Extra único.
Taehyung se encontraba nervioso mientras se veía al espejo, comprobando que su cabellera rubia se mantuviera fija en su lugar. En ondas cayendo como una corta melena, ajustó nuevamente la flor que reposaba en el bolsillo de su saco antes de girarse hacía la puerta, al mismo tiempo que había sido tocada desde el exterior.
—Taehyungie, ¿Estás listo? Es momento de que se encuentren antes de la ceremonia.—Escuchó la voz de Hoseok detrás de la puerta, sintiéndose nervioso.
—¡Ya salgo!—Gritó, dándose una última mirada al espejo antes de observar por última vez la habitación, abriendo la puerta.
—Oh, Tae. Estás espectacular con ese traje...—Su amigo se había quedado sin palabras, haciéndolo sonrojar por sus expresiones.
—Yah, no seas exagerado.—Agitó su mano, restándole importancia.
—Vamos, Jungkook ya está en el salón esperándote, no hay que perder más el tiempo.—Comentó antes de enredar sus brazos, caminando a la par hasta el salón donde se llevaría a cabo la fiesta nupcial.
Taehyung aferró su mano libre contra el brazo de Hoseok, tratando de encontrar el equilibrio que sus nervios le impedían para coordinar sus pasos. Si antes de la ceremonia se encontraba tan nervioso, ¿Cómo podría estar en un rato más? Tenía miedo de tropezar, tal como había pasado tan pronto como comenzaron a bajar el tramo de escalones.
—Tranquilo, Taetae. ¿Por qué estás tan nervioso? Solo van a jurar frente a todos su amor.—Bromeó, tratando de aligerar el ambiente.
El rubio golpeó a un costado de su cuerpo, haciéndolo reír mientras se encaminaban hasta afuera del lugar, observando la tela que cubría la entrada. Hoseok se detuvo frente a esta, soltando su brazo antes de hacerlo girar para encontrarse frente a frente, acomodando su cabello.
—Estaré aquí esperando para volverte a llevar adentro, pero ahora al altar. Tómense su tiempo, pueden recitar sus votos aquí y allá frente al padre solo decir el acepto, no hay presiones.—Le guiñó el ojo antes de agarrar el borde de la tela, dándole acceso al interior de la tienda.
Taehyung dió el primero paso al interior, sintiéndose fascinado por la cuidadosa, pero elegante decoración de la tienda. Las mesas y sillas estaban perfectamente acomodadas, un pequeño escenario se encontraba al final de la tienda y una pista de baile donde su prometido se encontraba esperándolo, sonriendo tan pronto como sus miradas se encontraron.
No estaban seguros de quién estaba más emocionado por aquel momento, pero se quedaron sin respiración al observar la apariencia del otro. Taehyung portaba un traje de tres piezas, con un saco de color negro junto con la corbata, las solapas y el chaleco de color gris, ajustándose perfectamente sobre su cuerpo, con un pantalón negro y zapatos de vestir relucientes. Su cabello rubio resaltaba sus facciones, su rostro teniendo una ligera capa de maquillaje que hacían resaltar sus labios y el área de sus ojos, dándole una imagen tan eterea que le robaba el aliento al azabache. Mientras el rubio caminaba con cierta inseguridad hacía su prometido, no desaprovechó la oportunidad para encantarse con su presencia.
Jungkook se encontraba vistiendo de la misma manera un conjunto negro de tres piezas, el chaleco siendo de color gris, y a diferencia del contrario, no contaba con una corbata, siendo reemplazada por un pequeño moño negro que acompañaba su cuello. Su cabello azabache perfectamente peinado hacía un costado, manteniendo sus manos detrás de su espalda mientras sonreía, totalmente encantado con la presencia del rubio. Para cuando la distancia se acortó, sus manos tomaron de manera inmediata la cintura contraria, soltando un suspiro mientras se impregnaba de su presencia.
—¿Ni siquiera el día de nuestra boda puedes tener tu traje bien?—Regañó el rubio, alzando sus manos para acomodar el paño gris que sobresalía en el bolsillo del azabache, provocándole una carcajada.
—¿Es la primera vez que nos vemos en el día, y estás prefiriendo regañarme?
Taehyung se sonrojó, si es que era posible aún más de lo que ya se encontraba.—Perdón, son los nervios hablando.
