo, eres perfecta—agregó.

—Entonces por qué nadie me quiere. — sollozó y volvió a llorar— Todos tratan de alejarse de mi siempre, ya sea Luka o mi propia madre, siempre me abandonan. ¿Acaso he hecho algo malo?

Adrien se mordió el labio, la alejó levemente de su pecho para mirarla a los ojos y unir su frente con la de ella.

—Escuchame Chloé, yo estoy aquí —decretó firmemente— Eres mi mejor amiga y siempre haz estado para mi. —anunció.

Adrien la miró con firmeza, se alejó de ella y limpió sus lágrimas

—No haz hecho nada malo, son los demás quienes tienen algo mal, no tú. Tú eres la persona más perfecta y pura de este mundo, y si los demás se alejan de ti, yo no lo haré, me quedaré siempre a tu lado, no necesitarás de nadie más que yo.

Chloé examinó los ojos determinados de Adrien.

—¿Me prometes que no me abandonaras? — preguntó suavemente.

Adrien asintió firmemente.

—Lo prometo— afirmó.

Chloé lo miró y poco a poco sonrió.

Adrien también sonrió, la abrazó con fuerza y la hizo dar unas vueltas.

Chloé reía y sonreía.

La gente que pasaba a su alrededor los miraba con ternura y envidia, parecían una bella y amorosa pareja, aunque no lo eran.

—Volvamos al hotel—dijo Adrien.

—Está bien, pero bajame.

Adrien hizo oídos sordos y comenzó a caminar cargando a Chloé.
Mientras ella gritaba y reía pidiendo que la bajara.

. . .

Mientras tanto Luka ya había llegado a su casa y se encontraba angustiado, triste y furioso consigo mismo.

—Soy un idiota— dijo enojado.

—Sí, lo eres— afirmó su hermana que ya estaba enterada de lo sucedido— ¿Cómo fuiste capaz de dejar a Chloé e irte corriendo con un "lo siento"?

—Estaba nervioso, no sabía que hacer. — se defendió— Me sentí raro verla en ese estado, parecía frágil, estaba sonrojada y temblaba, creí que le había hecho algún daño.

—¿Ella estaba temblando? —preguntó curiosa a lo cual Luka asintió.

—Sí—afirmó— estaba temblando y sus ojos parecían estar angustiados, me sentí nervioso de verla.

Juleka miró a su hermano y se mantuvo en silencio por unos segundos.

—¿Te sentiste nervioso al verla en ese estado?— cuestionó.

Luka asintió y suspiró.

—Sentí una rara sensación por mi cuerpo. —respondió en murmurllos avergonzados.

Juleka lo examinó y entre cerró sus ojos.

—Si que eres un gran idiota—dijo volviendo a su reacción neutral de siempre— Idiota

Luka miró con molestia a su hermano.

—Ya lo sé, no hace falta que me lo repitas — reclamo enojado—

—Idiota, idiota, idiota, idiota

Juleka lo repetía una y otra vez, haciendo que Luka se enoje aún más.

Ambos comenzaron una pelea que duró bastante tiempo.

—¿Y ahora qué harás, idiota? — preguntó Juleka—

Luka la fulminó con la mirada

—No lo sé.

—Idiota.

Luka bufó.

—Quería recuperarla, pero ahora no creo que quiera verme ni siquiera en una foto.

—Ni yo quiero verte ahora— comentó Juleka— Pero aún así quiero ayudarte.

—¿Por qué?

Juleka desvío la mirada.

—Porque sé que Chloé te necesita. —respondió—

—¿Qué? ¿Por qué dices eso? — cuestionó.

—¿Vas a querer mi ayuda o no? —preguntó Juleka esquivando las preguntas de si hermano.

Luka suspiró y asintió.

—Sí, quiero recuperarla y estar junto a ella.

Juleka asintió.

—Que bueno que lo digas porque tengo una idea...

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La noche había caído y la mayoría de los parisinos se encontraban ya durmiendo.

En el Hotel Le Grand París, Chloé, dormía plácidamente sobre su cama.

No muy lejos de ella estaba Adrien, sentada admirandola y observandola.

Tres toques a la puerta de la suite hicieron que deje de verla y permitiera entrar al invitado.

—¿Ya se durmió? — preguntó el recién llegado.

El rubio asintió y suspiró.

—Tenemos un nuevo problema Jean— avisó Adrien — Esta vez es uno más problemático que Audrey.

El mayordomo se acercó hacia el menor y suspiró.

—¿Es aquel muchacho de hoy? — preguntó.

Adrien asintió

—Hoy abandonó a Chloé e hizo que llorara— informó apretando sus puños—.

—¿Quieres que me encargue de él? — preguntó con un aura oscura.

Adrien lo miró y negó.

—No hace falta—dijo y se levantó— él mismo se hundió, fue tan cobarde de abandonarla, pero aún así se que no se rendirá, dejamelo a mi que yo mismo me encargaré de él.

El mayordomo miró fijamente al rubio, dobló sus piernas y se arrodilló ante Adrien.

—Por favor, no permita que alguien más dañe a mi señorita, ella ha sufrido demaciado y sé que no podría aguantar otra desilusión.

Adrien asintió.

—No te preocupes Jean, cuidaré de Chloé, no dejaré que Luka se acerque a ella, tampoco dejaré que alguien más la dañe, ya ha tenido suficiente.

El mayordomo asintió y se levantó.

—Mientras cuides de mi señorita, te serviré en lo que necesites...

Adrien asintió, miró hacia donde estaba Chloé y volvió a asentir.

—Te cuidaré, lo prometo, solo me necesitas a mi...

¡Hello!

¿Cómo están?

Espero que les haya gustado los capítulos y el nuevo fanficde hoy.

Quiero decir que ya es hora de que vayan eligiendo de qué bando estarán.

Acompañado del más fiel mayordomo de Chloé está el TeamAdrien.

Y del otro lado, acompañado de su propia hermana está el TeamLuka.

Personalmente me inclinó levemente por el rubio, por el momento mi voto es por Adrien.

Luka es tierno, pero bastante torpe, tal vez más adelante cambie de bando, depende del flujo de la historia.

Y ustedes que son?

TeamAdrien

TeamLuka

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