—Chloé...—pronunció Luka.

En su forma de nombrar se notaba lo asombrado que estaba al volver a verla.

Él no lo podía creer, nuevamente la veía, después de tanto tiempo por fin se volvía a encontrar con ella.

La observó de pies a cabeza, notando que ya no era la misma niña de cinco años que había conocido y acompañado en juegos en el pasado.

Claro que no, ya no era ninguna niña.
Era toda una mujer, aunque seguía con sus 16 años.

La nombrada se giró al oírlo, y, después de una década completa sucedió lo mas esperado. Aquellos ojos de color zafiro que le pertenecían a ella se volvieron a conectar con los ojos color turquesas de él.

Pero Luka se percató de algo, los ojos zafiros de Chloé ya no eran los mismo. Estos que veían estaban tristes y cansados. No se parecían en nada a los ojos que conoció cuando era niño, aquellos brillantes diamantes que resplandecían a cada momento e iluminaban hasta el cuarto más oscuro del mundo.

La pregunta es ¿por qué?.

Por el momento eso no le importaban, la miró fijamente con ternura y le tendió una cálida y dulce sonrisa..

Los presenten a su alrededor notaron un aire de felicidad y amor alrededor de Luka, en cambio en Chloé no notaron nada.

Chloé se mantuvo mirando sin ninguna emoción a Luka. Parecía no sentir nada al verlo, sus ojos no demostraban nada.

—¿Se conocen?— preguntaron, al unísono, Marinette y Adrien, aunque uno de ellos lo hizo con recelo.

Luka miró a Marinette y asintió, sonriente y enérgico. Luego volvió su vista a Chloé uniendo de nuevo sus miradas.

—No...—respondió ella apartando la vista y rompiendo aquella conexión que desde hace más de una década no surgía— No sé quién es.—sentenció para seguir su andar junto a su mejor amiga que la acompañaba.

La sonrisa de Luka fue desapareciendo hasta quedar una mueca de tristeza.

—Chloé...— nombró triste.

Se mantuvo mirando como la silueta de la rubia iba alejándose. Su pecho se oprimía y comenzaba a dolerle.

—¿Estás bien Luka?— preguntó con preocupación Marinette acercándose a él.

Luka le sonrió y asintió.

—¿Conoces a Chloé?— preguntó Adrien.

Luka asintió.

—La conozco desde que tenía cinco años. — respondió — Mi madre era gran amiga de su padre y cada vez que venía a nuestra casa traía a Chloe y ambos jugábamos juntos.— agregó recordando el pasado, mientras una nueva sonrisa aparecía.

—Pero ella dijo que no sabe quien eres — dijo Adrien.

Y como anteriormente pasó, la sonrisa de Luka desapareció.

—Tal vez no me reconoce.— se excusó. — Sí. Seguro no me reconoció, he cambiado mucho desde mi niñez y ella no debió reconocerme.

{•••}

—Era Luka Couffine —respondió Chloé — Es hijo de una amiga de papá, cuando era una niña me llevaba con él a la casa de Anarca y fue donde conocí y jugué con Luka.—agregó mientras una mínima sonrisa se posaba en sus labios.

Sabrina se mantuvo pensativa, Chloé jamás había hablado de Luka, mucho menos lo había mencionado una sola vez.

—¿Por qué dijiste que no lo conocías si sí lo conoces?— preguntó curiosa Sabrina.

—Porque para mi, él es un simple desconocido. — respondió borrando por completo la pequeña sonrisa que tenía.

Sabrina no estaba contenta con la respuesta de su amiga, pero no insistiría, Chloé se lo diría con tiempo, algún día le diría porque trató a Luka con esa frialdad y porque ahora sonreía con sinceridad luego de confesarle que lo conocía desde niño.

—¿Y tú qué haces aquí? — preguntó de repente Chloé cambiando de tema.

—¿cómo qué hago aquí?

—¿Me estas jodiendo verdad?. —cuestionó enojada— Sabrina —nombró furiosa—, me pediste que te ayudara a verte "linda" para Max, yo no pasé arrglandote casi cuatro horas para que estés conmigo. —reclamó— Anda, vete con tu hombre y largate.

Sabrina suspiró, hoy se le declararía a Max, para hacerlo y verse bien le pidió ayuda a Chloe para arreglarse, pero en estos momentos en cuando ella empezaba a tener sus dudas.

—¿Y si me rechaza?— preguntó con temor.

Chloé la miró con molestia.

—Si lo hace es mejor que cambie esas gafotas horrendas que tiene para que pueda ver mejor.— Chloe suspiró — Dudo mucho que te rechace estando vestida así, estás magnífica gracias a mí, por supuesto, y si él no lo ve entonces es un anticuado idiota. Si quieres un idiota Sabrina te digo que hay muchos y más a la moda que él.

Sabrina rió levemente por la manera en que Chloé la animaba.

—Sé que estoy linda vestida así, pero.. ¿Seré suficiente? ¿No soy algo...Fea?

Chloé miró a Sabrina.

“Fea”.

A Chloé se le oprimió el pecho, cerró sus manos en puños y miró a Sabrina.