—¿Por qué estás nervioso? Estuvimos esperando por esto tanto tiempo.—Alzó su mano hasta su rostro, admirando la pequeña sombra obscura que adornaban sus párpados,
—Pero eso no quita que esté nervioso, estoy temblando tanto que temo tropezarme por el pasillo.—Confesó antes de cubrir su rostro, afligido por la situación.
Jungkook reaccionó rápido, llevándolo al centro de la pista de baile, haciendo que apartara las manos de su rostro para posarlas sobre sus hombros. Cuando la música comenzó a sonar, y la única iluminación reflejaba el lugar donde se encontraban, lo alentó a iniciar una suave danza en compañía de la melodía.
—Imagina que pasamos por toda la ceremonia, y que ahora estamos dando nuestro primer baile como esposos. Los dos aceptamos, todos aplaudieron y probablemente Lía esté en los brazos de nuestros amigos porque quiere venir corriendo hasta donde nos encontramos, pero es nuestro momento y todos tienen su mirada en nosotros.
—La última parte no ayuda mucho.—Sacó la lengua en su dirección, sintiendo parte de sus nervios desaparecer.
El azabache asiente, divertido.—Bien, olvida la última parte. Imagina que todos están concentrados en comer porque, ¿A quién no le gusta la comida? Todos nuestros invitados probablemente solo vinieron por la comida y el alcohol gratis.
Taehyung solo se limitó a reír, estando de acuerdo.—Ese es el chiste de todas las fiestas.
Cuando Jungkook observó la manera tan fluida que estaban moviéndose por la pista, sonrió satisfecho. Aplanó sus manos contra la espalda baja de Taehyung, acercándolo tanto como podía hasta que sus labios rozaron la piel detrás de su oreja, provocándole pequeños escalofríos.
—Ahora que estás más tranquilo, quiero decirte mis votos, justo ahora.—Apretó la tela del traje entre sus manos, volviendo a la cintura del rubio.—No quiero iniciar ni terminar diciéndote que te amaré para siempre, porque siendo sinceros yo no creo en esas promesas. Pero a cambio, te puedo prometer amarte y anhelarte, respetarte y desearte hasta nuestro último respiro, porque de ser así aquello parece más certero que lo otro, y si no es suficiente prometo que te seguiré amando en una próxima vida y las que sigan, porque si te encontré en esta, tengo una corazonada que lo volveré a hacer. Llegaste en el momento indicado, porque a pesar de ser mis peores momentos, me demostraste que estarías ahí sin siquiera haberme conocido. Comprendí que eres la clase de persona perfecta que todos buscan, pero que no tienen la suerte de encontrarla, y para mi buena fortuna, logré encontrarte sin que me dieras tiempo de buscarte; Porque así como ayer me hiciste feliz, así como hoy me estás haciendo feliz, y que puedo asegurarte que mañana también me harás muy feliz, te prometo que daré lo mejor de mí para siempre darte días alegres, días memorables y buenos, recuerdos que podamos atesorar hasta que el tiempo se nos agote en este mundo. Te entrego mi corazón, te entrego todo de mí, despójame de todo lo que tengo, porque de esa manera te puedo asegurar el amor y la confianza que estoy depositando en ti, eres lo único que anhelo y veo en mi vida junto a nuestra pequeña familia.
Para ese momento que terminó sus votos, Taehyung sentía sus ojos tan húmedos que temió arruinar su maquillaje. Sorbió con la intención de poder apartar las lágrimas acumuladas, apretando su agarre sobre los hombros de Jungkook mientras encontraba su voz para recitar sus propios votos.
—Jungkook, prometo amarte y cuidarte, a cuidar a nuestra pequeña familia sin importar nada; prometo estar ahí en tus días malos y en los peores, no solo en los buenos. Te amo sin cuestionamientos, fielmente en cuerpo y en alma, porque me enseñaste a lo que es amar de verdad y el sentirse ser amado con la misma intensidad. No quiero convertir de esto en un juramento, porque solo quiero expresarlo como una confesión de amor, de amor hacía tu persona, de amor de la misma manera que tú lo expresas a tus seres queridos, poder hacer que tengas más días buenos que malos, poder hacerte ver que aún tenemos mucho por vivir, pero quiero todo ello a tu lado. No importa lo que pueda suceder en un futuro, puedo asegurarte que nada de ello podrá impedir el amarnos y juntar nuestros caminos porque de esa manera ya se encuentra escrito, es nuestro destino estar juntos y no podría estar más feliz por ello. Te amo, a tu persona, a tu forma de ser, a la pequeña versión de ti, amo todo lo que haces, me enseñaste la mejor versión de ti y sacaste la mejor versión de mí, no podría estar más agradecido por ello, así que gracias por llegar a mi vida para darle color, porque después de tantos días grises por fin pude distinguir los colores que alrededor mío existen.
