Capítulo 7
Luka miró el gigantesco Hotel Le Grand París y tragó en seco.
Había dicho que estaba decidido a recuperar a Chloé, pero sin darse cuenta había llegado al hotel sin algún plan inicial.
Suspiró, tenía la iniciativa de entrar y hablar directamente con Chloé, pero qué tal si le negaban la entrada y no podría verla.
Se revolvió el cabello y comenzó a observar a su alrededor, lo primero que vió y que le sorprendió, fue ver que Adrien salía del Hotel y con el un aura oscura lo acompañaba, junto con un rostro que expresaba irritación.
Ambos unieron sus miradas.
A Adrien se le esfumó el aura oscura y cambió la expresión de su rostro a uno suave con una dulce sonrisa. Se acercó a paso lento hacia Luka sin quitar su dulce sonrisa.
Luka lo siguió con su atenta mirada hasta que Adrien llegó a estar en frente de él.
—Hola Luka—saludó Adrien.
—Hola— dijo simple Luka.
—Es raro verte por aquí— comentó el rubio— ¿Tienes algún asunto en el Hotel Le Grand París? — preguntó mirándolo fijamente.
Luka sintió una gran tensión proveniente desde Adrien, pero decidió ignorarla.
—Solo venía a ver a Chloé, quería saber si ella estaba...
—Está bien— interrumpió Adrien— ella se encuentra en su habitación durmiendo.
Luka asintió y suspiró.
Ambos se quedaron en silencio, Adrien miró a Luka que estaba mirando atentamente hacia el hotel, entre cerró sus ojos y sin quitar su sonrisa habló.
—Sabes Luka, hace mucho que no estamos juntos. ¿Quieres ir a un Café y charlar? — preguntó Adrien mientras lo miraba.
Luka giró su cabeza para verlo, luego volvió a ver el hotel, se quedó unos segundos mirando el edificio y volvió su visita a Adrien.
Él ladeo la cabeza y no muy seguro asintió.
—Claro, está bien.
—¡Genial!. Conozco un café cerca de aquí, vayamos— dijo el rubio y comenzó a caminar.
Luka miró por última vez el hotel y comenzó a seguir a Adrien.
El camino hacia el hotel era silencioso, ninguno le dirigía la palabra al otro.
Luka mantenía su mirada en el suelo mientras tenía un semblante triste, en cambio Adrien sonreía dulcemente de oreja a oreja, mientras saludaba a los parisinos con los cuales se cruzaban.
Al llegar a las puertas del Café, Adrien las abrió para sí mismo, haciendo que Luka casi se golpee con ellas.
Adrien giró y se disculpó gentilmente.
Luka noble dió importancia y sonrió.
Ambos se separaron, Luka fue en busca de una mesa y Adrien se dirigió a ordenar.
Luka subió al segundo piso del café, donde observó que no habían muchas personas, un máximo de tres personas.
Se dirigió a una mesa vacía que se encontraba cerca de las ventanas, se sentó allí y esperó a que Adrien llegara.
Fueron unos pocos minutos, Adrien llegó con una bandeja en manos y sobre ellas sus pedidos.
—Espero que no haya importado te pedí un jugo de narajas naturales y unas donas— dijo el rubio—
Luka negó.
—No me molesta, el jugo de naranja es uno de mis favoritos—comentó Luka tomando el vaso de jugo—
Adrien, a comparación de Luka, tenía una taza de café negro acompañado de cuatro croissant.
Luka bebió un pequeño sorbo de jugo y admiró el paisaje a través de la ventana.
Adrien miró fijamente a su acompañante, la mirada que Adrien tenía sobre Luka era amenazante e irritada. Sin quitarle la mirada de encima, tomó un croissant y lo mordió.
—Dime Luka— llamó Adrien—
El nombrado giró para ver al rubio y se percató de la rara y dulce sonrisa que le tendía.
—¿Cómo está tu relación con Chloé? — preguntó de repente Adrien.
Luka se sorprendió por la pregunta, parpadeo varias veces antes de reaccionar.
—¿Mi relación— inquirió— No creo tener una relación con Chloé, n-no de manera romántica — respondió nervioso apartando la mirada— Aunque cuando éramos niños teníamos una relación muy fuerte juntos.
Adrien sintió molestia, pero no quitó su sonrisa.
—Pero no te pregunté sobre la relación que tenían antes de que Chloé me conociera, te pregunté sobre tu relación ahora con ella— dijo Adrien de manera brusca tratando de mantener la calma.
Luka notó una leve molestia en Adrien, la cual ignoró y sonrió de manera triste.
A su mente vino la vez que Chloé fingió no conocerlo, luego la vez que lo ignoró y lo abandonó en el hospital.
—Con ella no tengo ninguna relación, ella creé que soy un desconocido. — respondió con el semblante triste— Pero intentaré recuperarla y hacer que me vuelva a conocer— agregó tratando de sonreír y sonar feliz. —
Adrien con delicadeza tomó su taza de café y bebió un sorbo.
—Entonces si ella creé que eres un desconocido, por qué tratas que hacer que te conozca. — preguntó Adrien al mismo tiempo que dejaba su taza en su lugar— Chloé no quiere saber nada de tí, ni tampoco te necesita, creo que deberías rendirte y dejarla en paz...— sentenció.
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