—¿Fea?. Sabrina dejame decirte que yo soy alguien sumamente perfecta y solo me rodeo de las mejores personas. —La rubia se acercó a su amiga e hizo que la mirara a los ojos.— Si estás a mi alrededor es porque yo acepto que seas una de esas personas. Si Max no lo ve, ten por seguro que me encargaré de que lo haga.

Sabrina estaba al borde de las lágrimas, como amaba la manera de ser de Chloé.

—¿Vas a llorar?— preguntó seria a Chloé — Arruinarás el maquillaje que tanto me costó hacerte.

Sabrina parpadeo varias veces para que las lágrimas que amenazaban por salir, no lo hagan.

—Gracias por todo.

—No me agradezcas, debes hacer mi tarea por una semana. Ahora ve con aquel hombre de mal gusto para vestirse.

La de pelo naranja rió para luego irse y dejar a su amiga sola en aquel balcón.

Chloé suspiró y miró el paisaje de París.

—Eres una gran inspiración Chloé, casi que lloro— dijo Adrien apareciendo.

Chloe saltó de la sorpresa pero al ver a su amigo de la infancia sonrió.

—Hola.. Adrien —saludó.

—¿Qué haces en éste balcón tan sola?— preguntó mientras sonreía.

—No estoy sola—dijo ella.

—¿A no?— cuestionó él.

—No. — negó— La soledad me acompaña— ella rió.

Adrien la acompañó en sus risas, ambos se juntaron a admirar el paisaje de París y disfrutarlo.

—¿Qué pasó con Luka?—preguntó de repente el rubio.—

—¿Quién es Luka?— preguntó ella fingiendo inocencia.

Él rió

—Por favor Chloe, te conozco desde los seis años soy tu mejor amigo de la infancia, sé cuando mientes.

La rubia suspiró.

—Dime.. ¿Qué pasó con él?

Ella inhaló una gran bocana de aire, luego suspiró y miró hacia el cielo.

—Luka fue el primer chico que me hizo dudar de mí misma.

Adrien se sorprendió.

—Cuando eran una niña, me enamoré de Luka. — confesó —Como todo una ingenia e ilusa decidí robarle un inocente beso, pero al parecer él sabía lo que haría y me rechazó diciendo que era una niña fea y jamas estaría conmigo.

Adrien giró a ver el rostro de Chloe para notar que ella estaba llorando.

—Me rechazó de la peor manera, lloré por mucho tiempo mirándome al espejo pensando en que estaba mal conmigo para ser fea y no gustarle a él. —decía ella entre sollozos silenciosos y lágrimas que desbordaban de sus ojos zafiros.

—Chloé — Adrien no perdió tiempo y abrazó a su mejor amiga.

Le acaricio la espalda hasta que se pudo calmar, sus brazos rodearon la cintura de ella.

Chloé se separó levemente para mirarlo los ojos.

Él le sonreía con ternura mientras que en sus mejillas se tornaban de un leve rojo.

—Te sonrojaste— dijo ella— seguro que tienes pensamientos obscenos sobre mí — bromeó para luego reír.

Luego de unos segundos Adrien también rió.

Ambos quedaron abrazos hasta que Chloé decidió hablar.

—¿Cómo te va con la panadera? — preguntó con burla sabiendo que la relación de Adrien y Marinette no estaba yendo por el buen camino.

—¿Cómo te va con mi rechazo?

Chloe rió.

—Eso fue un golpe bajo.— dijo entre risas—Aunque ya pasaron dos años desde eso.

Adrien ladeó la cabeza.

—Con Marinette tenemos nuestras altas y bajas, pero estamos bien.

—Me alegro por ti.

Hubo silencio, Chloé se encontraba apoyada en el pecho de Adrien y él la rodeaba con los brazos en su cintura.

—Me alegró que hayas cambiado— susurro él.

—Me costó, pero lo he hecho, por tí.

El rubio se mordió el labio inferior.

—Me gusta eso, me gusta tu nuevo yo, es algo nuevo pero conservando cosas del viejo. Aunque no eres la chica mala, tampoco eres la buena, estás en un punto intermedio y eso me gusta.

Chloé sonrió.

—No necesito tu aprobación.

—Lo sé.

—¡Chloé!— gritó de repente Luka haciendo que los dos amigos se separen.

Chloé lo miró y fruncio el ceño.

—Hola Chloé— saludó el recién llegado.

La nombrada se cruzó de brazos y miró hacia a algún lado.

—¿Es alguna clase de amigo raro tuyo Adrien? — preguntó indiferente.

Adrien suspiró.

—Chloé.. Soy Luka, Luka Couffine. Ambos jugábamos juntos cuando eramos niños.

Chloé lo miró de arriba abajo y con el rostro mas serio que pudo poner y la voz con tono de frialdad dijo:

—Yo no te conozco. No sé quien eres, te pido que te alejes de mi y no te acerques nunca. — ordenó y miró a Adrien— Me iré a mi hotel, ésta fiesta está llena de extraños.

Sin más, Chloé se marchó dejando a ambos chicos ahí parados en el balcón.

Uno se quedó con el corazón destrozado y el otro simplemente con seriedad.

¡Qué tal!

Una teniendo que actualizar y en vez de eso se pone a re-subir fanfic a las 6 de la mañana :D

Agradescanmen.