Cuando la melodía terminó, se separaron lo suficiente para observarse a través del reflejo del otro, estampando sus labios en un cautivador beso que les robó el aliento, tratando de transmitir todo el amor y la devoción que sentía por el otro en ese momento. Dejaron de bailar, necesitando concentrarse en el beso mientras sus bocas colisionaban ante el contacto, su tacto quemando la piel del contrario en busca de más contacto, necesitando unir sus almas hasta convertirse en uno solo.
Cuando el aire surgió como una nueva necesidad, se permitieron separarse mientras mantenían sus ojos cerrados, juntando sus frentes mientras escuchaban la respiración del otro. Se sonrieron de manera mutua, entrelazando sus manos una vez que se encontraron relajados después del intenso momento cargado de emociones.
—Hay algo que también quería decirte.—Taehyung comenzó a hablar, captando su atención.
—¿Sobre qué?—Sintió nuevamente los nervios envolver al rubio, alertándolo.
—No estoy seguro de cómo tocar el tema, pero es algo que estuve pensando en las últimas semanas. Solo quería expresarte la idea, esperando que podramos considerarlo juntos y ver que nos dice el tiempo al respecto.—Bajó la mirada hasta sus manos unidas.
—Dímelo, sabes que puedes decirme cualquier cosa que te inquiete o pienses.—Alentó, acariciando su mejilla con un leve roce de la punta de su nariz, provocándole cosquillas.
—Tú... ¿Pensaste alguna vez en agrandar nuestra familia? Ya sabes, no solo tener a Lía con nosotros, simplemente la idea de pensar en tener otro hijo.
Jungkook abrió los ojos, procesando sus palabras. Al principio balbuceó incoherencias, y al ver la reacción del rubio que se tornaba en preocupación, se adelantó en decir.—Siempre consideré en tener una familia más grande, pero por ciertas cuestiones no creía que fuera posible en algún futuro cercano. Pero ahora que lo dices, estaría más que encantado por poder agrandar a nuestra familia, yo sería feliz con ello.
—¿Lo dices en serio?—Parpadeó, perplejo por su respuesta.
Asintió.—Siempre y cuando sea a tu lado, estoy dispuesto a aceptarlo todo.
Taehyung apretó los labios en una fina línea antes de abalanzarse por completo a sus brazos, enterrando su rostro en la curvatura de su cuello. Se sentía feliz, quería llorar pero no quería arruinar su maquillaje ni el traje, sintiendo su pecho burbujear por sentimientos alegres.
—Te amo, más de lo que puedo expresar con palabras.—Confesó, sintiéndose cálido ante el momento.
—Y yo te puedo asegurar que te amo más, más de lo que puedo demostrar con acciones, pero que intento hacer cada vez mejor.
Con una última mirada, comprendieron que era momento de partir hacía la pequeña capilla donde todos sus invitados esperaban por ellos. Se despidieron con un último beso antes de que Taehyung se fuera con Hoseok para arreglar su maquillaje, dándole tiempo a Jungkook de tomar su lugar respectivo para la ceremonia.
Lo siguiente que supieron fueron como las personas aplaudían a sus costados mientras caminaban por el pasillo, felizmente casados y siendo oficialmente esposos. Lía los acompañaba en medio, siendo guiada y tomada de cada una de sus manos mientras todos los invitados iban detrás de ellos rumbo a la fiesta de celebración. La tienda donde se llevaba a cabo se llenó en cuestión de minutos, pasando la noche en medio de risas, bailes y discursos emotivos que pusieron a los novios sensibles, pero agradecidos por las personas que tenían a su alrededor para apoyarlos en cada etapa de sus vidas.
De esa manera, concluyeron su día más memorable, comprendiendo que a partir de ahí solo vendrían momentos alegres y memorables en familia, atesorándolos por el resto de sus días.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro