Capítulo 13
Cierto chico de cabello platinado caminaba hacía el edificio donde su mejor amigo le había dicho que vivía. Miró su celular una última vez antes de tomar el ascensor, presionando el botón que correspondía al piso y esperó pacientemente, Minho no contestaba sus mensajes así que esperaba que por lo menos estuviera en su departamento, no creía que saliera en fin de semana así que decidió visitarlo.
Hyunjin salió del ascensor y se aferró a la pequeña bolsa con estampado infantil hasta que encontró el número "512". Alzó la mano y tocó la puerta, en espera de poder ser recibido por su mejor amigo mientras guardaba su celular en el bolsillo trasero justo cuando le enviaba un mensaje negando que estuviera ahí.
Demasiado tarde, no se percató de la llegada del mensaje debido a que la puerta fue abierta, revelando a un rostro familiar que no esperaba volver a verlo tan pronto después de su encuentro con la pesca.
— ¿Seungmin? — Frunció el ceño, extrañado.
— ¿Hyunjin? — Cuestionó devuelta, abriendo sus ojos de par en par con sorpresa.
— ¿Este es el departamento de Minho?
Asintió. — Sí, pero ahora no está, salió en una cita.
— ¿Minho? ¿Está en una cita? — Parecía que era un día de particulares sorpresas.
— Sí, fue con su vecino a una exhibición y estamos cuidando a su bebé por esta noche. Minho no mencionó que vendrías, ¿Gustas pasar?
— Oh, claro. — Se percató de ciertos detalles de sus palabras, pero primero se aseguró de pasar. — No avisé que vendría con antelación, solo me desocupé temprano hoy y debido a que no hbía tenido oportunidad de ver a Lía desde que se mudaron, decidí venir. Supongo que eso ya responde al porqué no me responde mis mensajes, estando afuera es difícil que responda.
— No creo que tarde, de todas maneras ya hace rato se fueron. Sé que no es mi casa pero, ¿Gustas algo de beber? ¿Ya comiste? Trajimos un poco de comida mientras pasamos el rato aquí.
— ¿Hay alguien más aquí?
Señaló a la sala, guiándolo hasta el lugar. — Es Jeongin, los tres trabajamos para la misma empresa, así que decidimos ayudarle a Minho a cuidar de Lía entre los dos.
Un chico rubio se asomó sobre el sillón, estando sentado en el piso mientras jugaba en la alfombra con Lía lo hacía imposible ver por el respaldo del sillón. Alzó la mano y mostró una sonrisa mientras saludaba.
— Hola, mi nombre es Jeongin.
— Hyunjin, un gusto. — Saludó de vuelta ante la informalidad, caminando hasta llegar a su lado. — Ah, miren a quién tenemos aquí.
El de cabello platinado tomó lugar a un lado suyo y se inclinó para acariciar la mejilla de la bebé, la cual lo observaba fijamente al no reconocerlo como a los demás.
— Soy Hyunjin, ya no me debes de reconocer. — Fingió un gesto de molestia, haciendo sonreír a la bebé. — Ah, pero que bonita sonrisa tienes, eres toda una señorita encantadora.
— ¿Eres amigo de Minho? — Jeongin inquirió, tratando de conocerlo.
Asintió, levantando la mirada. — Nos conocimos cuando estábamos haciendo las prácticas de la universidad. Desde entonces seguimos siendo buenos amigos, solo que al mudarse y tener horarios de trabajo diferentes nos imposibilita juntarnos más seguido.
— Jeongin, Hyunjin es con quien fui a pescar la vez pasa, ¿Recuerdas? — Seungmin habló, tomando asiento en el sillón.
— ¡Oh, sí! Recuerdo, realmente no entiendo como pueden irse todo el día a pescar, de milagro no vienen con las manos vacías. — Comentó el rubio con un gesto de horror.
Seungmin rodó los ojos, limitándose a señalar la bolsa de comida sobre la mesa. — Es pollo picante, por si quieres un poco.
Hyunjin asintió, agradeciendo por la invitación antes de recordar la bolsa que había traído consigo para Lía. — Ahora que recuerdo, traje un regalo para Lía, pero como Minho no está y no sé si estaré hasta que vuelva, ¿Por qué no lo abrimos todos juntos?
Jeongin canturreó una respuesta afirmativa y aplaudió, capturando la atención de la bebé mientras Seungmin se sentaba a su otro costado en el piso, observando como Hyunjin agitaba la bolsa en el aire.
— ¿Qué será? — Se cuestionó a sí mismo, viendo como la bebé cerraba y abría apenas sus puñitos al ver la bolsa sobre ella. — Alguien está impaciente por ver.
Lía estaba demasiado concentrada viendo como Hyunjin abría la bolsa, revelando un lindo peluche de color blanco con forma de conejo, junto con un par de calcetines y guantes a juego. Los otros dos aplaudieron, haciendo que la bebé sonriera ante el sonido de emoción que provocaban y ver sus expresiones divertidas. De un momento para otro, comenzaron a hablar de cosas triviales para conocerse mejor, coincidiendo en varias de ellas y alargando la conversación hasta que Lía se quedó dormida sobre los brazos de Seungmin, disculpándose para ir a acostarla en su habitación y evitar que se despertara con el ruido.
Cuando se quedaron solos, tanto Jeongin como Hyunjin se miraron de manera discreta, percatándose de la apariencia del otro sin negar una evidente pequeña atracción entre los dos. El rato era llevadero, hasta que se quedaron solos y por algún motivo se quedaron callados, una tensión instalándose sobre sus cuerpos mientras miraban a su alrededor.
— ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en esa empresa? — Cuestionó Hyunjin, tratando de iniciar una conversación para conocer al chico.
— Desde las prácticas universitarias. Logré quedarme de planta después de graduarme, por lo que me facilitó el camino una vez conseguí mi certificado, igual que Seungmin.
Asintió en comprensión. — ¿Nunca intentaste salir de ahí?
— No, realmente es un buen lugar y conforme pasa el tiempo conozco a más personas, sin contar que es muy tranquilo el piso donde trabajo y Seungmin es mi superior, sabrás que no es una persona demasiado exigente pero sabe orientar al equipo, junto al jefe de la empresa. Es un buen ambiente laboral, no me quejo ni por ello ni por la paga.
Los dos soltaron una carcajada ante lo último, adentrándose de esa manera en una conversación cálida mientras tomaban de sus refrescos y esperaban a Seungmin que volviera de dejar a Lía en su habitación, pero el tiempo pareció volar y el mayor nunca volvió, en cambio, tan pronto como los vió de una forma cómoda conversando decidió esperar en el comedor con su celular entre sus manos, de esa manera también aseguraba poder estar más cerca para escuchar en caso de que Lía llorara.
Cuando dieron las once de la noche, Hyunjin decidió que era momento de irse a pesar de pasar un buen momento en el lugar, pero al día siguiente tenía cosas por hacer desde temprano y aún debía de emprender un camino retirado a su casa. Seungmin salió del comedor y junto con Jeongin lo siguieron a la puerta.
— Realmente deberíamos de juntarnos cuando Minho esté aquí, sería bueno estar todos juntos. — Sugirió Jeongin con una sonrisa convencida.
— Descuídate y no solo seremos nosotros, sino que Jisung también. — Seungmin murmuró con ambas cejas arqueadas, provocando una fuerte carcajada por parte de los dos.
— ¿Llevan mucho con eso de las citas?
— No, recién es la segunda, pero si los hubieras visto cuando Minho hizo la pequeña fiesta por el cumple mes de Lía, entenderías que no faltarán muchas citas para que tengan algo. — Jeongin contestó confiado ante el cuestionamiento de Hyunjin, quitando el seguro de la puerta.
— Entonces tendré que preguntarle luego sobre ello. — Se decidió al fin, cruzando la puerta. — Buenas noches, chicos. Me gustó conocerlos a los dos de esta manera, espero que nos podamos ver pronto.
— Así será, Hyunjin. Ve con cuidado y descansa, ten buena noche. — Seungmin hizo un gesto de mano antes de ver como el chico platinado se quedó a medio pasillo con un gesto de sorpresa. — ¿Qué sucede?
Hyunjin no siguió su camino hasta el ascensor, puesto que se sorprendió como en la puerta de enseguida se encontraba su mejor amigo acorralando a un chico contra la puerta, besándolo. Jeongin y Seungmin se asomaron también, observando la escena con sorpresa, el rubio cubriendo su boca con sus manos mientras Seungmin trataba de gesticular alguna palabra, pero nada salía entre sus labios y una sonrisa traicionaba a su rostro.
Cuando Minho y Jisung se separaron por falta de aire y, por alguna extraña razón, sintieron un par de miradas en su dirección, se giraron al mismo tiempo que Hyunjin se cruzaba de brazos y esperaba que se dieran cuenta de la presencia de ellos tres, haciendo que se separaran por inercia ante el susto de ser descubiertos.
Los dos menores sentían sus rostros completamente rojos ante la sorpres de ser encontrados en tal situación; si bien no tenían mucho que llegaron, cuando fue momento de despedirse y que Jisung entrara primero a su departamento, Minho no había podido dejarlo ir sin antes probar sus labios una vez más, convirtiéndose en varios besos hasta que recargó el cuerpo contrario contra la puerta, acunando su rostro entre sus manos mientras absorbía todo de él sin tener lo suficiente. Solo un toque bastó para aferrarse a su sabor, a la sensación cálida que le brindaba al besarlo, necesitaba tanto de ello como le era posible.
Lo que no esperaba ninguno era ser descubiertos de esa manera, ¿Por qué Hyunjin había ido? Le había mandado mensaje tan pronto como los vió de que no estaba en su departamento y no estaba seguro a qué hora volvería. Mientras Jisung trataba de recuperar el aliento, Minho les hizo frente primero.
— ¿Qué haces aquí, Hyunjin? No esperaba verte por aquí. — Trató de sonar casual, obteniendo una mala mirada del mencionado.
— Solo quería ver a mi viejo amigo, no esperaba que te encontraras en una cita. — Sonrió con malicia. — Además quería venir a ver a Lía, le traje un regalo.
— ¿En verdad? Te lo agradezco, perdón por no avisarte antes, contesté tan pronto como ví tu último mensaje.
Y a pesar de tratar parecer normal, Jisung seguía cubriéndose detrás del cuerpo de Minho, recuperando el aire mientras sentía aún demasiado sonrojado de su rostro. Miró sobre su costado, observando como Jeongin lo miraba y Seungmin miraba al tercer chico a un lado suyo, con el que asociaba el nombre de Hyunjin.
Dios, ¿En qué se habían metido? Podía asegurar que le lloverían preguntas a Minho, las cuales no sabía si tenía una respuesta clara para todas.
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