𝝑𝝔 🦸🏻‍♀️ capítulo uno. ── 001 vs. Danger.

♫ Show me how you
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No sería la primera vez que el monitor muestra una señal de fallo cuando 001 intentaba usar sus poderes en los ejercicios de prueba. La gran máquina de alta tecnología enciende una luz roja y expulsa un humo que satura sus fosas nasales. Claramente algo no estaba bien con ella, pero Jackson no tenía más ideas en la cabeza, no sabía cómo hacer para que su arma personal funcione correctamente. No tenía mucho tiempo antes que Capitán Man se diera cuenta del laboratorio ilegal que escondía en una tienda olvidada de Nacho Ball.

—De acuerdo, 001. Vamos a probar una última vez tus habilidades.

Jackson miró a la chica que se encuentra dentro de aquella cabina que la expone a una radiación solar de otro planeta, causando que su cuerpo absorba la suficiente energía para activar los poderes que provienen de su ADN modificado.

Hace un par de años, tuvo un enfrentamiento con Capitán Man que desató todo el odio que siente hacia él. Lo único que quería era proseguir con sus experimentos, prometiendo al pequeño pueblo de Swellview una mejor vida bajo su control mental. Todos estarían bajo su mandato si no fuese porque el —en ese entonces— joven héroe, causó disturbios irremediables en sus planes y lo humilló frente a todos. Así fue como comenzó con el Proyecto 001. Su plan tomó forma mediante transcurrían los años. Le arrebató todos los derechos a su hija, cegado por la ira y el deseo interminable de venganza. Nunca fue un hombre que presentó intereses en otra cosa que no fuera la ciencia, incluso podría ser considerado un genio, pero su inestabilidad y arrogancia le jugaban en contra.

Lo primero que hizo fue alterar el ADN de la chica para que poseyera poderes cuyas finalidades eran dañar a Capitán Man. Todavía no consigue que las habilidades de 001 sean permanentes, pero por el momento le bastaba con las horas que le brinda la energía solar a la que la expone. Era como una barra de recarga. O el seguro de arma a punto de disparar.

Sin embargo, había algo que lo tenía reconsiderando el funcionamiento de la chica: sus poderes causan un daño neurológico cada vez que desea utilizarlos. Tenía una falla. Al comienzo solo eran pequeños quejidos de dolor que lo tenían asqueado, pero luego fueron sangrados de nariz y ojos. Una vez quiso tocarla para llevarla de vuelta a su cabina pero su cuerpo estaba sobrecalentado como si de un robot se tratase. 

Esta sería la última oportunidad. Si volvía a presentar fallas, no tendría de otra alternativa que quitarla de la lista e iniciar un nuevo proyecto. 

Presionó el botón rojo para detener la radiación solar y un humo inundó la cabina antes de que se abriera la puerta corrediza, dándole un acceso directo hacia la chica de cabellos negros y facciones femeninas suaves. En algún momento pudo haber sido su hija, pero con las modificaciones que le hizo a su de ADN, ahora no era hija de nadie. No era nadie.

—Alerta: irrupción en el laboratorio.

El aviso llegó directo a sus oídos y lo hizo fruncir el ceño, nadie, además de él tenía el conocimiento del laboratorio. El lugar se bañó con las luces rojas de advertencias y el científico se tensó de pies a cabeza. Solo estaba propenso a que una persona descubra su lugar ilegal. Y era su mayor enemigo. 

—¡Detente ahí, pedazo de Doctor farsante! —la voz firme de Capitán Man causó que la ira inunde sus sentidos. Los recuerdos de la humillación que le hizo pasar estaban tan frescos como la irrupción del héroe que acaba de romper la puerta y adoptar una pose heroica. Detrás de él apareció un muchacho rubio y delgado, era su ayudante, Kid Danger, quien imita la pose de su jefe, solo que con un poco menos de arrogancia y sin una sonrisa cínica en el rostro.

La mirada de ambos héroes se dirigió hacia la gran cabina donde se encontraba 001, con los ojos cerrados y su traje de colores azul y rojo ajustado al cuerpo. En el pecho tenía una "S" estampada como una clase de símbolo.

La llegada de su archienemigo no logró intimidar al Doctor J. Sabía que en cualquier momento ella despertaría y por fin tendría su venganza. 

—Llegaste tarde esta vez, Capitán Man —se mofó el científico, soltando una risa malévola antes de acercarse a un panel de control y apretar ciertos botones. —¡Te presento a 001! Una versión tuya mejorada. 

Kid Danger elevó ambas cejas con asombro cuando dedujo lo que estaba ocurriendo. Le dejó varios golpes en el brazo a Capitán Man, sin despegar la mirada de la figura femenina que emerge de aquella nube de humo dentro de la cabina.

—¡Oh, amigo! ¿Es una... tú? ¡Versión chica! ¡No puedo creerlo! —declaró exaltado. Su sorpresa pudo haberse confundido con emoción si la situación no estuviera en contra de ambos en ese instante.

Capitán Man se mantuvo firme y curioso en su posición a pesar de tener a su lado a un Kid Danger bastante emocionado con lo que estaban presenciando. Él observó a la muchacha con el ceño fruncido. No podía creer lo que veía. Incluso si era una versión femenina, sabía que no era en lo físico donde el Doctor J. quería que fueran similares. La idea de que otra persona haya encontrado la manera de hacer indestructibles a las personas era aterradora incluso para él. Muchos lo habían intentado antes y fallaron.

001 abrió los ojos y observó el lugar tratando de orientarse. Su mirada carente de emoción alguna, era lo más cercano a un robot tratando de analizar su alrededor. O buscando su objetivo.

—¿Una clon? ¿Es en serio? —cuestionó el héroe mirando a la chica cautelosamente. No pudo evitar pensar que él seguía siendo más atractivo que aquella muchacha, así que soltó una risa arrogante y caminó en su dirección desbordando seguridad, la miraba con aires de grandeza. Tuvo que bajar la mirada hacia su supuesta clon. —Yo soy indestructible, ¿lo eres tú? —001 no le respondió con palabras.

Sin darle tiempo para prevenir el ataque, elevó su puño y lo impactó directo al rostro de Capitán Man, sorprendiendo así al chico rubio detrás de ellos. Por otro lado, el héroe se quejó por el golpe y dio un paso atrás, acariciando la zona afectada, verificando que no le hubiese causado ningún daño.

—¡Kid, destruye esa máquina! —ordenó apuntando la máquina de alta tecnología a un lado de un frustrado Jackson. 

001 siguió con la mirada el movimiento rápido del muchacho, llegando antes de que él usara un láser para quemar el panel de control. Una vez estuvo frente a él a una velocidad sobrehumana, lo tomó por el cuello y lo lanzó contra la pared más cercana, causando que el impacto hiciera trizas el enorme pedazo de concreto.

—Destrúyelos, 001 —demandó el Doctor J. con una sonrisa siniestra.

Ella asintió con la cabeza de manera automática y regresó su atención a su objetivo principal: Capitán Man.

—De acuerdo, tienes fuerza —admitió el héroe, tragando saliva—. Pero sigo siendo indestructible.

—¡Oh, cierra la boca! ¡Ella lo es también! —intervino el científico, cansado de la arrogancia que tenía su enemigo incluso en momentos como esos.

No le dijo que se trataba de una invulnerabilidad de algunas horas, en ese caso minutos, ya que no estuvo el tiempo suficiente dentro de la cabina. No iba a darle esperanzas a su enemigo. Él esperaría a ver cómo su arma se encargaba de eliminar al hombre que atormentó sus pensamientos por años, el motor de aquella venganza tóxica que había planeado tan meticulosamente. Sería la gloria, el gran premio por todos esos años invertidos en perfeccionismo. Confiaba en que 001 no fallaría esta vez luego de las nuevas modificaciones que le hizo a su ADN.

Era una lucha perdida para el héroe de Swellview y su ayudante.

Observó cómo la chica se desplaza por el lugar tomando ventaja en la disputa, su súper velocidad y súper fuerza no le dejaban oportunidad al Capitán Man para defenderse. Y Cuando Kid Danger apareció un tanto aturdido entre los escombros, tampoco se veía como un niño que sostenía alguna chance contra la precisión de 001.

Pero ella comenzó a no sentirse bien. 

Quería acabar con la misión de una vez por todas y recuperar el control de su vida, necesitaba eliminar su objetivo para obtener la recompensa. Jackson le prometió dejarla ir una vez termine con Capitán Man. Esta era su prueba de fuego.

Sus ojos se iluminan, lo sabe porque arden, y luego se esfuerza por disparar rayos de energía roja en dirección a su objetivo.

—¡Tiene visión de Rayos X! —Exclama Kid Danger con los ojos muy abiertos. —¿Desde cuándo puedes hacer eso? —Mira a su jefe, anonadado.

—¡Yo no puedo hacer eso! —Contesta Capitán Man con indignación, acariciando su pecho, dónde impactaron los Rayos X. —¡Atrapa al Doctor J!

001 continua lanzando rayos hacia cualquier dirección, en busca del rubio que ahora disputa con Jackson. Ella frunce el ceño ligeramente al ver cómo el muchacho es capaz de esquivar sus ataques a una velocidad sobrehumana también. Aquello la frustró, estaba siendo una molestia en esos momentos. Sentía que sus ojos ardían en fuego vivo cada vez que lanzaba esos rayos en vano.

Mientras ella trataba de deshacerse de Kid Danger, Capitán Man se apresuró hacia la cabina y observó con atención, tratando de encontrar algo que le sea útil para vencer a su clon. En un costado había una cuenta regresiva que iba en segundos. Por inercia miró hacia la chica y notó que los rayos de sus ojos titilaban, como si estuvieran a punto de apagarse.

—¡Amigo, un poco de ayuda estaría bien! —ironizó Kid Danger, agachándose para esquivar los ataques de la chica. —¡Si eres su clon debería de agradarte! ¿Por qué no dejas de atacarme y vamos por un jugo o lo que sea? ¡Pienso que eres muy bonita!

La cuesta regresiva estaba en cinco segundos.

Cuando llegó a cero, la chica se desplomó en el suelo, inconsciente. Seguido de eso el Doctor J. suelta un grito de frustración y patea la máquina, intenta monitorear algo pero parece no funcionar y vuelve a gritar.

—¡Eres una inútil! ¡Pedazo de meta humana inservible!

Kid Danger avanza unos pasos hacia él y le propina un fuerte golpe en el rostro que lo hace soltar un quejido de dolor. El hombre se cubre la nariz con ambas manos para detener el dolor, pero tampoco funciona.

—¿Qué haremos con ella? —Inquiere el joven rubio después de lanzar un láser en el pecho del Doctor J. y hacer que se duerma. —Se ve como una villana. Una linda.

—No es una villana, Kid —defiende el mayor, apretando los labios mientras ambos observan la figura de 001 vulnerable en el suelo. —Es una víctima de este lunático.

—Es... muy linda.

—¡Concéntrate, Henry! —lo regaña, y el recién nombrado baja la cabeza—. ¡Ja! Una clon... Está bien, nos la llevamos a casa —demanda levantando su dedo índice, una sonrisa creciendo en su rostro—. Schwoz sabrá que hacer con ella. Vámonos, Kid. Llevemos a este pedazo de basura científica a la cárcel.

Kid Danger soltó un suspiro y con cuidado tomó a la chica inconsciente entre sus brazos, mientras que Capitán Man arrastraba a Jackson Munson como un animal muerto.

El chico rubio observó el rostro de 001 una vez más, admirando sus pestañas largas que descansan sobre sus pómulos, sus mejillas pálidas tenían un aspecto suave, poseía labios carnosos y, a pesar de la sangre seca en su nariz y la vulnerabilidad que presentaba, él nunca había visto a una chica tan linda como ella.

Él la salvó ese día, pero estaba seguro de que ella lo salvaría a él en muchas ocasiones desde ahora en adelante.

Se sintió bien con ese pensamiento.